Shaman king no me pertenece, pero la historia que vais a leer es mía, para bien o para mal.
Hooola, buenos días, tardes, noches o lo que sea que es cuando leas esto, esta historia es un poco rarita, como casi todo lo que sale de mi mente, advertidos estáis, espero que os guste y que os entretenga, pero sobre todo que paséis un buen rato, no os entretengo más.
Capitulo 1: Secretos y leyendas.
Cinco minutos, sólo quedaban cinco minutos, tic-tac, todos los alumnos veían atentos el reloj que al parecer había decidido ir mucho más despacio que jamás en todo el curso, pero era normal tanta desesperación iban a comenzar las vacaciones de verano, esas que planeas durante todo el año.
-Estoy por quemarlo,_susurro un castaño de cabellera larga a un chico que era exactamente igual a él pero con el cabello mucho más corto y sin pendientes.
-¿A cuál de los dos?,_le contestó, el chico que no era otro que su hermano gemelo menor, con cierta diversión en el mismo tono que utilizó su hermano mayor.
-Los calcinaría a ambos, pero ahora mismo me decanto por ese maldito reloj,_dijo Hao con cierta diversión.
Yoh rió por lo bajo, llamando la atención de Horo-Horo, un chico de cabello azul y peinado en puntas y de su compañero de mesa que no era otro que Len un chico de pelo violáceo peinado extravagantemente en punta.
-¿Qué tanta gracia?,_pregunto Len por lo bajo sin girarse a mirarlos.
-Nada, simplemente Hao esta algo…, impaciente,_dijo Yoh con cierta diversión aun en su voz.
Justo cuando el profesor iba a llamar la atención de sus cuatro alumnos "problemáticos" preferidos el timbre sonó y los cuatro salieron prácticamente volando por la puerta junto con el resto de alumnos que tampoco se lo pensaron mucho.
-Adoro el verano, no pienso hacer absolutamente nada,_dijo Hao mientras su hermano lo miraba con una gota en la cabeza, para Hao estar quieto era prácticamente imposible.
-Tenemos competición de atletismo en dos semanas, capitán,_le recordó Len con cierta maldad.
Hao lo asesino prácticamente con la mirada, su entrenador lo había obligado a ser el capitán, para atraer a las chicas, porque digamos que era un poco viejo verde, quizás demasiado.
-No me digas capitán, gracias a dios esa competición es la última y gracias a los Grandes Espíritus el año que viene le toca a otro,_dijo Hao mientras se relajaba.
Horo-Horo y Yoh hablaban algo más atrasados, querían quedar para ir a un recinto vacacional el mes siguiente, era muy barato y Anna había accedido a ir, lo cual era una autentica suerte.
-Yoh, espabila, Anna ya ha llegado y nos toca cocinar, no quiero que mañana nos haga madrugar otra vez,_se quejo Hao mientras aceleraba el paso tirando de su gemelo.
-Chicos nos vemos luego_se despidió rápidamente Yoh.
-Hablamos por el grupo,_dijo Hao mientras se despedía con la mano.
Len y Horo-Horo siguieron su camino hacia sus respectivas casas, peleando por supuesto, mientras Hao arrastraba a su hermano pequeño hacia una posible muerte si dejaba a Anna esperando por lo que ella considerase demasiado tiempo.
-Hao, no sé porque pero tengo un mal presentimiento,_dijo Yoh mientras prácticamente corría al lado de su hermano.
-No me digas eso Yoh,_dijo Hao parándose en la entrada de la pensión, al abrir la puerta vio a qué se refería su hermano, había más zapatos de lo habitual.
-Por fin estáis en casa,_dijo Keiko justo antes de abalanzarse sobre sus dos queridos hijos,_habéis crecido y todo desde que no os veo.
Los chicos correspondieron al abrazo de su madre, aunque algo aturdidos, pero era su madre llevaban meses sin verla, antes de que pudieran preguntar el motivo de su visita Keiko los arrastro al comedor, donde su padre y Anna los esperaban para comer esta última con cara acusatoria, pues se habían vuelto a retrasar.
