Título: Lo mejor de mi vida.
Pareja: CasxDean, GabrielxSam.
Rating: K+
Género: Romance, Drama, Family,
Disclaimer: Los personajes de supernatural pertenecen a Eric Kripke.
Resumen: Castiel está muriendo y Dean acepta la oferta de Dios para salvarlo: Renacer como humano. El rubio decide hacerse cargo del bebé, sin sospechar lo difícil que será dejar atrás el amor de pareja para cambiarlo por un amor paternal pero Dios trabaja de formas misteriosas y le dará una valiosa lección de la manera menos esperada.
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Capítulo 1
Dean observó esos intensos orbes azules que lo contemplaban como si fuera el tesoro más valioso del universo. Su cuerpo se estremeció cuando esa cálida mano se coló bajo su camiseta y jadeó entrecerrando los ojos. Hace dos meses se había dado cuenta de los extraños sentimientos que el ángel provocaba en él y después de que se hicieron cargo de Lucifer, Sam lo animó a platicar con el moreno sobre sus sentimientos y el resultado fue mucho mejor de lo que esperaba.
-Caaasss…- se estremeció cuando su pantalón fue quitado.
-¿Estás seguro, Dean? No quiero que te fuerces a hacer esto.
-Idiota- dijo con una cariñosa sonrisa y acarició la mejilla del mayor- Te amo, Cas, esa es toda la seguridad que necesito para hacer esto contigo.
-Dean- esbozó una sonrisa- Yo también te amo.
El ángel se inclinó para besarlo apasionadamente mientras terminaba de desnudarlo y se acomodó entre sus piernas. Dean gimió contra la boca del mayor cuando esos lujuriosos dedos comenzaron a prepararlo.
-Aaaaahhhh Caaasss… Mmm…
-¿Te duele?- preguntó preocupado.
-No… estoy bien… Aaaaahhhh… se siente raro…
Un segundo dedo se coló en su interior encontrando algo de resistencia. Castiel esbozó una pequeña sonrisa antes de repartir besos por su torso desnudo hasta llegar a su hombría, dándole un lametón y la tragó por completo. El cuerpo del rubio se contrajo de placer al mismo tiempo que gemía descontroladamente. Sabía que su pareja era virgen y solo tenía nociones básicas del sexo que aprendió en las películas porno pero esa lengua se movía como la de un experto y cuando sus dedos le rozaron la próstata, su cuerpo entero vibró por la sensación.
-¡Caaaass siiiiii! ¡Aaaahhh Caaaasss! ¡Maaaasss Siiiiii! Aaaaaahhhh… Caaaassss… Aaaaahhhh…
Cuando estaba a punto de llegar al orgasmo, el mayor se levantó lamiéndose los labios y quitó sus dedos mirándolo con intensidad antes de acomodarse entre sus piernas y comenzó a penetrarlo despacio, quedándose quieto al colarse por completo. El rubio jadeó con fuerza por la desconocida pero placentera sensación.
-¿Estas bien?- preguntó mirándolo con cariño.
-Caaass… Mmm… sí… muévete despacio… Mmm…
-Te amo, Dean- dijo embistiéndolo con suavidad- Eres lo mejor que me ha pasado… Aaaahhh… lo mejor de mi vida… Aaaahhh Deeeaaannn…
-Caaasss… tú también… Aaaahhh- dijo entre jadeos- Eres lo mejor de mi vida… Aaaahhh…
El rubio le enterró los dedos en la espalda mientras se sentía abrumado con el posesivo beso del mayor, el cual le transmitía un sinfín de sentimientos y lo hacía sentir el hombre más amado del mundo. Las embestidas comenzaron a hacerse más rápidas y erráticas, dando justo contra su próstata, lo cual tenía gritando de placer y suplicando por más. El moreno lo complació en todo momento, asegurándose de no lastimarlo pero haciéndolo disfrutar como nunca antes. Al cabo de unos minutos ya no pudo soportar tantos estímulos y cuando una mano bajó a masturbarlo, arqueó la espalda, echó la cabeza hacia atrás y acabó con un ronco gemido de placer.
-¡Caaaassss!
El ángel gruñó al sentirlo y con un par de desenfrenadas embestidas, acabó en su interior mientras gritaba su nombre. Ambos se tomaron un tiempo para controlar sus respiraciones y el mayor lo besó con ternura antes de acostarse a su lado.
-Cas- el cazador lo abrazó sonriendo- Te amo.
-Yo también te amo, Dean.
El menor sonrió y se acurrucó contra el cuerpo de su pareja, besándole el pecho para luego cerrar los ojos, entregándose a un plácido sueño en compañía de su ángel.
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Sam observaba en silencio por el espejo delantero del impala como la parejita estaba comiéndose la boca a besos en los asientos traseros. Se encontraban en medio de la cacería de una bruja y esa misma noche se harían cargo de ella cuando se aseguraran que estuviera sola en la casa.
-Chicos basta- pidió suspirando- Les recuerdo que sigo aquí.
-No seas aguafiestas, Sammy- dijo jadeando un poco.
