Hola! Mi nombre es Mssblackstarr. Tengo 21 años y soy nueva en esto. Llevo muchos años leyendo historias pero nunca me he atrevido a escribir ninguna. Realmente no sé ni cómo me he atrevido a hacerlo, pero sentía que eso era lo que tenía que hacer. Espero sus reviews diciéndome que les parece esta historia, si creen que debería continuar o no.
Muchas gracias por leerme ;)
Hola, mi nombre es Rose Granger, y voy a contarles mi historia.
Tengo 18 años recién cumplidos. Durante toda mi vida he vivido en Australia, en una casita frente al mar junto a mi madre y mis abuelos. Ellos han sido mi familia. Nunca he tenido amigos de verdad, no creo que existan. Ahora mismo estoy en mi habitación, preparando mi maleta. En tres horas sale mi avión a Londres. Recojo mis últimas cosas y me miro en el espejo. Frente a mi puedo ver el reflejo de una chica, de estatura media, quizá demasiado delgada. Mi pelo está tal y como siempre me ha gustado, castaño y rizado, largo hasta la cintura, suelto y con el flequillo hacia un lado, tapando uno de mis ojos, recuerdo que mi madre siempre me renegaba por ello. Paso la vista a mis ojos, creo que es lo que más me gusta de mí: grandes, expresivos y azules, muy azules, como los de él.
Nunca conocí a mi padre, no sé donde vive, nunca he visto una foto suya, ni siquiera sé su nombre. Sólo sé lo que mi abuela tan a menudo me decía: "Tus ojos son iguales, exactamente iguales a los de él". Quizá por eso es lo que más me gusta de mí, porque es lo único que sé de él, lo único que sé que me une a mi padre.
A lo mejor os preguntaréis porqué estoy haciendo la maleta, porqué me voy precisamente a Londres, que está en el otro lado del mundo. Mi madre, Hermione Granger, nació allí, y allí creció. Allí tuvo su vida y sus amigos. No es que haya sido infeliz aquí, tampoco puedo decir que haya sido feliz, pero necesito alejarme de mis recuerdos. Me voy sola, sí, porque estoy sola.
Aquí viene el inicio de mi historia, hace dos meses. Yo estaba en el instituto atendiendo al profesor en clase de matemáticas. Siempre he sido buena estudiante, y me encantaría ir a la Universidad de Londres. Mi sueño es estudiar arquitectura. Pero no quiero desviarme del tema principal. Estando en clase tocaron a la puerta. Era el director.
Por favor señorita Granger, necesito que venga un momento conmigo – me dijo con una expresión triste en sus ojos. Ahí fue cuando me realmente me asusté. Salí junto a él y me llevó a su despacho. Se sentó en sus sillón de piel negra y yo me quedé de pie, junto a su mesa – Señorita Granger, siéntese por favor.
¿Qué es lo que pasa? – contesté aún de pie, no era capaz de moverme.
Por favor siéntese – me insistió el director, pero mis pies estaban clavados al suelo.
No quiero sentarme, por favor, dígame que es lo que pasa – le grité al director. Realmente estaba asustada, nunca había visto una reacción así en el director. Alguna vez he visto a un compañero venir al despacho del director, pero siempre por alguna trastada y el director no se encontraba triste en esos momentos, sino enfadado. Esto era diferente.
Está bien. Vera señorita Granger, realmente no sé cómo decirle esto, pero la policía local del pueblo me ha dicho que hable con usted, que intente contarle lo que ha pasado con el mayor tacto posible, realmente no sé ni cómo hacerlo…
Por favor – le corté mientras me hablaba, necesitaba que fuera al grano. Me miró con tristeza, incluso pude ver un atisbo de lástima en sus ojos.
Su madre ha tenido un accidente de coche. Sus abuelos iban con ella. Ellos… bueno… un loco invadió su carril y el coche cayó por un barranco. De verdad, lo siento mucho – me dijo casi llorando. Todos en el pueblo conocían a mi madre. Ella era una gran abogada, había ayudado a cientos de familias del pueblo, y todos la querían. Ella siempre se hacía de querer, no como yo.
Están muertos. Los tres, ¿están muertos? – No podía creerlo, sinceramente pensaba que estaba en medio de una pesadilla, incluso me pellizqué el brazo, no podía ser verdad.
Lo siento mucho señorita Granger, ellos murieron en el acto, el único consuelo que me queda por decirle es que no sufrieron – me comentó mirándome fijamente. Sí, vaya consuelo. Me había quedado sola, completamente sola. No tenía más familia, no conocía a mi padre, no tenía amigos… con 18 años ya estaba completamente sola en el mundo. Intenté acercarme a la silla y como pude me senté en ella. Mis ojos se opacaron, tanto que hasta daba miedo. No pude llorar, no sé porqué las lágrimas no me salían, sólo sentí que mi alma se rompía en mil pedacitos.
Quiero irme a casa – le pedí al director sin siquiera mirarlo.
Claro señorita Granger, un agente la acompañará.
Así fue como sucedió todo, así fue como me quedé sola. Ya antes de eso era una chica dura, creo que el no tener una figura paterna fija me hizo ser así. Siempre tuve envidia del resto de niños cuando los veía junto a sus padres. Mil veces le pregunté a mi madre por mi padre, pero ella nunca me respondió.
Cuando ella se fue me enfadé mucho, muchísimo con ella. Se había ido y yo no sabía ni por dónde empezar a buscar. ¿Es que nunca pensó en eso? Parece ser que no. Entonces entré en su habitación y con un martillo rompí, con lágrimas en los ojos, el único cajón que nunca me dejó abrir. Recuerdo un día en el que me pilló cotilleando en él, al día siguiente compró una cerradura.
"Yo tenía 10 años. Entré en la habitación de mamá buscando la Game Boy que me había escondido por haberme peleado con una niña del colegio. Estúpida niña, por su culpa estaba aburrida. No la encontraba por ninguna parte, por lo que abrí el último cajón en el que me faltaba por mirar. Allí encontré fotos, muchas fotos. Cogí una de ellas y pude ver a mi madre, muchos años atrás, con un hombre de pelo negro, despeinado, con gafas redondas y ojos verdes. Me pregunté quién sería él. ¿Mi padre? No, él tenía los ojos verdes, no azules como los míos. Detrás de esa foto pude ver que ese hombre había escrito algo: Hola Hermione, realmente te echamos de menos, sé que me pediste que no te escribiera, pero sabes que te echo tanto de menos que necesito aunque sea saber algo de ti. Te mando esta foto, ¿te acuerdas? Fue un día en el parque de atracciones. Sabes que puedes escribirme cuando quieras o venir a verme, siempre tendrás la puerta abierta. Mi dirección es: Grimmauld Place, nº 12, Londres. Te quiero mucho Hermione, ya sabes, tú siempre has sido como la hermana que nunca tuve. Harry.
Entonces mi madre entró en la habitación, creo que nunca la he visto tan enfadada. Me dijo que nunca más abriera ese cajón, que no la desobedeciera, que era demasiado importante para ella que no lo hiciera. Por supuesto no lo hice, hasta hoy…"
Abrí el cajón y cogí todas las fotografías. Aparte de con ese chico vi fotos con otra chica de pelirroja y de ojos castaños, con una chica rubia de ojos azules y otro chico más alto, moreno y de ojos oscuros. Esos fueron los amigos de mi madre. Ellos tuvieron que conocer a mi padre.
¿Recuerdan que me preguntaron por qué iba a Londres verdad? Pues bien, allí tengo una dirección, una dirección que espero me lleve hasta él, hasta mi padre.
