Traducción de Exile. Author: WTFdoUwantNOW (4208965) "Estoy trabajando en mi primera historia de The Walking Dead, no estoy segura de si a la gente le va a gustar o no, pero me estoy divirtiendo escribiéndola".
Disclaimer: Todo lo relacionado a The Walking Dead (personajes, situaciones, sucesos) son propiedad de los señores Robert Kirkman (y compañía) y Glen Mazzara.
El cómo, dónde, cuándo, por qué y quién o quiénes le pertenece a la autora del fic, yo SOLO traduzco.
Capítulo 1
Daryl terminó de asegurar la última de sus pertenencias a la Bonneville de Merle y suspiró. Tenía un terrible dolor de cabeza y su cuerpo en conjunto se sentía como si estuviera organizando una protesta en contra de estar en posición vertical. Hombre, de verdad le dolía todo. El sol se estaba asomando por entre los árboles y echaba un brillo rosado en los bordes del paisaje al ahuyentar la oscuridad de la noche. Las aves estaban cantando y llamándose entre sí saludando al Sol y no se veía ni una nube en el cielo mientras la oscuridad se dispersaba. El aire estaba cargado de humedad y él se pasó una mano temblorosa por la frente que ya estaba empapada de sudor. Este iba a ser otro extremadamente caluroso y bochornoso día de verano georgiano. Miró debajo de la colina hacia la casa de campo de los Greene. Estaba tranquilo allá abajo y no había señales de alguien levantado en esta hora temprana. Eso lo alegraba. No quería a nadie haciendo una escena o tratando de conversar para convencerlo de quedarse. Seguro, pensó, como si alguien quisiera que él se quedara.
Ya había movido su carpa y sus pertenencias a un lugar alejado de los demás y se recluyó dos días, después de que aquella criatura que había sido Sophia saliera caminando del granero. No había sido capaz de enfrentar a Carol luego de eso y no había querido ver ni hablar con nadie. Su distanciamiento de los demás parecía haber preocupado a algunos de los miembros del grupo pero luego de un par de airadamente frustrados intentos de visita de parte de Rick, Andrea y Glenn, lo habían dejado solo. Eso había sido un poco más de una semana y media atrás. Carol, por supuesto, había sido devastada cuando Sophia salió del granero y aunque él mantuvo su labio superior tieso, también había sido aplastado. Estaba tan seguro de que Sophia aún estaba viva y de que la encontraría. La haría reunir con su madre y habría abrazos y sonrisas por todos los alrededores y él no tendría que escuchar ni ser llevado parcialmente a la locura por los suspiros de lamento de Carol y su llanto silencioso. Estaba profundamente arrepentido por la falsa esperanza que le había dado a Carol y a los demás. Había sido un completo idiota, diciéndole que iban a encontrar a Sophia y que iba a estar muy bien.
Shane le había hecho recordar eso la noche anterior, cuando se metieron en su pequeño altercado. ¿Pequeño altercado? Maldición, Shane había batido la mierda afuera de él. — ¡Idiota!, había estado diciendo durante días que la búsqueda de la hija de Carol debía ser cancelada; tratando de prepararla para aceptar que su hija no iba a volver. ¡Tratando de hacer que todos sacaran la cabeza de sus culos y enfrentaran el hecho de que la niña estaba muerta!... pero tú, señor "Súper Rastreador Poderoso Cazador" vas y abres tu grande y estúpida boca y ¡haces salir completas porquerías sobre saber que sigue con vida y que va a estar BIEN! ¡Carol se aferró bien a eso! ¡Le diste esperanza cuando no había ninguna! ¡Luego le traes esa puta flor y le cuentas una historia de cuento de hadas que la lleva aún más lejos! ¿Qué carajo eres, un innato campesino sádico? No estaba preparada en absoluto para la muerte de Sophia sólo porque no has podido mantener tu boca cerrada, ¡pedazo de mierda sin valor!
Daryl hizo una mueca al recordar las palabras de Shane. Le había entregado el culo en un plato la noche anterior, pero sus palabras lo habían lastimado más que el ataque físico. Daryl no había tenido intenciones de herir a Carol, pero seguro había hecho de eso un trabajo explosivo.
