Hola a todos de nuevo (: aqui les traigo otra historia, espero que valla a ser de su agrado, me gustan un poco las cosas dramáticas asi que esta historia va encaminada para ese tipo, denle una oportunidad!
Gracias por leer ^^
Capitulo 1
Llevaban un año viviendo en Forks, debido al nuevo trabajo de mi padre en el hospital del lugar, habían dejado todo en Biloxi, amigos, escuela, mi casa pero al poco tiempo de haber llegado había logrado conseguir la mayoría de esas cosas de nuevo.
La casa en la que ahora vivía era mucho más grande que la de Biloxi, la de ahora es más bonita e incluso tiene una vista preciosa, mi madre la decoro toda ella, Esme es la mujer más detallista y amorosa, es la mejor madre que pude haber tenido, mi padre dice que soy idéntica a ella pero en realidad creo que somos diferentes, lo único que tenemos igual son nuestros ojos, papá se esmera en decirme que soy igual de bella que ella, pero la verdad es que ella lo es más.
-¡Alice es hora de irnos!- me dijo mi hermano, era un año mayor que yo, el guapo y caballeroso Edward Cullen desde que llegamos a la escuela todas estaban sobre él, era el sueño de cualquiera de la preparatoria salir con Edward, pero mi hermano solo tenía ojos para la simpleza de Bella, desde que la vio se enamoró de ella pero no fue hasta hace tres meses que se decidió a declararse a Bella.
-¡Enana!- me grito Emmet, si ese era mi otro hermano el gorila de Emmet Cullen igual de guapo que Edward, pero eran muy diferentes Emmet al igual que yo era castaño y Edward era rubio cobrizo, sin embargo Emmet tenía los ojos azules de mi padre, mientras que Edward y yo los verdes de mi madre, él era 4 años mayor que yo por lo que estaba en la universidad, hoy nos llevaría a la preparatoria el auto de Edward estaba en el taller.
-Ya voy, ya voy- dije bajando las escaleras de mi casa, me encantaba ir siempre bien arreglada a la preparatoria, nada exagerado pero si bien presentable
-Te ves hermosa no te hace falta nada, no entiendo por qué tardas- me dijo Edward, el siempre solía hacerme halagos
-El nerd tiene razón duende- me dijo Emmet avanzando delante de mi hasta su jeep
-No soy un nerd- se quejó Edward pero en realidad mi hermano era muy inteligente por eso quería ser doctor como mi padre
-Aceptémoslo Ed, si lo eres- le dije a mi hermano desde el sillón de atrás me acomode bien en él y mire fijamente la carretera
Yo me encontraba iniciando mi segundo año de la preparatoria, por lo que Edward y Bella estaban en tercero. Mi hermano Emmet se había decidido estudiar en la universidad de Port Angeles, pero había perdido un año de estudios por lo que estaba en su segundo año de su carrera, mis padres habían insistido en comprarle un departamento allí, pero él había insistido que no era necesario viajaría a diario quedaba cerca. Muchos estudiantes hacían eso.
Cuando llegamos a la preparatoria baje del auto y como era de costumbre las miradas se centraban en nosotros.
Yo solía ser una persona muy alegre sin embargo de un tiempo para acá me he vuelto muy reservada. En la preparatoria me conocían como la guapa chica de Biloxi, la nueva que había estado internado en un hospital más veces que cualquiera en el pueblo. Si esa era la verdad, aunque al parecer a los chicos no les importaba mucho lo del hospital, pero desafortunadamente las chicas creo que me odiaban y me veian como la chica rara.
Mi vestido azul se movió un poco con el aire, llevaba unas botas cafés que combinaban a la perfección, mi cabello castaño casi azabache llegaba a media espalda y se agitaba con el aire típico de Forks, llevaba mi mochila sobre un hombro, al tiempo que caminaba hasta la entrada sentía las miradas sobre mí, era tan extraño ya llevaba un año ahí y todo seguía siendo lo mismo, nadie se me acercaba a no ser que quisieran llevarme a la cama o al menos eso decía Edward después de que le contaba lo que me habían dicho.
Tenía que admitirlo desde que llegue aquí la escuela se había vuelto en un lugar de tortura para mí.
-Ahí viene la señorita Cullen, no crees que deberías comenzar a hablarnos un poco más dulzura- me dijo Riley el capitán del equipo de futbol, simplemente rodé los ojos, me estremecí al escuchar su voz pero seguí caminando llegue a mi casillero seguía siendo el mismo que el del año pasado, toda esta semana me había dedicado a decorarlo un poco me gustaba que se viera diferente.
