Prólogo
Yo soy el vampiro Viktor ¿Me recuerdas? El vampiro que quiso destruir a los Humanos. El de cabello plateado y ojos azules el de insaciables deseos por cumplir con su venganza. El que lastimaba, humillaba y gozaba del sufrimiento ajeno. El vampiro que creyó nunca enamorarse y termino pasional y obsesivamente enamorado de un simple pero perfecto Humano.
-Etto... yo no creo que usted sea malo -dijo un hermoso niño de alrededor de cinco años de edad a un peliplateado que se encontraba sentado frente a la cama del niño.
-Mi niño de ojos de chocolate -exclamo el peliplateado con una sonrisa triste en el rostro -aún hay cosas de mí que no sabes. Cosas de las cuales me arrepiento pero no puedo olvidar.
-Para mí usted no es malo -le dijo el pequeño pelinegro mientras le regalaba una hermosa sonrisa -aunque...
-No calles mi pequeño niño chocolate -le pidió el peliplateado mientras acariciaba delicada y cariñosamente la mejilla derecha del pequeño.
-¿Por qué siempre tiene esa mirada? -le pregunto el pequeño mientras miraba la expresión de sorpresa del peliblanco ante su pregunta.
-¿Por qué? La verdad mi pequeño ojos de chocolate estoy solo en este mundo, personas como yo hay muy pocas -le respondió tristemente.
-Tranquilo -le dijo dulcemente el pequeño mientras lo abrazaba tiernamente y acariciaba el sedoso cabello -yo estoy aquí para usted, nunca lo dejare solo.
- ¡Oh! Mi pequeño ojos de chocolate -exclamo el peliplateado feliz ante las palabras del pequeño -no sabes cuánto feliz me hacen tus palabras.
-No llore. Todo estará bien ahora. Ya paso -le dijo el niño mientras seguía acariciando los cabellos plateados.
El peliplateado ya no dijo nada solo cerro sus ojos y se dejó atrapar por las tiernas, inocentes y amorosas caricias que le regalaba su precioso niño. El pequeño le regalo un beso tierno en la mejilla y luego le sonrió.
-Buenos noches Viktor-sama -le dijo el pequeño mientras se acomodaba en su cama.
-Buenas noches mi pequeño ojos de chocolate -le dijo el vampiro mientras lo arropaba con sus cobijas y le sobaba la mejilla cariñosamente.
-¿Lo veré mañana? -le pregunto curioso el niño.
-Solo si tú quieres -le respondió el peliplateado.
-Si quiero, no puedo dejarlo solo -le respondió el niño.
-¿No puedes? -pregunto curioso.
-No puedo porque si lo dejo no podré cuidarlo -le respondió el niño mientras cerraba sus ojitos cafés cayendo rendido por el sueño.
-Descansa mi amado Yuuri -le dijo el vampiro mientras le daba un cálido y cariñoso beso en los labios al niño que solo sonrió entre sueños llenado de alegría el oscuro y vació corazón del vampiro.
-Sabes besar a un niño de cinco años mientras duerme es algo raro -le dijo un joven rubio detrás de él.
-Vamos Yurio - aun contemplaba al niño.
-No sé qué le ves a ese niño, es feo, demasiado inocente y además tiene cinco años, c-i-n-c-o... cuando crezca te olvidara -le dijo el rubio con honestidad.
-¡Eso nunca lo permitiré!, ¡Yuuri es mío!, ¡Nadie me lo arrebatara! ¿Me escuchaste Yurio? ¡Ahora lárgate de mí vista! -ordeno furioso y sumamente celoso.
_Como quieras - saliendo de la habitación -.
-Nadie te alejara de mí. Nadie -susurro el peliplateado mientras veía con recelo al niño -nadie...
Viktor -sama -lo llamo el niño al ser llevado de la mano por el -¿Por qué vamos al bosque?
-Te llevare conmigo mi pequeño ojos de chocolate. Iras a vivir conmigo como mi pareja. El dueño y Señor de mi castillo -le dijo y lo cargo para acelerar su paso.
-¿Por qué se escuchan muchos gritos atrás de nosotros? -pregunto curioso el niño.
-No voltees pequeño. Solo mírame a mí. Nunca mires a otro ser como me miras a mí -le dijo el peliplateado y el niño obedeció -Buen niño. Ahora quiero que cierres tus hermosos ojos y no los habrás hasta que yo te diga -le dijo en tono de juego y el niño asintió cerrando sus ojitos -Escuches lo que escuches. Sientas lo que sientas. No habrás tus ojos.
-Si Viktor-sama -dijo el pequeño y obedeció cada indicación del vampiro.
-No los habrás -le susurro en su oído y luego el niño sintió como algo húmedo toco el lóbulo de su oído.
-¿Qué es eso? -pregunto curioso.
-Son solo caricias de mi parte -le dijo y bajo a su cuellito blanco y oloroso a jazmín.
-¡Ah! -Se quejó el niño al sentir una leve mordida en su cuellito -¿Qué es eso?
-Nada pequeño. Ahora habré tus ojitos -le ordeno y el niño los abrió poco a poco -¿Te gusta tu castillo? Cariño.
-¿Es mío? -pregunto emocionado el niño.
-Nuestro -le dijo y le beso en la frente -Ahora ven. Vamos a nuestra habitación.
-¿Qué haremos ahí? -pregunto inocentemente.
-Nada malo. Solo dormiré y tú crecerás mi pequeño hombrecito -le indico y entraron al castillo -¿Te gusta?
-Es muy bonito -dijo el niño y al ver a un joven rubio de ojos verde esmeralda que lo miraba entre sorprendido y serio, se abrazo de la pierna del vampiro - Viktor-sama -susurro asustado el niño.
- ¿Que pasa mi cerdito? -pregunto sorprendido por la acción del niño.
-Ese hombre me mira muy extraño -dijo señalando a Yurio -tengo miedo.
-Descuida. ¡Nadie te hará daño! -Alzo el tono de su voz y fulmino a Yurio con la mirada -Además el será tu amigo y protector .Ven pequeño. Vamos a nuestra habitación.
Subieron y cerró la puerta de su inmensa habitación.
-Ahora pequeño. Yo dormiré aquí -le dijo señalando un ataúd junto a una inmensa cama matrimonial -Y tú en la cama.
-Está bien -le dijo el niño y luego le sonrió dulcemente.
-Mi cerdito. Te mirare de nuevo dentro de unos trece años -le dijo y luego toco su cabecita dejándolo dormido -Porque si no. Te tomaría sin importar que seas un niño. Mi amado Yuuri. Cuando despierte serás todo un hombre y te tomare entre mis brazos. Por ahora descansa -le susurro en su oído y se acostó en su ataúd mirando por última vez al dulce niño que dormía en su cama -Te Amo mi Cerdito.
Notas de la autora: Disponible en wattpad con el mismo nombre
