Renuncia: Free Eternal Summer no me pertenece; son propiedad de Kyoto Animation, Kouji Ouji y Hiroko Utsumi.

Advertencia: Posible OCC.

Pareja: RinHaru, SouMako.


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1/2 Amanecer.

YOU AND ME

...

Suele amanecer con montones de gatos y sin Rin a su lado aún cuando ya son pareja. El pelirrojo está en Australia y él se quedó en Japón, Tokyo mientras luchan por un sueño que piensan alcanzar juntos.

—¿Estás seguro? Una relación a distancia no siempre es lo mejor, Haru.

A la pregunta no había necesidad de responder; pero, aún cuando le dio el Si, Haru estaba completamente seguro de que su decisión podía no ser la mejor. Pero decidió arriesgarse por Rin.

Te extraño.

Y puede sonar tonto, pero Haruka no se ha atrevido a soltar semejante declaración frente a Rin. Quizá es la pena que le da, tal vez es porque el pelirrojo tampoco dice nada o, como alguna vez escuchó a Yamazaki comentar con Makoto: ambos son unos completos idiotas.

Pero Rin es el idiota, no él.

—¡Haru! ¿O-otro gato... ?

—Es Rin.

—Sabía que Nanase era tan idiota como Rin; es mitad pez y también un come-gatos. Son tal para cual.

Casi tanto como tú, Sousuke —y, para rematar, una frase tan atípica de Makoto que desconcertó a Haru pero que hizo que Sousuke empezara a reír. Viven juntos, es la confianza de ser pareja y amanecer el uno al lado del otro.

La verdad, Rin puede ser su pareja y más, pero han pasado meses desde la última vez que ambos rosaron sus manos, miles de horas desde que se declaró bajo aquél árbol de cerezos que tanto ilusiona a Rin y ya no sabe cuánto tiempo desde que esperó un: Te amo, Haru, que nunca llegó, pero que no pierde las esperanzas de escucharlo alguna vez.

¿Si quiera Rin intuye lo que le sucede?

Alguna vez le preguntó si era feliz y Rin le soltó un sencillo Si. Pero, desde que ha estado observando la relación de Makoto y Sousuke ha empezado a imaginar lo bonito que sería abrazar a Rin cada mañana, desayunar juntos o ir a correr por la playa; si, tan cursi como suena. A veces sólo imagina que Rin no está en Australia, que las vídeo-llamadas son sólo una ilusión y que le encanta la caballa. Suele ser molesto que, cuando se queda, le exija sólo carne.

Te quiero a mi lado, Rin; y no sólo hoy que has vuelto de Australia.

Pero no se lo dice aún cuando Rin está frente suyo, en esas pocas oportunidades en que podría sentirlo y abrazarlo pero que no lo hace.

—Makoto me lo ha dicho. ¿En serio? ¿más gatos? Pareces de esos típicos solterones~ Jajaja.

Y, aunque sólo fue un gato más, al llegar a la casa no se lo replica en lo absoluto. Se dedica a observar al pelirrojo convivir con aquellos mininos porque sabe que le hace feliz y que los ama, que los cuida incluso allá en Australia. Sabe que, antes de irse, el pelirrojo armó un plan para llevárselos consigo; Makoto fue el único que logró convencerlo para que los dejara y ahora viven con Haru.

—Este de ojos rojos es pasable.

—Se llama Rin.

—¿Ja? ¿Y por qué le pusiste MI nombre?

No sabe, ¿quizá porque Rin no está con él? Aunque puede mentir, pero cuando lo vio en la calle, con esos enormes ojos rojizos, lo sintió como si fuera su Rin.

—De todos modos, tu cama es chica ¿piensas que entraremos todos ahí?

—¿Todos?

—Exacto, todos. ¿Te dije que alcanzaríamos nuestros sueños juntos, no?

Y quizá fue la sonrisa que Rin le dedica en esos momentos lo que hizo que su corazón se acelerara, tal vez fue el beso, o quizá la sorpresa de que Rin volvió para quedarse. Cualquiera fuera, Haru no está dispuesto a comprar una cama más grande. Esa es suficiente y tal vez se deba a que es la excusa perfecta para apegarse y abrazar a Rin como tantas veces ha soñado.

—No patees.

—Cállate, Haru. Ah, me olvidaba: en Australia se quedó Haru-neko, tiene los ojos tan azules como los tuyos y es huraño. Estoy seguro de que se llevarán bien.

Y, al observar esos ojos soñadores con que mira Rin al pequeño Rin-neko, comprende que quedarse con Rin fue la mejor decisión que pudo haber tomado, aún cuando éste no haya mencionado el tan esperado: Te amo ni Haru haya confesado el Te extrañé.

—Peleará con Rin-neko.

Haru-neko no es tan malo, en serio; hasta le encanta la caballa.

La verdad, amanecer con Rin, abrazarlo y correr por las playas en pleno atardecer puede ser lo más cursi y vergonzoso del mundo; pero Haru es feliz con Rin tal y como es. No lo cambiaría jamás, aún cuando le saque de sus casillas a veces y que no le guste la caballa.


Fin.

Son tal para cual, ambos son unos idiotas. Jaja. Gracias por leer.