Holaaaaa, bueno, es mi primer fic publicado en esta pagina. Y nada espero que lo disfruten c:

Y como ya saben "Hey Arnold" no me pertenecen, ni ninguno de sus personajes a menos que sean creados por mi :3

Después de mucho tiempo, ahí se encontraba ella, nuevamente caminando con el ceño fruncido, y un sentimiento de frustración, llevaba caminando por más de cinco cuadras y aun así su ira no concretaba salir de su interior.

-Maldita vida, maldita infancia y maldito el mundo- gritaba sin ninguna vergüenza, se sentó en la orilla de la vereda y suspiro profundamente - Todo es culpa de él, estoy harta- se sintió afligida, hasta que de repente una graciosa idea apareció por su mente - Ya se... - dijo levantándose- me levantare y esperare a que un estúpido auto me atropelle - expreso con las manos al aire y colocándose al medio de la pista, hasta que un sonido le bloqueo todos los sentidos y de igual manera una luz le cegaba la vista...

Por otro lado de la ciudad, el apuesto psicólogo de ojos verdes salía prácticamente saltando de su primera entrevista, era su primer trabajo y después de 5 años sentado en una universidad, le dieron su primera oportunidad de trabajar en un colegio, aunque no era la gran cosa era su primera oportunidad. Subió apresurado a su auto, obsequiado por sus padres, coloco la música a todo volumen y se dirigió a su cálido hogar. Siendo aproximadamente las 10 de la noche, no le sorprendió el recibir una llamada de sus padres para saber el porqué de su retraso.

-¿En dónde estás? - le contesto el teléfono activado con las manos libres.

-¿Hermanita, cual es el motivo de tu grata llamada? - sarcástico, como siempre lo fue con ella.

-Ya te lo dije sordo cabezón, mama te busca como una histérica - al escuchar aquellas palabras distrajeron lo suficiente a Arnold que no pudo visualizar a la jovencita que se paró en medio de la pista.

-¡Mierda! - grito frenando automáticamente.

-Arnold, ¿que pasa?- susurro la voz del teléfono asustada por la expresión del muchacho.

-Luego te llamo- y finalizo la llamada, para luego salir de su auto - Puedo preguntar, ¿Qué es lo que te sucede? - se dirigió a la joven mientras en su rostro se formaba un gesto de incredulidad.

-¿Hablas conmigo?

-Eres la única chica parada en medio de la pista, casi te atropello y te atreves a preguntar si me dirijo a ti?

-Cálmate cabezón, es un país libre y no le paso nada a tu auto.

-¿Estas fumada? Si eso debe ser, todos ustedes lo hacen - comenzó a hablar solo, moviendo de manera extrañas sus manos.

-¿Y luego yo soy la fumada?, me iré, adiós cabezón.

-Espera - grito corriendo detrás de ella - Tu no te iras, yo te llevare - y tomándola de la mano la llevo al pequeño auto, aunque no se esperaba la reacción de la chica.

-¿Que es lo que te sucede? No quiero que me lleves, quien sea que seas, y no me vuelvas a tocar porque si no… - hasta que fijo su miraba en el pequeño auto que llevaba el joven, y recapacitando ya que se sentía algo cansada, cambiando su semblante a una sonrisa malévola se dirigió al chico que aun la miraba con culpabilidad- Pensándolo mejor... ya que tal vez no quieres una multa verdad?, porque note que venias hablando por teléfono, verdad? - Él asintió inmediatamente - Bien... llévame a donde yo te lo pida- luego de ello subióágilmente al asiento del copiloto dejando a Arnold embobado por no entender la situación, para luego volver su vista al auto y por ultimo dirigirse a él, sabiendo de por sí que había tenido la mala idea de pensar que se podía disculpar con aquella chica al querer llevarla a su casa.

CONTINUARA...