Hola! Este fic participa en el reto "Hogwarts a través de los años" para el foro de "La noble y ancestral casa de los Black". Sip, me he vuelto una adicta. Los personajes que elegí fueron: Rowena Ravenclaw, Remus Lupin, Cedric Diggory y Teddy Lupin. Espero lo disfruten al igual que yo lo hice al escribirlo!

Disclaimer: Todos los personajes que reconozcan pertenecen única y exclusivamente a J.K Rowling, y yo solo los utilizo con el fin de entretenerlos =P


Rowena Ravenclaw

Palabras: 863


Ningún alumno rondaba los pasillos del colegio al anochecer, pero Rowena estaba segura de que alguien había entrado a sus habitaciones a hurtadillas. Se levantó de la cama y tomó su varita que se encontraba sobre la mesita de noche. Caminó lentamente hasta la puerta, intentando no hacer ruido, veía una sombra, por lo que supo que alguien se encontraba fuera de su habitación. Inhalo y exhalo unas dos veces antes de prepararse para atacar y empujó la puerta. De repente alguien la arrinconó contra una pared antes de que pudiera hacer cualquier cosa, dándole un fuerte golpe en la espalda.

–No debería salir luego de las siete señorita Ravenclaw –escuchó que decían a su oído y cualquier susto que tuviera se esfumó al reconocer la voz de su captor.

– ¿Qué haces aquí Salazar? –le preguntó.

–Pensé que te gustaban los juegos –le dijo presionándola más contra la pared, Rowena soltó un quejido pero luego sonrió.

–Estas lastimándome –le avisó, Salazar soltó una leve risa.

–Esperaba hacerlo… ¿Qué crees que diga Godric si me viera aquí? –le preguntó levantando las cejas ante aquel repentino pensamiento que llegó a su cabeza. Rowena apretó los ojos al pensar en la última pelea de los dos tontos que tenia por compañeros.

–Probablemente se querría batir en duelo por mí –le contestó, aunque sabia que ese no seria el motivo real, Godric haría parecer que era por el hecho de que Salazar estaba "lastimándola" pero todo lo que quería era terminar lo que habían empezado aquella tarde.

– ¿Quién crees que ganaría? –Rowena resopló al escucharlo hacer otra pregunta.

– ¿Puedo saber el motivo real de tu visita? –aquello era lo que realmente le interesaba de aquel encuentro. Salazar la soltó.

–Vine a despedirme –le contestó recostándose de la pared que estaba frente a ella, Rowena se descompuso por dentro ¿se iría?

– ¿Despedirte? Solo debes pedirle disculpas a Godric –le dijo con seriedad, no quería demostrarlo pero la verdad, que él se fuera no era algo que le agradara, ¿Qué seria de ella sin Salazar?

Slytherin soltó una corta carcajada y se le quedó viendo fijamente – ¿Pedir disculpas?... Quizás esa respuesta tan diplomática te guste, pero yo preferiría no hacerlo –se acercó a ella lentamente y le acarició el rostro, Rowena cerró los ojos al sentir el contacto pero quizás demasiado pronto los abrió.

–No puedes irte –le dijo molesta alejándose de él.

–Algo mío quedara en el castillo, lo prometo –susurró él como si estuviera disfrutando de algún tipo de broma personal.

–No puedes irte –repitió ella como si no le hubiera escuchado, Salazar volvió a acercarse a ella y la tomó por los hombros.

–Si puedo y lo haré, ninguno de ustedes volverá a verme y no tendré que volver a lidiar con el voluble Godric Gryffindor –Rowena lo vio directamente a los ojos, ¿era acaso posible que alguien fuera tan egoísta?

– ¿Y que pasa conmigo? –le preguntó molesta, el hombre volvió a reírse.

–Tú, mi querida Rowena, te quedaras aquí a las ordenes de tu querido Gryffindor –le dijo con burla mientras la soltaba, ella levantó la mano para abofetearlo pero el le sostuvo la mano antes de que lo hiciera.

– ¿Desde cuando tan muggle? –le preguntó soltándola con una mueca de asco en el rostro. La mujer vio su varita, que se encontraba en su otra mano, pero no se atrevió a hacerle daño.

–Desde que tu egoísmo no te deja ver más allá de tu orgullo –le contestó dándole la espalda.

– ¿Algo que quieras decirme antes de irme? –le preguntó él con una sonrisita, Rowena resopló.

–No –le contestó pensando entonces en lo mejor para ella, si él quería irse pues que lo hiciera, aquello solo demostraba que su apego era mayor que el que él le tenia.

–Salúdala de mi parte entonces –le dijo antes de desaparecer. Rowena se dio media vuelta al escucharlo sin poder creerlo ¿Era tan descarado? Le dio una patada a la puerta al no verlo, lo sabía y no decidió quedarse ¿Qué clase de persona era?

Al día siguiente cuando todos descubrieron la huida de uno de los cuatro fundadores del colegio, ella decidió no decir nada acerca de su última conversación, no valía la pena y claro estaba… la charla que mantuvieron era demasiado personal como para que todos los demás se enteraran. Aquella fue la única vez en la que Rowena Ravenclaw se sintió realmente débil, débil únicamente bajo las redes de un poder contra el que no podía luchar, un poder que había destruido al más valiente y fuerte. El amor.

Aunque nadie se enteró jamás de que la mujer mas inteligente del mundo mágico había caído al igual que miles en las redes del amor, y por mucho que quiso borrarlo, siempre se arrepintió de hacerlo por quien menos lo merecía. Por que a Salazar Slytherin nunca le importó que ella fuera la más inteligente, o la más cariñosa, o que dejara de hacer cosas por huir con él por horas, todo lo que le importaba a Slytherin era él y todo lo que pudiera convenirle.

Y nadie nunca se enteró… Por que ella y Salazar sabían guardar muy bien sus secretos