Hola! Después de años he vuelto. Me da mucha pena haber dejado esta historia tan tirada... sobre todo porque se pone muchisimo mejor ahora más adelante. Publico aqui el primer capitulo de la segunda parte de "IRENE". Creo que le gustará mucho a los fans de Sirius Black, y a parte salen casi todo los demás personajes de la saga.. y mucho mas!
A Irene le latía el corazón con mucha prisa. Sirius se sentó en la cama
- Seguro que te preguntaras como he vuelto, ¿no?- Irene asintió.- Cuando Bellatrix me mató, me quedé en las nubes, en la nada. Yo sabia que pasaba el tiempo pero era como si no existiera. Hoy, al morir Voldemort, todos los que han muerto a causa de el volverán.
-¿Y los padres de Harry?- Preguntó Irene.
-También. Pero no tengo claro de en donde estarán. Yo aparecí solo a las afueras de Hosmeade. Sabia donde estaba y lo que había ocurrido, así que vine corriendo hasta aquí. Suerte que tu estabas aquí.- Y le sonrió a Irene. Ella se ruborizó un poco. Sirius no había cambiado desde que Bellatrix lo mató. Era como si el tiempo no le hubiera afectado físicamente, y estaba muy guapo.
-Remus salió muy mal parado en la lucha. Esta en San Mungo- Le informó Irene. La sonrisa de Sirius se esfumó.
-Tengo que ir a verlo.
-Ya se lo he dicho yo a la profesora McGonagall, pero ha insistido en que valla mañana- Sirius se enfureció un poco. Después, como los dos estaban muy cansados, se metieron en la cama y se durmieron poco después.
-¡Hay dios mío!- Gritó la señora Ponfrey a la mañana siguiente al ver a Sirius. El e Irene se despertaron sobresaltados.- ¡Quien en usted, que hace aquí!- Sirius se levantó.
-¡Tranquilícese! Soy yo, Sirius Black.
-¡Aaagh!- Gritó la señora Ponfrey y se desmayó. Al caerse al suelo, formó tal estruendo que Dunbledore, que pasaba por allí se enteró y entro en la enfermería.
-¿Qué ha...?- Pero cuando vio a la señora Ponfrey desmayada y a Sirius y a Irene con cara de susto ahí de pie, casi se queda mudo- ¡Sirius!- Gritó y lo abrazó- ¿Qué haces aquí?- Sirius le contó lo mismo que le dijo a Irene la noche anterior.
-Me gustaría ir a ver a Remus- Le pidió Sirius a Dumbledore.
-A eso venia. Venia para decirle a Irene que se viniera a San Mungo. Venid, tengo el translador aquí.- Y los tres salieron de la enfermería y se fueron al despacho de Dumbledore. Allí, Dumbledore le dio a Irene y a Sirius un tintero. Sirius lo agarro y Irene agarró las manos de Sirius. Se miraron a los ojos unos instantes antes de que de repente desaparecieran de la sala y aparecieran en San Mungo. Le preguntaron a la mujer de Recepción que donde estaba Remus Lupin y se dirigieron rápidamente a su habitación. Allí estaba el, blanco como la cera y muy frío. Estaba dormido. Irene y Sirius se abalanzaron sobre él.
-Seguro que si supiera que estas aquí se pondrían mejor- Dijo Irene. Sirius sonrió- ¿Quieres estar un rato a solas con el?- Preguntó. Sirius asintió y Irene se fue al pasillo. En ese momento un sanador que pasaba por allí, pero Irene lo paró.
-¿Qué le pasa a Remus?- Le preguntó Irene. El sanador suspiró y respondió.
-No lo sabemos exactamente. Recibió dos hechizos a la vez. Estamos investigando a ver cuales eran, pero de todas maneras...- El hombre se quedó callado.
-¡Que!- Insistió Irene, pero el sanador se fue.
Irene no quería pensar en el final de la frase. "¿Quién diablos fue quien le hizo eso?" se preguntó. En ese momento salió Sirius. Estaba muy preocupado. Irene entró rápidamente. Tocó con su mano la cara de Remus. Estaba helado. Irene lo miro fijamente. Cuando ella estaba mal, el había hecho que ella se sintiera mejor. No merecía morir. Entonces, Irene sintió un impulso y lo beso, y como por arte de magia (y nunca mejor dicho) sus mejillas se sonrojaron. Irene se sobresaltó mucho. Salió al pasillo y llamo al sanador. Este vino corriendo, y cuando vio a Remus, llamó a unos cuantos sanadores mas que entraron corriendo y cerraron la puerta.
-¿Que pasa? ¿Qué pasa?- Repetía Sirius asustado.
¡Que Remus se ha puesto colorado!- Decía Irene dando botes. Los ojos de Sirius se habrieron mucho. Estaban contentos de alegría. Irene le explicó lo sucedido y Sirius se quedo pensativo. Al rato salió el sanador con una gran sonrisa.
