Resumen: YAOI Len está enamorado en secreto de su mejor amigo (Yoh) y descarga su amor y/o frustración en su diario con la esperanza de algún día ser correspondido.

Protagonistas: Len & Yoh

Genero: angustia, traumas y algo romántico.

Está narrada consecutivamente en tercera y primera persona desde la perspectiva de Len Tao (en ambas narraciones).

Historia original de: Haruka Tsukishiro.

Este es mi tercer fic, el primero de Shamán King.

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»§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§« AGONÍAS DE UN AMIGO »§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§«

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Capítulo I

» Son las 2:30 de la mañana, sin poder dormir, ansioso de volverlo a ver, ya preparé las maletas con anticipación, pronto partiré a los Estados Unidos a convertirme en el rey de los shamanes, aunque eso es lo que le he dicho a todos, porque en realidad voy para estar al lado de él, Yoh Asakura, él con su bondad rompió el hielo que cubría mi frío corazón enseñándome una nueva palabra: "amistad" pero yo conocí una nueva desde el mismo momento en que me invitó a su casa a festejar nuestra clasificación, esa palabra fue: "amor".

» Desde ese momento supe que estaba enamorado, pero no había querido admitirlo, y por eso lo trataba mal, aun por costumbre lo sigo haciendo, pero él me ve y me sonríe tomándolo todo como un juego y eso me enfurece y a la vez me encanta.

» A veces quisiera saber lo que él siente por mí, si es nada más amistad. Me provoca pararme frente a él y confesarle mis sentimientos, pero me aterra el rechazo y que ya no me vea de la misma forma. Me aterra perderlo.

» Yo sé que sí le importo más que a los demás, porque un día cuando estábamos luchando contra unos shamanes pandilleros, él se preocupó por mí y me defendió, me tomó entre sus brazos y me colocó en un sitio seguro impidiendo que me hicieran más daño.

» Seguramente su espíritu acompañante, Amidamaru, se dio cuenta de mis sentimientos, Bazón tuvo que hablar con él en mi lugar, no sé de qué hablaron, Bazón no me lo quiso decir, lo que sé es que todo seguía normal, aparentemente normal.

» La semana pasada descubrí otra nueva palabra: "celos" y todo por culpa de Ana, la prometida de Yoh, ella no lo quiere, eso se puede notar a simple vista, sólo está con él porque se convertirá en el rey shamán, seguramente si eso no fuese así hace años que lo hubiera dejado... creo que aun estoy sangrando por la herida, pero eso ya no me debe importar porque en unas horas partiré muy lejos con él y sus dos amigos que ahora también son míos, y Ana no irá, así que lo tendré por más tiempo.

» Quizás allá me decida y le confiese mis sentimientos...

—¿Qué haces señorito Len? —preguntó Bazón acercándose a su escritorio—. Todavía es de noche.

—Escribo en mi diario, lo que pasa es que no puedo dormir —respondió Len cerrándolo de golpe.

—¡Aun con lo mismo! Ya debería olvidarse de él —le aconsejó.

—¡¿Qué crees que no lo he intentado!? —le reprochó—. Pero es tan difícil, lo tengo clavado en mi alma.

—Lo mejor sería que no fueras a ese viaje.

—¡Eso jamás! ¿No entiendes que lo necesito cerca? —los ojos le brillaron a punto de llorar—. Me acostumbré a él, a sus atenciones, a sus cuidados. Además, les prometí a todos que los llevaría en mi avión.

—No lo puedo entender señorito, hablas de amor pero cuando estás con él, lo tratas mal, muy indiferente.

—Es sólo una manera de protegerme Bazón, de no ser lastimado —reflexionó con tristeza en su voz—. Así cuando él enserie su relación con Ana no me dolerá tanto.

—No se ponga así señorito que usted es mejor que esa sacerdotisa —trató de consolarlo.

—Pero... ¿de qué me sirve ser mejor si Yoh no está conmigo sino con ella? —una lágrima corrió por su mejilla, quitándosela enseguida—. Bazón, déjame solo.

—Pero señorito...

—¡¿No lo entiendes?! Quiero que me dejes solo.

