Título: Kimi no Koe
Escrito por: Yue Guang Kuroneko
Traducido por: MissKatterine
Pareja: KyouyaxHaruhi
Rating: Eto ... PG-13 debido a un lenguaje moderado.
Escrito para: aliviar el aburrimiento y la retirada de Internet (Mi internet se establecen, para un día entero TT)
Dedicado a: Kirimy-san, Miyu-chan, IceQueen-san, Empress-dono, and Nya-san, porque son gente maravillosa y este fanfic está dedicado demasiado a Hojo-dono y FROP Fansubs. xP
Advertencia: Tengan cuidado con los OOC, porque permanecer dentro del personaje es difícil de escribir cuando se tiene a Haruhi quien no está relacionada sentimentalmente con nadie. También, por favor no se sienta ofendido(a) por las referencias de la religión que pude haber metido aquí! Yo no estoy en contra de la religión... Esto es sólo un fanfic! (Y esto fue pensado como un oneshot)
Summary: La vida es imprevisible y no está planeada. Incluso los mejores manipuladores no pueden controlar la dirección que la vida ha creado para ellos. Sin embargo, los mejores manipuladores pueden cambiar cualquier giro y usarlo a su ventaja. Entonces, ¿qué sucede cuando se enamoran?
Disclaimer: Yo no soy propietaria de Ouran o de cualquiera de sus personajes. Que pertenecen sólo a la gran Bisco Hatori-sama (y BONES)... Yo podría ser propietaria de Ouran si yo fuera alguna de estas personas... pero mis padres me dejaron en la cabeza cuando yo era una niña, así que no soy tan brillante como lo son ellos :D
Kimi no Koe
Escrito por: Yue Guang Kuroneko
Traducido por: Miss Katterine
Capitulo Uno:
Ootori Kyouya nunca ha creído en los milagros, la muerte, los sueños, el destino, el cielo ni en nada por el estilo. Él cree que esas cosas son inútiles y que la única manera de tener éxito en la vida es trabajando duro, ser astuto y alguien determinando. Mientras que la otra vida, al diablo. No hay ningún lugar en la vida de un hombre de negocios para la religión, sin mencionar que era mucho dinero robado de todos modos.
Después de graduarse de Ouran, él continúo estudiando duro en una prestigiosa universidad privada e inmediatamente obtuvo una MBA en negocios. Era brillante y eso le daba la ventaja para llegar a ser el próximo líder del grupo Ootori, pero él no iba a dejarlo a la suerte. Se inscribió para estudiar tanto en América como en Europa, así que salió de Japón durante un año o dos para pulir sus habilidades sociales en el extranjero (y para crear algunos socios de negocios que le podrían servir después) y logro disfrutar de si mismo cuando él los hizo correr en un juego en la palma de su poderosa mano.
Incluso consiguió una novia (si es que se le puede llamar así), durante un corto tiempo, pero que terminó espléndidamente cuando él anunció que dejaría el mundo occidental para regresar a Japón, a donde él pertenecía. Por supuesto, hubo protestas, gritos e incluso intentos de mordiscos por parte de la chica, pero él sólo le dio una sonrisa cuando ella le decía que se había enamorado y abordó el avión sin ver atrás. La chica era una molestia de todas formas y la única razón que lo había llevado a invitarla a cenar la primera noche fue crear un ambiente agradable con la hija de una muy poderosa empresa Europea. Se trataba de una simple cena, pero la niña supuso más y lo estuvo acosando constantemente para llamar su atención, de un modo poco atractivo, personalmente. A parte de ella, sus planes de amistado con su padre fueron un éxito, tal y como lo había planeado.
A su regreso a Japón, se encontró con que se padre aun no había decidido quien se haría cargo de la Compañía Ootori y dio un leve gruñido de frustración cuando él regresó a ganar el favor de su padre. Lamentablemente, sus hermanos temieron que su orden de nacimiento no estaba ya a su favor y comenzaron a evaluar el trabajo de sus propias ganancias durante sus vacaciones. Se trataba de una competencia sin previo aviso que solo enfureció más su determinación y el grupo Ootori prospero bajo la fuerza de voluntad de los tres hijos.
Fueron cinco años después de que se graduó de Ouran High School cuando decidió dar una visita a su plebeya favorita. Investigo su paradero y la encontró estudiando en la Universidad de Tokio, especializándose en Derecho. Fue un impulso inesperado la urgencia de ver a Fujioka Haruhi, pero él lo hizo sin pensar. ¿Quién no querría ver como la niña disfrazada de chico termino luego de salir de Ouran? No tenía ninguna duda de que Tamaki y los gemelos la habían visitado un par de veces y decidió que probablemente era su turno (sin mencionar que le encantaría ver la cara de sorpresa en el rostro de Haruhi cuando se presentara frente a su puerta).
