Capitulo 1.-

Una joven de cabello negro-azulado se encontraba observando como los rayos del sol que ingresaban por las ventanas de su apartamento iluminaban el lugar; este era uno de esos días en los que la melancólica aparecía y le hacia recordar viejos tiempos, cuando era completamente feliz, cuando era una chiquilla de dieciocho años con sueños y metas por cumplir… no una mujer de veintitrés años llena de pesadillas, decepciones y rencor.

Hacia ya cinco años que había dejado al chico que amaba. Cada día lo recordaba y por mucho que lo odiara, no se arrepentía de su decisión; sabía, que dada la situación alejarse había sido la mejor solución.

- Hinata, he encontrado un prometido para ti.

La joven de ojos perla miro a su padre, un hombre alto de cabello castaño y iguales a los suyos; sorprendida por lo que oía.

- Padre; Naruto y yo estamos saliendo…

- Ambos sabemos que es algo pasajero. Ese chico solo esta contigo porque no puede estar con ese chica pelirosa.

Sakura Haruno; el primer amor del que fue su novio en aquella época. Naruto Namikaze, un chico rubio de ojos azules, lleno de energía, capaz de querer a todo el mundo y proteger a sus seres queridos.

Durante su niñez, el rubio estaba completamente enamorado de Sakura, una chica alegre aunque debías tenerle miedo cuando se enojase; cosa, que ocurría muy seguido cuando Naruto estaba cerca de ella intentando llamar su atención. Tras insistir por años de enamorar a la ojijade; al final, el rubio se rindió y siguió con su vida.

- Eso no es cierto; Naruto…

- No te ama_ la interrumpió Hiashi malhumorado por la insistencia de su hija en un imposible_ tarde o temprano te romperá el corazón, asi que será mejor que te olvides de él de una vez.

¿Olvidarlo? ¿Después de todo lo que le costo hacer que se interesara en ella? No, ni loca; su padre no lo comprendía y seguramente no lo haría nunca.

- No lo haré_ dijo con seguridad.

- ¡¿Te atreves a contradecirme?!_ grito el hombre aun mas enojado que antes.

- ¡Amo a Naruto y el me ama! ¡No voy a dejarlo para casarme con alguien que tú elijas!

La ojiperla recorrió con la mirada la sala de su apartamento, aunque realmente no miraba nada en específico. En verdad había creído que podría estar con el rubio, pero las cosas no salieron como esperaba; su padre se las arreglo para destrozar sus esperanzas colocándola entre la espada y la pared, por lo que tuvo que tomar una decisión, una decisión que resulto ser la mas difícil de toda su vida.

- ¿Podrías dejar de ponerte tan melancólica cada año?_ pregunto una joven sentada en el marco de una de las ventanas que daba a la calle.

- No estoy melancólica_ dijo suspirando_ solo me pregunto como estará… _ su voz desapareció y no pudo pronunciar el nombre del ojiazul.

La chica en la ventana suspiro. Cada año sucedía lo mismo; había días en los que su amiga recordaba el pasado y se quedaba pensativa por horas.

- Podrías bajarte de ahí TenTen, si Souichi te ve, querrá hacer lo mismo_ dijo Hinata sacándola de sus pensamientos.

- Pensar en lo que pudo haber sido no te servirá de nada_ dijo la castaña de cabello largo y ojos color chocolate mientras bajaba del marco de la ventana para quedarse apoyada contra la misma_ solo te estas lastimando, Souichi es lo mas importante ahora.

- Lo se, es imposible que lo olvide_ dijo levantándose del sillón donde estaba para dirigirse a la ventana_ a veces desearía no haber huido_ agrego mirando la calle.

- Por eso intente convencerte de que no lo hicieras, pero puedes llegar a ser muy testaruda cuando te lo propones_ dijo con tono caprichoso.

La ojiperla dirigió una mirada ceñuda a su compañera.

- No me mires asi_ dijo esta señalándola con el dedo índice_ debiste quedarte y hablar con Naruto, entre los dos hubiesen encontrado una solución.

- Su abuela no hubiese aceptado aquella situación.

- No podías saberlo y en cualquier caso, la opinión de ella no importaba mucho.

- Tsunade confió mucho en mi, esperaba mas de mi de lo que fui capaz de darle.

- Ella te quería, al igual que toda la familia de Naruto, si hubieses hablado con ella…

- ¡Irme fue lo mejor y lo sabes!_ protesto Hinata gritando_ ¡No tuve opción!

- ¡Entonces no te arrepientas ahora!

Se miraron largo rato, hasta que la ojiperla desvió la mirada. Sabia que irse no había sido la mejor idea que había tenido en su vida, pero tomando en cuanta las cosas que sucedían en aquel momento no tuvo opción.

