Mermaid boy
Summary: Si había algo que no esperaba Sakura ese aburrido verano en Goto con su mamá era a un apuesto y arrogante mujeriego que decía ser príncipe del mar.
Disclaimer: Naruto es del señor Masashi Kishimoto. La historia a continuar es de mi total autoría.
Dedicado a mi bella Lulufma por su cumpleaños hace 20 años atrás(?
1
Era un bello día bajo el mar. La claras aguas se mecían suavemente gracias al la brisa veraniega que mantenía al clima bastante agradable. Sakura se había despertado con todas las energías del mundo. Entusiasmada fue como inició su día mientras intentaba arrastrarse por los suelos para llegar al baño.
—¡Arriba, Sakura! ¡Mueve tu flojo trasero a la cocina!
Sí, el mejor día. Las vacaciones de verano en Goto, en Nagasaki, no estaban siendo como ella hubiese querido. Trabajar en la posada de su madre mientras su padre viajaba por el mundo con su madrastra, no estaba siendo lo bastante agradable como lo hubiera querido.
—¡Sakura! — el grito hizo retumbar la casa en su mente. Sacó los pies de la cama, los apoyó en el suelo e intentó ponerse en pie pero su cuerpo se desparramó por el suelo. —¿Sakura?
Hubo silencio. De repente, pisadas rápidas y alguien subiendo por las escaleras se escuchó. La puerta de su habitación se abrió, azotándose contra la pared y Mebuki hizo aparición en el umbral.
Las cejas prolijamente depiladas de Mebuki se arquearon al ver a su hija tirada en el suelo, en calzones y blusa sin mangas, durmiendo como si nada. Las manos de la propietaria se apretaron en puños, tronando los dedos por la fuerza.
…
—¿Más arroz, Sakura?
—No gracias mamá — murmuró mientras trataba de buscar una posición cómoda para que su nalga derecha no tocara la silla. La zona inflamada por la nalgueada estaba color escarlata y marcada con los dedos de su madre. Había dolido tanto que su cuerpo se había disparado directo al baño en donde se frotó con una toalla húmeda la zona afectada porque la piel le ardía.
—Necesito que vayas al muelle. Pídele a Kakashi que necesito, al menos, veinte pescados para la cena de la noche y si puede ir al pueblo, más tarde, a traer mercadería que hace falta. Que venga hacia aquí para que le de la lista.
—A la orden, jefecita — Sakura levantó la mano en saludo militar, pero la bajó en seguida cuando la mirada asesina de su madre le prometió que nalguearía también la izquierda.
…
Lo único bueno de ir a la posada de su madre era ver la playa; las aguas eran cristalinas y el ambiente nah, ¿para qué mentir? Lo único bueno de Goto era el ayudante de su madre, Kakashi Hatake. Con su metro casi noventa, cuerpo marcado, el cabello grisáceo y esa mirada perezosa, Sakura sentía que estaba en bañándose en su salsa.
En vez de ayudar a Kakashi a arrastrar la segunda red que traía la pesca que su madre había pedido, ella se mantuvo sentada a una corta distancia con la primera red desenredándola y observando al hombre trabajando. Aunque lo que menos hacía era desenredarlo, Sakura intentó ponerle empeño a ver la escena del refrescante y sexy pescador.
Si tan sólo no la viera como una niña, Sakura ya se lo hubiera tirado como lo hizo con su profesor particular de matemáticas, Genma Shiranui. Los maduritos eran mejores que los niñatos de su edad.
—¡Sakura, ven aquí!
Sin dejarse rogar, Sakura dejó lo que estaba haciendo y se puso de pie para ayudar al pescador. Éste le extendió un extremo, ella lo tomó y él mantuvo fuerte otro.
—A la cuenta de tres tiras fuerte un dos tres —ante la fuerza desmedida que Sakura hizo, la red se levantó al menos un metro y medio de altura. No sólo hubo una lluvia de pescados sino que, también, un chico cayó sobre ella, aplastándola.
—¡Quítamelo! —intentó apartar el cuerpo, pero el peso muerto del chico la dejó sin aliento por el fuerte impacto.
Kakashi rió divertido. No había sido buena idea que Sakura llevara falda.
…
—¿Tú qué dices? ¿Estará muerto? —Sakura miró a Kakashi que lo tenía frente a ella, también inclinado hacia el chico.