-Se va a poner bien.- Les informó y Irene y Sirius se abrazaron. Dumbledore se esteró de la noticia y fue corriendo para allí. Cuando llego, les dijo a Irene y a Sirius:
-Hoy estamos de buenas noticias. Lo que ha sucedido ha sido magia antigua. Es rarísimo. Solo podía dejar de estar frío con el calor humano.- Dijo y miró a Remus por el resquicio de la puerta.- Tomad- Dijo y les enseño otro tintero- Volved a Hogwarts. Harry se ha despertado.
Irene y Sirius cogieron el translador y volvieron. Cayeron justamente en la enfermería. Harry estaba en su cama hablando con Ron, Hermione, Luna y Ginny, y cuando todos vieron a Sirius se quedaron igual que Dumbledore. Menos Harry, los demás salieron disparados hacia el, haciandole preguntas y todo eso. Después Sirius se acercó a Harry. Este no podía estar mas contento.
-He vuelto, y Remus está bien.- Toda la gente estaba un poco histérica y le pedían explicaciones. Sirius lo contó todo, pero cuando llegó a lo del beso de Irene, todos se dieron la vuelta apara verla.
-Que pasa- Dijo Ginny- No te basta con quitarme a mis novios, sino que también te hachas novios mayores que tu.
Sirius miró a Ginny con cara de "me he perdido algo". Pero lo que venia a continuación, hizo que todos se quedaran sin respiración. La puerta de la enfermería se abrio, y por ella entraron Lily y James. Ninguno daba crédito a lo que veían. Sirius alió corriendo hacia ellos, detrás iban los demás, incluido Harry.
-¡Sirius!- Gritaron los dos al verle y se abrazaron.
Detrás iban Ginny y Ron, que reconocieron perfectamente que eran hijos de los Weasley. Después estaba Hermione, que aunque no sabían quien era, la abrazaron también. La siguiente era Luna, que parecía que se le iban a salir los ojos de la impresión. Después Irene, que se fijó que los dos de parecían mucho a Harry, y después, pues Harry, y se pusieron los tres a llorar de alegría. Los demás, pensaron que era mejor dejarles solos, así que salieron. Allí se encontraron con Tonks. Parecía estar perfectamente. Cuando vio a los cinco con esa cara preguntó que pasaba, tan tranquila, pero cuando se dio cuanta de que Sirius estaba allí, se abalanzó sobre él.
-¿Cómo te pondrás cuando te digamos lo demás?- Preguntó Sirius- Prométeme que no te volverás loca.
-Nose... Pero ¡Dímelo!- Estaba muy impaciente. Cuando le contaron lo de James, Lily y Remus, tuvieron que hecharle un hechizo inmovilizador. Tiempo después todos se tranquilizaron y Dumbledore vino.
- Es para mi una gran sorpresa todo esto- Dijo- Voldemort ha muerto, y todos los que murieron por su causa están vivos. Entre tanto, ya se ha hecho de noche y los chicos habéis perdido el primer día de clase. Se que todos estáis muy contentos y os tenéis que contar muchas cosas, pero ahora hay que dormir. Remus vendrá esta noche y se quedara a dormir en la enfermería. Tonks, Sirius, Lily y James dormirán en la sala de los menestres. Los demás a sus habitaciones. Me voy a quedar hablando con los mayores.
Entonces Irene, Harry, Ginny, Ron, Hermione y Luna se levantaron. Cuando se iban a separar porque cada uno se iba a su sala común, Harry quiso hablar con Irene.
- Lo siento- Dijo Harry y agachó la cabeza. Irene no entendía nada.
-¿De que me hablas?- Preguntó ella.
-¿No te has dado cuanta? Si tu padre no ha vuelto es que Voldemort no lo mató- Irene no había caído en eso y ahora tenia otra preocupación encima- Lo siento de verdad- Se dio la media vuelta y se fue.
A la mañana siguiente Irene se levantó corriendo.
-¿Por qué tienes tanta prisa?- Le preguntó Luna medio dormida.
- Quiero saludar a Sirius- Contestó y se marcho. Luna levantó una ceja...
Irene entró en el Gran Comedor, que estaba casi vacío. Se fijó que al lado de la silla de Dumbledore había cuatro sillas más. Irene se sentó en la mesa de Ravenclaw, donde solo había un estudiante de segundo curso, pero se veía que Sirius también era muy madrugón, porque apareció minutos después. Irene se levantó y fue corriendo hacia el.
-Hola- Le saludó ella.
-¿Qué tal? Hoy empiezas otro curso. Que mayor, ¿no?- Estaba de muy buen humor. Mientras hablaba se balanceaba ligeramente hacia adelante y hacia atrás.- Que hambre, ¿Te importa que me siente a tu lado? Esque no quiero sentarme ahí, con los profesores. Además, me gustaría recordar los viejos tiempos.- Irene sonrío y los dos se sentaron.
