Prologo


—no puede ser cierto.

—Lo lamento Gobber pero es verdad, en nuestro camino de vuelta Alvin y sus hombres nos atacaron, y después los dragones… Estoico está muerto.

Gobber no podía creerlo, era ridículo, Estoico no podía haber muerto.

Los habitantes de Berk se habían reunido en el puerto para recibir a los recién llegados, no solo la búsqueda del nido había sido una pérdida de tiempo, la tripulación había sido atacada por los parias y dragones provocando varias bajas entre los muertos su líder.

El ambiente era simplemente deprimente.

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Hiccup se encontraba nervioso, más que eso, aterrado. Había ganado el "honor" de matar su primer dragón frente a todo el pueblo. Su padre aun no había vuelto de su búsqueda del nido y temía el momento en que llegara para encontrarse con la decepción de tener un hijo incapaz de matar un dragón.

Porque Hiccup no podía, no después de conocer a toothless y aprender tanto sobre los dragones.

Tenía que irse, abandonar Berk, Astrid ya sospechaba solo era cuestión de tiempo para que lo descubrieran y si eso pasaba matarían a su amigo.

Tenía que dejar Berk.

Estaba en el acantilado cuando vio que barcos se acercaban, se levantó de un salto llamando la atención del dragón acostado junto a él.

"volvieron" pensó.

Dejo a Toothless en la ensenada y volvió al pueblo para recibir a su padre que aunque tenía miedo de enfrentar seguía echándolo de menos y si planeaba dejar Berk al menos quería verlo por última vez.

Llego a su casa en silencio pues no quería causar un alboroto.

Empezaba a anochecer y la casa estaba a oscuras, pero Hiccup pudo distinguir una gran sombra cerca de las escaleras.

—bienvenido a casa papa—saludo el chico, pero no recibió respuesta, el hombre frente a él se acercó a la luz y el joven pudo distinguir a su mentor.

—oh, hola Gobber ¿Dónde está mi padre?

—Ay muchacho…—el herrero no sabía cómo empezar.

— ¿Pasa algo malo Gobber?—pregunto el chico más preocupado al ver el semblante del hombre mayor.

—Hiccup, tu padre…

— ¿Qué pasa con él, donde esta?—una parte del muchacho temía el haber sido descubierto.

—…él está muerto Hiccup… como lo siento.

—…no.


Hola, aquí de nuevo con otra historia, el siguiente capitulo lo subiré en una semana pero de ahí en adelante sera cada quince días.

hasta la próxima.