Harry Potter y sus personajes son propiedad de JK Rowling
Preludio
El olimpo hogar de los dioses griegos se deterioraba con rapidez Zeus, señor de los cielos caminaba de un lado a otro mientras esperaba a que sus hermanos y sus hijos llegasen y desde la sala del concejo observo el exterior su fuerza su poder se había ido ya no quedaba mucho y todo debido a la última guerra que habían enfrentado contra los nórdicos, ambos bandos quedaron muy deteriorados pero lo griegos estaban más vulnerables y si no hacían algo pronto desaparecerían sin dejar rastro
Los primeros en llegar fueron Artemisa y Apolo ambos gemelos lucían cansados y muy débiles en comparación con su antiguo poder, los siguientes en aparecer por allí fueron afrodita, Hefestos, Poseidón, Hera, Hestia, Deméter y Atenea; Zeus los observo a todos cada uno de ellos lucían agotados y muy débiles finalmente Dionisio, Ares y Hades hicieron acto de presencia
El rey de los dioses paso una mirada por todos una última vez, la gloria del olimpo, su poder lo que los hacia tan temidos y respetados, todo, se había esfumado.
— La última batalla ha terminado por debilitarnos y nuestro poder ya no es suficiente - dijo el señor del rayo cansado
— ¿Qué propones aparte de señalar lo obvio? — respondió Hefestos apoyándose en su trono
— No nos queda demasiado tiempo si continuamos así nuestro único destino será desaparecer, pero creo haber hallado la solución — continuo
— Te escuchamos hermano — dijo Hestia alentándolo a continuar
— Dado que nuestros cuerpos están desapareciendo he concluido que lo único que podemos hacer para salvar nuestro poco poder y conciencia es nacer entre los humanos con un alma inmortal rencarnar una y otra vez con nuestros poderes sellados hasta que finalmente estén completos entonces recordaremos todo y con nuestros nuevos cuerpos podremos regresar al olimpo y retomar nuestro lugar.
— Entiendo tu plan, pero ¿porque no dormir aquí en el olimpo mientras recuperamos nuestro poder? - pregunto Hera
— No creo que eso sea posible pues si desaparecemos durante algunos siglos los demás partenones empezaran a sospechar y un ataque mientras dormimos podría acabar con todos nosotros — explico Atenea
— Pero renacer entre los mortales ¿vivir como mortales? Eso es muy denigrante yo me niego completamente a ese plan — declaro Ares mirando a todo el consejo
— Nadie te obligara a nada Ares puedes hacer lo que mejor te parezca después de todo no te vamos a extrañar — respondió Apolo
El dios de la guerra fulmino con la mirada a su hermano e iba responder más Zeus intervino no tenían tiempo para tontas discusiones infantiles tenían que tomar una decisión, los dioses se miraron entre si sopesando sus opciones renacer en la tierra como mortales o quedarse en el olimpo y extinguirse lentamente, parecía ser una opción sencilla pero los dioses eran muy orgullosos y arrogante, y despreciaban a los mortales los consideraban una plaga y ahora se veían obligados a ocultarse entre ellos, definitivamente no era una decisión fácil, Hades ajeno a los debates de los demás pensaba en Perséfone, su esposa había desaparecido poco después de la batalla contra los nórdicos además los dioses menores ya no existían todos desaparecieron, esa última batalla les había costado demasiado
— Hades, ¿qué opinas de todo esto? — pregunto Poseidón tras un largo momento
—Parece ser la única salida si no queremos desaparecer — respondió mirando a los doce dioses mayores
— Anfitre y Tritón ya no están —comento Poseidón Hades lo miro y suspiro el señor de los mares era alguien que se preocupaba mucho por su familia suponía que aquello debió afectarle más de que a la mayoría
— Perséfone también se fue - declaró el oscuro dios del inframundo
— Lo siento -
— Creo que ya no hay mucho que pensar si deseamos continuar con vida — dijo de pronto Atenea los demás la observaron en silencio
— Entonces ¿están de acuerdo? - cuestiono Zeus
Los olímpicos asintieron aun Ares asintió, los cansados dioses se miraron por ultima ves tal vez cuando a volverían a verse ya no tendrían esta apariencia.