Sakura miró la cara del muchacho. Parecía de su edad, estaba bastante pálido y amoratado por la asfixia. El curso de RCP le había venido al pelo porque gracias a ello, el chico ahora respiraba o eso quería creer.
—No creo vamos a despertarlo. Iré por una toalla —Kakashi se alejó en busca de su bolso a unos cuantos metros, en las rocas.
—Eres bastante guapo —Sakura apreció la vista. No tenía el cuerpo como el de Kakashi, pero estaba bastante delgado y un poco marcado. El cabello negro le caía hacia los lados y al frente, tenía la nariz recta y los labios apretados en una línea. Evitó, a conciencia, el mirar hacia abajo. No quería ver las partes nobles del muchacho.
La mano de Sakura se aproximó para quitar los cabellos del rostro y acariciar la tibia mejilla, gracias a los rayos del caliente sol. Los párpados del chico temblaron y se abrieron de golpe. Sus irises eran de un negro muy profundo, casi demoníaco. Las pupilas dilatadas volvieron a la normalidad en un santiamén y la observaron fijamente.
Ella se enderezó, los ojos negros siguieron ese movimiento. El chico intentó incorporarse pero Sakura lo detuvo y trató de mantenerlo en calma. Los pasos de Kakashi se escuchaban cerca. Cuando levantó la vista, lo vio arrodillarse y posar la toalla en el regazo del chico.
—Ya abrió los ojos.
—Eso noté. Hola —Kakashi saludó al muchacho con voz aburrida.
—¿Estás bien? ¿Cómo te llamas?
—Tranquila, Sakura no lo satures. Él solo hablará.
Kakashi tenía razón por lo que Sakura se calmó y se quedó de brazos cruzados mientras Kakashi movía un dedo de un lado a otro tratando de comprobar los reflejos del chico. Lo vio sentarse y tocar la toalla con extrañeza.
—¿Sabes cómo te llamas? — el chico miró a Kakashi como si le hubiera hecho una pregunta fuera de lugar y levantó la mano en donde tenía un extraño anillo hecho de coral.
—Soy el hijo del más grande rey de todos los mares, soy el príncipe tritón Uchiha Sasuke.
Kakashi miró de reojo a Sakura, ella hizo exactamente lo mismo. Ambos se empezaron a ruborizar mientras sus mejillas se inflaban hasta estallar en estruendosas carcajadas.
Sasuke los observó frunciendo el ceño, no entendía de qué se reían. Kakashi fue el primero en detenerse mientras se secaba una lagrimita, Sakura tardó un poco más mientras se sobaba el estómago.
—Fue muy buen chiste ahora, ¿sabes qué te ocurrió?
—¿No me toman en serio? —estaba incrédulo ante la indiferencia de los plebeyos frente su real presencia. Eso no le agradó mucho.
—Mira, chico estamos en las playas de Goto, una isla de un puñado de habitantes en el medio de la casi nada. Apenas hay Internet. — Kakashi se puso en pie. Metió ambas manos en los bolsillos.
—Pero digo la verdad ¿Por qué mentiría? —Sasuke estaba indignándose. Llamarlo mentiroso ¿a él? ¡Era inaudito!
—Porque es imposible además, no existen las sirenas bueno, aunque sí está La sirenita Ariel — Sakura sonrió divertida, eso se estaba poniendo bueno.
—No conozco a esa Ariel — Sasuke intentó a hacer memoria. Pero no tuvo éxito.
—No existe, es un dibujo animado. — ella se inclinó para observarlo de más cerca.
—No entiendo nada. — parecía realmente perdido, Sakura sintió pena.
—Kakashi ¿qué hacemos con ? ¿Kakashi? —Sakura giró la cara hacia donde estaba el peligris.
El lugar donde debía estar Hatake Kakashi estaba siendo reemplazado por la misma nada. Ahora recordaba que no le tenía tanto amor al pescador por momentos. Se volvió hacia el chico, pero no se encontró con su cara, más bien con su
—¡Ah! ¡Maldito pervertido!
—¿Qué? ¿Qué?
—¡Casi pones tu pene en mi maldita cara!
—¿Pene? — Sasuke miró hacia abajo. La toalla estaba a sus pies, sus largas y extrañas extremidades lampiñas eran demasiado pálidas para su gusto. Notó que una cosa alargada colgaba entre sus piernas. —¿Esto? ¿Qué es esto?
