Disclaimer: Nada de esto me pertenece, tan solo las ideas locas. Personajes y ambientación, obra de J.K. Rowling.
Nota: Esto es una viñeta, con lo que NO voy a seguirlo.
Ella lo sabía
Se pasea por la oscura y mugrienta celda, gritando improperios y pensamientos sin un ápice de cordura aparente que nadie escucha, volviendo cada día esa locura que ya traía del mundo exterior aún mayor. Su mundo se retorcía, todo en lo que ella creía había caído. Todo.
Sus compañeros, sus supuestos amigos en el combate, algunos se habían pasado al bando de ese viejo loco y otros habían sido demasiado débiles como para no soltar hasta el más insustancial nombre, hasta la más atroz de las acciones, para librarse de ir a Azkaban. Cobardes, se decía, cobardes. No se merecían que el señor tenebroso les hubiese protegido tanto tiempo. Todos se merecen morir, se merecen morir de la más atroz de las maneras.
Su señor, muerto. El ser que lo había supuesto todo para ella durante todo ese tiempo, por el que había luchado, matado y arriesgado su vida, ahora muerto, y ella allí, encerrada, sin poder vengar su muerte. Gritaba su nombre. Gritaba su venganza, clamaba por el día en que lograría salir de allí y todos los que habían osado estar contra su señor, lo pagarían. Y esos traidores. Oh, si. Ellos son aún peores.
Aún lleva la marca en su brazo. La venera cada minuto que pasa. No pasan cinco minutos sin que le dirija una mirada a lo único que le queda de aquellos tiempos de asesinatos a hijos de muggles, a muggles y a traidores a la sangre.
Pero ella sabe que algún día tienen que regresar esos tiempos. Algún día, todo volverá. Por que aquello no puede acabar ahí. Ella lo sabía.
