Hola, este es mi tercer Sasunaru, espero que les guste.

Los personajes no me pertenece, son propiedad de Masashi Kishimoto-sama.

Parejas: Sasunaru-Narusasu

-Un poquito de GaaNaru (muy poco)

-GaaSai

-Shino-Kiba

-Kakairu

-ItaDei

Bueno, espero que de todo corazón les guste la trama, ya tengo todo pensado así que espero que disfruten de esta historia de misterio, accion y sobre todo YAOI.


I. Encuentro

"Hay personas que encuentran la felicidad y viven con ella para siempre, pero también hay personas como yo que no tienen derecho a conseguirla…"

— ¡Suelta el arma!—ordenó el oficial.

— ¡Ni es sueños poli!—contestó el delincuente con una sonrisa burlona.

— ¡Tú te lo buscaste!

Los disparos se oyeron por toda la cuadra resonando agudamente y provocando un miedo aplastante en los pocos transeúntes que pasaban cerca de allí y que huyeron al instante.

El arma apuntó hacia el oficial, la rápida acción del profesional la mandó lejos de una patada y el eco se formó cuando esta cayó al suelo. El policía esquivo un golpe que iba directo a su rostro, su atacante retrocedió.

Ninguno de los dos se movía, el ladronzuelo sacó una cuchilla con un filo reluciente y bastante grande. Con rabia se abalanzó contra él tratando de apuñalarle, pero los reflejos del oficial fueron más veloces y el delincuente terminó con una bala incrustada en la pierna izquierda.

—Estás bajo arresto—señaló el hombre mirándolo con una sonrisa prepotente.

La brigada especial de Konoha se caracterizaba por la precisión y la rapidez de su actuar frente a situaciones difíciles, poseía los mejores equipos de oficiales que podían resolver crímenes y atrapar a los delincuentes en cortos periodos de tiempo pues habían sido entrenados por varios años, contando con la mejor capacitación y la mejor tecnología, además tenían a la mejor de todos como jefe del lugar, Senju Tsunade. En su mejor época fue catalogada la princesa de las babosas por su escurridiza forma de esquivar el peligro y salir ilesa de cualquier situación, sin contar que era una médico brillante, pero con un ligero vicio a las apuestas.

Era la mejor brigada de la cuidad, sin embargo, como toda empresa, la brigada tenía problemas…

— ¡Otra vez tendremos que pagar la cuenta del hospital!—rugió Tsunade golpeando el escritorio.

El oficial enfrente de ella ni se inmutó, ya era cosa de todos los días el que la vieja lo regañara. Suspiró sonoramente haciendo que la rubia lo miraba con enojo.

—Esto saldrá de tu paga, Uchiha—masculló entre dientes tratando de contener su ira.

—La familia de esa basura debería pagar la cuenta.

— ¡Tú tienes la culpa!

Tsunade abrió el cajón de expedientes, buscando el documento que necesitaba para hacerle entender a ese mocoso cuantas faltas había cometido a lo largo de su profesión. Cuando lo encontró, se puso a hojear rápidamente el papel.

Nombre: Uchiha Sasuke

Edad: 23

Rango: oficial de rango A.

Habilidades: Especialista en armas, excelente puntería.

Compañero: No

Faltas: 98

—Dos faltas más y estas fuera. Ya lo sabes, Uchiha—concluyó la jefa cerrando el expediente.

— ¿Otra cosa más?

—Sí, te asignaré un compañero—dijo mirando fijamente al chico.

—Me niego, yo trabajo solo.

—Necesitas a alguien que te controle. Tu último compañero terminó por salirse de la brigada—comentó la Senju.

—Era un inútil—resopló molesto.

— ¡Me da igual! Tendrás un compañero—sentenció con voz firme.

Uchiha Sasuke salió de la oficina con un pésimo humor, sus compañeros no se atrevían a acercarse a él después del sermón de su jefa. Él azabache era conocido por ser el mejor oficial de Rango, pero su fuerte carácter no le permitía tener un compañero que durara más de una semana.

—Sasuke, te llaman desde la línea numero dos—informó uno de los oficiales.

— ¿Quién es?—preguntó con un tono de voz seco.

—Haruno-san—respondió algo tímido, la mirada afilada de él le producía cierto temor.

Sasuke resopló molesto, de nuevo esa molesta chica que se empeñaba en hacerle la vida imposible y todo por culpa de un matrimonio que no quería y por supuesto, de sus tradicionalistas padres.

—Dile que no estoy.