Hades Zeus y Poseidón los tres dioses mayores fueron los últimos en quedarse cuando los demás comprimieron sus poderes y su conciencia, dando paso a una forma diferente. Zeus miro a sus hermanos y los tres colocaron un poderoso sello sobre aquel poder que irradiaban las almas recién creadas entonces tras un largo momento se miraron entre ellos eran hermanos, pero también habían sido rivales y enemigos, pero al final siempre serian familia. Tras un destello los tres desaparecieron.
El olimpo se remeció y tras terribles temblores empezó a despedazarse, grandes trozos de los templos cayeron y el que antaño fue el hogar d los dioses termino por derrumbarse sellando así una era.
Los siglos pasaron uno tras otro y los dioses ahora mortales renacieron una y otra vez entre los mortales jamás se destacaron y jamás llamaron a atención por lo menos no demasiada
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El amo de la muerte
Los gritos de la mujer se oían por todo el hospital mágico parecían amplificados por un hechizo y ella se aferraba con fuerza a la mano de su marido fuera de la habitación oían ecos de voces asustadas
— Veo la cabeza del bebe —dijo una sanadora
Como si den un conjuro mágico se tratase la luz se apagó Sirius saco la varita repentinamente todo el hospital había quedado sumido en tinieblas los magos intentaban conjurar el lumus pero nada funcionaba los gritos de Lily Potter se silenciaron mientras todo Londres entraba en pánico por la extraña oscuridad que se tragó incluso la brillante media luna y las estrellas del cielo y el silencio Sirius sintió un escalofrió mientras aferraba con fuerza su varita repentinamente toda su vida todos sus pecados regresaron cargados con una gran culpa que oprimió su corazón.
Dentro de la habitación James trato de forzar a su vista a ver qué pasaba, pero solo sintió que la mano de su esposa se aferraba con más fuerza para tras unos minutos después aflojarse trato de hablar llamar a Lily, pedir ayuda, pero de su boca no salía ni un solo sonido, la sanadora y sus ayudantes estaban en iguales condiciones completamente ciegos por la oscuridad y el silencio.
— Pero que travieso eres, mira lo que has ocasionado pequeño diablillo — dijo una voz masculina
La sanadora y los demás reaccionaron cuando una luz se encendió y todos pudieron ver a un hombre vestía el clásico traje verde lima de los sanadores y tenía su mano en lo alto desde donde un cálido fuego ilumino un poco la habitación en el otro brazo envuelto perfectamente en una cobija blanca tenia al recién nacido Lily nunca olvidaría los ojos del hombre que puso en sus brazos a su bebe
—Es un niño especial cuídelo mucho mi señora — dijo sonriéndole
Entonces él bebe lloro y la luz regreso al igual que el sonido, pero el sanador que recibió al pequeño había desaparecido la sanadora y sus ayudantes junto a los padres del niño acordaron nunca hablar de aquello.
Albus Dumbledore miro el pensadero donde una figura pequeña de la vidente hablaba el terror en los ojos de la mujer era perturbador como si hubiese visto algo terrible
El amo de la muerte ha llegado y uno a uno a sus enemigos desterrara
Su larga sombra cubrirá el mundo de oscuridad
Pero no estará solo pues el solo es el primero
Uno a uno ellos llegaran
Los dioses hechos hombres vienen a reclamar su lugar
El mago, el cielo, el cambiante, ellos dirigirán la caída del norte
Y el rey en la sombra será su guía y su guardián
No tenía sentido porque la mujer había dicho aquella profecía no entendía que podía significar quien era el señor de la muerte acaso alguien estaba tras las reliquias de la muerte una vez más el mago hiso girar su varita entre sus dedos apreciando cada nudo, cada tosca forma de la varita de sauco.
