Bueno , solo quiere comunicarles que no tengo ningún derechos intelectual ni ganancia monetaria por la franquicia de Naruto, solamente soy una chica más en el mundo que con su imaginación quiso traer a ustedes un Long-fic constituido en capítulos cortos que constituyen la vida de mis nuevos personajes favoritos Bolt y Sarada.
Sipnosis (la sipnosis en si es básicamente la idea que me surgió en el momento, a veces el capitulo entero encerrara el concepto y otras simplemente tomaran la esencia) :
Sarada quien lleva siguiendo a Bolt durante mucho tiempo, cree que es un completo idiota, sin embargo una charla en medio del Bosque de los Kages, logra hacerla ver que el rubio no es travieso solo por su forma de ser, sino que se siente tan abandonado por su padre, ante la vorágine de responsabilidades que ser hokage le ha impuesto , que hacer ruido en la única sálida. Y allí en medio de los más profundo de aquel lugar, Sarada por primera vez pudo entender que no era la única que tenia que cargar con un linaje complejo sino también como la poca atención e incluso descuidos de su padre.
Gracias por leer y espero que disfruten mucho de este primer capítulo, nos vemos el viernes.
Capítulo 1: Oídos Indiscretos
Sarada miro entre los arbustos al rubio más imperativo de la aldea: Bolt Uzumaki.
Según le había dicho su peligrosa madre ese día era el decimo segundo cumpleaños de ese chico Baka, al principio se negó a ir a la tonta fiesta del rubito, sin embargo cuando una vena comenzaba a inflamarse en la frente de su madre y sus ojos se estrecharon amenazadoramente, cerro su boca y simplemente tomo el paquete azul con figuras de sapos, dirigiendo sus pasos rápidamente al complejo Hyuga en donde habitaba la familia Uzumaki. Sin embargo, cuando estuvo muy cerca de cruzar el puesto de rammen del viejo Teuchi-san; pudo ver una ágil sombra amarilla dirigiéndose, según suponía era el camino rocoso que se tomaba para llegar al bosque cercano al monumento de los Kages.
Así era como había terminado allí en medio de ese extraño bosque, espiando al rubito que parecía ansioso ante algo o alguien.
-Mocoso- la voz tenebrosa del Zorro de Nueve colas, logro hacer saltar a la pelinegra de su posición-¿Qué quieres?-
-Kyubi-sama- dijo el rubio con un sonrisa zorruna-
-¿Sama?- dijo el zorro con una ceja alzada y cruzando sus patas al acostarse frente al chico- repito, ¿qué quieres?-
-¿Papá vendrá, cierto?- pregunto con su voz ansiosa y sus ojos abiertos con expectativa-
-¿Naruto?- pregunto el zorro mientras desviaba su mirada y cerraba los ojos un segundo- ¿Tu padre no hablo contigo?-
-Oto-san …él me dijo que tenía una reunión muy importante en la aldea de la arena- murmuro con sus hombros encogidos- pero, hoy es mi cumpleaños Kyubi-jiji-
-No debo explicarte que tan importante es para Naruto esa reunión- contesto el zorro devolviendo una mirada oscura-
-¡Pero yo soy su hijo!- grito con lágrimas contenidas en los ojos-
-Solo eres un mocoso- dijo el zorro sin contemplación dejando frío al niño- ¿Que es un niño frente al bienestar de una aldea, no?-
-¿Un niño?- repitió Bolt mientras sonreía con tristeza- tienes razón Zorro-jiji, perdón por molestare- le dijo con su mirada algo perdida- yo… debo volver ahora-
Sin mediar palabras el rubio comenzó a saltar los árboles dirigiéndose al camino de salida del bosque.
-Mocosa Uchiha- dijo el zorro mirando un arbusto cercano del cual salió la pequeña pelinegra con sus mejillas húmedas-
-Kyubi no kitsune-Sama- dijo haciendo una reverencia hacia la gran bestia sin el menor vestigio de temor-
-Tu madre debería enseñarte a no escuchar conversaciones ajenas-
Sarada solo torció el gesto y comenzó a limpiar sus mejillas húmedas, en ese día escuchar esa conversación la había golpeado en lo más profundo de su pequeño corazón. Ella sabía que era vivir con la incertidumbre de cuando volverías a ver a papá; cuando entre tantas ocupaciones como consejero del hokage vendría a desearte buena noche o a siquiera darte un beso o un gesto de cariño.
-Yo soy… una mocosa solamente, ¿no?- pronunció la pelinegra mirando a los ojos sinceros y cristalinos de la bestia-
-Si-
Esas palabras lograron entrar muy dentro de la mente de la niña y crear un extraño sentimiento de vacío en su estomago.
-Debo irme- dijo la pequeña Uchiha con una sonrisa falsa al zorro que solo asintió despacio.
Cuando ambos niños salieron del bosque el zorro suspiro pesadamente y torció el gesto molesto. El entendía los sentimientos de esos niños, si bien tenía dos humanas como madres que los cuidaban, no debía ser fácil para ellos no solo lidiar con la gran sombra shinobi de los puestos de sus padres, sino que además luchar contra ellos por un poco de su atención.
-¿Qué están haciendo?- pregunto al aire mientras caminaba a lo profundo de aquel bosque.
Gracias a todos y de antemano les agradezco sus rewievs, muchos besos y abrazos :D
