¿Qué tal? Bueno espero que todos estén muy bien y con ganas de leer los locuras que acabo de concebir. ¿Que puedo decirles? me encanta escribir y extrañamente Dios me concedió dos manos y esta increíble pagina para poder hacerlo, es una gran satisfacción poder hacerlo y lo es aun mas poder compartir esto con ustedes.
Ahora, he de decirles que esta nueva aventura se me acaba de ocurrir hoy mismo, así que corrí a mi laptop y no he dejado de teclear. Quizás al leerlo no le entiendan muy bien, pero paciencia, todo a su tiempo, de lo bueno poco XD
Además quiero saber que opinan así, en caliente, a la primera leída. No soy una escritora profesional, nunca dije serlo, así que porfas no me maten.
En cuanto a la historia en si, es un universo alterno de Inuyasha ambientado en la época actual. Donde Rin y nuestro increíble y sexy demonio son protagonistas. Si lo leen bien, podrán notar que no tome mucho en cuenta sus personalidades, bueno trate de hacerlo, pero francamente no estoy segura de haberlo logrado del todo bien (espero comentarios acerca de esto: buenos o malos. De todo se acepta). Sabemos que nuestro demonio es un cubito de hielo y que Rin es delicada y frágil, así que hice un intento por apegarme a esto, espero que les guste y que no se decepcionen.
Siempre me ha gustado el contraste que crearon y la manera en que aunque Sesshomaru siempre es frío y serio, mostraba su preocupación por Rin. Así que se me ocurrió la loca idea de que podía hacer lo mismo ( si lo se, descabellado) pero bueno ya no los entretengo mas con mis divagaciones.
Solo para los que no saben: Inuyasha no me pertenece. Lo se injusto, pero así es la vida, es del talento de mujer Rumiko Takahashi, los demás personajes que se irán encontrando a lo largo de la historia y de los que nunca han escuchado hablar, esos si son míos, producto de mi fantasiosa mente y de una pagina de Internet con nombres japoneses.
Bueno, ahora si.
Disfruten.
oOoOoOoOoOoOoOoO
Cerró los ojos y los volvió a abrir, grabando en su memoria el hermoso paisaje de verdes praderas y variadas flores que tenia ante sus ojos, después de todo, no lo volvería a ver. Un suspiro escapo de sus finos y delicados labios, se alejo de la ventana y tomo sus maletas, dio un ultimo adiós a la habitación que había ocupado durante cinco años y salio de ahí.
Un auto la esperaba afuera, el atento chofer tomo sus maletas y las coloco en el porta equipaje de la limosina para después abrirle la puerta galantemente. Le sonrío agradecida y no noto el sonrojo que cubrió las mejillas del joven ante su belleza, entro en el auto moviendo suavemente su mano y diciendo adiós a las monjas que con lágrimas en los ojos la despedían.
Hoy abandonaba el instituto Saint Louis, el colegio más reconocido de Inglaterra, se marchaba para comenzar una nueva vida, algo que ciertamente no se consideraba capaz de hacer, ahí se había considerado a salvo y protegida...protegida de él, mejor dicho de lo que sentía por él.
Era una estupidez, pero no concebía la idea de verlo de nuevo, de reflejarse en esos ojos ámbar que le robaban la respiración y el sueño de noche desde la primera vez que los había visto. Pero sabia que tenia que hacerlo, estaba mentalmente preparada para eso pero...negó con la cabeza y su largo cabello azabache bailo con gracia sobre sus hombros.
Todo había cambiado, ya no era la niña estupida de 15 años que besaba el suelo que él pisaba y a quien consideraba un ser perfecto y el héroe de sus sueños. Él la había obligado a madurar y para bien lo había hecho.
Nada quedaba de la niña huérfana que el había conocido.
Además solo tenia que aguantar un año. Solo un año. Solo eso. No era demasiado pedir ¿cierto?
Tomo un sorbo de vino, meció suavemente el contenido en la copa de cristal y fijo su mirada ámbar en el hipnotizador movimiento, notando como el ritmo cambiaba constantemente. Así era la vida, cambiaba constantemente, a pesar de que no lo deseáramos o no lo esperábamos.
Era ese simple hecho el que había hecho que todo comenzara.
Aun lo recordaba perfectamente. La llamada. La terrible noticia. El hospital. El funeral. La muerte. El destino. Ella.
Su vida había dado un giro brusco hacia 10 años y aun le costaba reconocerlo. Ahora sabia que ella volvía, así de simple, ella regresaba después de una extensa ausencia. Era inútil preguntarse como estaba, era consiente de eso, cada día durante cinco años había estado recibiendo un reporte acerca de eso, dependía de ese informe para poder estar tranquilo, seguro que no necesitaba nada y que la estaban cuidando bien. Había sabido exactamente cuando había estado enferma, había sufrido en silencio a causa de ello, sabia cuando salía bien en un examen, había festejado su inteligencia y habilidad para las matemáticas, también sabia cuando recibía algún regaño, los cuales no eran pocos a pesar de que las monjas la adoraban y besaban el suelo que ella pisara.