—¡No te hagas el imbécil y tápate! — las manos de Sakura intentaban cubrir su cara, pero, ese lado morboso que le carcomía su cochina alma, entreabría sus dedos para mirar.
Grandecito, bonito y gruesito.
Eran una maldita cochina degenerada.
…
—¿Puede quedarse por un tiempo, madre? ¡Prometo que nos ayudará en la posada y no holgazaneará! —las manos de Sakura estaban juntas, sobre su cabeza inclinada.
Había pensado dejar al chico a su suerte, pero cuando vio que iba y venía como Dios lo había enviado al mundo, sin pudor alguno y bastante desorientado, sintió pena por él. Así que le enroscó la toalla que Kakashi le había dado y lo llevó corriendo hacia la posada, bueno, corriendo porque Sasuke había tropezado más de lo que había caminado.
—¿Qué es esto? —Sakura volteó hacia Sasuke, quien masticaba un emparedado con mucha desconfianza.
—Emparedado de pescado con tomate ¡Oye! —gruñó la pelirrosa al verlo escupir sobre la mesa el almuerzo.
El pelinegro se puso de pie y caminó hasta el lavamanos desesperadamente. Metió la cabeza bajo el grifo y abrió el agua, haciendo gárgaras y escupiendo, una y otra vez. Sakura arqueó una ceja.
—¿Cómo pueden comer eso? ¿No saben que es salvajismo?
—Oye, tranquilo, sirenito. Es normal para nosotros comer eso, si eres vegetariano, hubieras dicho antes.
—Son unos monstruos ahora entiendo porqué madre decía que no debía venir a la superficie. Estúpido Itachi.
—Tu amigo está loco de remate —dijo Mebuki mientras se daba la vuelta y continuaba limpiando una alacena. Sakura se encogió de hombros.
—Si —pensativa, se volteó hacia su mamá —¿Tienes ropa de hombre en la casa?
—No, tendrás que prestarle algo tuyo
—¡Pero me la va a estirar!
—No quiero a ese chico desnudo por la casa, hay huéspedes, Sakura.
—Entiendo maldita sea, vamos, sirenito.
—Soy Sasuke y soy un tritón.
—Es lo mismo, chico pez. Vamos, te daré una faldita para esas lindas piernitas.
—¡Sakura! —el reproche de Mebuki la hizo retractarse.
—Te daré mi ropa deportiva, te irá mejor.
…
Sasuke estaba un poco incómodo con aquel extraño material que llamaban pantalón y aquella playera. Observó a su alrededor con curiosidad. La habitación de la chica era bastante extraña, llena de cosas raras que prendían luces. También, había otras con tapas gruesas y finas tiras blancas que no tenía ni la menor idea para que sirvieran.
Un ruido extraño lo distrajo. Sobre la mesa de luz brillaba una cosa rectangular que se movía. Lo único que entendía de ello era la palabra papá .
—Sakura la cosa que vibra —Sasuke sostuvo en sus manos el extraño aparato. Tocó lo que parecía un botón verde y se sobresaltó al oír una voz del otro lado.
—Cariño, Sakura ¿cómo estás?
—¡Sakura! La cosa que vibra y prende luces ¡habla! —Sasuke observó el aparato un poco escandalizado.
—¿Hola? ¿Quién habla? ¿Dónde está mi Sakura?
—¡Sakura! —Sasuke lanzó el celular sobre la cama. Éste seguía hablando y parpadeando.
Sakura apareció con una toalla envuelta en la cabeza y otra alrededor del cuerpo, parecía agitada y preocupada ante los gritos de Sasuke. Cuando se percató de la situación, lanzó una carcajada estruendosa. Ver a Sasuke con su bate de béisbol apuntando hacia el celular como si éste fuera a atacarlo en cualquier momento fue una situación bastante graciosa que no olvidaría pronto. Sin más, se acercó hasta el aparato y lo agarró a la vez que se lanzaba a la cama de panza.
—¿Hola?
—¿Cariño?
—¡Papá! ¿cómo estás?
—¡Sakura! Menos mal ¿quién era el que atendió? ¿estás bien? ¿te hizo algo? Se puso a gritar como loco cuando le pregunté por ti.
—No te preocupes, papá, estoy bien. Es Sasuke, un amigo que viene del ma-campo —logró corregirse a tiempo. Lo único que faltaba era decir que el chico era del mar y que su padre la tomara por loca. No es que creyera los disparates del chico, pero escucharlo decir todo el tiempo que venía del mar, lo naturalizó.
