~~*~~ Extraña Presentación ~~*~~

La peliazul abre los ojos con lentitud, se siente bastante aturdida.

En la habitación en la que se encuentra no entra más que una ligera luz a través de una pequeña ventana.

Ve que una joven duerme frente a ella, le extraña que muestre sus manos y pies atados y en su rostro una cinta adhesiva que le cubre la parte de la boca.

Trata de moverse, intenta preguntarle algo, pero descubre que su situación es la misma que la otra chica. ¿Cómo fue que llego a estar así?

Se las ingenia para poder sentarse, sus brazos están adoloridos por la incómoda posición en la que dormía, ambos juntos es su espalda, unidos por una cuerda que ata sus manos.

La otra joven abre los ojos, mira a la peliazul, notoriamente se cuestiona el porqué de las ataduras de ambas.

Se reconocen mutuamente, van en el mismo salón de clases, ambas están vestidas con su uniforme del colegio, se miran interrogantes, no comprenden que es lo que sucedió.

Pilika comienza a moverse, tratando de desatar las ataduras. La otra joven, pelirroja, la mira y comienza a imitarla.

Ambas quedan pasmadas cuando sienten unos pasos, se arrepienten profundamente de haber hecho tanto ruido.

-Al parecer ya despertaron... – se escucha el comentario de una voz masculina.

-Ya era hora... – contesta otra del mismo género.

Las chicas se miran asustadas, tratan de soltarse en vano.

La única puerta de la habitación se abre, haciendo que la intensa luz proveniente de afuera le cegara la vista a ambas, solamente distinguen dos siluetas de hombres. Uno de ellos se le acerca a la peliazul, la cual tiembla por el miedo que recorre su cuerpo.

-Vaya..... son muy lindas... – comenta el que esta frente a la pelirroja.

El otro sujeto no le contesta, levanta a la chica peliazul y la carga en sus hombros – yo me encargo de ésta – dice mientras sale de la habitación.

El otro hombre voltea – de acuerdo – Pilika logra ver que se trata de un joven, unos 3 o 4 años mayores que ella, pero aún así la expresión maliciosa que adorna su rostro la hace estremecer.

-¡Ya quédate quieta! – ordena el hombre que la carga, pues ha estado tratando de librarse de él hace ya un buen rato. Pero resulta ser en vano, la musculatura del sujeto esta muy bien formada, y realmente los intentos de la joven son inútiles en esa situación.

Al sentir cómo se abre una puerta Pilika se desespera y comienza a moverse con más desesperación aún. El hombre la avienta contra una cama de dos plazas.

Los ojos de la joven comienzan a llorar por descubrir las intenciones de su secuestrados, escucha la cerradura de la puerta, el sujeto esta cerrando con llave.

El hombre se le acerca, la joven esta tan asustada que evita toda mirada de ese sujeto, siente cómo sus manos son atadas en la parte superior de la cama.

Pilika cierra los ojos, haciendo que sus ojos desborden de lágrimas desesperadas.

Se sorprende al cómo la mano de ese sujeto se posa en su rostro haciendo que éste girara para verlo, es un joven, de la misma edad que el anterior, extrañamente esos ojos dorados la miran con ternura.

-Cielos... eres hermosa... – comenta mientras comienza a quitar la cinta adhesiva de los labios de la joven, dejando en su camino un ligero tono rojo en la blanca piel de la peliazul.

Cuando sus labios quedan en libertad, la joven los abre con la intención de gritar, hacer el mínimo intento por pedir ayuda. Pero sus labios fueron sellados rápidamente por los de ese joven.

Pilika esta muy sorprendida, siente cómo la lengua de ese sujeto explora sin restricciones el interior de su boca. Se estremece completamente ante ese contacto.

La joven esta atónita, completamente inmóvil por unos minutos, mientras que el chico disfruta del sabor que le proporciona su boca.

Gira la cabeza rompiendo el beso del joven, esta muy sonrojada.

