Hola... acá estoy otra vez con un fic de Sesshoamru Rin... pero este será distinto. Transcurre en la época en que Rin es aún una niña y muestra como desde ese entonces ellar era muy especial para su señor, incluso más especial de lo que sería una hija (tomenlo como un preludio a tantas historias de romance que hay por ahí de estos dos)
Capitulo 1
LA NIÑA A MI LADO
Rin caminaba tras esa larga estola blanca con los pies azules de frío, el viento le surcaba la piel y la nieve había mojado su ropa. Cada vez le era más difícil seguirle el paso y su alba cabellera se perdía en la tormenta.
- Rin…- El señor Sesshomaru se detuvo de pronto y le habló fríamente sin dedicarle ni una sola mirada.
- hai Sesshomaru sama- quiso correr a su lado pero sus pasos no le acompañaban.
Sesshomaru la tomó de la ropa y la subió a Ah-Un.
- Rin quédate acá con Jaken y no te muevas-
-hai- Rin se abrazó los pies y miró al señor Jaken con una gran sonrisa esbozada en el rostro.
-Rin no debe ser una carga para el señor Sesshomaru, lo molesta- Jaken trataba de reprender a la pequeña pero esta no prestaba atención. El buen señor la había cargado en su mano, aún cuando fuese por unos segundos, y había cuidado de Rin. Que más se podía pedir.
Esa primavera llegó fugaz al mundo y florecieron las más dulces maravillas. Rin revoloteaba por el camino mientras Sesshomaru le vigilaba atento con el rabillo del ojo. Una despreciable criatura tan molesta que le seguía a todas partes y sin embargo… sin embargo él no sabía porque le agradaba su compañía. La tarde estaba empezando a declinar y las primeras estrellas aparecieron en el cielo.
- Nos detendremos acá- Sesshomaru siguió caminando y se perdió en la espesura del bosque.
Rin lo miró queriendo saber que hacía, porque cada vez que se detenían él se iba y regresaba bien entrada la noche.
-Rin chan, voy a ir a buscar algo para cenar a la granja que pasamos hace un rato, quédate acá y cuida el fuego.- El señor Jaken le dio una reprimenda antes de tomar su báculo y la dejó.
Sola, estaba sola, sin nadie que se enterara si es que ella iba a husmear lo que hacía su señor. Siguió los pasos que ella creía que había tomado y dejo atrás la seguridad del campamento. A ratos podía ver la negrura de la noche salpicada de estrellas por entre las copas de los árboles y más adelante… una brillante luz. Se abrió paso entre los arbustos y se encontró de cara a una enorme luna plateada a la orilla de un risco. Allá abajo en el valle unas luces rojizas delataban la presencia de un poblado.
- Jaken te dijo que no abandonaras el fuego no es así… has desobedecido mi orden- El señor Sesshomaru estaba sentado sobre una roca mirando el negro horizonte
-Gomen nasai Sesshomaru Sama ¿puedo acompañarlo?-
Un gruñido fue lo único que recibió por respuesta pero Rin ya estaba encaramándose a la misma roca que su señor y se sentaba a su lado. El cálido contacto de esas pequeñas manos y el floral aroma de la niña lo perturbaron. ¿Por qué no le cortaba la garganta por ese atrevimiento? Por mucho menos cualquier otro repugnante hombre hubiese perdido la vida. Pero algo en la inocente mirada de Rin era intrigante, aunque Sesshomaru no lo sabía era la ausencia de temor.
- ¿Qué estamos haciendo Sesshomaru Sama?- preguntó mientras se miraba la punta de los pies.
El imponente Youkai no movió ni un solo músculo de su marfilado rostro. Rin miró lejos donde su señor tenía la mirada perdida y entornó la vista buscando en la espesura. Era evidente que su repulsiva mirada humana no era capaz de compararse a la de su amo. La luna estaba ya alto cuando Rin volvió a preguntar.
- Yo no veo nada allá ¿Qué es lo que estamos buscando?- una sola palabra obtuvo por respuesta.
-Naraku.
-¿Naraku?- Rin repitió confundida. El demonio se paro calmadamente y emprendió el camino de regreso. ¿Su señor temía que Naraku viniera por la noche?. Rin apuró el paso para ponerse detrás de su amo- ¿Por qué Sesshomaru sama le teme a Naraku? El no puede lastimarle.
Que pregunta más imprudente. Por supuesto que Naraku no podía lastimarle. Era humano mitad demonio, un híbrido inferior. Sin embargo le temía… pero ¿porqué? El indiscutible olor a sangre seca se acercaba, una bestia rondaba por el lugar. Sesshomaru se detuvo un momento para oír. Extendió su mano para que Rin se detuviera.
- No te alejes-.
No pudo dar dos pasos cuando sintió una cálida mano tomar la suya fría como el hielo. Es cierto él era invulnerable pero esa criatura... ella no, Rin era frágil y pueril. La infantil pequeña miraba de cuando en cuando hacia atrás mientras se asía firmemente de esas garras ponzoñosas. Un extraño acto involuntario que más tarde se haría costumbre.
bueno quiero críticas y comentarios para saber que les parece la idea. Espero que no se enfaden conmigo por empezar otro fic pero lamentablemente "Otra vida cotigo" tendra que eperar porque este proyecto está pendiente hace más tiempo y bueno... lo traigo a colación para que me ayudeis a construirlo.
Prometo ir subiendo un capi por semana para que no perdamos el hilo, además es una historia cortitia y muy tierna... yap las dejo y gracias de antemano por haber leido mis locura