La verdad Len no quería que lo vieran llorar, siempre se ha escudado bajo una mascara de niño fuerte y rudo y no quería verse expuesto ante nadie así fuese su espíritu acompañante. Volvió a sentarse en su escritorio y abrió nuevamente su diario, tomando el lápiz comenzó a escribir:

» A veces tengo el presentimiento que me amas, que ese trato tan especial que tienes conmigo es porque sientes algo por mí, lo que sucedió en las aguas termales no se me sale de la cabeza, lo repito una y otra vez en mi mente tratando de analizar tu comportamiento... Lo recuerdo todo como si fuese ayer:

» Era un día caluroso y me invitaste junto a tus amigos a las aguas termales y allí yo sentía que me mirabas diferente, quizás eran ilusiones mías, inventos de mi imaginación que se niega a aceptar la realidad. Pero tú te paraste y te sentaste a mi lado, recuerdo que me puse muy nervioso.

» Relájate —me dijiste con una cálida sonrisa—. Debes tenernos confianza, ahora que somos tus amigos.

» Pero yo no quería ser tu amigo, quería ser algo más por eso me levanté y me fui a los vestidores, antes de delatarme frente a los demás, pero tú me seguiste y aun no entiendo por qué lo hiciste.

» No tienes que comportarte así Len —me dijiste—. Ahora somos amigos —Otra vez apareció esa encantadora sonrisa iluminando su rostro.

» En ese momento odié esa palabra que él me había enseñado.

» Nunca he tenido amigos —le dije mientras me ponía la camisa—. Y no veo la necesidad de tenerlos ahora.

» Porque te alegran la vida.

» ¡Que tonterías! No los necesito —y me fui de allí sin voltear a mirarlo, ni aun cuando me respondió.

» Yo si te necesito.

» Aun me pregunto por qué no me detuve y le pregunté para qué me necesitaba, quizás si lo hubiera hecho, sabría lo que siente por mí.

» En ese momento me provocó correr a sus brazos y besarlo y decirle que lo amaba, pero no, no lo hice, decidí escapar, tomar el camino más fácil: huir de él.

» Me pregunto, para qué sirve el amor si te hace daño, odio las cosas que me hacen daño, por eso a veces siento que te odio a ti Yoh Asakura, por no darte cuenta de mis sentimientos, por no corresponderme.

Len dejó de escribir, permanecía en silencio con el lápiz en la mano, ya llevaba varias hojas escritas, estaba sumido en sus pensamientos, en su agonía, que perdió los límites de la realidad y la fantasía, mezclando todos sus pensamientos armónicamente a su conveniencia, enredando sus sentidos.

La puerta se abrió.

—¿¡Yoh!?... ¡¿eres tú!? —dudó al voltear y ver una sombra en la puerta.

—Si, lo soy querido amigo —dijo la tierna voz de Yoh saliendo de las penumbras, se aproximaba.

—¿Qué haces aquí? —jadeó, aun seguía sin poder creerlo, permanecía sentado en la silla de su escritorio.

—Vine por ti..., te necesito —musitó a su espalda, colocando sus manos sobre los hombros de Len.

—¿Có... có-mo dices? —tartamudeó sin aliento.

Yoh le incitó a levantarse, en lo que lo hizo, lo abrazó, acariciando toda su espalda, comenzó a besarle el cuello excitantemente dejando al pobre de Len petrificado y extasiado de felicidad, viendo cumplido lo que tanto había anhelado, se dejó llevar, sintiendo sus suaves carisias por todo su cuerpo, que se frotaban entre sí.

Pero, por alguna extraña razón Yoh no buscaba su boca, eso era algo que Len no comprendía, por qué Yoh no quería besarlo... será que sus labios son su rincón sagrado y eso se lo reservaba a la persona que realmente ama, o simplemente no quiere comprometer sus sentimientos, tomando al pobre de Len como una simple aventura mientras su verdadero amor está en su casa durmiendo.

Teniendo todas estas interrogantes con un alto grado de probabilidad de que pudieran ser cierto, no le importó, no le importaba que lo usase por unos instantes de locura ya que esos momentos serían mágicos para él, lo amaba tanto, lo había deseado por tanto tiempo en silencio, que ahora que estaba ocurriendo, se hizo de la vista gorda y sólo se concentró en disfrutar.

Continuará...

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»§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§« Rincón de Haruka »§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§« ◊ »§«

Este es un rinconcito que abrí para separar el fic de las notas de autor, no están obligados a leer.

Soy una chica venezolana que le apasiona el yaoi y para serles sinceros, no leo otra cosa que no sea ¡YAOI! Y estoy a la orden para cualquier cosa que se les ofrezca, eso sí: sin abusar je je que todo tiene su límite.

Espero les haya gustado el primer capítulo y que también les gusten los venideros.

Bueno... será hasta el próximo capítulo...

Haruka Tsukishiro