El chico sonríe con sorprendente ternura – No creí que fueras tan tímida... – comenta mientras acaricia el rostro de la peliazul, luego lleva su mano hasta su mejilla y hace que vuelva a verlo, se le acerca para continuar profanando los labios de la hermosa chica.

Los ojos de la joven no han dejado de llorar desde un principio. Se siente muy indefensa.

La boca de la joven comienza a corresponder el beso del muchacho, sorprendiéndolo por momentos, abre los ojos y ve que los de la joven están cerrados, aunque aún no dejan de llorar, vuelve a cerrarlos satisfecho, para luego intensificar tal caricia, para deleitarse mayormente con el dulce sabor de los labios de la joven.

La joven comprende que no es la primera vez que éste sujeto esta de esa forma con un cuerpo femenino, sabe perfectamente como debe comportarse frente a esa situación, como estimular al otro cuerpo.

Para Pilika, en cambio, es la primera vez que sus labios se unen con los de otra persona, por lo que es demasiado inexperta en aquella situación.

En ese momento su cuerpo comienza a desobedecer a su mente, siente cómo su piel se eriza ante ligeros golpes eléctricos en su espalda, este sujeto definitivamente sabe lo que hace. Presiona sus piernas entre ellas, aquel estimulo ha hecho que su intimidad también comenzara a reaccionar pequeños gemidos se hacen presente en el beso. Sus lágrimas aumentan ante la frustración que siente, no quiere desear a ese sujeto, su mente lo repite una y otra vez, pero su cuerpo la contradice.

El joven se separa de los labios de la muchacha para tomar algo de aire, mira con satisfacción el rubor que muestra el rostro de su victima, el intenso brillo que hay en esos hermosos ojos azules, la manera en que el pecho de la chica sube y baja rápidamente por la agitada respiración.

Pilika voltea la mirada, no desea ver a ese sujeto a la cara, siente gran rencor hacia él por lo que esta haciéndole. Se sorprende al sentir como la mano de ese sujeto comienza a acariciar la figura de la chica por sobre la ropa, se detiene en la parte superior y abre un botón de la blusa, para luego comenzar a tocar la piel del vientre de la joven.

La peliazul mira sorprendida cómo la mano de su atacante se mueve por debajo de su blusa, para luego detenerse en uno de sus senos.

El joven comienza a besar con deseo el cuello de la chica.

-Detente..... – ruega Pilika, pero los oídos del joven no captan tan ligero susurro. Comienza a desabrochar lentamente los botones restantes dejando el pecho de la chica, cubierto tan sólo por el sostén.

-Por favor... detente... – vuelve a rogar Pilika con un gran nudo en la garganta.

El muchacho se sorprende, a esas alturas ninguna chica le había pedido eso, incluso todo lo contrario, reconoce que en aquel hermoso cuerpo femenino reina una gran excitación, entonces... ¿por qué trata de detenerlo?, Aún así, hace caso omiso al ruego de la joven.

El joven levanta la última cobertura de los pechos de la chica, se deleita viendo por momentos la hermosa figura de la muchacha, para luego encaminar sus labios a uno de esos erectos pezones para comenzar a estimular aún más a ese hermoso cuerpo.

-Te lo ruego..... ¡detente! – Pilika ya esta con gran desesperación –¡¡¡DETENTE!!! Por favor!!! – La joven cierra los ojos con fuerza, haciendo que otras lágrimas se unan a las que ya han salido.

La sorpresa del chino no es disimulada por su rostro, mira el rostro de su victima, esta completamente mojado por las lágrimas, se concentra en el origen de éstas, ambos ojos celestes lo miran con interminable temor. Puede ver en ellos toda la desesperación que siente la joven, la frustración, pero aún así puede notar en ese cuerpo femenino toda la excitación que comenzaba a sentir.

-¿N..Nun... Nucas has...? – comienza a preguntar el chico mientras se sienta para verla mejor.

Pilika niega con la cabeza, no logra articular palabra, las frases se quedan atrapadas en el nudo que ahora reina en su garganta.

El chico se sienta en el borde de la cama – Demonios... – susurra mientras sujeta su frente.

