Crema para piernas.

-¿Qué miras Robin?- preguntó Raven, un dejo de molestia en su voz.

-Erm…nada- respondió este, mirando el techo como si fuera Carmen Electra en bikini.

Raven alzó una ceja en cuestión, para regresar nuevamente a su libro, una nueva adquisión de información sobre ángeles caídos, que Robin encontraba, por ninguna razón aparente, súper sexy por parte de la oscura.

Sabiendo que la Chica Gótica estaba completamente metida en su libro, Robin volteó otra vez, para mirar esas piernas de Diosa…o Demonio, lo que sea. El Chico Maravilla trazó mentalmente las curvas con las cuales se hacían los muslos de la Princesita de Hielo, mientras la sangre se le subía a los mofletes.

-Pensé que no mirabas nada- comentó Raven, mientras, una vez más, separaba su mirada para posarla en el Chico Semáforo.

-Sólo miraba el techo- exclamó él, silbando un tonito divertido, mirando el techo con ojos lujuriosos.

Raven frunció el ceño, regresando nuevamente a su libro, tratando de no mandar a su líder al otro lado de la dimensión. El chico sabía muy bien que ella podía, de hecho, hacerlo con los ojos cerrados.

-¿Qué crema usas?- preguntó el petirrojo sin pensar, cayendo en la cuenta de su estúpida pregunta demasiado tarde.

Ahora Raven alzó las dos cejas en sorpresa, mientras se recuperaba rápidamente de la repentina pregunta.

-Pues…es una hecha especialmente en mi dimensión- replicó ella, no sabiendo porque le había respondido, después de todo, era conocida por ser una persona que no se molesta para responder esas trivialidades y preguntas sin sentido.

Robin asintió calmadamente, como si se tratara de la solución de la fusión fría.

Y una vez más, Raven volvió a leer su libro, no importando que el chico estuviera viendo sus piernas.

Se quedo así un rato más, viendo las atributos de la chica, mientras imaginaba que se acercaba a su presa, tocando la piel de porcelana de su compañera, mientras le murmuraba cosas al oído, tratando de descubrir si realmente todo su cuerpo sería tan suave como lo eran sus gloriosas piernas.

Raven, una vez más, quito su mirada del libro, al ver que de la nariz del chico salía un poco de sangre, sabiendo muy bien que este tenía pensamientos no tan limpios de su cuerpo.

-No tienes que ser tan obvio sabes-

-…- Robin se quedo ahí, un impulso invisible de repente se hizo presente, acercándose con velocidad de su compañero Flash, se sentó de su lado, acercándose peligrosamente a la chica, posando su cabeza en el hombro de la chica, tocó una de las piernas, mientras trazaba líneas sin dirección específica en la piel brillosa de su compañera.

Raven no respiraba, mientras escuchaba los murmuros de su compañero, este invitándole al cuarto más cercano. Diciéndole que tenía las piernas de Carmen Electra, y que el techo no tenía nada que ver, y que podían hacer cosas muy divertidas.

-Ya quisieras- farfulló, lanzando al chico a la pared opuesta del sillón, levantándose tranquilamente, cerrando el libro rápidamente.

-La próxima vez. Pregúntame cuando no esté leyendo- musitó esta, alejándose en el pasillo, no sin antes darle una sonrisa macabra que casi vuelve a Robin loco.

Robin se la devolvió, sabiendo muy bien que la chica ya no le veía.

Antes maldecía la adolescencia, la odiaba con todo lo que tenía, diciendo que sólo era un obstáculo estúpido en la vida de las personas.

Por una razón tan rara, ahora creía que era la más grande bendición de todas.

A parte de la crema especial de la dimensión de Raven.

No podía esperar para descubrir cuál era la crema corporal de la oscura.

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Jojo, bueno…Dejen sus reviews!!!!!!!

…En serio.

Por fa.