-¿Has cocinado todo esto, mamá?,_pregunto un sorprendido Yoh, a lo que Keiko asintió.
-¿Qué es lo que pasa?,_pregunto Hao muy serio,_no me trago el queríamos verlos,_nada más terminar de hablar el certero rosario de Anna cedió un certero golpe haciéndolo caer al suelo.
-Hao, eres mi querido cuñado, pero tienes que tener más respeto por tus queridos padres, deberías al menos de agradecerles la visita.
-Si, la idea de que me controlen desde que empiezo las vacaciones me encanta,_dijo sarcástico y por lo bajo.
-¿Has dicho algo?,_quiso saber Anna.
-No, nada, que estamos encantados con la visita, mejor nos sentamos y comemos,_dijo con una sonrisa y pudo ver perfectamente como su gemelo se reía por lo bajo y Anna lo miraba divertido juró vengarse de los dos o al menos de su hermano.
Después de la increíblemente buena comida de Keiko y de una agradable charla familiar, Anna y los gemelos quitaron la mesa y fregaron los platos, para después reunirse en el salón.
-Bueno, niños, tenemos que hablar seriamente con vosotros, pero primero enseñarnos vuestras notas,_dijo Miki, con una amigable sonrisa.
-Son muy, muy buenas, los tres obtuvieron muy buenas notas, estoy muy orgullosa de los tres,_dijo una alegre Keiko.
-Me alegro por ustedes, pero no hemos venido a ver lo inteligentes que dicen en la escuela que son,_aclaro Miki con una pequeña sonrisa,_hemos venidos porque tenemos que tratar un asunto serio.
-Ya sabia yo que sus visitas nunca traían paz,_soltó Hao, recibiendo una mirada acusadora de su madre,_es cierto,_se defendió rápidamente.
-Y dime papá, ¿qué es lo que pasa?,_preguntó Yoh disipando un poco la tensión del momento.
-Ya le hemos hablado de la pelea de chamanes, pero ahora su comienzo está en peligro,_empezó a contar su padre,_hay una amenaza y vosotros dos sois los únicos que pueden detenerla, cuenta una antigua leyenda que en una de estas peleas el espíritu sin nombre se levantará de su tumba y irá a destruir los grandes espíritus, solamente lo detiene el fuego y solamente lo destruye la tierra, por eso la líder de la tribu Apache contacto con nosotros, para que ustedes dos se encarguen de él, pero para ello necesitaran una preparación y un entrenamiento especial y deberán sacrificarse, por ahora es lo único que sabemos, tu abuela no nos ha dado más información, de modo que deberán de hacer su equipaje partiremos en tres semanas.
-Espera, espera, espera,_dijo Hao aún en shock,_¿por qué nosotros dos?
-¿Qué es eso del sacrificio?,_pregunto Yoh un poco inseguro.
-Porque Hao, tú eres el dueño del espíritu del fuego y Yoh es el dueño del espíritu de la tierra, además de Amidamaru, cuando os fueron entregados al nacer fue por alguna razón y la razón era esa, salvar a los Grandes Espíritus,_terminó de contar su madre.
-Me parece perfecto, increíble, me encanta la idea de no saber nada y de que me controlen,_dijo un muy, muy, muy enfadado Hao saliendo por la puerta.
-Mamá, ¿qué es eso del sacrificio?, aún no me has contestado,_dijo Yoh inseguro por la tensión que la marcha de su hermano había creado.
-No lo sé, por eso no te he contestado, será mejor que vayas a tranquilizar a tu hermano…
-No es fácil decirle que no este cabreado, cuando yo estoy igual de enfadado que él, me parece bien que nos protejan, pero que nos oculten ciertas cosas, sobre todo esa, creo que es demasiado chocante, la verdad,_dijo Yoh mientras se dirigía a la puerta y salía en busca de su hermano mayor.
-Anna, ¿crees que nos llegaran a perdonar algún día?,_pregunto Keiko a Anna que había estado presente y sin inmutarse.
-La verdad, nunca había visto a Yoh ponerse tan tenso, pero, hasta yo estoy impresionada, Keiko-san,_dijo una seria Anna, cuyos ojos disimulaban su gran sorpresa.
