Disclaimer: Resident Evil es propiedad de Shinji Mikami. Este Fanfic no es con ánimo de lucro.
Advertencias: Algo de OoC.
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• Lost •
Vuelve a hundirse en ella.
Siente la cálida y agradable sensación de su respiración en su cuello. Sonríe cuando la escucha ahogar un gemido. Orgullosa hasta el final, debía reconocerlo. Sus labios vuelven a posesionarse de los de la mujer de cabello azabache. Y ella también lucha, lo que menos quiere es ser sumisa.
Devorándose mutuamente, las manos acariciando con violencia, definitivamente, estaban embriagados de pasión.
Pero, como sucede con frecuencia, Ada se levanta y lo deja con ganas de más. Siempre sucede eso. Cuando están en el clímax, suele parar y sentarse a su lado, con una malvada sonrisa en los labios enrojecidos. Justo en el momento que más necesita de ella, que le urge sentir la lengua traviesa de la morena recorriéndole, cuando requiere de su afecto físico; es siempre cuando la chica asiática lo abandona y no quiere saber nada más de su persona.
—¿A dónde vas, Ada? — pregunta ciertamente triste.
—Afuera, tengo que fumar un cigarrillo — contesta ufana y escuetamente.
La sigue, a pesar de que detesta tener que estar detrás de ella, lo hace. Detesta esa parte tan dependiente de la agente secreta. Si tan sólo, pudiera decirle todo lo que realmente sentía por ella. Pero, ¡maldita sea! Podía ser capaz de eliminar cuanto monstruo de armamento biológico se le pusiera en frente, mas sin embargo, el tener que confesarle sus intenciones con ella era tan... Problemático y vergonzoso.
La ve de pie, fumando con tranquila parsimonía, exhalando los últimos restos del cigarrillo que lleva en la mano. Se acerca y alcanza a discernir una extraña sonrisa en sus labios. Se acomoda su corto cabello rubio y trata de parecer lo más comprensible y amable del mundo.
—¿Terminaste? — pregunta, a pesar de saber la respuesta de antemano.
—No, aún no. Sabes que me gusta terminarme bien los cigarros — contesta divertida.
—Y tú bien sabes lo que me preocupa que fumes.
—Recuerda, soy una chica fuerte y mayor, mucho mayor...
—¿Qué quieres decir? — pregunta extrañado y sintiéndose ofendido.
—Típico — No pudo evitar fruncir el ceño y sacar instintivamente otro cigarrillo.
—No te entiendo — Ladeó la cabeza entre divertido y resignado.
—No espero que lo hagas — Contestó exhalando el humo en el expectante rostro de Leon.
—¿Qué es lo que esperas de mí, entonces?
—Ni yo misma lo sé — Media sonrisa apareció en los labios impregnados de nicotina y cinismo.
—Sigo sin entenderte — Un suspiro se hizo presente.
—A veces, yo tampoco.
Ambos callaron. Uno por sorpresa y otra por experiencia. La simple amistad, relación amorosa/amistosa o lo que sea que llevaban, los estaba volviendo locos.
—Y es que sólo es pensar en tí y me he perdido... — canturreaba el joven, alejándose de ella y dirigiéndose a la abandonada habitación que compartían.
Sorpresivamente, Ada le siguió. Apagó su cigarro antes de terminarlo y caminó con cierta indiferencia hacia donde Kennedy estaba sentado ahora. Con cierto cinismo, se acurrucó a su lado y le robó un corto beso en los labios. Después, agarró el control de la televisión y la encendió. Y a pesar de que no había nada bueno que ver, siguió mirando la pantalla.
¿Y él...? No sabía si sentía ganas de apuñalar algo, besar violentamente a la mujer que lo ignoraba olímpicamente o salir huyendo de ahí.
Y es que Leon, al lado de Ada Wong, se sentía completamente perdido.
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Fin.
N/A:
Culpen al calor y al aburrimiento por esto. Pero estoy contenta con el resultado. Pobre Leon, lo sé.
Esperando que sea agradable y hasta cierto punto, entretenido.
See you around...~