Después de unos minutos ambos sienten una voz femenina.

-Detente!!! Me lastimas!!! – se oye entrecortada por el llanto.

-Ya deja de moverte!! – se oye que le contesta una voz masculina.

El acompañante de Pilika se levanta – Ese idiota! – desata las manos de la joven y luego se dirige a la puerta.

-No!!! Detente! Por f... Ay!– se oye un golpe.

El joven de ojos dorados sale rápidamente de la habitación, la joven peliazul se cubre sus pechos mientras lo ve salir, se oyen los pasos del muchacho dirigiéndose a la habitación continua y una puerta que se abre.

-Que demonios haces Horo-Horo!!!??? Suéltala de una buena vez!!! – se oye otro golpe.

Pilika esta muy asustada, pero junta el valor para seguir al chico. Lentamente se acerca a la habitación que esta al lado de la que ella estaba.

-Pero que haces Len?! Aun no termino!! – Alega el otro sujeto sosteniendo su rostro.

-Se supone que queremos la recompensa, idiota, no lastimarlas. – Alega el otro joven.

Pilika se sorprende por lo que ve, el sujeto peliazul esta completamente desnudo y la joven pelirroja esta tan sólo cubierta con la blusa de la escuela, esta atada de la misma forma en que ella lo estaba momentos atrás. Notoriamente a esa joven le fue peor que a ella.

-Seguro pensaste eso después de echarte encima a la otra.... – le contesta el otro.

El otro chico se las ingenia para darle una muestra de sus habilidades en artes marciales y dejarlo boca abajo en el suelo mientras dobla su brazo en la espalda.

-Ayyy!!! Me duele!!! – alega el atacado – ya!! Suficiente!!

Pilika se acerca a la cama de su compañera de clases, desata las ataduras, Len la mira, pero no la detiene, mira cómo la pelirroja, luego de ser liberada abraza a la otra joven buscando refugio.

Nota que en el rostro de la joven hay una zona que se destaca por lo rojo. El entrecejo del muchacho se arruga ante tal descubrimiento.

-Te atreviste a golpearla... animal! – dice mientras dobla aún más el brazo del muchacho.

-Se estaba resistiendo!!! – contesta el otro cerrando los ojos por el dolor.

-Ambas son vírgenes, idiota!... Es normal que ella rechace a un bruto cómo tu!!

El peliazul mira a su victima, la cual llora desconsoladamente entre los brazos de la otra joven. – De acuerdo... de acuerdo.... – contesta ya derrotado, su amigo tiene razón.

Len se levanta dejando en libertad al otro sujeto, va a un closet y saca un par de camisas y unos pantalones.

Le pasa un pantalón a su amigo peliazul – vístete idiota... no querrás traumar más a las chicas....

El otro obedece, luego se acerca a las jovencitas y les alcanza las camisas y otros pantalones.

-No tenemos de sus tallas....pero esto les servirá... – Dice dejándoselas sobre la cama. – vallan a la otra habitación si gustan para vestirse.

La pobre pelirroja se abraza con más fuerza a la peliazul cuando el joven se les acerca, al parecer el otro sujeto le hizo mucho daño, esta demasiado asustada. Pilika mira al joven, quien ahora voltea, después de entregarles la ropa.

Pilika guía a la pelirroja hasta la otra habitación, le ayuda a vestirse, la camisa le queda lo suficientemente grande que la cubre completamente, en cuanto al pantalón le queda algo enorme...

Ambas deciden en quedarse así, tan sólo con la camisa y con su falda de la escuela, no piensan salir de esa habitación, si van a tener que quedarse con esos sujetos se quedarías allí de por vida.

Pasan algunas horas, ambas sienten la necesidad de comer, pero ninguna se atreve a salir de esa habitación, se sienten seguras en el interior de ella. Len extraña que los jóvenes no hayan cerrado la puerta con llave.