Se topó con que estaba viviendo por su cuenta en un pequeño apartamento cerca de la Universidad de Tokio y no era algo para sorprenderse, cuando se entero que no había tenido un interés romántico desde que se graduó. Asimismo, no se sorprendió de que Tamaki se le hubiera declarado y que ella se negara, diciendo que una vida glamorosa no era lo que ella quería.
Ella realmente no había cambiado en lo absoluto.
"A la Universidad de Tokio", le dijo a su chofer.
"Hai, Ootori-sama", respondió su chofer antes de encender el motor y de que comenzaran su viaje a la Universidad de Tokio.
Llegaron rápidamente y Kyouya dio algunas instrucciones a su chofer antes de girar y ver la escuela con una sonrisa. Haruhi estaba en algún lugar detrás de esas paredes blancas y él iba a encontrarla.
--
"¡Fujioka-san!"
Haruhi dejo escapar un suspiro mental cuando sus oídos escucharon la emoción en esa voz profunda la cual le era familiar. Kentaro Yuusuke era un hombre persistente, le pedía que fuera a una cita cada vez que la veía. Francamente, fue relativamente molesto y era muy parecido al rubio idiota que ella conoció en la preparatoria.
"¿Qué pasa, Kentaro-kun?" Ella preguntó, dirigiéndose al encuentro de su mirada animada color marrón.
"¿Quieres una cita conmigo este viernes?" Le pregunto poniendo su pesado brazo sobre sus hombros. "Sé que este es un gran lugar…"
"¿Cuántas veces te lo he dicho Kentaro-kun?" Ella se quito de sus brazos "No estoy interesada en ti, tus continuos intentos son muy irritantes."
"Aww, no digas eso, Fujioka" Kentaro gimió "Estoy muy interesando en ti."
"Lo siento, pero la respuesta sigue siendo 'no'" declaró Haruhi, rozando su espalda con su flequillo crecido. "Ahora, si me disculpas tengo que llegar a mi próxima conferencia."
"Vamos, Fujioka—estoy harto de ser rechazado por ti" la voz de Kentaro se ensombreció. Ella regreso para verlo cuando la agarro antes de que…
"Ella dijo 'no' con toda claridad" La alta figura que de repente apareció frente a ella dijo en un tono tranquilo pero peligroso. "Sé bueno y deja a la joven sola."
"¡Maldito!" Kentaro grito de pronto y los ojos de Haruhi se dilataron al descubrir que había sujetado en el joven que la había protegido.
Lo que siguió fue un borrón: Kentaro había sujetado al hombre, pero este había esquivado antes de que lo golpeara y le dio un par de golpes de su parte, dejando atrás a Kentaro en la pared.
Pasaron varios estudiantes que se habían detenido a ver la conmoción y Haruhi escucho a muchas chicas susurrar excitadamente acerca de lo 'cool' y 'sexy' que era su protector. En todo lo sucedido, Haruhi ni siquiera vio el rostro de su protector. Cuando se volvió hacia ella los ojos de Haruhi se ampliaron.
"KYOUYA-SEMPAI"
"¿Estas sorprendida?" Le pregunto con una voz indiferente mientras caminaba hacia ella, dejando a Kentaro en un caos sangriento en el suelo.
"Si. Quiero decir, no. Quiero decir…" Haruhi se sentía algo nerviosa con él frente a ella, sus gafas brillaban en los bordes. "Yo no te esperaba ver aquí"
"Considerando que ya me he graduado con una MBA, yo no debería estar aquí", le dijo Kyouya como si fuera culpa suya que de alguna manera había aparecido en la Universidad de Tokio cuando debería estar haciendo miserable la vida de otros plebeyos.
"Entonces, ¿por qué estás aquí?" Haruhi preguntó inclinando la cabeza hacia el lado en cuestión.
"¿Por qué no hablamos mientras tomamos una taza de café?" le pregunto empujando sus gafas hasta el puente de su nariz. Eso no era una buena señal en absoluto.
"Si, por supuesto." Dijo Haruhi removiendo todas las suposiciones de los motivos por los cuales Ootori Kyouya estuviera ahí "Hay una tienda de café justo enfrente de la Universidad, ¿por qué no ahí?"
"El camino", dijo casi como un príncipe, pero Haruhi sabia mejor que debía confiar en lo que le sonaba a ella. Se trataba de un asunto serio si Kyouya se había presentado en su universidad. No era el tipo de persona que busca a alguien solo por una taza de café después de seis años sin comunicación.
Cuando ordenaron y se sentaron en la cafetería junto a una ventana, Haruhi finalmente encontró el tiempo para asimilarlo. Ella sabía que su naturaleza manipuladora todavía estaba allí, escondida bajo esas capas de sonrisas fingidas y artificiales, esas palabras halagadoras, pero el aura que le rodeaba por lo general parece aun más intenso de lo que había sido durante sus días como 'host'.