Él puso su pierna sobre la moto y se sentó lentamente. Mierda, incluso le dolía doblar las jodidas rodillas. Sacó el embrague y puso el punto muerto para hacer rodar la cosa cuesta abajo de la colina, esperando que eso lo lleve la mayoría del camino por debajo y por fuera de la carretera de los Greene así no tendría que presionar tan fuerte antes de encenderla y arriesgarse de despertar a alguien con el sonido.
Merle tenía la tubería Vance y Hines más ruidosa que podía ponerle a la maldita cosa y Daryl sacudió la cabeza y murmuró:
—Merle, idiota desesperado por llamar la atención.
Luego se sintió un poco culpable. Después de todo, Merle no sabía que los muertos se levantarían y caminarían por la Tierra y que serían atraídos por el ruido, especialmente por los ruidos FUERTES, cuando puso esas malditas cosas en la moto.
Daryl fue capaz de costear la moto gran parte del camino hacia la carretera principal y luego la empujó los últimos más o menos treinta metros.
Se montó de nuevo y echó un último vistazo al mapa que tenía en el bolsillo interior de la chaqueta antes de patear haciendo volver a la vida a la vieja Triumph y entrar en la ruta. No miró atrás ni una vez.
Su plan era dirigirse aproximadamente sesenta y cinco kilómetros al oeste donde dos pequeños lagos se hallaban en profundas colinas boscosas. Los lagos estaban a casi veinte kilómetros de la ciudad más cercana, que era una pequeña ciudad con una población de doscientas personas, de acuerdo a la información turística tan amablemente proporcionada por el mapa. El primer lago, el Lago del Bosque, era parte del sistema de Parques del Estado de Georgia y contaba con áreas de camping, una playa pública, acceso a la pesca y otros servicios para el público. El segundo lago, el Lago Espejo, estaba rodeado por tierras de propiedad privada y no había disponible un acceso público. La información del mapa indicaba que el lago era pequeño, de unos ciento treinta y tres acres, pero era profundo, más de treinta metros, se alimentaba en primavera y era un lago glacial artificial. Sonaba perfecto. Daryl planeó ver si había alguna cabaña o casa en el lago y, en ese caso, si estaba ocupada por alguien. Bueno, por alguien vivo. Tenía la esperanza de tener la posibilidad de encontrar un lugar para quedarse por un tiempo. Aquel lugar sonaba ideal y se ajustaba a la lista de criterios de "Lugar Perfecto para las Faenas Domésticas de Daryl Dixon" como anillo al dedo: pesca, caza, paz, silencio, reclusión.
Mientras andaba, y la carretera se precipitaba bajo los neumáticos de la Bonneville, sus pensamientos reprodujeron los eventos del día anterior antes de culminar en su encuentro con Shane.
Había matado un ciervo temprano en la mañana de ayer, lo había llevado hacia el campamento y pasado el resto de la mañana despiezándolo. No querer interactuar con los demás miembros del grupo no significaba eludir sus deberes cuando se trataba de mantenerlos alimentados. Seguía llevando carne al campamento a diario, aunque por lo general eran sólo ardillas o perdices en los últimos tiempos. Oye, carne fresca era carne fresca, ¿cierto? Le había pasado la carne a Maggie y a Beth una vez que había terminado y había arrastrado las partes no utilizables del cadáver del animal al bosque y las había quemado. Era un dolor en el culo, el cómo los restos debían ser enterrados lo suficientemente profundo como para que ningún depredador percibiera el olor de la matanza. Cada vez que Daryl levantaba otra pala llena de tierra se preguntaba por qué demonios era su responsabilidad disponer de esos restos. Diablos, él cazaba y mataba a la criatura, la destripaba, la despiezaba…la única cosa que no hacía era cocinar la maldita cosa y todo eso; ¿esperaban que se hiciera cargo del armazón también? Suspiró. Tal vez Merle tenía razón y los otros del grupo lo estaban usando. De nuevo, entonces, él ciertamente no se mostraba demasiado accesible si es que alguien hubiera querido ayudarlo alguna vez.
Era el momento más caluroso del día y el sudor había enmarañado su pelo y le corría por la cara, goteando por su nariz y su cuello. Su camiseta sin mangas estaba mojada de sudor y se aferraba a su espalda y pecho y sus sudorosos bóxers no cesaban de meterse en la raja de su culo mientras excavaba.