Pilika se atreve a abrir un poco la puerta y ver hacia su exterior, los chicos se encuentran sentados en una mesa de comedor, la joven nota que la casa es bastante grande.... se extraña ante eso, los jóvenes dijeron que querían la recompensa antes que dañarlas... pues... ¿para qué? Viven en una gran casa ellos dos solos.

-Lo se.... lo se... ya me quedó claro... – se escucha la voz del peliazul como respuesta ante los frecuentes regaños de su amigo.

-Es que no puedo entender como te atreviste!!!??.... – continúa regañándolo el otro.

-Yo estaba bastante..... em.... bueno.....

-Caliente... ¬¬.... – interrumpe Len.

-Exacto!... – dice el otro joven alzando sus manos – no aguanté que esa muchacha me rechazara....

-Para la próxima vez aprovecha cuando Jeanne venga a visitarnos... le pagas lo que te pide y listo...

-A ti te atendería gratis.... ¬¬ - continúa el peliazul – a mi me cobra ... la muy....

-Ella no me interesa en lo más mínimo!! – dice el chico recordando las veces en que esa joven ha tratado de seducirlo.

-Valla que tienes agallas, yo no me habría aguantado a una mujer así....

-Tu caes en todo.... – dice el chico cruzando los brazos.

-¬¬.... – Horo guarda silencio

El joven de ojos dorados se levanta y camina en dirección al refrigerador.

-Bueno..... y que vamos a hacer con las chicas? – cuestiona el chico que aun se encuentra sentado – cuanto vamos a cobrar por su rescate?...

El otro chico le da la espalda, baja un poco la mirada – creo que será mejor dejarlas en libertad.... – dice casi en un susurro.

-Queeee!!!??? – Horo se levanta de la mesa – pero que demonios te pasa???? Perder la oportunidad de ganar tanto dinero!!!???

-Dinero tienes de sobra, idiota.... si sólo nos pusimos de acuerdo para bromear un rato... pero no creí que esas chicas resultaran ser una de las pocas millonarias inocentes! – contesta mientras abre una lata de cerveza.

Horo guarda silencio mientras mira a su amigo beber un poco, el otro joven aleja la cerveza de su boca y continúa – además que son muy lindas..... da mucha pena asustarlas.

-A mi no me apena en lo más mínimo!!! Los Azakura y Tamamura son unas de las familias más ricas del país!! No estoy dispuesto a perder tal pepita de oro!!

Un suave golpe en la puerta de entrada hace que la conversación sea interrumpida, ambos chicos miran cómo la manilla se abre con lentitud.

-Hola mis amores... – se oye una voz femenina antes de entrar – cada vez que vengo están discutiendo sobre algo.... – alega ya entrando.

Resultó ser una joven unos cuantos años mayor que ellos, tenía pelo color plata y unos enormes ojos color rubí.

-Hola Jeanne!! – saluda animadamente el peliazul.

La joven omite ese saludo y se dirige directamente donde esta el otro muchacho – Hola Len...

Len la mira tal como siempre, su mirada de asco hacia la muchacha no varia en lo más mínimo. Se limita a caminar unos pasos para alejarse de ella – Hola Jeanne.... – contesta sin animo alguno.

La joven parece estar ya bastante acostumbrada a la manera en que Len la mira, por lo que hace caso omiso a esa reacción.

-Que tal están nuestras chicas?, ya disfrutaron de su compañía?... – dice mientras deja una bolsas en la mesa.

-Las dos resultaron ser bastante inocentes, creo que hasta ninguna había dado un beso... – comenta Horo mientras ve la mercadería que había traído la recién llegada.

-Les haría bien que les trajeras ropa.... – comenta sin emoción alguna en el tono de voz, el joven de ojos dorados que ahora se sienta en la silla en que estaba anteriormente.

-Ropa?... – la joven lleva una mano a su mentón. – creo tener algo que les gustará....

-No me refiero a la ropa que usas cuando "trabajas".... – vuelve a acotar el joven al notar la mirada maliciosa que le dirigió la joven de ojos rubí.

Ante tal comentario Jeanne ríe por unos momentos – de acuerdo.... de acuerdo...