-Idiota, deja de correrle mano a Cas y preparémonos, pronto entraremos.
-Bien, bien- bufó molesto- Continuaremos después, angelito.
-Sí, Dean.
Esperaron hasta las once de la noche y entraron a la casa. El ángel revisó el segundo piso mientras ellos se encargaban del primero. Recorrió la cocina con cuidado hasta que un ruido lo hizo voltear pero no alcanzó a esquivar el ataque de la mujer, resultando golpeado en la cabeza y cayó al suelo aturdido.
-Malditos cazadores, voy a destrozarlos.
-¡Samyyyy!
El rubio apareció en el umbral de la puerta y se abalanzó sobre la mujer, rondando un par de metros hasta que chocaron contra la pared. El castaño se apresuró en levantarse para ayudar a su hermano pero la mujer lo aventó contra la mesa.
-¡Sam!
El menor alzó la cabeza y vio como la bruja iba corriendo hacia él mientras sostenía un cuchillo con algo negro en su filo. Solo atinó a cubrirse con las manos pero su hermano intervino y la mujer lo empujó contra la pared con la intención de apuñalarlo pero el ángel apareció frente a ella, recibiendo una herida en el hombro mientras la tomaba por el cuello.
-Se acabó.
-No me iré sola…
Castiel se encargó de ella sin mayores problemas y dejó caer el cuerpo inerte en el suelo. El menor suspiró aliviado para levantarse al mismo tiempo en que el moreno se desplomaba siendo sostenido por un muy preocupado Dean.
-¡Cas! ¿Qué tienes?- preguntó recostándolo en el suelo- Cas, ¡Cas!
El mayor comenzó a colocarse muy pálido y jadeaba manteniendo una expresión de dolor. Sam se apresuró en examinar su herida antes de tomar el cuchillo, el cual desprendía un desagradable olor que no le gustó en lo más mínimo.
-¿Qué le ocurre, Sammy?
-Creo que lo han envenenado, si no hacemos algo pronto lo perderemos.
-¿Qué…? No, ¡Cas! ¡Cas reacciona!- gritó sacudiéndolo por los hombros- ¡Cas!- gritó desesperado- Lo siento… esto es mi culpa… me protegiste…- dijo sin contener sus lágrimas- Cas…
-Dean…- susurró el moreno tomando su mano- No… no llores… yo… haría cualquier cosa… por ti…
-Cas… por favor resiste… te llevaremos a un hospital…
-Lo siento…
-No… Cas…
-Te… amo…
El menor se asustó bastante cuando el ángel cerró los ojos y no reaccionaba ante los gritos desesperados del rubio. Estaba esperando lo peor cuando escuchó un suave aleteo y se giró rápidamente, encontrándose con la persona que menos esperaba.
-¿Chuck…? Tú…
-Hola chicos.
-¿Qué haces aquí…? ¿Cómo llegaste?- preguntó desconcertado.
-No hay tiempo para eso- dijo arrodillándose junto al moreno y colocó una mano en su frente- O no, tenemos que actuar rápido o morirá.
-¿Qué…?- el rubio lo miró extrañado- ¿Chuck…?
-Realmente amas a Cas ¿Verdad?
-Sí.
-¿Qué estarías dispuesto a hacer por él?
-Cualquier cosa.
-¿Incluso sacrificar tu felicidad por su bienestar?
-¡Claro que sí!- gritó llorando- Solo quiero tenerlo a mi lado… no quiero perderlo, no ahora que sé cuánto lo amo.
-Hay una forma en que puedo salvarlo, Dean pero perderás algo muy importante.
-¡No me importa! Sálvalo- suplicó- Por favor…
-El veneno que le dio esa bruja es muy poderoso, su vida se extinguirá muy pronto- sentenció- Hay algo que puedo hacer pero será a cambio de un alto precio.
-¡Solo hazlo y sálvalo!
-Bien.
Una luz blanca comenzó a rodear al ángel hasta que el par de hermanos se vio forzado en cerrar los ojos. Para cuando volvieron a abrirlos, solo la ropa del moreno continuaba intacta en su lugar y Chuck sostenía un pequeño bebé en sus brazos que lloraba desconsoladamente.
-¿Qué…? ¿Cómo…?
-¿Aún no te das cuenta de quién soy, Sam? Solo hay una forma de salvar a Castiel y es que renazca como humano, sin recuerdos, sin memoria de su vida pasada.
-Pero hacer eso… es… tú…- el menor tragó saliva con dificultad- ¿Eres Dios?
-Sí, Sam, lo soy.
-Mi Cas- susurró el rubio sollozando.
-Esto es todo lo que puedo hacer por ti, Dean, sé que es doloroso pero era la única manera de salvar a Cas, renacer como humano era su única opción, ahora tú decides que sucederá.
El rubio tomó con cuidado al bebé en brazos, quien dejó de llorar mientras esos ojitos azules correspondían su mirada. El castaño se acercó curioso y le palmeó el hombro a su hermano en señal de apoyo. Sabía que las cosas serían difíciles pero juntos conseguirían salir adelante.