Chapter 1: Jeff, ¿leyenda o realidad?

Era de noche y ella dormía en su cama, aunque las pesadillas la volvieron a apoderar una vez más. Abrió los ojos pero casi no estaba consciente de lo que ocurría debido a su cansancio. Observó, sin enterarse a penas, que su ventana estaba ligeramente abierta, dejando pasar un pequeño rallo de luz en su cuarto. Giró su cabeza y, con la mirada borrosa observó unos pequeños ojos negros, aunque algo azulados… Eran muy familiares. A penas se sorprendió ya que estaba prácticamente dormida. A esos ojos en seguida se le sumó una enorme y macabra sonrisa…

-Shh… Ve a dormir…

Con esas palabras casi inaudibles ella cerró los ojos plenamente.

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Llevaba todo el día sin despegar la mirada de sus historias Creepypasta, no le hacía caso a los deberes y, mucho menos, al profesor que estaba explicando… Una asignatura cualquiera. Ella ya era bastante buena en clase, sacaba buenas notas, era la típica alumna que, cuanto menos atendía, mejor estudiaba… ¿Por qué tendría que prestar atención? Además, desde que había leído la extraña historia de ese tal Jeff the Killer, su interés hacia la historias de terror había aumentado. La verdad, le sorprendía bastante ese chico. Había buscado fotos, más historias… Le había causado más impresión que con Slenderman, y eso que a ella le encantaba ese extraño sujeto sin cara. Bueno, volviendo al tema principal… Jeff le asustaba, pero también le atraía su forma de ser, es decir, a ella no le gustaba su forma psicópata pero le gustaba… ¿Cómo decirlo? "Su forma interior", y también le gustaba la forma de ser de toda su "familia". Había leído todo tipo de historias; en la que los personajes Creepypastas eran unos divertidos personajes, en las que eran sanguinarios asesinas sin piedad, algunas con mucho amor, otras con demasiada sangre… Y, analizándolas bien, le gustaban más las sádicas. Es decir, ¿cómo alguno de esos iba a sentir el amor? Imposible.

-Claire, ¿puedes continuar la lectura?

Al oír su nombre, escondió rápidamente el móvil por el que leía la historia e hizo como si siguiera la lectura, aunque era imposible… Se había perdido por completo.

-Em… Yo…

-Bien, como suponía –dijo el profesor-. Pues Alba, continúa tú…

La nombrada empezó a leer y ahora Claire sí prestó atención al aburrido libro. Aunque algo no se le salía de la cabeza… Una vida en la que esos asesinos fueran reales.

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Pasadas las clases, Claire se dirigió a casa sola. La verdad es que no era del todo sociable… Sí, se llevaba con la gente, pero se sentía mejor en soledad. No es que encajara mucho en el estilo social de su instituto… Ella era delgada y no muy alta, de un metro sesenta o así, baja para sus quince años de edad. Su pelo era muy largo, casi hasta la cintura, de color castaño muy claro, casi rubio, aunque sus puntas acaban en un azul que se iba aclarando. También tenía un flequillo recto girado a la derecha, que casi le tapaba sus ojos de color marrón miel. No era muy pálida, pero tampoco muy morena y tenía algún que otra peca en las mejillas. Siempre iba con ropa más diferente a la de los demás. Hoy llevaba una camiseta blanca con una calavera negra en el centro, de tirantes anchos que dejaban ver que por dentro llevaba un top negro, también iba con unos vaqueros justos negros y rotos por las rodillas, unas converse rojas y un gorro de lana del mismo color que el pantalón.

Claire llegó a su departamento en el que vivía sola ya que se quiso independizar de sus padres cuanto antes, aunque estos vivían muy cerca de ella. Ya había oscurecido porque ese día había estado castigada por la tarde en el colegio, por lo que no pudo pasarse por casa hasta por la noche. Estaba agotada y lo primero que hizo fue tirarse en la cama… Se iba a quedar dormida pero los ruidos de su tripa la interrumpieron para ir a coger algo de comida.

Al volver a su cuarto, con un vaso de helado en la mano y una cuchara en la boca, se dio cuenta de que la puerta-ventana (ya que era una puerta pero era de cristal y parecía una ventana) que conectaba con su jardín estaba abierta, y ella sabía perfectamente que cuando llegó estaba cerrada y no la había abierto. Un escalofrío le recorrió el cuerpo y la cerró en seguida pero, al darse la vuelta el helado se le cayó de las manos al suelo.