Los tres presentes desvían la mirada hacia la puerta que ahora se abre, la pobre Pilika, mientras miraba, se resbaló empujando la puerta.

-Con ahí están.... – la joven se acerca y termina abriendo la puerta, Tamao y Pilika están muy sorprendidas, la chica usa un peto que tan sólo cubre sus pechos y una minifalda que apenas cubre las partes inferiores.

-Valla.... son bastante bonitas.... – comenta la chica acercándoseles.

Ambas chicas se refugien entre ellas, la joven parece ser muy dominante.

Jeanne se centra en la peliazul, le tira de un brazo haciendo que se separen. Comienza a examinarla, la mira de arriba hacia abajo – Tu serías un muy buen ejemplar..... – comenta mientras atrevidamente su mano recorre las partes íntimas de la joven.

Los ojos de la peliazul comienzan a demostrar su angustia, lágrimas desesperadas se hacen ver mientras trata de liberarse de la chica.

-Pero que demonios haces!!??? – La voz de Len se hace presente mientras empuja a la chica de ojos rubí y encierra entre sus brazos a la peliazul – Ellas no son como tú!! – reclama el chico.

Pilika se siente muy extraña, una misteriosa seguridad se le presenta en su interior mientras esta en los brazos de ese muchacho, afierra sus nudillos al pecho del chico y carga su cabeza sobre ellos.

Tal acción sorprende a Len, la mira de reojo, la peliazul aprieta con más fuerza, quizá para contener el llanto.

-Mira nada más..... parece que ella es tu favorita.... – comenta la chica de ojos rubí mientras mira pícaramente al joven.

-Ya dejaste la mercadería.... en la cocina esta el dinero..... – dice el chico mientras apunta hacia el lugar al que se refiere – ahora vete.... – dice secamente.

Jeanne se pone seria de repente mirando fijamente al chico, luego mira al su compañero, se extraña al notar que el otro sujeto interpone su paso poniéndose frente de la otra muchacha. Suspira pesadamente – Uff! Bien.... como digas.... – dice volteándose, - los veré la próxima semana.... – levanta una mano en forma de despedida mientras camina en dirección a la puerta de entrada.

Ambos chicos miran cómo la puerta se cierra tras ella, se miran entre ellos, Len mira con algo de sorpresa la reacción que tuvo su amigo. El peliazul lo nota, se sonroja ligeramente, pero trata de no hacer caso a esa mirada, voltea para ver a la chica, al ver los ojos del muchacho la pelirroja comienza a temblar, la habrá protegido esta vez, pero anteriormente le hizo mucho daño, es natural que tiemble ante la mirada de ese sujeto.

-Ya estas bien.... – comenta sorprendiéndola, y más aún ante la tierna sonrisa que adorna su rostro. El peliazul vuelve a voltear y camina hacia la habitación en la que se encontraban anteriormente.

Len separa un poco sus brazos, la joven voltea la mirada hacia el muchacho, el chico le sonríe – Tranquila.... – dice mientras seca las lágrimas que habían recorrido las mejillas de la muchacha.

Pilika no comprende que esta pasando, pero no le desagrada el gesto del muchacho.

-Creo que será mejor que vengan a comer.... no creo que quieran morirse de hambre – el joven suelta a la peliazul.

Ambas chicas se miran entre ellas, desconfían mucho en esos sujetos como para ser invitadas a comer.

Len lo nota – De acuerdo... les traeré algo... – dice tranquilizando a las muchachas.

Las dos jóvenes lo miran con una sonrisa tímida, quizás hasta forzada, en forma de agradecimiento.

**********************FIC SIN TERMINAR********************

UN SALUDO A TODOS LOS QUE HAN LEIDO TODOS MIS FICS, y... a los que no..... TAMBIEN!!

No se preocupen, éste fic va como un premio de consolación por la demora que he tenido en el otro. Juro que terminaré "Una nueva vida"!!! asi que no os desesperéis

Gracias por su atención.

HASTA PRONTO!!