-¡Alice!- exclamo Bella a mis espaldas- Edward me dijo que tuviste problemas en tu tarea de literatura ¿Por qué no me dijiste?- preguntaba la novia de mi hermano, creo que ella era la única amiga que tenia
-Oh Bells, no quise molestarte, en realidad no tuve muchos problemas, simplemente que eso de escribir no se me da muy bien, pero creo que hice un buen trabajo- le sonreí, a decir verdad era muy buena estudiante el único dolor de cabeza de mis padres había sido Emmet
-Me alegra- me dijo sonriendo- me tengo que ir al profesor de Economía no le gustara que llegue tarde – decía despidiéndose de mi con la mano
-Nos vemos luego Bella- le dije con un sonrisa, tome mi mochila y comencé a caminar a mi primera clase del día
Cuando llegue a mi clase me senté en mi lugar, la mayoría de las mesas eran de dos y como era de costumbre yo me sentaba sola, cuando la clase comenzó el profesor pidió los ensayos del libro que nos había marcado leer, pase el mío adelante
-Bien jóvenes hoy analizaremos a Shakespeare- decía mi profesor de literatura- Levanten su mano todos aquellos que hayan leído Romeo y Julieta por favor – dude un poco en levantar mi mano pero al final me decidí, la alce, mi padre me había regalado ese libro a los 10 años
-Que raro- dijo una voz molestosa- la matada de Alice ya lo leyó, cariño ¿segura que tienes una vida? Porque para leer tanto seguramente estas encerrada todo el día- termino de decir
-Lucy por favor limítate a hacer comentarios inapropiados en la clase- la reprendió el profesor
Lucy es una tipa rubia perfecta de ojos azules, salía con uno de los del equipo de futbol, pertenecía al grupo de las porristas, era toda una diosa o al menos así la describían algunos de los de mi salón.
Cuando termino la clase, me dirigí a la cafetería en realidad no estaba tan sola, ahí estaban sentados Ben y Ángela, mis dos mejores amigos estaban en mi año pero teníamos muy pocas clases juntos al final los tres teníamos algo en común éramos los ignorados.
Para mí era algo muy difícil, en Biloxi era de las chicas populares y no por andar con todos los chicos del equipo de futbol, sino porque era amiga de casi media escuela, sin embargo aquí era la chica odiada por todas las demás chicas, aun no lo entendía, era complicado debido a que mis hermanos eran son muy populares, mi madre una diseñadora de interiores reconocida y mi padre un excelente medico por eso estábamos aquí, pero todo esto me mostraba que el hecho de tener una excelente familia no significa que la sociedad te acepte, o al menos no aquí en Forks.
-Hola Angie- salude a mi amiga, estaba sentada concentrada en su lectura
-Hola Alie ¿Cómo te va?- pregunto mirándola, Angela era una chica langarucha de anteojos y cabello negro como la noche
-Bien creo- contesto Alice sentándose
-He visto que tu hermano te trajo en la mañana- le dijo volviendo a su lectura
-Oh si- afirmo abriendo su jugo- Emmet nos trajo a mí y a Edward, su auto está dañado
-¿Cuándo aceptaras que al menos te pase a buscar? – dijo Ben mirándome, llevaba queriendo salir conmigo desde que me conoció
-Lo siento- dije mirando mi plato, me sentía mal por rechazarlo pero no quería ilusionarlo ni hacerle sentir algo que yo no sentía
-Deberías darte por vencido primo, el corazón de Alice lo ocupa otra persona- le dijo mirando a Ben
-Un patán que nunca se ha fijado en ella, que solo la ve como la hermanita de sus amigos y para rematar es el novio de la tipa que le hace la vida imposible- decía recordándole a su prima- ¿Una persona así quieres para tu amiga Angela?- dijo haciéndose el sufrido
-Eres un payaso Ben- espeté riendo junto con Angela
-Un payaso preocupado- dijo el sabiamente
-Miren nada más- dijo una voz victoriosa llegando hasta nosotros – los tres inadaptados, dinos Alice ¿Por qué no eres como tus hermanos? ¿Es que acaso se avergüenzan de ti? – me preguntaba una morena acompañada de dos rubias
-No te interesa- conteste secamente Alice
-Oh es cierto, realmente NO ME IN-TE-RE-SAS- dijo remarcando cada palabra- en lo absoluto pequeña loca – decía con desprecio- por eso mismo te trato como quiera- dijo intentando lanzarme el jugo encima
-Déjala en paz María- hablo Ben
-Mira que ternura- comento Lucy- el cuatro ojos defiende a la loca, oye Alice creo que ya tienes novio
-Solo le tienen envidia- volvió a decir Ben
-¿Envidia? ¿Yo? ¿De esta loca?- dijo con desprecio María – ni en más nefasto sueño podría tenerle envidia
-¿Por qué no en vez de molestarnos se van a utilizar sus cerebros en algo más provechoso?- pregunte irritada –Oh es cierto, CA-RE-CEN de ellos – le dije molesta
-Estúpida- me dijo María molesta empujándome la charola sobre la ropa- ¿Por qué no llamas a tu hermano Edward a que te defienda? Lo olvidaba eres la sobra en tu familia- me dijo con todo el odio que pudo- Vámonos- les dijo a sus amigos- que aquí empieza a apestar a bastardos
-No le hagas caso Alie- me dijo Angela preocupada por su amiga
-Tu sabes que tus padres te aman pequeña- me dijo Ben viendo la tristeza en los ojos de su amiga
-Creo que debería irme- les dije poniéndome de pie, notando que mi ropa ahora estaba toda manchada, hasta el día de hoy no lograba entender como Edward nunca se daba cuenta de lo que me hacían, casualmente jamás estaba en la cafetería.