Salió a paso apresurado del piso, necesitaba tomar aire fresco. Apretó el botón del ascensor y esperó hasta que las puertas metálicas se abrieran, en el pequeño tramo hacía el primer piso, se puso a pensar en la forma que despacharía a su próximo compañero. Detestaba el trabajo en equipo, bien podía hacer las cosas él solo, era un Uchiha y NO necesitaba un compañero.

—Sea quien sea no durará mucho—murmuró.

Las puertas del ascensor se abrieron y en cuanto dio un paso hacia afuera, una especie de masa rubia tropezó con el tirándolo al suelo sin contemplaciones.

— ¡Fíjate, idiota!—reclamó el azabache levantándose del suelo.

Miró con ira contenida a ese animal salvaje que se adentraba al ascensor sin siquiera disculparse. Con su mano detuvo las puertas para encarar a ese tipo.

— ¿A dónde crees que vas? Discúlpate—le exigió entre dientes.

— ¡No tengo tiempo para necedades!—le respondió esa "cosa rubia" que resultó ser un chico de piel canela, de cabellos rubios, ojos azules y unas extrañas marcas en cada lado de su mejilla.

—"¿Que rayos...?"—pensó con molestia—.La culpa fue tuya.

—Quita tus manos, tengo prisa.

—No hasta que te disculpes—insistió el Uchiha.

— ¡Quítate!—dijo el otro tratando de sacarlo.

—No.

Sasuke reprimió un gemido al ser empujado fuera del ascensor casi cayendo nuevamente. El otro sonrió con prepotencia, cosa que lo hizo enfadar aún más.

—Eres un dobe—masculló mirándolo mordazmente.

— ¡Y tu un teme!—replico el muchacho marcando un número de piso que Sasuke no alcanzó a ver, pero lo que si vio, fue la infantil mueca que el rubio le había hecho antes de que las puertas del ascensor se cerraran.

—Que infantil.

El Uchiha se dio cuenta de que se había quedado parado como un tonto y para variar con una mueca que pretendía ser una sonrisa. Carraspeó recuperando la compostura y salió del edificio dispuesto a relajarse un rato, ansiaba una copa de whisky.

La oficina de Tsunade se vio nuevamente interrumpida por el torbellino rubio que arrasó con varias cosas que se encontraban en las mesas de los oficiales. La Senju contuvo su molestia al ver su departamento desordenado.

—Siento la tardanza, Vieja Tsunade—dijo el chico con nerviosismo.

— ¡Que no me llames vieja, mocoso!

—Lo siento, es la costumbre—respondió riendo zorrunamente con sus brazos detrás de su cabeza.

—Naruto, te llamé hace una hora—dijo ella mirando seriamente al muchacho— ¿Dónde estabas? Tu compañero se fue hace unos momentos.

—Lo siento mucho. Gaara…—.Su pequeña risa se transformó en una mueca vacía.

Sus puños fuertemente apretados y sus ojos levemente tristes hicieron suspirar a la rubia. Bien conocía la situación y por supuesto, al desgraciado que le estaba haciendo daño a su querido nieto.

—Naruto, te dije que ese hombre no era para ti.

—Lo sé abuela, pero yo….

—No hace falta que me digas nada. Si estas aquí, es porque necesitas trabajar y sé que eres uno de los mejores oficiales de Suna—comentó ella hurgando en uno de sus cajones para encontrar el expediente del chico.

Nombre: Uzumaki Naruto

Edad: 23

Rango: oficial de rango A.

Habilidades: Especialista en artes marciales, gran resistencia.

Compañero: No

Faltas: 0

Notas: Transferido recientemente al departamento de Konoha desde Suna.

Mientras Tsunade revisaba sus datos, Naruto se perdió en sus pensamientos. La semana pasada tuvo una fuerte discusión con su novio Gaara y decidió que por el bien de ambos la relación debía terminar, por ello se traslado a Konoha para rehacer su vida y olvidarlo todo, sin embargo, esta mañana Gaara lo retuvo, intentando convencerlo de que volvieran porque aún lo amaba. ¡Al diablo!, llevaba demasiado tiempo aguantando sus celos enfermizos y sus insultos, no iba a someterse un infierno nuevamente.

—"No me enamoraré otra vez"—pensó el.

—Naruto, te recuerdo que ese es un trabajo serio—comentó Tsunade—.No quiero que por nada del mundo te dejes llevar por la ira.

—Ya lo se—masculló entre dientes.

Sólo su abuela sabía las razones por las cuales se había echo un policía especializado, razones ocultas y que por nada revelaría. No se rendiría hasta que "el" estuviera encarcelado.

Luego de tomarse un buen whisky a las rocas en el bar de siempre, Sasuke se dirigió a su sobrio departamento para trabajar a gusto. Llevaba sus casos bastante adelantados y eso le gustaba, siempre era responsable y como buen Uchiha—orgulloso y talentoso—tendría éxito en cada uno de ellos.