-No puede ser… -dijo, aún con la cuchara en la boca-. Tú…

-¿Qué hay? –contestó con esa maquiavélica sonrisa.

¿¡Jeff the Killer?! Era él, sin dudarlo. Extrañamente no se parecía en nada a como estaba descrito en algunas historias, ciertamente se veía… ¿Atractivo? Llevaba la sudadera blanca manchada un poco de sangre, y los pantalones negros igual… Su pelo era negro como la noche y largo hasta los hombros. También tenía esa enorme sonrisa pero sin estar manchada de sangre y sus ojos no lucían ese oscuro negro que aterraban, sino que tenían un color azulado… En su mano llevaba el cuchillo que goteaba sangre y estaba manchando el piso.

-Pero… Eras una leyenda…

Claire estaba terriblemente paralizada. No podría salir de esa, sabía que era el final porque, por mucho que hubiera leído del lado-no-tan-malo de él, en su cara se podía ver las terribles ganas de matarla. Esta dio un paso hacia atrás y Jeff, uno hacia delante, acortando la distancia entre ellos.

-¿Una leyenda? –Jeff rió maléficamente-. Ya ves que no, muñeca.

-Esto es un sueño –soltó Claire, intentando parecer calmada, al momento se pellizcó fuertemente el brazo-. ¡AYYYY!

Jeff se quedó callado ante eso y quitó la sonrisa.

-Sigues aquí… Entonces… ¡No estoy soñando! Pero… Es imposible, no puede ser… Yo no… ¡No puede ser verdad! –Claire parecía histérica, lo que desconcertó a Jeff.

-Wow… ¡Relájate chica!

-Ay no… Claro, mis padres tenían razón… -Claire ignoraba por completo a Jeff y empezó a caminar de un lado al otro de su cuarto-. Que no me independizara, que era demasiado joven, que podría ocurrirme cualquier cosa…

-Eh…Oye… -Jeff se apartó un poco de la chica y no entendía para nada lo que le estaba ocurriendo.

-Y tú… -entonces, Claire se giró hacia él y le dio un fuerte empujón-. ¡Ni se te ocurra tocarme!

Al final Jeff sonrió, ¡por fin podría empezar lo que más quería! Levantó el cuchillo y la apuntó. Ella parecía estar asustada, pero aun así se mantenía firme sin dejar de mirarle con odio.

-Vaya, vaya… Por fin comienza el juego… -dijo Jeff, acercándose a ella-. ¿Verdad, muñeca?

-¡No me llames muñeca! –gritó Claire, volviéndole a empujar-. Soy Claire, ¿oíste? ¡Mi nombre es Claire!

Jeff la miró de arriba abajo… Un chica valiente y con carácter; le gustaba, sería divertido tallarle una bonita sonrisa en esos labios. Esos labios de color carmesí que se veían soltar aire por el nerviosismo de la chica, esos labios que no le importaría probar… ¡¿Pero en qué pensaba?! Tenía que asesinarla, ese era su plan, ya lo había atrasado bastante, pero esa chica estaba en su lista y debía morir cuanto antes. Se acercó más a ella y la acorraló entre sus brazos contra la pared, haciendo que ella se pusiera aún más nerviosa.

-Bien, Claire… Estarás perfecta con una bonita sonrisa tallada con mi fiel cuchillo… -dijo, con una malvada sonrisa.

-¿Y no me vas a decir eso de "ve a dormir"? –preguntó Claire, nerviosa pero firme.

-Oh… -Jeff rió-. Ya te lo he dicho muchas veces… ¿No recuerdas?

-¿Qué…?

-Sí… Todas esas pesadillas… Esos ojos y esa sonrisa… ¿No te suenan de algo a lo que tienes en frente de tus ojos?

-Tú… ¿Tú me has espiado mientras dormía?

-Algo así… Muñeca.

-He dicho… Que… No me… Llames… -Claire cogió mucho aire y, fuertemente, golpeó con su rodilla la entre pierna del chico, haciéndole caer de rodilla-. ¡MUÑECA!