Los años pasaron la guerra entre los magos fue más enardecida. James y Lily Potter intentaron sobrevivir criando a su pequeño hijo, pero el niño era más extraño a medida que crecía aunque para Lily su pequeño era perfecto. James adoraba a su hijo pero tampoco se dejaba cegar por su amor y empezó a notar pequeños detalle que hacian a su hijo diferente de los otros niños, Harry era demasiado maduro y silencioso para su edad y desde que pudo sentarse jamas había vuelto a llorar o quejarse tampoco enfermaba y sus ojos al principio nadie se fijó en nada mas aparte del color verde unos ojos que eran iguales a los de Lily o eso parecía.
— Papá — James casi salto hasta el techo cuando oyó a su hijo de siete años hablarle en aquel oscuro pasillo
— ¡Harry! me asustaste — dijo el moviendo su varita y encendiendo las luces
— Papá, quédate en casa hoy —
James se extrañó por las palabras de su hijo, Harry nuca le había pedido nada similar antes además el pequeño estaba acostumbrado a no ver a James durante la mayor parte del día
— lo siento Harry tengo mucho trabajo pero te prometo que pasare el fin de semana contigo - dijo creyendo que su hijo deseaba pasar tiempo con él.
— Pero no debes salir de casa hoy, cosas malas pasaran si te sales– refuto el pequeño moreno mirando detrás del mago, James se giró pero no vio nada más Harry no apartaba la vista
— Harry, tengo que ir a trabajar — respondió pero se sintió intimidado por aquellos ojos verdes, esos que la gente decía eran como los de Lily.
Harry lo observo en silencio durante unos momentos antes de darse la vuelta y marcharse sin decir nada más James observo la espalda de su hijo y por un segundo la sombra proyectada por el niño reflejo a un hombre adulto con una larga capa y una gran corona que terminaba en puntas.
Unas horas más tarde Lily llevo a Harry al callejón Diagon la bruja tenia algunas cosas que deseaba comprar y también vería a su amiga Alice así que junto al niño se dirigió a Flourish y Blotts y mientras revisaba unos libros soltó la mano del niño que se alejó y se perdió entre las estanterías Harry parpadeo confuso cuando vio un par de pies colgando desde lo alto de una estantería alzo la mirada y se encontró con un hombre de cabello negro y ojos verdes que le sonrió desde lo alto.
— ¿Quién eres? —pregunto el niño
— Pero mira nada más que monada, eres una lindura —dijo el moreno riendo
— ¿Tú quién eres? — pregunto nuevamente
— oh me has olvidado, bueno seguramente a todos los demás también pero yo no los he olvidado estoy aquí para protegerte a todos ustedes pero tú eres el mayor y quien está en riesgo inmediato — dijo el hombre
En ese momento se oyeron varias explosiones y los gritos se elevaron junto con el ruido de cristales rotos
— ¡Harry! — el grito de Lily llego hasta donde el niño estaba el giro para ver al hombre que solo le sonrio y desaprecio cuando la mujer apareció y se lanzó sobre el niño – vamos tenemos que irnos —dijo ella abrazando a su bebe.
Lily llego a la parte trasera de la tienda y con rapidez enrosco una larga cinta en la mano de su hijo y la suya y ambos desaparecieron.
La noche había caído cuando Remus aprecio en la puerta de la casa Potter, Harry estaba en el segundo piso cuando oyó a su madre llorar desconsolada mientras su tío Remus la abrazaba después Lily subió por él lo vistio con ropa abrigadora y ambos bajaron Remus solo los observo pero no dijo nada y los tres fueron directo a san Mungo.
Harry miraba el hospital con curiosidad era la primera vez que lo visitaba y no podía apartar la mirada de todos los adultos que iban de un lado a otro ajetreados y entonces subieron hasta el cuarto piso y el ajetreo de los primeros pisos había desaparecido dejando solo un silencio apenas roto por los murmullos y solos que se oían
— ¿Porque has traído al niño? — oyó y al voltear se encontró con la mirada de su padrino pero no era el único junto a él estaba un anciano de cabello blanco y gafas que le sonrió
— No me voy a separar de mi hijo — dijo Lily
— Calma por favor Sirius —pidió el anciano
— Pero Albus, Harry es un niño —el animago
— Estará bien ¿verdad Harry? tu esperaras aquí con tu tío Remus un momento ¿cierto? —pregunto Lily
— Pero yo también quiero ver a papá — dijo el niño
— Ahora está durmiendo Harry solo espera un poco — respondió ella sonriéndole
— Está bien mamá — respondió el.
