—Entonces, cuando dices que eres gay, es porque eres gay.

—Entiendo.

—No hay vuelta atrás, ¿sabes?

—Sí.

—Porque...

—Momo, esto es francamente ridículo.

La chica suspira. Ella es elegante incluso cuando está exasperada, cosa que suele suceder mucho cuando Shoto está en la escena. Shoto y su incapacidad en asuntos personales. No es que sea un incapaz, sólo no los entiende. Shoto es de ese tipo de chicos que cuando alguien les dice que cierta cosa es un tono azul marino oceáno atlántico, él dice que es simplemente azul. Como el asunto de ser o no ser gay. Eres, o no eres.

Y Shoto es. Él es gay, y luego existe.

—No es ridículo. Estamos hablando de ti. Y es complicado, porque, ya sabes.

—No es complicado. Simplemente soy gay y ya. Asunto solucionado.

—¡Shoto!

Momo frunce las cejas. A Todoroki le gustan las cejas de Momo. Son oscuras igual que su cabello, perfectamente depiladas, ambas con un mismo arco. Ella cuida mucho su apariencia personal. En cambio, Shoto es un pequeño desastre. Tiene suerte de que la genética esté de su lado. Cuando él nació, el universo dijo algo así como "oh, vaya, parece que este chico salió muy guapo" y su madre respondió "oh, ¿tenía que ser guapo? Luce como un bebé calvo". El universo entonces dijo "ni te imaginas cómo va a lucir en el futuro, nena".

Y Rei se preparó mentalmente para asumir que su hijo era más bonito que el Sol mismo.

—Creo que entiendo tu punto. No tengo una buena experiencia en el departamento amoroso.

—No. No la tienes. Fui tu novia durante dos años.

Lo gracioso del asunto es que Momo realmente fue su novia durante dos años pero Shoto estaba pasando por una época muy profunda en su vida titulada "no sé qué hacer conmigo mismo". Para ser sinceros, toda su vida ha estado en esa etapa. Llegar a la conclusión de que es un inepto emocionalmente y que tiene más traumas que motivaciones es algo verdaderamente impactante para un chico de diecisiete años, pero Shoto lidia con eso todas las mañanas cuando Touya decide que robar sus cereales es algo muy malvado, sin recordar que Shoto no come cereales y que los que está comiendo son los de Fuyumi, que prefiere los de avena.

Y el cereal de avena es algo muy malvado.

—¿Cómo supiste que eres gay?

—¿Recuerdas a Midoriya?

Momo tiene la decencia de parecer confundida.

—¿El de la clase de deportes? ¿Bajo, delgado, cabello verde y rizado, con muchas pecas?

—Y unos puñetazos rompe rostros.

—Sí, ¿qué con él?

—Él es el culpable.

Momo parpadea, una, dos, tres veces. Se sonroja, como que va a reírse en un instante, va a consolar a Shoto en otro, y finalmente termina soltando un suspiro de "este chico no es mi hijo pero le cuido como si lo fuera". Y el universo dice "ajá, algún defecto debía tener".

El universo es bastante malnacido de vez en cuando.

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El asunto con Midoriya es que es como uno de sus puñetazos. El chico es como una bala de cañón que llega de la nada y te abruma, y no tienes más remedio que simplemente aceptar que has sido vencido por su patoso encanto. Shoto sabe mucho de esto. Yagi-sensei, el profesor de deportes, tiene un problema serio con ponerlos a pelear a puño limpio. Esto no sería malo si Midoriya fuera acorde a su apariencia, siendo un pequeño debilucho, porque es lo que parece.

Pero no, no lo es.

Un sólo puñetazo suyo basta para enviarte derechito a la enfermería. Y si lo pillas enfadado, cosa que no sucede muy a menudo pero sucede, te ganas pase gratis al hospital. A Shoto solía interesarle ver cómo Midoriya aplastaba a todos los que intentaban ganarle en un combate, incluido al mismo Bakugo (que es en pocas palabras una bestia salvaje sin control que debería tener un bozal y una correa), pero cuando le tocó a él ponerse en posición de lucha frente frente con el chico, ya no le interesó mucho.

