Capítulo I: El tren al último año.

Punto de vista: James Potter.


-Sal conmigo, Evans.-la frase salió sola, como solía pasar.

-Preferiría besar a un hipogrifo y luego tirarme desde la torre más alta, Potter.-bueno, esa respuesta es nueva, al menos salimos del poco original "ni muerta".

La melena pelirroja se alejó por el pasillo del tren y se metió en un compartimiento.

-Jo, Cornamenta, primer rechazo oficial del año por parte de la pelirroja. ¡Y ni siquiera hemos llegado a Hogwarts! Vaya, es un récord, hermano.-comentó Sirius. Le tiré con mi chaqueta (la cual me había sacado hace unos momentos) y él simplemente rió perrunamente, como siempre.

Lily Evans es la chica más hermosa que mis ojos jamás puedan ver. Hermosa en todo sentido. Externamente, cabe destacar su cabellera rojo fuego, sus ojos de color verde esmeralda (esos que tan a menudo me lanzan miradas asesinas), las adorables pecas que surcan su rostro, su delgada figura, su radiante sonrisa (que jamás me ha dedicado a mí, por cierto), o muchos etcéteras por aquí.

Además de eso, considero que Lily tiene una personalidad maravillosa. Y muchos me dirán loco por eso, y añadirán que es mejor decir que tiene un humor de perros, que es chocante o incluso aterradora. Pero a mí me encanta la forma de ser de la pelirroja. Porque es firme, decidida y aplicada. Es valiente y defiende sus ideales con dientes y garras. Toda una leona, toda una Gryffindor.

Y todas aquellas cosas, sumadas a muchas más (que no nombraré porque estaríamos aquí por un mes) son las que hacen que Lily Evans sea mi chica ideal.

Por cierto, no hay que ser un genio para advertir que yo soy James Potter. Y si habían pensado en otra persona, me avisan quién es para que pueda descuartizarlo lenta y dolorosamente, ¿vale? Es que la pelirroja no es chica ideal de absolutamente nadie más.

Admito que estoy acostumbrado a sus rechazos, pero ese si que me hirió el ego. Hace solo unos minutos que me despedí de mis padres y subí al tren y ya me ha dicho que no. Sirius tiene razón, es todo un récord. Pero en fin, la vida sigue y gracias a Merlín, porque no me rendiré hasta conseguir un sí. Insistente es mi segundo nombre. Bueno, no, pero así se dice, ustedes me entienden.

En este momento, la vida me ha llevado a buscar a Colagusano por todo el tren, junto con Sirius. Remus tiene obligaciones de prefecto, claro está. Recorrimos prácticamente todo el tren, y allí, en el penúltimo compartimento encontramos a Peter, aquel rubio rellenito que era nuestro amigo desde ya 7 años. ¡Cómo vuela el tiempo! (Pero que cliché sonó eso…)

-Hola Peter, ¿qué hay?-pregunté informalmente.

-No mucho.-respondió simplemente. Parecía nervioso.

-¿Qué tal tu verano?-preguntó Canuto. Al ver que no pensaba contestar añadió- Anda, cuéntanos.

-Ba-bastante a-aburrido la verdad.

-¿Desde cuándo eres tartamudo, Colagusano?-preguntamos Sirius y yo a la vez. El me miró y soltó al aire-Las grandes mentes piensan igual.

Yo reí y volví a concentrarme en el chico del asiento del frente. Peter desviaba la mirada, hacia la ventana.

-Eh, amigo ¿qué pasa? Escúpelo ya.-le dije.

-Na-nada, de ve-verdad. Sólo estoy nervioso por… ehh.. por.. comenzar un nuevo año. –eso último lo dijo con un tono un poco interrogante, como cuando intentas inventar una excusa y no se te ocurre nada bueno.

-Da igual, ya nos contarás.-dijo Sirius despreocupadamente y se dedicó a comer una rana de chocolate que había traído. Yo saqué la snitch que había "tomado prestada" hace dos años y me puse a jugar distraídamente, como siempre hacía.

Cuando nos aburrimos del silencio (mi "hermano" y yo no somos de quedarnos callados así que eh.. unos cinco minutos después) nos pusimos a conversar de trivialidades y esas cosas que uno charla con amigos. Entre esos temas, Quidditch, por su puesto. Sirius y yo habíamos comprado nuevas escobas con dinero obtenido gracias a… medios no-tan-legales, jeje. Así que nos pusimos a planear estrategias para los juegos del último año. ¿Oh, lo mencioné ya? Es nuestro último año.

Eso quiere decir, últimas oportunidades. Como por ejemplo, de ganar la copa de Quidditch, salir con Lily, hacer que Gryffindor gane la copa de las casas, salir con Lily, obtener buenas notas (pero de entre nosotros, sólo Remus se preocupa mucho por eso), salir con Lily, etc. ¿Mencioné salir con Lily? Ese ítem es importante, sí señor.

El tiempo se pasó volando en el tren y de pronto ya era hora de vestirnos para entrar al castillo. Si, si, me pasé por alto varios momentos como, la hora del carrito de la comida, cuando se formaba un alboroto impresionante de gente que, famélica, compraba algo para comer; la vez que Remus se zafó de sus asuntos y vino a charlar, pero fue interrumpido por un grito de "¡Prefecto!" en un compartimento cercano (ya contará qué pasó); o una de las pocas veces que Colagusano habló en todo el camino. Ese chico está raro, ya le sacaré lo que le pasa.

-Le guste o no.-me había murmurado Sirius cuando le planteé eso último.

Una vez nos vestimos y logramos dificultosamente salir del tren (digo dificultosamente porque fue una estampida de alumnos) nos dirigimos a las carrozas que nos llevarían al castillo. Subimos Remus, Sirius, yo y un chico de Hufflepuff, quien aparentaba unos dieciséis años, pero para ser sincero en mi vida había reparado en él. Peter no estaba por ningún lado.

Los chicos conversaban, pero yo no les presté atención porque había notado que justo delante de nosotros iba mi pelirroja favorita, conversando enojadísima y haciendo muchos ademanes, que parecían un empujón y la caída de algo sobre su pie.

Y como yo soy James Potter y todo lo puedo (ego, ego), me enteraré de que le pasó a Lils.

Doblamos la esquina y tuvimos la visión del magnífico casillo de Hogwarts. Mi escuela y mi segundo hogar desde mis tempranos once años.


Desclaimer: Ninguna de las cosas que reconozcan me pertenecen. Yo sólo las tomo prestados para divertirme (y babear, en algunos casos, jojo)

Ay, ay ay. Es mi primer fic y no pregunten cómo que me animé a colgarlo.

Se sitúa en la época merodeadora (por si no se han dado cuenta) y básicamente tratará del último año de los merodeadores. No soy ninguna gran escritora y mucho menos me salen dramones impresionantes, así que no esperen maravillas de mí.

Había escrito el hilo de la historia, pero han venido nuevas ideas a mi mente, asi que no hay un rumbo fijo. Se aceptan sugerencias, soy una persona abierta.

Aparte, este no es un capítulo largo, pero creo que los que vienen serán bastante más (pero no demasiado, porque es tedioso de escribir y también de leer).

Los capítulos irán variando de punto de vista, así es más divertido.

Eso es todo. Tomatazos, criticas, sugerencias, felicitaciones, avada kedavras y demás, me mandan un review (lo agradeceré, en serio que sí).

xoxo,

Pharetra Black.