Sin pensárselo dos veces, Claire cogió el cuchillo que se le había escapado a él y lo apuntó, mientras Jeff se retorcía en el suelo de dolor y diciendo inaudibles insultos hacia la morena. Esta ya no tenía tanto miedo, aunque eso cambió un poco cuando Jeff se levantó del suelo, aún entre quejidos.

-¡No te me acerques! –gritó, apuntando con el cuchillo a Jeff.

-Vamos, ¡devuélvemelo chica! ¡No sabrías ni usarlo!

Esas palabras ya fueron la gota que colmó el vaso. Claire le dio una patada a Jeff que lo estrelló contra la pared, en seguida ella lo presionó contra esta apoyando el cuchillo en el cuello, sin temor ninguno, todo lo contrario a lo que estaba empezando a tener Jeff.

-Bien, asqueroso chico de sonrisa maquiavélica… Ahora me vas a dejar en paz si no quieres acabar como tus víctimas.

-¿Terriblemente hermosas? –dijo, con una media sonrisa.

-No imbécil… ¡Muertas!

-Adelante –siguió él-. Ya saboreé la muerte una vez, ¿por qué no otra?

Claire se sorprendió ante esas palabras. Lo miró de arriba abajo y después lo soltó. Jeff tampoco hizo ningún movimiento y la miró con una peculiar sonrisa seductora.

-¿Por qué…?

-¿Por que qué? –dijo Jeff.

-¿Por qué quieres matarme? ¿Por qué quieres matarnos a todos?

-¿Acaso no conoces ya mi historia?

-Mataste a tus padres, y a tu hermano Liu… ¿No lo echas de menos?

La sonrisa se borró de la cara del chico.

-Eso no te incumbe, muñeca.

-No has contestado a mi pregunta.

-¿Cuál de todas?

-La de por qué nos quieres matar a todos, ¿acaso ya no te vengaste lo suficiente matando a esos tres que te atacaron a ti y a tu hermano?

-No es simple venganza.

-¿¡Entonces qué diablos es?!

-Vamos… -Jeff volvió a sonreír-. No me digas que no has sentido una fuerte presión de adrenalina al tener mi cuello y el cuchillo tan cerca… Unos milímetros más y la sangre habría corrido por todo tu cuarto.

En realidad, Jeff tenía razón, el hecho de que Claire hubiera estado a punto de matarlo la hizo sentir llena de energía, pero… Ella supo controlarlo, al contrario que él.

-Puede que tengas razón… -Claire tiró el cuchillo a sus pies-. Pero yo no soy tú.

Jeff se sorprendió bastante, pero siguió con una pequeña sonrisa.

-Yo no necesito matar a gente para sentirme poderosa.

El de pelo negro simplemente se agachó y cogió su cuchillo. Después se dirigió a la puerta del jardín para irse, sin decir ninguna palabra más, pero Claire le interrumpió. Ella se acercó a él, le agarró de la mano e hizo que este se girara.

-Espera… ¿Por qué te vas? ¿No eras esa clase de asesinos que no dejan a su víctima vivir?

-Llevo dejándote vivir… Mucho tiempo… -contestó con una sonrisa-. Por algo más, ¿no pasa nada, cierto?

Claire no contestó y bajó la mirada pero Jeff colocó su mano en su barbilla obligándola a mirar, un gesto que la hizo sonrojarse levemente… Olvidando el odio que le tenía hacía apenas unos minutos. El chico le entregó el cuchillo.

-Guárdalo, no quiero que te mate alguien que no sea yo.

La chica frunció el ceño pero no dijo nada y, sin darse cuenta, Jeff ya había desaparecido. Claire simplemente dirigió la mirada hacia el arma manchada de sangre y luego miró hacia la pared donde casi podría haber ocurrido una tragedia.

"Jeff… The Killer…"

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Jeff entró en la gran mansión donde vivía ahora con algunos de los Creepypasta. Los primeros a los que vio fueron a Ben y a Sally, que se encontraban en el salón. El primero estaba sentado en el suelo, justo en frente del televisor, metido de lleno en uno de esos locos videojuegos. Por otra parte, Sally estaba en el sofá sin prestar atención al rubio mientras peinaba una muñeca. Ella fue la que se dio cuenta de la presencia de Jeff.