De hecho, no le interesó nada.

—¡Comiencen! —dijo Yagi-sensei, levantando su pesada mano y dejándola caer luego. Ese hombre era un misterio absoluto. A veces se veía como el mismísimo Capitán América, ancho, alto y musculoso, y otras como si fuera poco más que un despojo humano con una probable adicción a las drogas o esteroides. Una de dos.

Shoto no tuvo mucho tiempo para pensar en la posible consumición de esteroides del profesor Yagi cuando se vio en la necesidad de esquivar un golpe del puño de Midoriya, que iba directo a su cara. Una y otra vez, tuvo que escapar de su puño destroza almas.

Hasta que Midoriya recordó que, oh, tenía piernas.

Una patada bien puesta en el estómago y tres puñetazos dejaron a Shoto en el suelo del gimnasio. Porque no tenían colchonetas. Si te pegaban te pegaban y si caías, caías. Nada de colchonetas. Las colchonetas eran para debiluchos.

Como Shoto. Su padre, luchador profesional, estaría tan avergonzado. Pasó años entrenando a Shoto en defensa personal y cómo patearle el trasero a gente molesta, como para que llegue un chico y lo deje rogando interiormente por su madre y un plato de soba frío. Pero igual Shoto tuvo el deseo de que alguien haya grabado la paliza que le dieron para poder enviárselo a su padre con un "¡Já! ¡No salí tan perfecto!" sólo para hacerlo rabiar.

—Vamos, Todoroki-kun, te he visto pelear mejor que esto —dijo Midoriya, acomodándose las cintas de las manos.

Era un monstruo. El monstruo más bonito del mundo. El monstruo que intentó encajarle un rodillazo en el abdomen.

—¡Ven con todo! ¡Es tu fuerza, ¿no?!

La frase era rara, y sacó a todos los alumnos presentes murmullos como "de qué está hablando Deku ahora" o los gruñidos de Bakugo que sonaban sospechosamente a insultos (tal vez por ese moratón que estaba surgiendo en su mandíbula, quizá), pero por algún motivo a Shoto se le apretó el pantalón y se le encendió la cabeza, porque de pronto recordó que sí sabía cómo patearle el trasero a la gente.

Entonces fue, Midoriya le dio un puñetazo que lo dejó medio viendo estrellas, y gracias al universo que decidió ser un poquito menos malnacido de lo normal ese día, Shoto le acertó un gancho que terminó con un Midoriya cayendo de espaldas al suelo. Y Yagi-sensei terminó la pelea. Todo el gimnasio estaba en silencio.

—Odio a Deku, pero quería ver al dos caras siendo apaleado por una vez en su vida.

Lo peor de todo, es que la clase 1-A (menos Yaomomo, que sí era buena persona) coincidió con Bakugo. Por primera vez.

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Shoto descubrió luego de eso que masturbarse era mucho mejor cuando tenías a alguien en la mente. Y Midoriya es muy buen material para fantasías, considerando que la mitad del tiempo está sin camiseta porque entrena, y la otra mitad luce como un pequeño monstruito adorable. Es injusto. Es como ser dos personas a la vez. La que puede romperte la cara, y la que puede romperte el corazón.

(Y a Shoto le rompieron las dos cosas, porque así de mal estaba el tema).

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Volviendo al presente, Shoto estudia para su examen de química. Shinsou Hitoshi le ha dicho que es mejor que se prepare porque el examen, aunque es de una sola hoja de extensión, puede acabar con sus sueños únicamente con la primera pregunta. Y Shoto puede parecer un genio y lo es a medias, pero ni siquiera él recuerda los 118 elementos de la tabla periódica y qué pasa cuando te metes con los compuestos. Así que pone la maceta de caña de bambú delante de la puerta corrediza de papel de arroz para que los inoportunos como Touya no le molesten.

Es una completa incógnita el por qué su padre quiso una casa de estilo japonés tradicional y no una casa real con puertas reales, pero Shoto ya sabe que su padre es un viejo con costumbres, así que no se lo cuestiona demasiado.