Sirius lo miro unos momentos antes de acompañar a Lily y a Albus dentro de la habitación Remus le sonrió aunque lucia muy cansado y más viejo de lo que realmente era, Harry se apoyó en la pared y los minutos pasaron entones oyó un ligero ronquido se giró y vio a su tio Remus completamente dormido
— Los humanos son tan fáciles de influenciar —dijo el mismo hombre de la librería ahora iba vestido con los trajes de los medimagos
— ¿Porque estás aquí? —pregunto Harry
— Veo por ti querido, yo te cuido —respondió sonriendo
— papá es quien esta enfermo, cuídalo a el —
— el mago esta muriendo y yo no tengo el poder de negociar con la muerte pero tal ves tu podrías intervenir si realmente deseas que viva—
— el es muy bueno aunque aveces es tonto y no escucha, pero mamá lo quiere — el hombre sonrió y puso una mano en la cabeza del niño, todos ellos eran tan dulces incluso antes de volverse mortales fueron muy amables a su retorcida manera claro esta.
— entonces ve por él, pídele a la muerte que te entregue su alma, ponlo bajo tu sombra pequeño diablillo —le susurro
— mi padrino no quiere que entre — respondió el ojiverde frunciendo el ceño
— no te preocupes, yo te cubro— dijo giñandole un ojo
Pocos minutos después la puerta se abrió y Lily junto a los otros dos salieron la mujer estaba muy dolida y no noto a su hijo entrando en la habitación Harry ingreso y el olor a pociones le llego desde donde su padre estaba echado no se movía y sus ojos estaban cerrados Harry camino hasta estar junto a la cama y entonces lo vio allí había un hombre tenía el cabello blanco y los ojos profundos sus largos dedos estaban sobre el pecho de James desde donde un una figura vaporosa emergió que tomo la forma del auror.
— No puedes llevártelo es mi papá — demando el niño
— ¿Harry? Que está pasando — pregunto James confundió
— Su tiempo se ha terminado — respondió el sujeto
— Pero mamá llorara mucho si él se va —respondió el niño
— ¡Oh por Merlín! — exclamo James viendo su cuerpo tendido en la cama sin signos de vida
— No puede irse, tiene que quedarse —demando el niño de ojos verdes y el hombre de cabello blanco dio un paso atrás cuando el niño tomo la mano del alma que se estaba por llevar.
James miro incrédulo a su hijo cuando este lo sujeto con fuerza de la mano entonces una fuerza superior tiro de su alma de regreso a su cuerpo en ese momento entraron tres medimagos junto a los adultos que se quedaron sin palabras cuando vieron a James sentado y sin ninguna herida aparente, los medimagos hablaban entre ellos y sus varitas se movían mientras recitaban hechizos para verificar el estado del paciente que hace no menos de diez minutos había estado a punto de morir.
Albus en todo aquel intercambio no aparto la mirada del pequeño Harry que lucía pálido. Lily a pesar de las lágrimas de felicidad fue la primera en notar la mirada penetrante del director de Hogwarts sobre su pequeño hijo, miro a su marido que a pesar de los medimagos también veía al niño Lily no necesito más se apresuró a coger a su hijo y llevárselo. Bajo apresurada sin mirar atras no sabía muy bien porque tenía tanto miedo pero algo le indicaba que lo mejor era alejar a Harry de aquel lugar.
—Bien hecho mi señora es usted una buena madre — le susurro un hombre vestido como medimago cuando la bruja subió al ascensor
—Quien… —la mujer no pudo terminar de hablar pues el extraño hombre puso una mano en su cintura y los tres desaparecieron.
En la habitación de James Albus observo la huida de Lily y se giró a ver a James cuando los medimagos aun incrédulos le dijeron que no había rastro de la maldición que lo había estado matando lentamente aunque James no estaba prestando atención su mente era un completo caos y entonces recordó las palabras de su hijo
— no debes salir de casa hoy, cosas malas pasaran si te sales –
Continuara…