—Oh, entiendo bueno, eso me alivia. Aunque no deberías tener chicos en tu dormitorio, jovencita.
—Oh, no empieces. Madre sabe de él y dejó que entrara, no te preocupes, parece buen chico —no pudo evitar mirarlo de reojo, Sasuke estaba observando sus cosas un poco impresionado y extrañado por sus funciones.
—Está bien ¿estás bien? ¿Cómo la estás pasando?
—¿Cómo crees? —suspiró rodando los ojos—Me toca trabajar estando aquí, pudiendo estar en alguna parte del mundo contigo y agasajándome de lo lindo ¿podrías mandarme a buscar? ¡Prometo no pedirte nada más!
—No, Sakura. No puedes, sabes que tu madre te ve muy poco y quiere que pases, al menos, el verano con ella. No debe ser tan malo, además que es bueno que aprendas el negocio de la familia de tu madre quizás, algún día sea tuyo.
—Y lo más probable es que lo sea si no se busca un marido, no tendrá a quien más dejarle esto que a mí y yo odio Goto.
—¿Ella no está saliendo con nadie? —un pequeño carraspeo captó la atención de Sakura. ¿Su padre interesado en lo que hacía su madre? ¿Desde cuando?
—Mmm no, que yo sepa, aunque no le faltan pretendientes es muy hermosa y trabajadora, a algunos hombres les gusta ese tipo de mujeres como a ti.
—Bueno, eso si, he-he. Mmm, bueno, me alegro que lo estés pasando bien, eh yo tengo que hacer unas cosas sabes trabajo.
—¡Te estás poniendo nervioso! ¡Te interesa mamá! —Sakura estaba incrédula. Observó a los ojos a Sasuke, quien le devolvía la mirada con curiosidad. Ella palmeó la cama a su lado para que se sentara. El chico lo hizo sin chistar.
—¡Qué cosas dices, Sakura! Tu madre y yo ya terminamos lo nuestro.
—Si, claro. Digamos que te creo porque en realidad no. Te gusta, admítelo. Creí que ibas en serio con Kurenai, pero veo que no. Ay, ver a mis dos vejestorios juntos, de nuevo, ¡qué emoción!
—Más respeto con tus padres, Sakura
—Bueno, si, perdón. Ahora que sé esto, tienes que venir o le cuento todo a madre. Seguro se ponga contenta y
—Cállate. Hablo en serio, Sakura.
—"Si, bla-bla, se terminó, bla-bla, me gusta pero soy cobarde y no quiero pedir perdón". Pues ¿sabes qué? No te la mereces, mejor así, seguro ella conoce a alguien mejor. Bye.
Cortó antes de dejarlo hablar. Su padre era demasiado orgulloso como para dar el paso cuando su madre había dejado todo por él y ahora estaba en este lugar sólo para lamerse las heridas que su padre había dejado en ella y tal fue la depresión que no pudo cuidar bien de su hija. Por eso, Sakura vivía con su padre y visitaba en el verano y el invierno a su madre por unas semanas.
—Sasuke ¿cómo apareciste en la red de pesca?
Sasuke dejó de tocar el edredón con renuencia, pues era suave y se sentía agradable a la piel. Miró a la chica con el turbante en la cabeza mientras mantenía ese aparato raro en sus manos, tocándolo con los dedos.
—Estábamos nadando como lo hacemos todas las mañanas-
—¿Estábamos?
—Mi hermano Itachi y yo. Siempre salimos a nadar antes del paseo real.
—¿Paseo real?
—Protocolo familiar por exigencias de mi madre —rodó los ojos con fastidio —: Entonces, Itachi me retó a que no lograba tocar la cosa esa que me arrastró del agua
—La red.
—Si, eso, la red me arrastró cuando lo tomé en mi mano y cuando quise acordar estaba afuera. Aún no entiendo porqué no tengo mi cola y mi cabello es más corto.
—¿Tienes el cabello largo?
—Si, por aquí más o menos— señaló sus caderas—: Aunque no me quejo, el cabello corto es cómodo.
—No te imagino con el cabello tan largo me agrada así.
—Gracias.
—Seh.
Ambos quedaron en silencio. Sakura cerró los ojos y se quedó así mientras que Sasuke la observaba mover los pies de un lado a otro en el aire. Estiró la mano para tocar un mechón sobresaliente del turbante de la chica, sobresaltándola.