-No, no Alice ven- dijo Angela tratando de que yo regrese pero fue inútil, siempre sucedía lo mismo, o al menos tres veces por semana, estaba harta, que había hecho yo para que me traten asi, lo peor es que realmente me afectaba.
Camine directamente al baño de mujeres, entre y vi mi vestido, estaba completamente manchada y aún quedaban algunas clases en el día y para mi infortuna con Lucy.
María era un año mayor que yo, estaba en el mismo grado que Edward, es una morocha muy guapa, tiene descendencia latina por lo que atrae a un montón de hombres, todos la tienen en un excelente concepto a pesar de que sea la peor persona del mundo, al menos conmigo lo es, e incluso con otras personas es la capitana del equipo de porristas y ella junto a sus amigas Lucy y Netty me hacen la vida imposible desde que piso los pasillos del colegio.
Las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas, no eran pequeñas y silenciosas, de orgullo y aflicción, no podía demostrarles que era débil, nunca, pero por tratar de hacerme la fuerte había tenido serios problemas, no importaba ellas no podían verme débil no les iba a dar el gusto, a parte no podía exponer a mi hermanos y mucho menos a mi padre.
Salí del baño justo cuando escuche el timbre seque rápidamente las lágrimas y camine con mi falsa sonrisa, la que aparentaba que todo estaba bien. Gracias al cielo las clases ya iban a terminar y me iría a mi casa lo más rápido posible, era viernes y descansaría del infierno de la escuela dos días.
Cuando terminaron mis clases, salí en silencio como siempre, Angela y Ben salieron disparados irían a pasar el fin de semana con su abuela a Seattle por lo que viajarían esta misma tarde, cuando pase junto a la puerta principal tropecé con lo que después me di cuenta era el pie de Lucy quien reía de lo que me había sucedido, enserio que no entendía la necesidad de tratarme de esa manera.
-¡Alice papá ya llego!- me dijo Edward desde el estacionamiento, Emmet salía tarde de la universidad y llegaría en la noche
-Ya voy – le dije con mi mejor sonrisa, realmente soy una buena actriz -¡Hola papá!- dije saludando a mi padre
-Hola hija ¿Cómo te fue?- pregunto esperando a que Edward se terminara de despedir de Bella
-Muy bien- mentí como de costumbre poniéndome el cinturón
-¿Qué te paso en la ropa Alice?- pregunto mi papá al mismo tiempo que Edward subía al auto y mi padre arrancaba
-Me caí con la charola de la comida- dije pasando la mano sobre mi vestido sucio
-¿Otra ves?- pregunto Edward, bien chismoso mi hermano
-¿Cómo que otra ves?- pregunto mi padre mirándome intrigado
-Ve por donde vas papá, vas a chocar- lo regañe- y si Edward, otra vez – dije mirándolo con cara de que me las pagara
-Debes tener cuidado cuando caminar hija- empezó mi papá con sus sabias palabras- creo que Bella te ha pegado un poco sus pies izquierdos, sin ofender hijo, sabes que queremos mucho a Bella- dijo Carlisle provocando una risa de su hija y que Edward se quedara serio
-Admítelo hermanito, Bells es un poco patosa- le dije mirándolo, ahora el me sacaba la lengua
Cuando llegamos a la casa, mamá nos esperaba para comer, somos una familia bastante unida, papá tuvo que volver al hospital a trabajar como de costumbre, Edward seguramente saldría por la noche con sus amigos y Emmet muy probablemente también, y yo me quedaría en casa, no tenia muchas ganas de salir a alguna parte.
-Alice ¿ya tomaste tu medicamento?- pregunto mi mamá
-Ya- conteste desde mi cuarto justo antes de quedarme dormida.