-Espero que las cosas se calmen un poco en estas tres semanas, o que al menos accedan a recibir el entrenamiento y venir con nosotros,_comento Mikihisa en un intento de animar a su esposa tras el comentario de Anna.
-Si es necesario intervendré,_dijo una segura y recuperada Anna.
-No te preocupes Anna, estoy segura de que accederán, además, nosotros no sabemos toda la leyenda, ni los peligros, pero espero que lo hagan.
Yoh llego a la puerta del cuarto de su hermano, tenía un cabreo tan descomunal con sus padres y con sus abuelos que ni siquiera toco, Hao estaba en la cama tendido mirando al techo, buscando algún tipo de respuesta.
-Ni siquiera se lo esperaban ellos,_dijo Hao al notar la presencia de su hermano menor, no le regañó por entrar sin avisar, al contrario se apartó a un lado y le indico que se tumbase a su lado.
-¿Has hablado con el espíritu de fuego no?,_Hao asintió,_yo ni siquiera me atrevo a invocar al de la tierra para preguntarle,_dijo acomodándose en el colchón de su hermano.
-Yoh, no nos queda otra opción, ¿verdad?,_Yoh negó con la cabeza,_entonces, tendremos que poner condiciones, la primera es que esos dos se vayan de nuestra casa,_dijo Hao endureciendo su tono.
-Hao, sé que estás enfadado, pero son nuestros padres, sólo querían protegernos, además, los que realmente saben que pasa son los abuelos…
-Me siento tan estúpido, no me creo que hace apenas unas horas estuviera tan alegre y ahora, simplemente no sé que hacer,_Hao se sentó sobre su cama para volver a dejarse caer.
-Hao, siempre has sido un estúpido,_dijo Yoh en un intento de subirle el ánimo a su hermano,_pero por eso te quiero.
-Casi te la ganas,_dijo Hao recuperando el ánimo,_Yoh, tengo una idea, ¿por qué no vamos a dar una vuelta?
-¿Nosotros dos?
-Y Anna también, hasta yo en estado de histeria he visto como se sorprendía, los tres necesitamos tomar el aire, aunque si quieres, puedo dejaros a solas,_dijo Hao para picar un poco a su hermano.
-Cállate Nii-chan,_dijo Yoh rojo a más no poder, mientras Hao ser reía.
Los dos bajaron la escalera con paso pesado, se asomaron al salón en el que se encontraban sus padres hablando con Anna sobre una parte del entrenamiento que conocían y que la Itako debería de implantarles a los dos gemelos en esas tres semanas.
-Ya estáis más calmados,_dijo con suavidad Keiko mirando sobre todo al mayor de sus hijos.
-Si, lo siento mamá,_dijo Hao de forma sincera mirándola a los ojos,_pero no me hace gracia que nos ocultéis cosas tan importantes.
-Mamá, papá, hemos pensado en ir a dar una vuelta,_dijo mientras le mandaba una mirada a Anna para que los acompañase.
-Me parece muy buena idea, ¿qué os parece si cuando regreséis salimos a cenar?,_dijo Mikihisa, hacía tiempo que no estaban juntos y una cena familiar fuera del entorno le pareció buena idea.
-Vale,_dijo Yoh, mientras Hao asentía.
Los tres salieron a pasear por los alrededores, aún era pronto y el calor aunque agradable, podía llegar a ser molesto si no se caminaba por la sobra, Yoh y Anna iban detrás hablando por lo bajo, mientras Hao iba delante de ellos. Hao paró en seco y ese apoyo en la pared, por algún motivo había perdido el equilibrio, Yoh y Anna se acercaron a él con rapidez para ver que le pasaba.
-Hao, ¿qué te pasa?, Nii-chan, responde,_Hao seguía con los ojos desencajados sin mirar a nada, con la vista perdida.
Anna no se lo pensó y le volvió la cara, si la famosa izquierda, Hao cayo al suelo, a los pies de un sorprendido Yoh, por suerte nadie pasaba por los alrededores, se arrodillo en el suelo donde Hao farfullaba algo en voz baja.
