Este fic participa en el minireto de marzo para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

Los personajes aquí representados pertenecen a J.K. Rowling


La tierra temblaba bajo las pisadas de un centenar de hombres. Los caballeros se posicionaban por delante del resto. Un tumulto se formaba en la retaguardia, donde los licántropos y dragones eran arrastrados por poderosas cadenas a través del camino que serpentea entre dos montañas nevadas.

Godric echó una última mirada atrás, antes de que el lejano castillo dejase de ser visible. Suspiró con amargura y prosiguió su camino a lomos de un caballo negro de porte recio y agresivo. A su lado Salazar se rio socarronamente.

—¿Tanto la echas de menos? Llevamos solo dos jornadas de camino, amigo mío — inquirió Salazar en tono burlón al ver al valeroso Gryfindor suspirar como una de sus alumnas.

—¿Te diviertes? —masculló Godric con un gruñido mientras se envolvía en su capa de viaje y se tapaba con la capucha a fin de no tener que escuchar a su mejor amigo.

—No te haces una idea de cuánto… —Salazar se interrumpió al ver a un caballero pasarles de largo en un corcel marrón, iba ataviado de negro y azul, y envuelto en una pesada túnica, debajo se adivinaban los contornos de una armadura pesada y se atisbaba varios frascos de pociones en el cinto— ¿No crees que has tardado muy poco en dejar desatendido el colegio? —inquirió al caballero que se detuvo en seco con un movimiento repentino, como si saltase de golpe ante un susto.

—¿Qué dices ahora? —preguntó Godric que se detuvo un segundo a examinar al desconocido que había parado Salazar. Un segundo después estalló en carcajadas.

—Maldito seas, serpiente impía — maldijo una voz ronca y forzada bajo la capucha que aún ocultaba el rostro del caballero.

—Déjate de fingir, no vamos a delatarte a Arturo y sus absurdas normas de combate. Si todo el mundo sabe que las mujeres son el arma más peligrosa de la tierra —cortó Godric quitándole la capucha y revelando una melena morena atada en un compacto moño.

—Precisamente por eso se las prohíbe luchar; nos darían para el pelo como participasen —declaró Salazar arrastrando a su amiga hasta ponerse los tres a la par— Rowena, ¿has dejado a Helga sola en el castillo?

—Puede ser… —respondió evitando la mirada inquisitiva de Salazar.

—Nos quedamos sin castillo…

—Te recuerdo que fue Helga la que inventó el Piertotum Locomotor —le recordó Rowena.

—Touché. Bueno, la batalla nos espera. Incluso para Rowena. Ponte la capucha, mujer.