Amor imposible.
--No lo entiendes Renée, yo… yo… te amo, ya lo dije.
--Niña tonta, eso ya lo sabía, ¿no entiendes?, lo nuestro es algo imposible.
--¿Por qué? ¿Por que somos mujeres?
--Ahora lo entiendes.
--Pero eso no importa, yo en verdad te…
--¿Amo? Es una palabra algo fuerte ¿o no?
--Es la única que describe lo que siento por ti, no lo entiendes.
--¡Quítate!, no me vuelvas a tocar niña.
--Pero Renée…
--¡Basta!, no quiero verte nunca más, aléjate de mi.
--Pero…
--¿Crees que llorando voy a dejar que metas tus manos bajo mi falda?, ¿o que te voy a besar?, no seas tonta niña.
--Yo te amo, pero si me odias tanto, me voy, creí que podría haber algo entre nosotras.
--La vida es cruel, acostúmbrate.
Corina se fue llorando y Renée sintió una lágrima caer por su bello rostro.
"Vaya que eres mala, le has roto el corazón a quien era tu mejor amiga."
--Eso era, solo mi amiga—dijo en voz baja.
Se paró y se limpió la falda.
Me tiró al suelo, ¿Quién se cree?"
Comenzó a caminar, no tenía ningún rumbo especifico, solo quería irse de la ciudad y olvidar lo ocurrido, habían pasado cinco años desde la batalla final y Renée había tratado de ser lo más amable con Corina, pero ella se aprovechó y trató de besarla más de treinta veces y estaba muy segura de que Corina había tratado de agarrarle la pierna, solo que todavía más adentro.
"Arpía lesbiana."
Durante la guerra con Deep Blue, Renée había sido fría e indiferente con todas las Mews, pero después de la batalla final, le había abierto su corazón a Corina, la había aceptado como su hermana, la hermana que siempre había querido.
No sabía que sentía, si enojo o tristeza. Se había aprovechado de ella, y eso le partía el corazón, pero también le había hecho despertar un sentimiento que ya había olvidado, la furia, el enojo, el odio.
"Pero ella me ha de odiar aún más."
Renée llegó a su casa y se acostó en la cama, llevó su mano derecha entre sus piernas y prendió la tele.
"Corina, que estabas pensando."
--Te extendí la mano… ah… y me tomaste el pie.
"Soy bastante tonta."
El teléfono comenzó a sonar, Renée extendió su mano para tomarlo y se fue a su baño, comenzó a lavarse las manos y contestó.
--¿Si?
--Renée, hola, soy Zoey.
--¿Qué quieres?
--¿Sabes por qué Corina está así?
--No se de que me hablas.
--Ah, lo siento, creí que siendo su mejor amiga, tú…
--¿Acabaste?, bien, adiós.
Renée colgó y regresó a su cama, se acostó y volteó a la tele.
"Estúpida Zoey."
Renée se paró y arregló su falda, se dirigió a su closet, lo abrió y sacó una maleta, la abrió y la comenzó a llenar de ropa. Tomó su teléfono y marcó.
--… Aerolíneas American, ¿qué desea?
--Un boleto a Hawai, primera clase.
--¿Para cuando?
--El próximo que tenga.
--El próximo sale en dos horas, ¿lo quiere?
--Si, iré enseguida.
Colgó y subió su maleta a su carro, cerró la puerta de su casa y arrancó, al cabo de unos minutos, llegó al aeropuerto y preparó todo, pasó documentación y subió al avión. Su asiento se encontraba en primera clase, había pagado los dos asientos de la fila para evitar ser molestada en el viaje y poder dormir.
--Disculpe, ya llegamos.
--¿Quién eres?
--Me llamo Adam, pero eso no importa, lo que importa es que despertó y que ya llegamos.
--Muchas gracias.
Renée se paró del asiento y se dirigió a la salida.
--Oye, al menos dime tu nombre.
--Renée, Renée Roberts.
--Nos veremos otro día Renée Roberts.
--Lo dudo mucho.
Renée salió del avión y recogió sus cosas, pidió un taxi y llegó al hotel más lujoso de la ciudad, caminó a la recepción y pidió una habitación.
--Lo siento, estamos llenos.
--¿No tiene ni una sola habitación?
--bueno, tenemos la suite dos vacía, es individual y no hay reservación, pero está muy…
--Cóbrela y déme la llave lo más rápido posible.
Después de un par de minutos, Renée estaba en la suite del hotel, encendió la tele y sacó su traje de baño de la maleta.
"Quizá nadar me despejará la mente."
Renée se desvistió y se miró al espejo.
"Mírate, ya eres todo una mujer."
Renée dejó de mirarse y se puso su traje, se puso bloqueador solar, tomó su toalla y salió a la alberca del hotel.
"Vació, puro hombre de negocios sin tiempo para divertirse."
Volteó al edificio y vio que la puerta de la sala de juntas se abría, salieron puros hombres de traje, con portafolios y zapatos de cuero negro.
"Gracias a ellos pagué una suite."
Entró en la alberca y se relajó.
--Muy bien señores, nos veremos mañana ¡Ahora a la alberca!
Renée sintió como alguien se aventaba a la alberca.
--¿Renée Roberts? Que casualidad.
--¿Te conos…?
--Adam, recuerdas.
--Si, eres el chico del avión.
--¡Si!, ¿Cómo esta?
--Bien, algo enojada, gracias a ustedes tuve que pagar una suite.
--¡Ja!, lo siento.
--Es el mundo de los negocios, lo se.
--Si, pero a veces me doy un escape, aunque ya me tengo que ir, tengo una cena, ¿la veo después?
--Ya lo veremos, adiós.
--Si, adiós.
El chico salió de la alberca, aún llevaba su traje puesto, se secó con su toalla y se fue a su cuarto.
"Loco."
Debía de ser de esos "hijos de papi" que había heredado la empresa. Parecía infantil e irresponsable, pero buena persona.