—Shoto, hay un mocoso en la entrada que dice que te conoce y necesita que salgas —dice Touya con su típica voz arrastrada, "come mierda" como suele llamar en secreto Natsuo, corriendo la puerta y pateando la maceta de caña de bambú.

—¿Quién es?

Touya juega con uno de los montones de piercings que tiene en la cara. Shoto adora en secreto los piercings de su hermano, y adora también que a Touya le importe un rábano que al viejo le enfade que luzca como un ladronzuelo de poca monta. Es que hasta tiene un sobrenombre dado por su pandilla de amigos, que también lucen como ladronzuelos. Dabi, le llaman. A Shoto le gusta un poquito, pero no lo admite, porque su papel es ser el hermano menor que repudia al descarriado de la familia. Y aunque intenta, no le sale el rol, y a Touya le divierte mucho.

A Touya le divierte todo lo que Shoto haga, en realidad.

—Se ve como un conejo, pero con músculos. ¿Entiendes?

Ni hace falta que explique más. Shoto ya está de pie, se ha puesto zapatos y está saliendo de la habitación lo más rápido que pueden permitirle sus piernas. A Touya le entran ganas de ser malo ese día, y si lo de los cereales no funciona, bien puede funcionar con los apuntes de química. Así que los coge del suelo, los mira con esa sonrisilla de pequeño bastardo, y los apuntes temen por su destino.

Igual terminan hechos pedacitos y arrojados hacia el jardín, porque así de cabrón es Dabi.

Ama ser el hermano mayor.

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—¿Qué haces aquí? —pregunta Shoto bruscamente al ver a Midoriya allí en su sala de estar, sosteniendo un vaso de agua en la mano. Debe haber sido Fuyumi. Touya jamás es tan servicial. Y de serlo, probablemente le habría ofrecido alcohol o alguna basura.

Midoriya está rojo y cuando habla, balbucea.

—E-es que estaba t-tan concentrado en ent-entrenar que olvidé que tenemos e-examen de química y no entiendo na-nada...

—Quieres que te ayude a estudiar.

—¡S-sí! Si no es molestia, claro.

Shoto inhala y exhala. Inhala, y exhala. Es un dramático chico gay de diecisiete años, con menos sensibilidad que una roca puesta al fuego. Es ese escaso trocito de sensibilidad la que le dice "¡es tu oportunidad!", y el fuego dice que está siendo un idiota, que qué está haciendo que no dice sí.

—Es una buena idea. Vamos. Te explicaré.

Midoriya luce tan feliz que Shoto se felicita a sí mismo. Oh, él está tan desesperado.

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Llegan al cuarto de Shoto, y está el futón, está la maceta, están los muebles, pero las hojas para repasar el contenido no-están. Shoto busca hasta en los rincones y no, no hay nada. Midoriya sale afuera y grita algo parecido a "¡aquí están!", Shoto se alegra por unos instantes hasta que ve la terrible condición en la que se encuentran sus apuntes recopilados con tanto esfuerzo.

Más o menos. Para ser honestos, la mitad de lo que escribió lo copió del cuaderno de Momo, que se lo cedió muy amablemente. Es tan buena amiga.

—Entonces, ¿qué hacemos? ¿Cómo estudiaremos? ¿Tienes el libro de química? ¿Apuntes de respaldo? —Midoriya sigue murmurando tantas cosas que entran por un oído de Shoto y salen por el otro en menos de un segundo.

—¿Tienes ganas de ir a la casa de Yaoyorozu?

—¿Queda muy lejos?

Shoto guarda silencio.

—Sí.

—Mh.

Se quedan en silencio por unos instantes. El jardín es pacífico y está lleno de flores de todos los colores. Hay un árbol con una marca de quemadura que Shoto hizo cuando tenía seis años y Touya le mostró cómo encender un mechero. El árbol también tiene cortes de navajas, porque Natsuo tuvo una pequeña obsesión con ellas a los catorce. El buen Natsuo.