Su padre era un hombre difícil de tratar y que no se rendía fácilmente ante un plan que se le ocurriese, no importaba lo que tuviese que hacer para lograr el objetivo, el simplemente no se detendría por "pequeños" detalles insignificantes y eso era su relación con Naruto para el… un detalle insignificante del cual no debía preocuparse. ¿Qué importaba lo que ella quisiera? ¿Qué importaba que Naruto fuese un gran chico, heredero de una empresa importante? Hiashi tenía sus propios planes y ella solo era un estorbo, algo que debía ser quitado del camino o de lo contrario ese plan fallaría.

Cerro sus manos en puños al recordar a su padre; un hombre que ni siquiera merecía que ella le guardase ningún tipo de respeto… lo único que ella guardaba hacia el era rencor. Había destrozado su vida solo para lograr unir su empresa con la de los Uchiha y los Namikaze; una unión de negocios, una unión que el esperaba lo dejase en un futuro con el control de las otras dos empresas.

El ruido del motor de una motocicleta la saco de sus pensamientos. Al mirar por la ventana pudo notar a un joven castaño de cabello en punta bajar de una harley cargando en sus manos varias bolsas con alimentos.

- Mira quien apareció_ dijo TenTen observando al mismo chico que ella_ Kiba viene a salvar el día otra vez_ agrego con sarcasmo.

Hinata sonrió. Luego de irse de su antiguo hogar, solo Kiba y TenTen habían logrado mantenerse a su lado; la chica por ser su mejor amiga y el chico por ser bastante testarudo y no rendirse hasta encontrarla… algo que ella esperaba hiciese Naruto.

Un suspiro escapo de sus labios. Tras un par de años, comprendió que en cierta forma su padre tenia razón, Naruto no la amaba tanto como ella creía y ese pensamiento era uno de los pocos que la mantenían con la idea de que marcharse había sido lo mejor.

Pocos segundos después, unos golpes en la puerta la hicieron girarse mientras TenTen abría.

Kiba Inuzuka, con su cabello castaño oscuro alborotado y sus ojos cafés entro al apartamento unos segundos después con los brazos llenos de bolsas de alimentos. TenTen se acerco con una sonrisa sarcástica y se le arrebato diciendo:

- Buenas ¿Cómo has estado Kiba?

- Fantástico_ sonrió este antes de mirar a la ojiperla y añadir_ Buenas Hina-chan, espero que no te moleste que haya hecho la compra.

- ¿Cómo nos va a molestar Kiba?_ dijo la castaña mientras caminaba a la cocina.

- No tenias que hacerlo… pero gracias_ dijo Hinata tratando de ser amable y desviar el mal humor de TenTen

- ¿Qué le pasa?_ pregunto el chico en un susurro una vez estuvo al lado de la ojiperla.

- De nuevo le has ganado_ dijo esta encogiéndose de hombros.

Kiba solo negó con la cabeza. El y TenTen eran amigos… aunque se pasasen la mayor parte del tiempo discutiendo por tonterías.

- Me gustaría hablar contigo de algo_ dijo por fin el Inuzuka.

Hinata asintió y tomaron asiento en el sofá mientras TenTen regresaba de la cocina y se quedaba apoyada en la puerta de la sala, dándoles asi un poco de privacidad; después de todo ella sabia lo que el castaño iba a decirle a su amiga.

- ¿Qué ocurre Kiba-kun?_ pregunto la ojiperla curiosa.

- Como sabes, vivo en Konoha con los demás.

- Lo se, hablando de ellos ¿Cómo se encuentran?

- Todos ocupados con sus trabajo_ dijo algo preocupado.

Hinata al verlo comenzó a sospechar que algo ocurría y por algún motivo su amigo quería decirle y al mismo tiempo no quería.

- ¿Qué quieres decirme?

El castaño la miro, eran buenos amigos desde la niñez… eran prácticamente hermanos. Estuvieron juntos durante toda la infancia, compartiendo todo con el otro, conociendo todo del otro.

- Naruto y Sakura se comprometieron hace unos meses.

La ojiperla no mostró cambio alguno en su expresión, ni una lagrima cruzo su rostro; pero ambos sabían que la noticia le dolía. A pesar de los años que han pasado ella aun ama a Naruto.

- Se casaran dentro de dos semanas_ agrego el Inuzuka.

La Hyuga se quedo en silencio. Naruto y Sakura comprometidos, no le sorprendía que el rubio fuese a casarse, el hecho de que ella lo dejara no implicaba que el detuviese su vida, pero… ¿Con Sakura? Después de tanto tiempo, pensó que en verdad el la había olvidado. Debía ser honesta consigo misma, no podía culparlo por estar con la ojijade, Naruto merecía ser feliz y quizás Sakura al fin se había enamorado de él.

- Hinata…

- Me alegro por ellos_ dijo interrumpiendo a su amigo.

Este no creyó su comentario, asi como tampoco lo hizo TenTen quien solo suspiro resignada ante la testarudez de su amiga.

- ¿De verdad?_ pregunto Kiba.