—Ningún inútil va a arruinar mi carrera—murmuró para si al recordar que la vieja le había asignado a un compañero.

Conforme a pasaba el tiempo, el Uchiha se dio cuenta de que estaba demasiado cansado para continuar, por lo que decidió tomarse una ducha y tal vez comer algo. Con paso lento se dirigió al cuarto de baño, pero el timbre de la puerta lo hizo devolverse. Gruñendo por lo bajo abrió la puerta encontrándose con su "prometida".

Era una chica bonita para muchos hombres, de largos cabellos rosados y unos ojos jades rara vez vistos, pero para el Uchiha era una molestia, simplemente no la aguantaba y ni siquiera la consideraba una dama, para él no era mas que una mujerzuela.

—Buenos días Sasuke-kun—saludó ella mirándole con nerviosismo.

El Uchiha resoplo molesto y la observó con desprecio. Odiaba como se tocaba el cabello fingiendo inocencia, como sus pómulos enrojecían al mirarlo y por sobre todo, odiaba que lo mirara con tanto amor y admiración.

—Te dije que no vinieras Sakura—dijo finalmente, colocándose en la puerta para que la chica no pasara.

—Sasuke—kun, te recuerdo que eres mi prometido—comentó con una sonrisa de victoria.

—Y yo te recuerdo que ese compromiso no es válido—respondió totalmente hastiado de su presencia.

Como detestaba que su madre concretara citas que no quería y que sólo le harían perder el tiempo. Muchas veces trató de convencerla con excusas y una que otra mentira piadosa, pero Mikoto era muy inteligente y no creía nada de lo que el dijera. Ella quería pruebas concretas y el ni muerto llevaría a una chica ni mucho menos la besaría frente a su familia.

—Pero Sasuke—kun…—.Intentó replicar, sin embargo, el azabache le cerró la puerta en las narices—Serás mio quieras o no.

EL no la escuchó, pero sabía que Sakura era astuta y no dudaba que tramaría algo contra el, mejor la mantendría vigilada por un tiempo.

Naruto recorrió la brigada guiado por un funcionario llamado Izumo, con gran interés admiraba el edificio, mirando cada uno de sus pisos. El primero era el hall principal, el segundo era la oficina del capitán Yamato; jefe de la división C.

—En esta división, se encuentran los oficiales de menor rango—explicó Izumo—se encargan de casos menores y de servir a sus superiores como apoyo para ganar experiencia.

Naruto asintió distraídamente, dedicándose a mirar las oficinas repletas de chicos novatos, algunos se dedicaban al papeleo y otros simplemente conversaban.

—Uzumaki—kun ¿A que rango pertenece usted?—preguntó el guía.

—Soy de rango A—respondió cortante.

Sin hacer más preguntas, se dirigieron al tercer piso, del cual se encargaba Hatake Kakashi. Un hombre de mucha fama, pues era uno de los mejores en cuanto a agilidad y puntería, poseía una asombrosa habilidad de copiar los movimientos de sus adversarios y vencerlos en su propio juego. Era llamado "El ninja copia", eso bien lo sabía Naruto pues había oído hablar de él en Suna.

—Aquí se encuentran los oficiales de rango B, son el respaldo de los oficiales del A—comentó nuevamente el hombre.

— ¿Y donde esta el campo de entrenamiento?—preguntó impaciente, se moría de ganas por descargar energía.

—Luego de mostrarle su oficina le llevaré allí.

Naruto se emocionó con la idea de su propio puesto, ya quería ver como era. Subieron al cuarto piso dirigiéndose a una de las tantas puertas. Pero cuando Naruto llegó allá, se desilusionó. ¡Claro! Había olvidado que la vieja mencionó algo sobre un compañero.

Había dos cubículos, un frente al otro. Al lado izquierdo se encontraba un mueble repleto de expedientes y libros sobre cosas que al Uzumaki no le interesaba por el momento. A su derecha se hallaba un cuadro precioso, pero que Naruto no logró entender.

—Sólo son garabatos—murmuró para si—.Izumo—san, ¿Sabe quien es mi compañero?

Izumo asintió levemente. Se dirigió a la mesa para revisar la placa y sus ojos se abrieron sorprendidos.

—"Esta es…" ¡Creo que debo irme!—exclamó huyendo de la oficina ante la mirada confundida del rubio.

— ¡Espera! ¿Dónde queda el campo de entrenamiento?—le gritó, pero el otro ya se había perdido de vista.

Algo curioso, tomo la placa que había leído el chico y mirando con detenimiento el puesto de su compañero, leyó el nombre:

— ¿Uchiha Sasuke?—se preguntó.