Cuando terminó, osciló la pala sobre su hombro y se dirigió a su campamento. Miró arriba hacia el Sol y descubrió que eran alrededor de las tres de la tarde. El aire estaba quieto y pesado sin ni siquiera el rastro de una brisa. Colocó la pala en contra de las ruinas parciales de un antiguo muro de piedra donde había acampado cerca y luego se metió en su tienda. Sacó una bolsa de lona de la esquina y hurgó en ella. Encontró lo que buscaba, una barra sin abrir de jabón Ivory, tomó un par de jeans limpios, unos calzoncillos limpios y una camisa azul y negra a cuadros, sin mangas, de las dos pulcramente dobladas pequeñas pilas de ropa a los pies de su catre. Emergió de la tienda y se dirigió a los bosques y desde allí a donde el arroyo que corría a través de la propiedad de Hershel terminaba y desembocaba en un río. El arroyo se hacía más profundo y más ancho, formando una gran piscina redonda de nueve metros antes de reunirse con el río y la pendiente a lo largo del arroyo se estabilizaba facilitando el acceso a la piscina. Había una "playa" hecha de piedras a ambos lados del arroyo donde el agua era más profunda recordándole a Daryl un viejo hueco para nadar que había frecuentado en los meses de verano cuando era niño. Colocó su ropa limpia en una piedra grande y plana y la barra de jabón encima. Luego se sacó su camiseta empapada de sudor por su cabeza y la dejó caer a un lado de la roca. Se sentó y desató sus botas y arrugó la nariz cuando retiró la primera. Vaya, qué peste. Podría haber jurado que vio realmente pequeñas olas apestosas saliendo de la maldita cosa y rodando fuera de su pie cubierto por la media. Se quitó la otra bota y arrojó los calcetines y por un segundo se preguntó si los caminantes podrían ser atraídos por el aroma de pies apestosos, pero dejó de lado ese pensamiento casi inmediatamente. Se desabrochó el cinturón, lo sacó de sus pantalones y lo puso encima de la ropa limpia, luego se bajó los pantalones y salió de ellos. Luego tironeó sus bóxers pegajosos y mojados de sudor fuera de la raja de su culo y tiró de ellos hacia abajo. Sacó el pie izquierdo fuera de ellos, pero estaban húmedos y pegadizos y parcialmente envueltos alrededor de su tobillo derecho, entonces comenzó a dar saltos a su alrededor, apoyado en su pie izquierdo y sacudiendo el tobillo derecho para quitárselos de encima, finalmente quedaron libres, volaron por el aire unos cuantos metros y aterrizaron donde su otra ropa sucia descansaba en una pila. Tomó el jabón de la ropa limpia y desenvolvió la barra, empujando la envoltura de papel en el bolsillo de sus vaqueros limpios.
Dios, se sentía asqueroso. A Daryl no le importaba ser sucio y sudoroso, pero existía una línea entre ser sucio y tener una francamente repugnante "podría vomitar al estar cerca de ti" suciedad.