-Nii-chan, ¿estás bien?,_pregunto Yoh con toda la preocupación del mundo a media voz.
-Si, simplemente, se me ha descontrolado algo el Reishi, nunca había notado una rabia y un odio tan intenso,_dijo mientras se levantaba con la ayuda de su hermano.
-¿Era humano?,_pregunto Anna a un algo desorientado Hao.
-No creo que lo fuera, era un espíritu, pero nunca he sentido algo así, es como una onda espiritual pero de pensamiento, ¿no habéis notado nada?,_pregunto Hao sorprendido.
-No, la verdad que no, creo que es mejor que volvamos a casa, estás temblando y algo pálido Hao,_dijo Anna con cierta burla pero con preocupación también.
Hao se observo a si mismo avergonzado, odiaba mostrar debilidad, sobre todo delante de su hermano y de la rubia que se burlaba de él en cuanto tenía ocasión.
-No te preocupes Nii-chan,_dijo Yoh mientras cogía un brazo de su hermano y se lo pasaba por el cuello,_yo te ayudo, ¿vale?
-Está bien, no se lo cuentes ni a papá ni a mamá, ya hablare de ello con la abuela, eso también va por ti Annita,_dijo el nombre de su cuñada con cierta burla.
Anna no respondió, ya se vengaría, tenía una larga lista de ejercicios y Hao tenía que combinar el entrenamiento de atletismo con el que ella misma le iba a imponer su venganza seria muy, muy, muy dulce.
Hao se recuperó con rapidez y el camino de regreso se hizo más animado, pues sacaba a Anna y a Yoh de su frasco para distraerse, necesitaba pensar en otra cosa que no fuera eso que había sentido.
-Hao, estás más hiperactivo que de costumbre, ¿qué es lo que has notado exactamente?,_preguntó Anna a su ya casi insoportable cuñado.
-Ya te he dicho que no lo sé, sólo alégrate de perder el Reishi que tenías,_dijo con algo de seriedad, mientras cambiaba.
-Eres un borde,_dijo Anna con simpleza.
-No soy un borde, no voy a hablar de ello, punto.
Anna no le insistió más, pero se juro que le iba a poner un entrenamiento que le iba a hacer llorar lágrimas de sangre por recordarle aquello.
Cuando termino de recordarlo lo miro a él y luego a su prometido y una dulce sonrisa apareció en sus labios, pero no fue notada por los gemelos que iban delante hablando de otro tema que Yoh había sacado rápidamente.
-Anna, date prisa,_dijo Hao,_y tú también son casi las siete a mamá le va a dar un ataque como salgamos tarde, es la primera vez que salimos desde hace años.
Anna aligeró el paso y se unió a la alegre charla que los gemelos mantenían, en pocos minutos llegaron a la casa y a pesar de las peleas y las tensiones que habían tenido después de almorzar Keiko lucía mucho más animada.
-Por fin, ya era hora, venga vosotros dos al baño, ya os he preparado toallas y ropa, daros prisa papá reservo mesa a las nueve, Anna ven conmigo, tengo unas cuantas cosas para ti, para vosotros también pero hasta que no os vea listos no os daré nada,_dijo Keiko mientras empujaba a sus hijos y arrastraba a Anna a la habitación de invitados, para entregarle unos presentes que había traído.
-No me ha dejado ni reclamarle, no necesito que me prepare la ropa, ya no soy un crío,_se quejó Hao a su hermano mientras se desnudaba.
-Esta muy animada, eso es bueno, además mamá tiene buen gusto para preparar la ropa, no seas tan quejica, ¿no te gusta la que te ha sacado?,_pregunto Yoh mientras seguía a su hermano.
-No es eso, es lo que implica, ha entrado en mi cuarto y ha repasado todas mis cosas,_se quejó Hao mientras se enjabonaba.
-¿Algo que ocultar?,_preguntó Yoh con picardía.
-No, nada, pero no me gusta que se viole mi intimidad.
-Eres un quejica de primera Hao,_dijo Yoh mientras se enjuagaba.
