Renuncia: todo de Trey Parker y Matt Stone.
n.a: para Katz user Silly Kitten porque merece todo el Style del mundo. Feliz San Valentín atrasado y feliz cumpleaños (L) hace siglos que no escribo esta ship MÁTENME
n.a2: mi amor por Bebe es inmenso e indescriptible, period
Got a figure like a pin-up, got a figure like a doll
Don't care if you think I'm dumb, I don't care at all
Candy bear, sweetie pie, wanna be adored
I'm the girl you'd die for.
Bubblegum Bitch ; Marina and the Diamonds.
i.
Objetivamente Bebe sabe que es guapa.
Es decir, tiene curvas. ¡Duh! Aunque su cintura sea ancha como su cadera, al menos tiene pechos grandes. (¿A la gente le gusta eso, no?) Y cabello de sol en rizos rebeldes. Y piel suave y bronceada, ojos cafés como la tierra húmeda de un día despejado en primavera, sonrisa fácil y seductora.
Bebe sabe que es guapa, sí. Y sabe que puede tener a cualquiera comiendo de la palma de su mano. Ni siquiera debe esforzarse; los chicos caen rendidos a sus pies, no hay día alguno en que no reciba una declaración de amor por parte de un compañero.
De todas formas a Bebe le agradan los retos. Y termina fijándose en Stan Marsh.
Aquello grita: PELIGRO por todas partes. Porque Stan es el ex novio de su mejor amiga. Porque Wendy sigue interesada en él (incluso si ella lo niega, y lo hace). Porque Stan es muy popular en la preparatoria, casi tanto como Bebe, al ser el quarterback del equipo de futbol, y hay cientos de chicas haciendo fila para invitarlo a salir a pesar de que él las rechaza a todas, excusándose con un repetitivo "no nos conocemos lo suficiente".
En palabras sencillas Stan es un imposible.
Igual Bebe se lanza, con la leve esperanza de que Stan la atrape.
(y quién sabe, tal vez terminen siendo novios).
Dice un día, en clase de artes, antes de que el maestro Drake llegue:
— Marshmallow, deberíamos ir a una cita.
Y Stan se da la vuelta, incrédulo.
— ¿Disculpa?
— Una cita Stan —repite Bebe, sin perder la calma— ¿sabes lo que es una cita no? Tú, y yo. Iremos a comer a algún lado, jugaremos videojuegos en el árcade, veremos una película en mi casa, platicaremos de temas triviales. ¿Qué opinas?
— Uhm —Stan lo medita un instante. Varias compañeras lo observan fijamente, conteniendo el aliento. Él no lo nota, puede ser tan ajeno a veces—. Está bien, creo. ¿Te recojo a las cinco?
Bebe ignora deliberadamente las miradas de muerte que las chicas le dirigen (¡Stan va a salir con Bebe Stevens cómo pasó esto!; pero si siempre responde que no...; debió embrujarlo, esa maldita perra) y sonríe, coqueta y con confianza.
— Vale, a las cinco Marshmallow.
Stan asiente y toman caminos separados. Él yendo con Kyle, Kenny y Cartman y ella con Wendy y Lola.
Wendy luce tensa y no se esfuerza en ocultarlo. Bebe no habla del tema, por su consideración. Se siente segura de sí misma y nada puede arruinarle el buen humor.
Más tarde, a las cinco, Stan aparece por su casa. Vestido de manera casual, con jeans y una playera de Green Peace. Ella trae en cambio un vestido rojo con mallones negros y unas botas hasta el muslo, se ha pintado los labios y puesto rímel y recogido el pelo en una coleta de lado también, haciendo todo lo posible por verse atractiva.
Aguarda un minuto para oírlo decir "vaya Bebe estás muy guapa", o "wow, eres hermosa", o "pensé que aquí vivía Bebe, no una supermodelo."
Pero nada de eso sucede. Stan mete las manos en sus bolsillos y se balancea de un pie al otro, torpe y en silencio.
— Uhm ¿Nos vamos? —inquiere al fin. Bebe parpadea.
— Ah, s-sí.
La cita sale increíblemente bien y terriblemente mal.
Lo que está bien: ambos se divierten. Se conocen, después de todo. No son amigos tan cercanos, pero igual congenian. Stan la lleva a un restaurante vegetariano que recién inauguro. Luego van al árcade y ella lo vence en un juego de carreras de autos (¡Toma esa Marsh!). Después vuelven a casa de Bebe, Stan saluda a sus padres con incomodidad demasiado obvia y Bebe pone una película al azar. Es una de terror. A Bebe le desagrada el género (las arrugas por los sustos son malas para el cutis–) sin embargo es la excusa perfecta para ponerse melosos. Lo que está mal: Stan nunca hace amago de tomarla de la mano, o de intentar besarla. Jamás la espía de reojo, admirando su figura o se pone nervioso ante su cercanía. No le da cumplidos con intención de coquetear, sino más... genuinos, amistosos. Ni siquiera ahora, estando sentados tan cerca el uno del otro en un sofá, aprovecha para tocarla. Es casi tan similar a convivir con un hermano.
A Bebe la confunde de sobremanera esto, agarra el control remoto y presiona el botón de "pausa" sin miramientos. Stan protesta en voz baja.
— ¿Bebe? —ella no responde, Stan lo intenta de nuevo—. El asesino iba a matar al chico drogadicto, qué suced–
— Stan, tengo el presentimiento de que accediste a salir conmigo por lástima —lo interrumpe Bebe. La expresión de Stan es de sorpresa.
— Qué —repite—. Espera qué.
