Lovely Complex no me pertenece y bla, bla, bla...

Un beso con sabor a chocolate

Una joven caminaba algo molesta por los pasillos de la secundaria, estaba harta de esperar que el chico de sus sueños llegara como un príncipe y le diera ese beso tan soñado. Era día de San Valentín, ella le llevó chocolate y él ni siquiera había ido a la escuela.

-¿Siempre tienes que ser tan insensible? -masculló.

-¡Risa! -Era su amiga Noboku -¿Qué estás haciendo? Deberías ir a buscar a tú hombre, no quedarte aquí y quejarte como idiota -Dijo agitándola por los hombros.

-Es que no lo entiendes, Nobu-chan, no tiene sentido, Otani no me ama y nunca me va a amar ¡Soy una estúpida y horrible gigante que debería estar en el circo! -hizo un puchero y se tiró al piso derrotada.

-¡Ya basta! -sus ojos parecían de fuego, la soltó y le dio una fuerte bofetada -Eres alta, no un fenómeno, y eres hermosa, ¡Así que ve por él ahora mismo! -La chica comenzó a llorar completamente adolorida, no por el golpe, sí no por lo mucho que el chico la había lastimado. -Risa... -susurró su amiga, ahora preocupada, desde el momento en que Otani había entrado en su corazón, ella parecía una regadera humana, pues de sus ojos sólo salían lágrimas. -Lo siento mucho, yo sólo quiero que seas feliz -las lágrimas también comenzaron a brotar de sus ojos, las dos amigas se abrazaron intentando reconfortarse mutuamente.

Más tarde, la peli-rosada caminaba hacia su casa, estaba un poco preocupada, el chico nunca llegó al colegio, tal vez estaba enfermo, ¡¿Y sí fue a visitar a su ex y decirle que aún la amaba?! No lo soportaría, ¡Tal vez le había pasado algo malo! Su corazón se estremeció, aunque aún no tenía idea de cuál era peor. Recordó las palabras que Noboku le había dado: "Inténtalo, dale una última oportunidad y, sí no funciona otra vez, ríndete. No dejes que ese enano idiota te siga lastimando" suspiró, ella siempre tenía razón, sólo sería una vez más, ya la había rechazado dos, ¿Qué tenía que perder? Inconscientemente se encontraba frente a la casa del chico. Tocó la puerta, fue recibida por su madre con una gran sonrisa, hizo una reverencia y la mujer le dijo tristemente que Otani no estaba en casa, pues una chica llamada Mimi Yoshioka lo había invitado a salir. Risa sintió un fuerte dolor en el pecho, dudó sí dejar el chocolate con la mujer o quedárselo, finalmente agradeció y se retiró. Se sentó en la banqueta a observar a los enamorados, empezó a comer el chocolate decidida a rendirse, sus ojos empezaron a humedecerse.

-¿Koizumi? -la voz del causante de su llanto la tomó por sorpresa. -¿Qué haces aquí?... ¿Otra vez estás llorando? ¡¿Cómo es que tus ojos no se han secado?! -preguntó. La joven se molestó y lo encaró.

-¡Todo es culpa tuya! -comenzó a llorar -Eres muy ciego y no te das cuenta de que me lastimas cada vez que me rechazas, todo el tiempo te recuerdo que me gustas con locura y tú, insensible, te vas a pasear con esa tal Mimi, ¡No lo soporto!

-¿Estás llorando por mí? -preguntó sonrojado.

-¡Eso dije! Eres malo conmigo, Otani, yo sólo quería darte este chocolate. -dijo enseñándole la bolsa vacía. -y tú ni siquiera fuiste a la escuela.

-Ahí no hay chocolate. -reclamó infantilmente tomando la bolsita.

-Es porque me lo comí. -El adolescente la miró y comenzó a reír a carcajadas -¡No te burles!

-Idiota -dijo sin dejar de reírse. -Hoy no fui porque me quedé dormido y llegué demasiado tarde, cuando regresé a mi casa, encontré a Mimi y me pidió que la acompañara por regalos para sus amigas, aproveché para comprarte esto -sacó un pequeño envoltorio de regalo.

-¿Es para mí? -preguntó aún sollozando.

-Sí, ¿Qué no escuchaste? -le dio un pequeño golpe en la frente con sus dedos, Risa sólo cerro lo ojos, abrió el regalo y se sorprendió cuando vio que era el nuevo disco de Umibozu, en su cara se reflejó felicidad, luego comenzó a llorar otra vez. -¡¿Y ahora por qué lloras?! -preguntó desesperado.

-¡Porque tú me diste un lindo regalo y yo me comí todo el chocolate, ya no tengo nada que darte! Además era mucho, mucho chocolate. -Él lanzó un suspiro cansado y rodó los ojos mientras ella seguía diciendo cosas y llorando, Otani ya sabía que es lo que debía hacer. Los ojos de Koizumi se abrieron como platos y todo su cuerpo se tensó al sentir sus labios sobre los de ella, su lengua invitaba a su boca para abrirse, torpemente lo hizo y el beso se profundizó cada vez más mientras un pequeño escalofrío le invadía al ritmo en que sus lenguas jugueteaban. Se separaron a falta de aire, juntaron sus cabezas y la miró a los ojos.

-El mejor chocolate de san Valentín -susurró con una tranquila y suave voz.

¿Fin?

¡Cuack, patos! Mi nombre es Jack y es el primer fanfic de Lovely complex que hago, de hecho, es el primer fic de anime que hago. Espero que les guste y, si les gusta y conocen Kaichou wa Maid Sama! Pues les informo que es el siguiente anime del que haré un fic (Por cierto, si alguien sabe cómo conseguir el manga de estos animes, háganmelo saber, porfa QnQ).

Bien, algunas notas: aquí es antes de que se vuelvan novios (aunque me parece que es más como un universo alterno, no lo sé) y, obviamente, aún no conoce a Mimi. Tenía más notas, pero ya no me acuerdo. Bueno, espero que les haya gustado, disculpen mis faltas de ortografía (principalmente en nombres) y esas cosas, me despido, Chao.