Nota del autor: Esta historia es un final alternativo a la primera temporada de Codigo Lyoko y por tanto lo que estás a punto de leer esta situado en el episodio 25.

Es como si la serie solo hubiera tenido una temporada: asique nada de Franzie, ni nada del pasado de Aelita: Aelita solo ha sido un programa y nunca fué una humana.

Al fin tras casi un año y medio yo, Jeremy fui capaz de crear el "código Tierra" código con el cual al fin podría traer a Aelita de vuelta. Esa noche estaba muy nervioso y la compañía del resto de guerreros de Lyoko no evitó que tuviera que repasar la larga lista de comandos que había introducido en el superordenador de la fábrica. Mientras que en un monitor del computador los antes mencionados códigos aparecian en otro se podía ver la cara de Aelita. No estaba nerviosa, más bien estaba segura de sí misma ¿o tal vez es que confiaba tanto en mi que este proceso que podía costarle la vida no la aterraba tanto como a mi? Fuese lo que fuese me sequé el sudor de la frente y los mire. Mire a mis amigos, a Ulrich, a Yumi y a Odd porque si no fuese por ellos yo no podría haber llegado hasta aquí. Es verdad que yo había encontrado y encendido el ordenador pero yo nunca me había metido en Lyoko y por algún extraño motivo ahora, en ese preciso momento, me venía la pregunta a la cabeza: ¿eso me hacia cobarde?

No quería desconcentrarme mas asique dejé de pensar en ello y empecé con el proceso de escaneo.

Ee… eeee…. escane… near Aelita- Dije, Ulrich me puso un brazo en mi hombro, me miró y dijo:

Tranquilo, Jeremy- e indicó con un movimiento de barbilla la pantalla donde estaba Aelita- Ella está tranquila y nosotros también, eso es porque confiamos en tí y sabemos que todo va ha salir bien.

Sabemos el riesgo que tiene el traer a Aelita a la Tierra, pero nunca te has equivocado y no tenemos motivos para desconfiar en ti- dijo Yumi poniendo su mano en el otro hombro de Jeremy.

¡Eso es Einstein! ¡Todos sabemos que puedes sacarla de allí!

En ese momento lo comprendí: Aelita y el resto no solo eran conscientes del peligro sino que confiaban plenamente en mi. Soy Einstein y puedo sacarla.

Bien, entonces apartad, por favor. No puedo trabajar en estas condiciones, panda de sobones- les dije bromeando mientras aleteaba mis hombros para que quitasen sus brazos de mi. Pude ver que después de hacer eso Aelita se rió y yo le devolví la sonrisa.- Clave: tierra.

El ordenador me indicó que uno de los escaners estaba siendo ocupado.¡La materialización había funcionado! No esperamos ni al ascensor, todos bajamos corriendo por las escaleras de mano que llevaban a la sala de los escaners. Y entonces la vi: entre el humo y la luz una figura se asomaba. Era exactamente igual que en Lyoko: mas o menos de la misma altura de Odd con el pelo rosa y muy largo pero ahora estaba desnuda. Desnuda y en posición fetal. Ulrich miraba a otro lado y evitaba cruzar la mirada con Yumi. Odd, por otro lado no podía apartar la mirada de Aelita. Yo corrí donde ella, me puse de cuclillas para estar a su altura y le toqué la frente y apoyé su cabeza en mi mano para que no se hiciese daño.

Yumi, el calor que el escáner le ha dado no la calentará por mucho tiempo ¿Tienes algo de ropa que le valga?.

Si, tengo algo rosa que nunca me he puesto y creo que le valdrá. Ulrich, ven.

Yo, ¿por que?- dijo Ulrich

Porque Jeremy quiere privacidad.

Pero si Odd se queda.

¡Ulrich Stern! sal de esta habitación ahora mismo.

Mientras Yumi estaba yendo a por algo de abrigo yo me quedé con Aelita.

Despierta, princesa, bienvenida a la Tierra. Le dije cuando vi que empezaba a abrir los ojos.

Me… me siento rara.-dijo.

