Disclaimer: Jasper y Alice le pertenecen a Meyer.

Claim: Jasper/Alice.

Summary: Él no tenía esperanzas, ella sabía que él era la suya.

Recomendación Musical: Entra en mi vida — Sin Bandera.

Dedicatoria: Todas mis tweeties, ellas saben quienes son :D (Essy, Annie, Eli, Dessie, Ana).


Entra en mi vida.

( Sin hablarme, sin tocarme, algo dentro se encedió. En tus ojos se hacía tarde y me olvidaba del reloj )


Entró en la cafetería, el olor a sangre, el olor a vida. Ella lo miraba, sus ojos rojos, su piel marchita.
Él quería cambiar, ella quería ayudarlo. Él no tenía esperanzas, ella sabía que él era la suya.

Se fusionaron las miradas. Se fusionaron los corazones sin latidos, se fusionaron las almas invisibles. Se fusionó todo en una gran burbuja de intensa fascinación.
Y estalló.

—Me has hecho esperar mucho tiempo —le dijo la chica de cabellos puntiagudos y revueltos. Sus vivaces ojos dorados brillaron.

—Lo lamento, señorita —respondió.

Mucho gusto.

Rozaron sus manos, tocaron sus almas. Creyeron sentir un latido enamorado que les dijo todo. Todo. Todo.

Acaríciala. Tócalo. Sonríele.

Estaría sonrojada hasta la médula. Él estaría sudando por nerviosismo.

No temas, ambos se pertenecen.

Ella sonríe, sonríe porque sabe que él es el indicado. Él responde la sonrisa, porque sabe que esa pequeña cambiará su vida.

Ella es tu esperanza, Jasper.

Ella lo tomó del brazo y caminó hacia la lluvia. Él rió por su entusiasmo.

Él te necesita para seguir riendo, Alice.

Esa pequeña ilusión de ser feliz volvió a brillar, estaban juntos. Juntos al fin.

Para siempre.

Los labios no se abrían, las manos se rozaban.

Bésala.

No, no la besó. Tenía miedo al rechazo.

Bésalo, Alice.

Y lo besó. Juntó sus labios a los de él y sintió las potentes descargas eléctricas que le invadían el cuerpo.

Atrévete a más.

Pidió permiso y acarició la lengua contra la boca de Alice, ella le concedió más. Se besaron durante minutos, horas quizás.

Díselo.

No.

Díselo, Jasper.

—Entra en mi vida, Alice.

—Por supuesto que sí.

Tómale la mano.

Volteó la cara y lo miró a los ojos carmesí.

Síguela.

Él depositó un beso en su mejilla.

Por siempre.

Para siempre.