The Last Nightblood
Tras la guerra nuclear la tierra se convirtió en inhabitable salvo los pocos supervivientes...de entré todos ellos Becca Pramheda destacaría por su ingenio y labor altruista, ella se convertiría en la primer commandante de los supervivientes, su sangre color negro sería el único rasgo que podría compartir con su próximo sucesor.
Después de Heda, vendría Polis una zona devastada, más no totalmente destruida, Polis sería su nuevo hogar, un nuevo comienzo.
Con el paso del tiempo y la ampliación de Polis, los exploradores encontrarían más supervivientes, más clanes.
Con nuevos clanes y territorios llegaron las guerras.
Hoy 97 años después con trece clanes conocidos, territorios establecidos y nómadas exiliados debido a sus malformaciones, la guerra entre los trece clanes había extinguido la vida de cada Heda que ascendía al trono, ninguna capaz de conseguir lo que en el fondo anhelaban...la paz.
El clan skaikru se habían convertido en los guardianes de la llama, los protectores del legado de Heda, debido a sus conocimientos sobre la tecnología antigua eran los únicos capaces de mantener el legado con vida.
- Clarke debes ir ahora- Ordenó enfáticamente Jake.
- No puedo huir! No cuando la Nación del hielo a declarado la guerra a nuestro clan, no puedo abandonar a mi gente!- discutió
- Escucha a tu padre, Clarke- añadió Abby- como la hija del canciller es tu deber ser la portadora de la llama, tienes un objetivo que cumplir.
- Cuando encuentres al heredero de la sangre todo será mucho mejor- aseguró Jake- Azgeda ha ido conquistando clan tras clan, su sed de poder es enorme, nuestra última esperanza es encontrar al digno portador de la llama y sólo tu puedes encontrarle.
Clarke asintió apretando su agarre en el pequeño estuche en su mano- Estarán bien...?
Abby y Jake compartieron una sonrisa - Por supuesto- aseguraron- somos Griffin...
Clarke negó con la cabeza y sonrió hacia ellos, tomando aire recogió su maleta pequeña que contenía lo indispensable para sobrevivir y escondió el pequeño estuche entre sus ropas, caminando fuera de las puertas de Arkadia , Clarke se volvió a sus padres- estaré de vuelta pronto- afirmó . Sus padres asintieron.
La verdad era que nadie había tenido noticias de la existencia de ningún heredero de la sangre en más de 60 años, el último comandante había muerto a manos de un guerrero Azgeda a la edad de 10años y desde entonces la flama había permanecido sin portador.
- Yo tengo que hacerlo, tengo que encontrar al último commandante de la sangre...- Clarke murmuró para si misma mientras de adentraba en el bosque . Su primer parada sería con el clan Trikru , un clan de nobles guerreros y uno de los pocos clanes capaces de hacer frente a los guerreros de Azgeda.
Trikru no se encontraba muy lejos de Arkadia, un par de horas a pie y te encontrarías con TonDc su principal ciudad...
Clarke suspiró descansando bajo la sombra de un árbol, el verano había comenzado con una larga racha de olas de calor y no parecía dar marcha atrás.
- Mira lo que tenemos aquí...una niña Trikru...no es bonita .. Jhon?...
Clarke se puso rígida contra el árbol. Al parecer bandidos rondaban este bosque. Su curiosidad le llevó a estar más cerca de las voces, cubriendo su presencia tras unos arbustos a unos veinte pasos de lo que podía ver ahora eran tres guerreros Azgeda, seguramente exploradores, arrinconando a una chica de no más de 15años , sus miradas sucias por toda la niña. Clarke apretó la mandíbula, repudiaba actos así. Sin pensarlo dos veces saltó fuera de su escondite atrayendo la atención de los guerreros hacia ella.
- Déjenla tranquila! -amenazó. Si bien su padre y amigos le habían enseñado a luchar, Clarke nunca era de las que dispara primero y pregunta después.
Los tres guerreros Azgeda rieron a carcajadas, en unos segundos se habían precipitado contra ambas mujeres dejándoles a su merced.
Sintiendo el aliento putrefacto de quien le tenía maniatada , Clarke reprimió las ganas de vomitar. La próxima vez tal vez golpearía primero antes de preguntar.