—¿Quieres pelear un rato? Tenemos una sala de entrenamiento. Y mi padre no está en casa.

—¡¿En serio?!

Y terminan dándose de golpes en el cuarto de entrenamiento de la residencia Todoroki.

—¡Midoriya! —patada al pecho.

—¡Llámame Deku! —gancho. Tres a uno. Comprensible.

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Como es natural, ambos terminan con unos buenos moratones que no se borran en unos largos días.

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Como es natural también, ambos tienen una pésima calificación en química. Es el mayor fracaso escolar de los dos, pero al menos aprobaron a tropezones sólo por haber prestado algo de atención en clases.

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Como es natural otra vez, Shoto se atreve a pedirle el número telefónico a Deku, descubre cómo usar los emojis de la aplicación de mensajes de texto de la que aún no puede memorizar su nombre, descubre también que la clase 1A tiene un chat grupal donde él no está incluido y por qué son así, y habla por primera vez con Tokoyami, que tampoco está en el grupo. Tokoyami le envía música triste, Shoto abre un chat con Bakugo y éste le dice que se vaya a la mierda porque él no va a agregarlo al grupo, pero igual Todoroki termina siendo agregado por Mina Ashido.

Y vaya, a Kaminari y Kirishima les gustan mucho los memes.

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[1AWESOME]

ChicoDuro: ChicoDuro a PikaPika, me copias?

Bakugo: Kirishima, qué mierda

PikaPika: aqui PikaPika a Chico Duro, estamos ok

AlienQueen: eAAAAAA

Iida Tenya: Queridos compañeros, es poco grato para mí el informarles que estos horarios para comunicarnos no son convenientes, por lo que les pido nos permitan descansar.

SeroCinta: a veces me pregunto si iida se tragó un diccionario cuando era pequeño

PikaPika: tú te tragaste un rollo de cinta adhesiva hace poco sero

Uravity: OOOOOH ahora entiendo por qué se llama SeroCinta!!!

Deku: Llevaba años preguntándome lo mismo

Bakugo: deku muérete

Bakugo: y desbloquéame

Deku: La última vez me enviaste un vídeo de ti apuñalando un muñeco de mí con un cúter

ChicoDuro: bAKuGo

AlienQueen: DIOS MIO

PikaPika: deku, me reí perdóname

Deku: No es nada

Bakugo: igual

Bakugo: si no me desbloqueas iré a tu puta casa

Bakugo: y te patearé la puta cara

Shoto Todoroki: Es divertido, considerando que la última vez que Midoriya y tú pelearon, terminaste en la enfermería con un esguince en la muñeca.

PikaPika: oOOOOOOOOOOHHHHHH

ChicoDuro: OOOOOOOOOOH TODOROKI SACA LAS GARRAs

Uravity: iré haciendo mi testamento porque a esta guerra no sobrevivo

Iida Tenya: Si bien me complace saber que al menos uno de los alumnos de la clase 1-A además de mí respeta las reglas de la gramática y la ortografía, me veo en la obligación de recordarles que son las 02:35 de la madrugada y, POR LO TANTO, no es horario de mensajear.

Bakugo: estás muerto bastardo

Bakugo: dile a papi que te ponga guardaespaldas porque como te pille te voy a dejar igual que rompecabezas de 25 mil piezas

Shoto Todoroki: Estaré esperando, si es que te atreves a acercarte.

Uravity: oh oh

AlienQueen: no estamos ok. deku haz algo

Deku: Los dos serán bloqueados (eliminado en el caso de Kacchan) si no se calman ahora mismo

Deku: no peleen, chicos

.

Shoto cierra la aplicación, bloquea su teléfono y lo pone cerca suyo, pero no tanto. Cierra los ojos e intenta dormir, pero el teléfono vibra tres veces consecutivas, la pantalla encendiéndose y apagándose. Shoto se gira al otro lado para ignorar la tentación de mirar las notificaciones. Cree que lo logra hasta que vibra de nuevo y ahí está abriendo la aplicación de mensajería como tonto.