- Por supuesto, Naruto merece ser feliz, me alegra que después de tanto tiempo haya logrado conquistar a Sakura _ dijo Hinata bajando su mirada haciendo que su flequillo cubriera su rostro_ ella siempre fue importante para el_ agrego en un susurro.

- Solo esta con el por dinero_ dijo el castaño frunciendo el ceño.

- Esta a su lado, eso es lo mas importante.

- Deberías volver_ dijo TenTen.

- Estoy bien aquí.

- ¡Naruto merece saber la verdad!_ soltó Kiba harto de esa actitud de "no me importa" que la ojiperla estaba mostrando.

- ¿Para qué?_ pregunto la peliazulada inocentemente.

- ¡Sabes muy bien porque!

- No grites por favor o Souichi despertara_ dijo Hinata tratando de calmar a su amigo.

- No tendría que hacerlo sino fueses tan testaruda_ dijo Kiba calmándose.

Despertar a Souichi no era justo, además si se levantaba de mal humor se quedaría molestándolo todo el rato que estuviese ahí y era importante hablar con Hinata.

- Se que les preocupo, pero de verdad… me alegra que Naruto siga con su vida.

- Los tres sabemos que mientes_ dijo TenTen _ Debes volver y arreglar todo antes de que sea tarde

- No lo haré

- ¡Hinata!_ grito Kiba de nuevo.

- ¡No lo entiendes! ¡No puedo volver!_ dijo la ojiperla comenzando a llorar_ si lo hago, solo sufriré mas.

Los dos castaños la miraron atentamente; sabían las razones por las que su amiga había abandonado Konoha; comprendían sus acciones y la mayoría de las veces no cuestionaban sus decisiones… pero esta vez, si Hinata se quedaba en las sombras sufriría más de lo que era capaz de soportar.

- Vuelve_ dijo Kiba acercándose a ella y sujetando sus manos_ hazlo o te arrepentirás toda tu vida.

La Hyuga negó.

- Es tarde_ dijo en voz baja.

- Nunca es tarde_ intervino TenTen.

- Esta vez si lo es; por favor comprendan que es mejor para todos que las cosas sigan asi.

Kiba negó resignado; soltó a su amiga, se dirigió a la puerta y abandono el lugar seguido por TenTen.

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- Esta asustada_ dijo la castaña una vez que estuvieron en la calle y el chico subía en su moto.

- Se arrepentirá.

- Si, pero… no podemos hacer nada.

- Quizás si.

Chocolate y café se encontraron. La ojiperla los odiaría si se entrometían y los dos lo sabían muy bien, pero con el tiempo los perdonaría y ellos al menos le habrían dado una oportunidad de arreglar la situación.

- Hinata debe estar entre la espada y la pared, solo asi lograras que vuelva a poner un pie en Konoha; asi y por…

- Veré que puedo hacer_ dijo Kiba sonriendo con complicidad interrumpiendo la frase.

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Una vez que sus amigos dejaron el lugar, Hinata seco sus lagrimas y levanto la mirada, en ella se podía ver el dolor que la noticia que había recibido le causo. Ella siempre tuvo esperanzas de que Naruto llegase un día, que aun siguiera queriéndola tanto como solía decir; aun cuando el no fue a buscarla, siempre tuvo esa pequeña esperanza latente; pero ahora…

Con pesadez se puso de pie y lentamente se dirigió al pasillo de su pequeño apartamento, camino hasta llegar a una habitación y abrió la puerta. El cuarto no era muy grande, estaba lleno de juguetes por todas partes; lápices de colores, hojas llenas de dibujos y escritos extraños cubrían el escritorio que estaba cerca de la ventana; al verlos no pudo evitar sonreír con ternura y desviar la mirada al autor de todo el desastre.

Un niño de no más de cuatro años de cabellos negroazulados se encontraba durmiendo profundamente en su cama; al mirarlo la ojiperla suspiro resignada, el pequeño estaba acostado en diagonal, sus brazos abrazaban con fuerza un oso de peluche sobre su pecho y sus piernas estaban completamente abiertas.

En los últimos cinco años había sufrido mucho y solo Souichi la mantenía en pie. El era todo para ella; su luz, su fuerza y lo único que la mantendría atada a Naruto por siempre… su hijo era su vida y si algo llegase a sucederle su mundo acabaría.


Hola he vuelto por estos lados con una nueva historia. Habra algo de AU porque de verdad queria hacer algo con las personalidades de los personajes, hacer que fuesen mas de lo que son realmente en el manga/anime.

Como saben los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto. Si hay errores me disculpo...

Siganme en twitter hanabinosekai, alli pondre informacion de mis historias y cualquier comentario que se me ocurra dia a dia, Asi que si quieren pasense por alli uno de estos dias.

Pronto en uno de los capitulos de esta historia les pedire su opinion sobre una idea que me esta rondando la cabeza, cuando tenga mas claro que hare con ella la comentare con ustedes...

Pasenlo bien... Los quiero.

Matta ne!