-¡Jeff, volviste! –gritó Sally.

-Sí, pero yo… -Jeff soltó un bostezo forzado-. ¡Estoy muy cansado! ¡Me voy a…!

-Jeffrey… -dijo una voz algo grave detrás de él-. ¿A dónde te crees que vas?

-Ah… Slendy… -Jeff rió nerviosamente-. Pues… ¿A mi cuarto?

-¿Dónde has estado? –dijo Slenderman, ahora más normal.

-Pues… Ya sabes Slender… Matando gente y esas cosas…

-¿Y tú cuchillo?

Jeff se puso muy tenso.

-Mi cuchillo… Pues… ¡Lo perdí! Sí, sí, lo perdí porque… Tallando sonrisas de un lado a otro… Ya sabes… Un cuchillo se acaba perdiendo.

-De acuerdo… -Slender pensó en dejar el tema-. Si quieres ve a tu cuarto, pero luego bajarás a cenar con todos.

-Pero Slendy, yo…

-¡Sin peros! –interrumpió el sujeto sin cara-. Bajarás.

-De acuerdo… -suspiró Jeff.

Entonces Slender se volvió a la cocina y Jeff corrió a las escaleras para subir a su cuarto. Aunque, mientras iba perdido en sus pensamientos se acabó chocando con alguien… Genial, era Jane, la persona que más le odiaba en todo el planeta.

-¡Mira por dónde vas, imbécil! –gritó Jane, casi sin mirarle.

-Oh… Lo siento… -de repente, Jeff se dio cuenta de lo que acababa de decir y se corrigió-. Quiero decir… ¡A ver si miras tú! A no… ¡Que como llevas una máscara estúpida no pued…! ¿Qué haces?

Jeff se dio cuenta de que Jane se había quedado mirándole muy cerca y detenidamente.

-Oye… ¿Dónde has estado? –preguntó Jane.

A Jeff ese tono le pareció extraño ya que era la única vez en la que Jane le había hablado con una frase sin llevar insultos en ella, por lo que tardó unos segundos en contestar.

-Em… ¡Pues matando, como siempre!

-Mientes –dijo seria-. Mientes de veras.

-No… No miento –contestó él nervioso.

Jane se acercó algo más a él, lo que le puso nervioso.

-¡Tú…! –dijo Jane, apartándose algo de él-. ¡Conociste a una chica!

-¡¿Qué…?! ¡Tonterías!

-¡Conociste a una humana…! ¡Y no la has matado!

-Jane, ¿recuerdas que yo también soy humano? Y tú también eres humana, aunque a contrario de mí, tú eres horriblemente fea… -Jeff empezó a reírse a carcajadas, pero Jane le dio un fuerte puñetazo en el estómago.

-Recuerda que cualquier día de estos podría matarte –dijo Jane, con una voz que asustaba bastante.

-Mejor me subo a mi cuarto –contestó Jeff, ya decidido a irse de allí.

-¡Tranquilo, imbécil! ¡Tú secreto sobre tú amiguita no será rebelado…! De momento... Aunque me gustaría saber algo –Jeff se dio la vuelta para mirar a Jane-. ¿Por qué no la mataste?

-Jane…

-¡Contesta!

-Porque no quise… ¿De acuerdo? –contestó, ya algo rojo del cabreo-. ¡Jeff the Killer no quiso matar a unapersona!

-Pero…

-Ahora déjame.

Jeff se subió enfadado a su cuarto y Jane, después de pensar un poco en lo que debía hacer, decidió guardar el secreto y bajar con Slenderman, que era con el que mejor se llevaba y que seguramente necesitaba ayuda con la cena.

"¿Por qué no la maté?"


¡HOLA!

Si has llegado hasta aquí, que sepas que me haces muuuuy feliz. Esta es mi primera historia Creepypasta, así que espero que os guste o si no... ¿Me pego un tiro? Ok, eso no, pero me desilusionaría. Bien, aquí es donde vosotros decidís, ¿la sigo o no?
Aclaro: Puede que el primer capítulo haya parecido algo
cursi, pero la historia no será así, o eso espero. Creo que se centra más en el humor (sobretodo, como habéis podido ver, por parte de Slenderman y los demás xD).

¡Un saludo! :D