Deku: Sé que Kacchan es muy irritante y que busca pelea todo el tiempo

Deku: pero la mayor parte de esas veces es sólo broma y ahora estaba jugando a su manera

Deku: es difícil de entender, lo sé

Deku: Pero es así. No creas que es de verdad

Shoto resiste el querer rodar los ojos. Luego recuerda que está solo y nadie puede verlo para considerarlo maleducado o grosero, así que lo hace y hasta se siente placentero.

Shoto Todoroki: Está bien. No estoy preocupado.

Deku: bIEEEEEN

Deku: mira, tengo una foto de un gallo con tenis de rayo mcqueen

Deku: [Imagen]

Todoroki se tapa la boca con la mano libre para que sus risas no se escuchen. Es de verdad un gallo de granja con tenis del famoso coche de carreras. Es veloz, súper veloz. ¿De dónde habrá conseguido esa imagen?

Deku: y tengo esta otra de un gato con un casco de cáscara de naranja

Deku: [Imagen]

Espera un minuto. Ése no es definitivamente un gato con un casco de cáscara de naranja, por muy redundante que suene. Ese es Deku. Son los bóxers de Deku, bajados para que la mano que envuelve su pene se vea porque parece que está masturbándose en el momento en que se toma la foto y

Deku: OH DIOS MÍO

Deku: NO

Deku: FOTO EQUICOCADA

Deku: EQUIVOCADA*

Deku: PERDONAME TODOROKI, PUEDES BORRARLA? POR FAVOR

Shoto Todoroki: Ya la eliminé. Tranquilo.

Deku: ufffff perdón, de verdad

Mentira. Shoto debería lavarse los dedos con cloro y lejía. Ha guardado la foto en una carpeta oculta de su galería, con contraseña. Para que nadie más que él pueda verla.

Es el día más bonito de su vida.

—Gracias, Universo.

"Deeeee nada, hijo mío".

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Deku ni siquiera es capaz de mirarlo al día siguiente en clases sin ponerse como un tomate y tartamudear disculpas. Shoto le quita total importancia al asunto, asegurándole que no vio la foto más de dos segundos antes de borrarla, así que casi no recuerda su contenido.

Lo cual es una gran y sucia mentira porque se pasó diez minutos antes del desayuno admirando la fotografía, e intentando que sus pantalones no apretaran porque no quería ducharse de nuevo, con agua fría esta vez.

—E-es una foto que se tomó por accidente, estoy seguro, y o-o-olvidé borrarla de mis archivos...

—Deku, no sigas insistiendo con el tema. Está bien. No hay problema.

—V-v-vale.

—¿De qué foto hablan? —Uraraka se integra a la conversación, sosteniendo su sándwich de jamón con lechuga en las manos. Le da una mordida rápida antes de preguntar otra vez—. ¿Es la foto que se supone debías enviarle a Bak...?

—¡Uraraka-san! —chilla Deku— ¡Esa era la de los ejercicios de matemáticas! ¡Yo hablo de otra!

—¡Ah!

Todoroki desbloquea su teléfono, abre el buscador y teclea "cómo asesinar a alguien sin que sepan que fuiste tú". No obtiene más respuestas que el link a una página web de un test psicológico para asegurar su estabilidad mental.

Como si él necesitara de esas cosas. Él tiene al universo de su parte.

.

Uravity: Todoroki

Uravity: Deku te envió una foto suya

Uravity: no le creas si dice que es un error y envíale una tuya

Uravity: consejo de la mejor amiga del conejo musculoso *guiño guiño*

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"CÓMO TOMAR FOTOS CON LA CÁMARA FRONTAL Y ENVIARLAS POR LA APLICACIÓN DE MENSAJERÍA INSTANTÁNEA"

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Deku: DIOS MÍO TODOROKI-KUN ES MUY GRANDE

Shoto Todoroki: Uh

.

.

.

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Notas finales: Estoy muy segura que debería estar durmiendo a estas horas pero en vez de eso me preparé un té y me acosté a escribir esta tontería. Simplemente salió y ya, no traten de encontrarle trama o algo así porque lxs golpearé con mi palo.