Cuando Lily y James entraron en el comedor acompañados de Dumbledore, ya había mucha gente allí. Lily miró a Irene y a Sirius, con un toque poco aprobador, pero Dumbledore sonrió.
- Todos nos miran, ¿no crees?- Preguntó Irene a Sirius.
- Dumbledore me dijo que les contó a los alumnos lo que sucedió, y les dijeron que yo era inocente. También lo ha hablado con el ministerio. Esta todo arreglado.- Sirius miró para atrás, hacia la mesa de Griffindor y saludó a Harry- ¿Sabes si Harry ya tiene planteado lo que va ha hacer el año que viene cuando acaba la escuela?
- Creo que dijo que quería ser auror, pero no es seguro- Respondió Irene.- Por cierto, ¿Tu te vas a quedar en Hogwarts todo el año?
- No, que va, me quedo hasta este fin de semana. Luego me iré junto con los demás a mi casa. Ahora soy libre, ¡Puedo hacer lo que me plazca!
A la hora de la cena de ese mismo día Sirius se había sentado en la mesa de los profesores por cortesía y Luna estuvo hablando con Irene.
- Oye, a la gente le parece muy raro que tu vallas viendo y hablando por ahí con Sirius como si lo conocieras de toda la vida.
- No le conozco de toda la vida, pero me cae muy bien, y no me importa lo que diga le gente.- Dijo Irene y miró a al gran comedor. La gente empezaba a irse.
- Pero es que hablas mas con el que con tus amigos. ¡Parece que te gusta!
-¡Que bobada!- Dijo Irene colorada y se levantó. Miró a la mesa de los profesores. Solo estaba Snape que se acababa de levantar y se dirigía hacia la puerta.
-¡Profesor!- Gritó Irene y consiguió pararlo en el resquicio de la puerta.
-¿Qué quieres señorita White?- Preguntó con el entrecejo fruncido.
- Veras, quería saber si ha visto a S...- Pero de repente Snape pegó un grito y se llevó el brazo derecho al antebrazo izquierdo.- ¿Se encuentra bien, profesor?- Irene estaba preocupada y asustada.
-Acompáñame- Dijo como pudo y se llevó a Irene a su despacho. Allí, Snape le ordenó a Irene- Coge una poción que hay en mi armario de color púrpura- Irene abrió el armario corriendo, encontró la poción y se la dio. Snape se la tomo enseguida, entonces se calmó y se soltó el brazo- Gracias.
-¿Qué le ha pasado, señor?- Dijo muy asustada. Snape jadeaba.
- Pero no se lo puedes contar a nadie, ¿entendido?- Irene asistió- Esto... Tengo que informar rápidamente a la Orden del Fénix. Es la marca que tengo en mi brazo de la marca tenebrosa. Se ha encendido. Pero es imposible. Teóricamente tendría que haber desaparecido. Quien-tu-sabes esta muerto... Snape le enseño la marca a Irene. De repente, una lechuza entro y se poso en el hombro de Snape. Llevaba una carta. Snape la cogió y se puso a leerla. No debió gustarle lo que leyó, porque rompió la carta y la tiró al fuego.
- Irene, te quiero pedir un favor- Irene lo miró. ¿Snape, pidiéndole un favor? A ver que quería...
- Vale.
- Pero prométeme y júrame que no se lo dirás a nadie. Solo lo sabremos tu y yo.- A Irene le empezó a dar miedo Snape. Pero sentía curiosidad.
- Te lo prometo- Dijo con voz algo temblorosa.
- Mira...- Snape se empezó a poner colorado- ¿Te acuerdas de la carta que me enviaron en la cena en la casa de Black?- Irene asintió- Era de una mujer- Irene escuchó interesada- Esque... Estoy buscando novia.- Snape no estaba mas colorado... porque no podía. Irene se quedó boquiabierta por un instante, pero hizo como si no tuviera mucha importancia- Veras, yo quiero que tu me ayudes- Pero en ese instante alguien entró por la puerta y Snape e Irene miraron. Era Sirius.
¡EH!- Dijo él- Irene, te estaba buscando, ¿Qué haces aquí?- Irene se puso en pié.
- Quedaremos este fin de semana en Hosmeade, a las 11 en las Tres Escobas. Puedes irte- Dijo Snape sin mirar a Sirius y acompaño a Irene a la puerta y después la cerró.
-¿Qué quería Snape de ti?- Preguntó Sirius a Irene.
- Eh... Nada, solo me estaba explicando lo del primer día de clase, el que me perdí, y es que no me he enterado muy bien, así que me lo va a repetir este fin de semana.
-¡A eso venia! Te quería preguntar si saldrías para quedar y eso, pero...- Irene lo interrumpió.
-¡No te preocupes! No nos llevara mucho tiempo. A las 12 estaré contigo, ¿qué te parece?
-Estupendo- Contestó Sirius y sonrió- Adiós. – Y se fue pasillo alante. Mientras andaba, Irene pensó:
- Que bien le sientan esos pantalones, jaja.