Se metió en el agua y vio cómo la porquería de su piel se aflojaba y era parcialmente removida por la corriente, arremolinándose y barriéndose a su alrededor, formando pequeñas nubes de tierra en el agua. Se zambuyó un poco más lejos, hasta que el agua le llegaba hasta el pecho y se inclinó para sumergir su cabeza en el agua, fresca y clara. Luego se enderezó y sacudió la cabeza, gotas de agua volaron por todas partes y empezó a frotar el jabón contra su pelo. Masajeó su cuero cabelludo con los dedos mientras trabajaba con el jabón pudiendo sentir la suciedad y la mugre saliendo de su cabello. Se lo lavó dos veces y la frase "enjabonar, enjuagar y repetir" le vino a la mente por un segundo, pero fue despedida rápidamente. Era graciosa, pensó, la mierda estúpida que se le cruzaba por la cabeza. Luego de fregar el infierno fuera de ella y, especialmente, de sus pies, nadó rápidamente a la boca del río, persiguiendo la barra de jabón que había dejado resbalar accidentalmente de sus manos, que se balanceaba y rebotaba, corriendo hacia el río. Maldito jabón flotante, pensó. Nadó de vuelta hasta el arroyo cercano al lugar donde había dejado su ropa. Caminó fuera del agua y se detuvo en la playa de rocas, dejando correr el agua por su pecho, brazos y piernas y gotear sobre el suelo. Podía sentir su pelo en la parte posterior del cuello, casi hasta los hombros, cómo caía y se pegaba en el frente de su cara, descendiendo más allá de la punta de su nariz. ¿Cuándo se había vuelto tan condenadamente largo? No era de extrañar que sudara como un cerdo cuando deambulaba por los bosques. Quizás Shane había tenido una buena idea con eso de rasurarse la cabeza. Daryl se burló de si mismo. Casi podía oír a Merle diciendo "Sí, Darleena, si que te verías muy bien con una gran cabeza calva. Hey, chico, ¿es eso un bulto de papa deformada apoyado en tu cuello o es solo tu cabeza?" Luego su típica carcajada. Dios, odiaba su risa sádica. El Merle imaginario se rió y continuó burlándose.
Exprimió toda el agua que pudo de su cabello y se sacudió como un perro para quitarse del cuerpo toda el agua que le fuera posible. Se sentía tan bien ponerse ropa limpia pero, maldición, no había pensado en traer medias lavadas y estaba condenado si debía volver a colocarse las entumecidas, sucias y con ese increíblemente vil olor que descansaban en la playa de rocas. Acabó sumergiéndolas en el agua, asomándose para ver si había muerto algún pez y flotaba en la superficie luego de ser expuesto a ellas. Se reprendió mentalmente inmediatamente después. Esto no era un maldito dibujo animado. Volvió descalzo a su tienda, sosteniendo sus botas en una mano y la ropa sucia atada en una bola en la otra.
Era de noche y estaba sentado solo en su sitio de campamento, sobre un tronco que había puesto cerca del fuego con ese fin. El aire se había enfriado pero aún estaba cálido. El único propósito del fuego era iluminación, y para cocinar. Estaba cansado por la falta de sueño y del trabajo que la caza, la recuperación y el despiece del condenado ciervo había supuesto, y aunque la natación y el baño le habían hecho mucho bien, no habían ayudado a su fatiga.
También estaba a mitad de camino de ser tres hojas al viento. Sostenía una botella con un poco menos de la mitad de líquido ámbar contra el tronco, como para evitar que se caiga. En una de las excursiones del grupo en busca de suministros, se había encontrado con un contrabando de licor en la parte trasera de uno de los autos que obstruían la carretera. T-Dog lo había relevado felizmente de la caja de botellas, pero Daryl había tomado una antes de entregar la caja para ser almacenada en el RV. Yukon Jack, decía la etiqueta de la botella, se jactaba de ser "La Oveja Negra de los Licores Canadienses". Cincuenta por ciento alcohol. ¡Wheee! ¿Qué tal? Daryl sonrió satisfecho. Era perfecto, después de todo, ¿no era él la "oveja negra" de aquel grupo? No había abierto la botella hasta ayer por la tarde y más de la mitad ya no estaba. La cosa era bastante buena, fuerte al principio y luego ligeramente dulce. Hubiera apostado a que era mucho mejor con hielo, pero ese era un lujo que no tenía, bueno, al menos hasta el invierno. Acababa de poner la botella en sus labios cuando oyó que alguien se acercaba a su campamento desde la granja. Los pasos eran pesados, rápidos y con propósito. Entrecerró los ojos en dirección a ellos. Shane dio un paso hacia la luz que emitía el fuego y marchó hacia el lugar donde estaba sentado Daryl, sosteniendo la botella.
—Bueno, Daryl, ¿no es una linda instalación la que tienes aquí? —dijo Shane.
Daryl no podía reconocer si se estaba burlando o iniciando una conversación.
— ¿Algo con lo que pueda ayudarte, Shane?
—De hecho, sí, hay algo.
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Gracias a la autora por dejarme traer esta maravilla al sector "español" de los fics de esta serie. Y por último, pero no menos importante, gracias a mi beta reader que tan amablemente accedió a supervisarme en esta difícil tarea.