En ese momento un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. ¿Y si me había equivocado en algún código? ¿Y si realmente la materialización no era posible?

Noto algo… cada vez que… toco algo: ahora, cuando tocas mi frente… o cuando toco el suelo. Es una sensación rara.- dijo ella.

Creo que te refieres al tacto. En Lyoko solo tenías dos sentidos: la vista y el oído. ¡Ahora tienes cinco!

Me… me gusta el tacto.

¡Y lo que te va ha gustar!- gritó Odd.

Ambos le miramos con cara de no entender lo que ha dicho. Ella porque no había entendido la broma y yo porque me pareció que la broma no podía estar más fuera de lugar. Antes que la tensión del ambiente se pudiera medir en kilovoltios Yumi y Ulrich entraron por el ascensor. Creo que Ulrich tenía una marca roja en la mejilla.

Tengo la ropa, Aelita- dijo Yumi. Puedes usar el escáner como cambiador.

¿Que es un cambiador?- preguntó Aelita.

Es un lugar donde las chicas desnudas se meten para que las novias de tus amigos no se pongan celosas- dijo Odd al darse cuenta de la marca en la mejilla de Ulrich.

Que no es mi novi - dijeron Yumi y Ulrich a unísono. Luego se miraron y se sonrojaron.

Este mundo es asombroso y alucinante, tengo muchas ganas de conocerlo junto a vosotros. - dijo Aelita.

Vamos, te ayudaré a vestirte.

En ese momento, mientras la vestía me dí cuenta de que la chica que salió del escaner, había llegado desnuda a nuestra tierra y era responsabilidad nuestra arroparla con todos nuestros conocimientos y todo nuestro afecto posible.

Ahora te haré unas pruebas médicas, luego te inscribiré en Kadic y luego…

Para el carro Jeremy, la princesa quiere ver mundo. ¿no puedes dejarlo para otro momento?

Desde luego que no, ¡no podía negarme a asegurarme de que Aelita esté segura! pero… tampoco podía negarme a la carita que ella me estaba poniendo en ese momento, asique decidí enseñarle los alrededores de la fábrica y acompañarla a casa de Yumi, donde descansaría esta noche, y dejar todas las evaluaciones para mañana.

Salimos todos por la puerta de la fábrica y en el puente Odd, Ulrich y Yumi nos dejaron. Me dí cuenta de que se había hecho de noche, la materialización había tardado más de lo que había pensado. Aelita no paraba de mirar a todos lados, a olerlo todo y a tocar todo lo que podía: piedras para notar lo áspero, la hierba húmeda para notar el agua fría…

Que sensación más extraña- dijo Aelita al notar el frío de la noche.

Solo es un escalofrío. Es una reacción a consecuencia del frio.- le expliqué.

Me gusta sentir un poco de fresquito. Los sonidos y los olores son muy distintos por la noche- la curiosidad de Aelita era insaciable.

Aqui, todo está callado y tranquilo y las plantas respiran de otra forma. Toma, huele esto- Cogí una flor, la olí y se la regalé a Aelita para que pudiera disfrutar más del nuevo sentido que acababa de descubrir: el olfato.

Oh, es maravilloso estar viva- exclamó mientras sonreía y esa afirmación no podía hacerme más feliz. Me cojió de la mano y mirándome a los ojos dijo- … y estoy aquí gracias a ti.

Bueno yo no lo he… hecho solo. le dije sonrojado y nervioso.

Tiró de mí y me llevó por la calle principal de la ciudad. Allí me señaló una cabina.

¿Qué es eso? ¿Un escáner?

No exactamente. ¡Sígueme!- y juntos entramos en el fotomatón.

Allí nos sacamos varias fotos que luego le dí y no paramos de reír hasta que llegamos a la casa de Yumi donde nos despedimos.

Vuestro castillo os espera, princesa- le dije haciendo una reverencia mientras señalaba la puerta.

Gracias por acompañarme, ha sido la noche más maravillosa de mi vida. Buenas noches.- me dijo y me dió un beso en la mejilla.- ¡hasta mañana! gritó desde la puerta

¡Aelita es…! bien. dije cuando cerró la puerta.