¿Acaso el guía le temía a ese tal Uchiha? Bueno, eso no importaba, de seguro su nuevo camarada le podría decir donde quedaba el campo de entrenamiento.

Sasuke estaba revisando un caso de asesinato cuando su celular sonó, miró con molestia el número que se veía en la pantalla y contestó de mala gana:

— ¿Qué demonios quieres Itachi?—

—Esa no es manera de contestar hermanito—respondió divertido.

—Voy a colgar—

—Está bien, no te enfades. Sólo quería advertirte que mamá esta preparando una cena para esta noche—.Sasuke hizo una mueca—Y tu prometida y toda su encantadora familia esta invitada.

— ¡Diablos!—

Itachi rio divertido mientras oía a su hermano soltar maldiciones, siempre le había gustado ver el rostro de Sasuke enfadado, aunque lo compadecía de cierta manera, esa tal Sakura no era precisamente el modelo de belleza y su carácter no ayudaba en nada.

—Inventa una excusa o algo. Tú eres el experto en mentir—dijo Sasuke.

—Esta vez no puedes evadirlo Sasuke. Papá quiere fijar la fecha de la boda.

— ¡¿Y porque no me lo dijiste antes?—exclamó enfadado.

—Te lo estoy diciendo ahora.

—Como te odio.

—Yo también te quiero—contestó evitando reír— Nos veremos en la noche hermanito. No llegues tarde.

— ¡Maldición!—exclamó Sasuke tirando su celular en la mesa.

Se sirvió un vaso de licor y se lo tomó de golpe, sintiendo de inmediato el ardor que se escurría por su garganta y que le quemaba por dentro. Con más tranquilidad decidió seguir con su trabajo y dejar de pensar en las tonterías que su madre le obligaba a hacer, ya vería luego que se le ocurría para escapar de la plasta rosa. Revisó el caso más importante que tenía pendiente, era el más difícil de todos, ya que han tardado años en tratar de resolverlo y como a él le gustaban los retos, pues lo tomó.

— ¡Mierda! Olvidé los papeles en la oficina—se reprendió mentalmente por el descuido, pero no era su culpa. Si, la culpa era de esa vieja alcohólica que lo puso de mal humor y obviamente por eso olvido el informe del caso. Los Uchiha NUNCA tenían la culpa, eso se lo había enseñado su padre.

Sacó sus llaves que estaban colgadas al lado de la puerta, se puso su chaqueta negra y salió del edificio con paso apresurado. No quería perder más tiempo de lo que ya había gastado.

Naruto se encontraba acomodando su escritorio cuando la puerta de la oficina se abrió rápidamente. Se quedó mirando con cierta sorpresa a la persona que lo miraba incrédulo. Sus ojos azabaches y su rostro pálido le recordaban a un zombi o algo así.

— ¿Quién eres tu?—preguntó el chico de cabello negro, formando una mueca que pretendía ser una sonrisa.

—Soy Uzumaki Naruto—contestó escudriñándolo con la mirada.

—Mi nombre es Sai y supongo que tu debes ser el nuevo compañero del bastardo—dijo con la sonrisa más falsa que Naruto haya visto.

—Pues este bastardo es mejor que tu, copia barata—respondió otra persona que ingresaba a la oficina.

Naruto abrió los ojos desmesuradamente, ese chico era el mismo maldito idiota que lo insultó. ¡Por favor, que no sea su compañero! ¡Dios, te piedad!

— ¡Tu!—.Lo reconoció Sasuke— ¿Qué haces en mi oficina dobe?

—Esa es mi línea, bastardo. ¿Qué haces Tú en MI oficina?—mascullo con el rostro transformado en una mueca de enfado.

Sai podía jurar que veía fuego en los ojos de los dos oficiales. Como no sabía exactamente lo que decir; puesto que no era muy bueno con eso de los sentimientos, decidió intervenir antes de que Tsunade los regañara.

—Oye bastardo—llamó Sai a Sasuke, poniéndose en medio de los dos—Tsunade-sama me pidió que te dijera que tu compañero ya estaba aquí.

Naruto y Sasuke se miraron sorprendidos y luego miraron a Sai quien les sonreía sin entender nada.

— ¡No me digas que este idiota es mi compañero!—rugieron al unísono dejando aturdido al pobre chico.

La función acaba de comenzar…


Bueno, he aquí el primer capitulo de esta historia, espero que les guste. Me esforzare para que cada semana tengan un cápitulo nuevo ya que la Universidad es lo primero. No prometo nada, pero intentaré no demorarme.

Siguiente cápitulo: Conocernos.