Pero como un duro golpe a su inteligencia, tuvo que reconocer que no era eso lo que quería saber, si no ¿Qué sentía? Aun podía ver el dolor en sus ojos verdes y aun sentía las lágrimas que había derramado y que habían mojado su camisa.
¿Por qué no podía olvidarlo? ¿Por qué?
-Sesshomaru, la hermana Monique llamo del instituto, ella viene en camino.-
Aviso una voz que era tan conocida para el magnate, probablemente se debía a que la había escuchado desde el primer día en que vino al mundo, cerro los ojos y trato de que su corazón marchito latiera a un ritmo normal, alzo la vista y miro la pequeña figura de la mujer que estaba en la puerta.
-Gracias Keiko.-
La mujer hico una leve inclinación y salio del despacho con una sonrisa en los labios, su niña volvía. Aun recordaba a la pequeña niña de grandes ojos verdes que había llegado a la mansión hace tantos años.
Ella había estado indudablemente asustada y había permanecido resguardaba en el regazo de Sesshomaru, parecía una muñequita pequeña y frágil, fue cuando comprendió porque la mirada suave de Sesshomaru y su negativa a soltarla, solo lo había hecho cuando la había instalado en la habitación que había mandado preparar para la pequeña huésped y ella se había dormido.
Todo había sido tan rápido y repentino, la vida de su niña había sido marcada por la tragedia.
Rin. Ella era tan dulce, calida, delicada y frágil, tanto que despertaba el instinto de protección de las personas que la rodeaban, lo cual, sin lugar a dudas era lo que le había sucedida al dueño de la casa. ¿Acaso se habría dado cuenta el de eso? Esperaba que así fuera, o perdería a Rin por segunda vez.
Apretó con una fuerza innecesaria su bolso al sentir como los recuerdos la asaltaban, tomo una gran bocanada de aire, acepto la mano del chofer y salio del vehiculo. Sus ojos se encontraron con la imponente mansión, estaba completamente igual a como la recordaba, era sobria, triste, tétrica, pero aun así tenia una belleza escondida que la había cautivado, como su dueño, pensó irónicamente.
Él. ¿Cómo estaría el? Era un pregunta que su mente se había estado haciendo durante tanto tiempo y tantas las respuestas que había contemplado, que no estaba segura de querer saber la verdad.
Sesshomaru. Su héroe.
Sonrío sin ganas, eso había penado que era ella cuando lo había visto entrar en la habitación del hospital. El había estado serio y calmado como siempre y no la había abrumado como todas las personas al presentar sus condolencias ante la muerte de sus padres, sintiendo lastima por ella. Tan solo se había sentado a su lado y había susurrado "lo siento" mientras limpiaba suavemente el resto salino de sus mejillas.
Rin después se había encontrado acurrucada en el pecho masculino, aferrada a su camisa y oliendo la suave fragancia que desprendía de su traje. El la había abrazado y ella había sentido en ese momento que todo estaría bien, tal como sus palabras se lo aseguraron.
-Tranquila. Todo estará bien. Yo me are cargo.-
Y sin dudas lo había hecho. Se había convertido en su tutor, en su guardián ante la falta de alguien mas que la cuidara al ser sus padres sus únicos parientes. Pero mas que eso el se había convertido en todo para ella.
En el amanecer, el anochecer, todo. En su razón de vivir, en su amor secreto. ¿Y que había hecho el? La había mandado a un internado. Rin suspiro. Las cosas tendrían que cambiar y sin lugar a dudas lo harían.
oOoOoOoOoOoOoOoO
Ok. Bueno, creo que no me quedan uñas para preguntar que les pareció. Así que espero que me lo hagan saber.
Muchas gracias por leer, independientemente de lo que les haya parecido, se lo que se siente a veces haber leído una historia y que no sea de nuestro agrado (me ha pasado mil veces) quizás es por eso que invento las mías, por eso les soy las gracias por haber leído y gastado un poquito de su tiempo en mi historia, espero que no haya sido un caso perdido.
Espero ser merecedora de uno de sus preciados reviews, de verdad no saben lo que hace un minuto de su tiempo y un comentario para las personas que escribimos, nos levantan el ánimo y en caso de quejas CONSTRUCTIVAS, se agradecen mucho.
N/A: La historia es mía, de mío, de que yo la escribí. Me gaste un considerable tiempo escribiéndola y queme varias neuronas en ella, así que como a la mayoría no me gustaría verla en otra parte, con otro nombre u otra autora.
Una vez aclarado este punto, invito a todas las personas que tienen una gran imaginación y ganas de escribir a que lo hagan. De verdad, te resulta terapéutico (es mejor que fumar) y no cuesta nada.
Besos y se cuidan mucho.
Sakura_lu28