—Es extraño.
—¿Qué cosa?
—Tu color es raro.
—Es tintado. Bueno, en parte, me lo oscurezco un poco porque mi color es más claro.
—Debe ser bonito. Este color hace tus facciones más duras. Eres bonita.
Las manos de Sasuke sostuvieron el rostro de la chica, acariciando con los pulgares las mejillas, haciéndola sonrojar por la cercanía y el contacto. Sasuke parecía fascinado al tocarle la cara, sus ojos no le quitaban la vista de encima.
—Nuestra raza es hermosa por naturaleza, los viejos del consejo real nos han contado historia sobre los humanos y siempre nos han dicho que son horribles, que no poseen belleza y sólo pueden emitir maldad. No veo nada de eso en ti. Eres preciosa y no siento miedo de ti. Es muy extraño.
Sakura estaba roja como la grana ante los cumplidos del chico pez. Carraspeó intentando apartarse, pero la hipnótica voz de Sasuke volvió a la marcha y comenzó a sentirse atraída por una fuerza realmente de otro mundo. De repente, sentía la necesidad de ser devorada por él y no sabía exactamente en qué sentido de la palabra quería serlo.
—Mírame no me quites los ojos de encima son verdes, son hermosos.
Sakura titubeó cuando la cercanía de Sasuke se volvió sofocante. La boca del chico estaba a nada de llegar a la de ella; la sonrisa victoriosa desencajaba un poco con el ambiente hasta que los oscuros ojos del muchacho brillaron por un segundo en un rojo carmesí espeluznante. Retrocedió agitada, el corazón le palpitaba y el cuerpo le ardía. Había experimentado una visión realmente extraña por unos cuantos segundos. Eran ellos en el agua, en el mar, ella se estaba hundiendo, profundamente hasta ver lejos la superficie.
—¿Qué demonios hiciste?
—No funcionó.
—¿Qué cosa? —estaba furiosa por lo que casi estuvo por hacer.
—Quería besarte, eso. Pero veo que mi hipnosis no fue el suficiente. —soltó un suspiro—. Deberé practicar más
—¡Me usaste!
—Sí. Mira, nosotros tenemos la capacidad de hipnosis. Las mujeres lo hacen a través del canto, su dulce voz es capaz de atraer a muchos hombres estando aún a muchos kilómetros de distancia. Los tritones lo hacemos hablando seducimos hasta lograr lo que queremos sin importar la especie.
—Eso quiere decir que ¿hipnotizan a sus mujeres?
—Si, para poder tener relaciones con ellas. Aunque hay que estar muy desesperado para hacerlo. Yo no lo hago, pero mis amigos si.
—¡Es horrible!
—Mira, no eres mi tipo, pero me dio curiosidad cómo sería con un humano. No te sientas especial — el modo aburrido en el que dijo las cosas dejó desencajada a Sakura. Ella creyendo que era un buen chico pero era un maldito arrogante y aprovechado.
—Ya veo. ¿Sabes ? Yo soy muy buena en el boxeo.
—¿Boxeo? ¿Qué es eso?
—Es como la lucha cuerpo a cuerpo.
—¿Pelear?
—Digamos que si. Y cuando digo que soy muy buena, no es una exageración.
La tétrica sonrisa que Sakura le regaló le dio escalofríos a Sasuke. El tronar de los huesos de la mano de Sakura le presagió que si volvía a molestarla, no viviría para contarlo.
Continuará.
N/A: Hola! Tanto tiempo(? Jajaja
Bueno, primero que nada este fic tendría que haber salido hace tiempo pero por temas de la universidad no he podido publicarlo. Tenía el primer capítulo hace bastante tiempo y cuando Lu publicó un fic de ella con esta temática -de paso, vayan a leerlo y a darle love- sentí que nuestras mentes estaban conectadas. Me dijo que la subiera pero quería primero terminarlo y para su buena suerte(? este fic está terminado
Lulu espero que te guste este fanfic, lo hice con mucho amor para ti ❤
Quiero agradecer a Hikari por darle el visto bueno a la historia, fangirlear con él y obligarme a terminarlo(? Y a Uyamiko por la bella portada que hizo para el fic. También quiero agradecer a mis lectores frecuentes, verlos comentar y dar favs o follows me emociona y me llega al cora.
No duden en dar su opinión! Y puede que hayan errores, no me di tiempo a revisar, disculpas por ello jajaja
Bye!