- Quiten sus sucias manos de ellas!- una voz gruñó amenazadora. Todos mirando a el nuevo intruso. Una chica de complexión delgada y figura pequeña. Clarke escucho las risas de los tres hombres y entornó los ojos. Obviamente estaban juzgando a ella por su físico, mucho menos grande y musculoso que los suyos.
- Miren! Ya habrá una para cada uno de nosotros!-vitoreo uno.
- He dicho que les dejen libres, no voy a repetirlo.-gruñó la morena.
El hombre que permanecía sin contener a nadie desenfundo su espada.- Asi que eres una luchadora...me gusta- dijo lamiendo sus labios de forma sugerente.
La chica entrecerró los ojos antes de atacar al guerrero venciéndole en tiempo récord, su vida escapando en un suspiro. El silencio se instauró en el lugar seguido de gruñidos y maldiciones provenientes de los dos hombres que habían olvidado sus capturas y ahora atacaban sin titubear a su amenaza.
Clarke y la chica observaban sin pestañear como el resto de sus atacantes caían al suelo sin vida.
La misteriosa morena volvió su atención al dúo.
- Se encuentran bien?-cuestionó.Ambas asintieron. - bien...- luego sus ojos se estrecharon- Marion que ha dicho tu madre de no abandonar la aldea por ti misma?- Clarke observó la interacción, al parecer ambas chicas se conocían- regresa ahora mismo o tendrás grandes problemas...
La niña sonrió - Nos vemos más tarde!
La chica se fue dejando a ambas mujeres a solas.
- Asi que...- Clarke inició, sin embargo sus palabras fueron cortadas
- También debería volver a su clan , chica cielo, si los exploradores de Azgeda han llegado hasta aquí sólo indica que la guerra nos alcanzara pronto, no debería vagar por el bosque a solas...-la morena inició su retirada sólo para ser detenida por Clarke que sin pensarlo le tomó del antebrazo, generando una mueca de dolor a la joven.
- Lo siento! Estas herida!?-dijo sorprendida. La verdad era que no veía rastro de sangre en sus ropas...fue entonces cuando Clarke dejó de buscar en las ropas negras y observó en su propia mano...-... Tú...
Haciendo como si no sucediera nada, la morena se encogió de hombros y continuó su andar- ...sanaré pronto, no es nada...vuelve a tu casa chica cielo...
Recuperando se del shock, Clarke observó a su destino caminando lejos de ella, eso no pasaría, interponiendo se frente a la morena, Clarke le cortó el paso.
- No volveré con mi gente hasta que tu vengas conmigo- enfatizó
- Lo siento, pero, no eres mi tipo...-afirmó
Clarke frunció el ceño a la vez que ponía su palma manchada en sangre oscura frente al rostro de la otra chica- esta es la prueba de tú eres a quien hemos estado buscando por años y tanto tú como yo tenemos un destino que cumplir y un papel que desempeñar...
El rostro antes estoico parecía mostrar un rastro de ofensa.
- Chica cielo...
- Clarke, deja de decirme "chica cielo" mi nombre es Clarke...
- Clarke...yo...
- No me interesan tus excusas...- Clarke se detuvo en espera de que la chica le diere su nombre.
- Lexa...
- La cosa es , Lexa, yo soy Clarke la actual protectora de la llama y tú eres el primer heredero de la sangre que ha aparecido en los últimos 60años...
- No me interesa...- Lexa le interrumpió dando un paso lejos de Clarke caminando lejos de ella.
Clarke frunció el ceño, poniéndose al lado de Lexa- Bien, pues te guste o no, iré donde vayas hasta que aceptes tomar tu lugar .
Lexa resopló deteniendo su andar y mirando a la rubia, notando por vez primera lo hermosa que era, repentinamente el golpeteo de su corazón se aceleró , sin embargo, su rostro no mostró la mínima emoción - Vuelve a tu gente Clarke...no estoy interesada en una leyenda...
Clarke frunció el ceño, disminuyendo el espacio personal entre ellas a escasos centímetros - No puedes huir de quien eres, Lexa, no cuando eres la última esperanza que tenemos para que se haga la paz, he dejado Arkadia para encontrar a quien podría ser el último de tu tipo, no podemos dejar que la Nación del hielo continúe con esta guerra...muy pronto no quedará nada ni nadie para oponer resistencia...no puedes abandonar a tu gente!
Lexa le miró sorprendida,al parecer la chica ante ella poseía la ferocidad de un pauna. Lexa exhaló una vez más.- sígueme Clarke de la gente del cielo...