— Si no querías simplemente pudiste haberme dicho que no —Bebe continúa, y juguetea con uno de sus rizos. Su orgullo yace herido en un rincón, maldita sea—. Esto no parece una cita Stan, es como si fuésemos dos mejores amigos pasando el tiempo y ya.
Stan se acomoda la gorra.
— Nunca tendría una cita con alguien por lástima —dice al fin.
— ¿Pero?
— Pero nada, supongo. Me gustas... como una amiga. Por eso acepté. Lo siento si esperabas algo más.
— Esto es tan triste —Bebe suspira. Sus labios están curvados en una sonrisa, no obstante. Stan luce incómodo—. ¿Al menos has salido con otras antes de mí?
— Con Wendy —admite, muy quedito.
— No me jodas. ¡Tienen que haber más Marshmallow!
— Nah, en realidad no.
— ¿Nadie? Eres un adolescente con necesidades, ¿te besas con posters de animales en peligro de extinción o algo? —lo dice en broma, por supuesto. Stan se ruboriza y le da un codazo sin la fuerza necesaria para provocarle daño y los dos se ríen.
— Vamos Bebe no es tan raro– quiero decir– la mayoría de mi tiempo estoy con Kyle y los muchachos ¿sabes? Hago con ellos lo que hice contigo hoy, me divierto, causo problemas, salvo al pueblo de alguna catástrofe absurda, cosas así. Luego están los estudios y el futbol. Las chicas y las citas son... uh, algo sin importancia.
Bebe entrecierra los ojos, perspicaz.
— ¿No será que todavía estás enamorado de Wends?
— Nop —no duda ni vacila al contestar.
— ¿Seguro?
— Al cien por ciento.
Parece sincero. Entonces por qué–
— Acaso–
— ¿Acaso?
Bebe traga saliva.
Intenta no aparentar que lo juzga por ello, porque no lo juzga en lo absoluto. Y en realidad Bebe se siente algo como emocionada.
— Acaso ¿eres gay? —Stan da un brinco y se resbala del sofá, cayendo de bruces en el piso. Bebe de inmediato se levanta para ayudarlo a pararse—. ¡Stan!
— ¡Estoy bien! sólo, sólo me pillaste desprevenido —se sacude los jeans, Bebe se le queda viendo un segundo, cerciorándose de que no se haya lastimado—. No, por cierto.
— ¿No?
— No soy gay.
— Ah.
— Me gustaba Wendy, muchísimo. Wendy es una chica, eso... ser gay es... no es posible ¿cierto? Aunque quizás, hipotéticamente hablando, pienso que algunos chicos son, bueno, atractivos. Tal vez.
Bebe se sienta y Stan la imita tras un momento de indecisión. Ella ladea la cabeza hacia la izquierda, en un gesto de curiosidad.
Podría ser... hay una posibilidad...
— Stan ¿te gusta alguien, actualmente? —y se apresura en añadir—: no tienes que decirme su nombre, y prometo no contárselo a nadie, ni siquiera a Wends. Lo juro por mi belleza.
Stan le dedica una sonrisa, con vergüenza. A Bebe se le derrite el corazón porque, joder, Stan es simplemente demasiado.
Le duele un poquito aceptar que jamás será suyo.
(Hay que superarlo Bebe).
— Eso–
Su celular suena, de repente. Si a Bebe no le falla la memoria la canción es de música gótica, aunque no reconoce el grupo. Stan se disculpa con ella y se apresura a contestar.
— Hey Ky. No, no, estoy con Bebe. Sí, Bebe. ¿Cuántas Bebe conoces? Ahá, me invitó a salir, en clase de artes ¿recuerdas? Sí. ¿Qué es ese ruido? ¿Documental porno–? Dile a Kenny que le baje el volumen por Dios. Claro. ¿Qué Cartman dijo qué–? La televisión está muy alta, no te escucho. Okay, okay. Nos vemos en una hora, vale. Hasta luego tío.
Y cuelga.
A Bebe no le pasa desapercibido lo contento que está, o cómo sus ojos brillan con cierta clase de luz.
No se trata de un podría, es.
— Perdona, era Kyle.
— Lo noté. ¿Quedaron de verse?
— Sí, con Kenny y el culón. Va a haber un especial de pelis de Mel Gibson que según Cartman "no podemos perdernos" o alguna ridiculez parecida y– lo siento, esto no te interesa ¿debería irme ya? Siento que arruiné todo.
— ¡No! —honestamente está tan sorprendida como Stan por su abrupta respuesta, Bebe trata de recomponerse—. Me agrada estar contigo Stan —confiesa—. ¿Tienes una hora más, cierto? Podemos terminar la película, si quieres.
— Sí quiero...
Bebe sonríe.
— Vale Marshmallow, entonces trae acá tu sexy trasero y siéntate, que el asesino va a sacarle las tripas a un pobre diablo.
Stan tose, no obstante, la obedece.
— ¿Crees que mi trasero es sexy?
Ella finge pensarlo, juguetona.
— No sabría decir.
— ¡Oh vamos!
(no es hasta que Stan se ha ido que Bebe se acuerda que él jamás negó que le gustara alguien. Que Stan quizás no sea gay después de todo, pero definitivamente no es heterosexual. Y que acaba de ser rechazada).
Mierda.
—
tbc
n.a3: contrario a la creencia popular este fic SÍ es un Style, aunque no sea obvio, todavía. Kyle aparece en el siguiente capítulo junto con otros pjs
n.a4: el Stan/Bebe me da muchos feels y tengo que recordarme a base de golpes contra el teclado que en este fic es absoluta y totalmente unilateral. De todas formas voy a incluirle una pareja a Bebe (pista: es m/f y no, no es Clyde)