-La que se va a quejar va a ser mamá, como es posible que yo que tengo el pelo mucho más largo termine antes que tú,_dijo Hao ya envuelto en una toalla ofreciéndole otra a su hermano.
-Porque me gusta relajarme.
-Pues si quieres que mamá se enfade sigue, aun se tiene que duchar tu amor,_dijo para empezar una tonta pelea.
Yoh y Hao salían del baño, vestidos y arreglados casi, porque Hao traía una toalla enredada en la cabeza, Keiko los diviso a lo lejos habían crecido y cambiado, los arrastro alegremente a su cuarto para darles su regalo mientras Anna se duchaba y alistaba.
-Hao, Yoh, hijos os tengo que entregar vuestro regalo, ya se que creéis que os hemos robado vuestro verano y lo sentimos muchísimo, pero queríamos compensaros de alguna manera,_explico Keiko mientras que le entregaba a cada uno dos cajas, de un tamaño muy pequeño, las de Yoh eran de un color anaranjado y las de Hao eran rojas.
-Mamá no tenías que comprar nada,_dijo Yoh antes de abrir sus paquetes.
-Es cierto, ya bastantes sorpresas llevo por hoy, me da miedo otra,_comento Hao recibiendo un golpe por parte de su hermano, que hizo que se cayese la toalla.
-Esa te la pienso devolver,_se quejo Hao.
-No quiero peleas esta noche,_dijo Keiko mientras recogía la toalla del suelo y le recogía a su hijo el pelo con suavidad.
-Vale,_respondieron a la vez.
-Hao, siéntate que te seque eso y haced el favor de abrir lo que os hemos comprado y no quiero quejas,_dijo esto último con rapidez evitando más quejas del mayor de sus hijos.
Hao obedeció y se sentó, Yoh se sentó a su lado, hicieron señas y abrieron la más pequeña, en su interior había un colgante con sus correspondientes iniciales, era de planta, más tarde descubrieron que a Anna le habían regalado otro.
-¿Os gusta?,_pregunto Keiko.
-Es bonito, original,_dijo Hao con algo de sarcasmo.
-Están bien mamá, no te preocupes,_dijo Yoh para suavizar el sarcasmo de su hermano mayor.
-Ahora en serio mamá,_dijo Hao mientras notaba como su madre le desenredaba el pelo,_no me lo pienso quitar, me ha hecho gracia, por así decirlo.
-Yo tampoco,_dijo Yoh mientras se lo abrochaba.
-Me alegro de que les gusten tanto, en realidad pensaba que no les iban a hacer tanta ilusión.
Keiko le termino de desenredar el pelo al mayor de su hijo y se lo seco cuando terminó los tres salieron de su habitación, aún tenían el otro paquete por abrir que era algo más grande que el primero.
-¿Vais a terminar de abrirlos?,_pregunto Keiko con impaciencia.
-Es cierto, venga a la de tres ¿te parece?,_dijo Yoh con la emoción de un niño pequeño en navidad mientras Hao asentía contagiado por su hermano.
Contaron marcha atrás y encontraron una llave, con un llavero, el de Yoh tenía una hoja verde y el de Hao una estrella roja, los dos se miraron desconcertados.
-Espera, he visto estas llaves antes,_dijo Hao,_por favor, dime que son lo que creo que son,_dijo Hao al borde de la histeria.
-Son dos motos nuevecitas, están esperándoos en la casa de los abuelos,_dijo una alegre Keiko.
-Mamá esta vez si que te has superado,_dijo Yoh abrazándola.
-El único problema es que no las podremos tocar hasta dentro de tres semanas,_se quejó Hao con cascadas en los ojos.
-Venga Hao, ven y dale un abrazo a tu madre.
Hao obedeció a Keiko y al poco tiempo de que se reunirán en el salón junto a su padre, Anna entro en este indicando que estaba lista.
Hasta aquí el primer capitulo, ¿qué pasara durante la cena?, ¿qué nuevas cosas descubrirán los gemelos?, ¿podrá Hao salir vivo de tanto entrenamiento?, todo esto y mucho más en el próximo cap.
GRACIAS POR LEER