Era todavía perfecto, con esos ojos oscuros ónices, una cara refinada y un alta pero bien construida estatura, es inevitable y ridículamente apuesto. Por supuesto, las gafas que se fundaban en su nariz parecían hacerle ver un poco inteligente y ligeramente imponente, ella lo sabía bien. Era amable por debajo de esa mirada indiferente y muy similar a la bondad de su 'rey idiota', excepto más discreto.
"Bueno, entonces," Haruhi comenzó "¿Qué era lo que necesitabas hablar conmigo?"
"¿Qué te hace pensar que debo de tener una razón?" Kyouya preguntó, con los ojos mirando fijamente las concurridas calles de Tokio.
"Kyouya-sempai, no eres el tipo de persona que acaba visitando a alguien de la nada a menos de recibir algún merito de esa visita", dijo Haruhi cuando llegaron las bebidas ", y no especialmente cuando se trata de mi"
Ella lo observo mientras se tomaba su bebida casualmente, los ojos se centraban en el exterior. Había un aire diferente a su alrededor, como si estuviera cansado y casi hizo que Haruhi se sintiera un poco culpable por preguntarle algo tan acusatoriamente y lo ingrata que era su presencia. A decir verdad, se alegro de que fuera a visitarla y no porque estuviera ahí, justo a tiempo de salvarla, sino porque su presencia era calmada y equilibrada.
Después de mudarse de la casa (con las grandes protestas de su querido padre) había decidido vivir por su cuenta y estudiar para satisfacer su corazón. Sin embargo, todavía había momentos en los que se sentía sola y reservada cuando se trataba de su vida social. Los gemelos le mandaban correos electrónicos constantemente, pero de alguna manera no se sentía como si fueran suficiente. La personalidad hiperactiva de Tamaki solo la hacía querer huir a un lugar tranquilo. Hunny y Mori están constantemente ocupados con sus dojos y corriendo a famosas tiendas de dulces que había muy poco tiempo para visitarla. Se sentía extrañamente sola, por lo que se sentía agradecida por la visita de Kyouya ese día.
"Ya veo," fue su respuesta tranquila. "No has cambiado mucho, Haruhi."
"Tu si has cambiado mucho, Kyouya-sempai," dijo Haruhi meneando su café distraídamente.
"¿Hmm?" Kyouya pregunto "¿Cómo es eso?"
"No puedo poner mi dedo en la llaga," dijo Haruhi intentando explicar sin convicción. "Pero parece que tienes un ambiente diferente en ti."
Kyouya le dio una pequeña sonrisa antes de preguntar, repentinamente, "¿Quieres ir a cenar conmigo, Haruhi?"
--
"¿Eh?" los ojos de Haruhi se habían ampliado cuando él volvió su atención a la ventana.
"Llámame cuando tengas tiempo libre", había dicho. Metió la mano en su chaqueta de moda, saco un bloc de papel y un lápiz antes de anotar su numero de una manera elegante. Coloco la hoja de papel delante de ella, él se levanto, pago la cuenta de sus bebidas y se dirigió a las calle infestadas, dejándola atónita en la cafetería.
¿Qué demonios estaba pensando? Kyouya se reprendió a sí mismo cuando llamaba a su coche.
Claro, él no había planeado estar con Haruhi en una cafetería de plebeyos, ni golpear a aquel chico cuando lo vio tocarla, pero definitivamente no tenía planeado pedirle ir a cenar. Era una de esas cosas sobre ella lo que lo hizo querer estar con ella. Ella había conseguido ponerse más femenina durante los últimos años.
Su cabello que siempre fue de un rico color chocolate y corte estilo chico estaba medio largo llegando casi hasta los hombros. Sus ojos eran grandes, pero parecían haberse suavizado con el brillo de una mujer hermosa. Era elegante (y gracias a Dios por eso—hubiera sido poco atractivo si ella derribaba otro Jarrón de Rune), y obtuvo el mínimo de las curvas que le hacía parecer aun más hermosa. Ella no era ávida en el cuerpo, sino más bien pequeña y femenina. Ella había hablado con una voz suave, una voz que parecía tranquilizar todas sus frustraciones y las irritaciones que lo habían inmovilizado.
Kyouya estaba bastante seguro de que ella no iba a llamarle acerca de alguna cita futura (él la había escuchado, gracias al chico Kentaro, expresando claramente su falta de interés en salir) y se quedo maldiciéndose mientras volvía a su condominio de lujo para otro día de trabajo. Por lo tanto, estuvo más sorprendido al ver que después de una ducha después de otro largo día de competencias con sus hermanos mayores recibió una llamada de una indecisa Fujioka Haruhi.
"Ano…¿Kyouya-sempai?" su voz parecía estar temblando ligeramente.
"Haruhi", se pregunto deteniéndose en todos los movimientos incluso en el secado de su cabello.
"Hai", dijo Haruhi con voz insegura. "Acerca de la cena…me gustaría tomar la oferta."
La toalla que había estado en su mano calló torpemente en sus pies descalzos, con sus ojos oscuros muy abiertos en su respuesta. Sus días parecían estar cada vez mejor en cada segundo que pasaba.
"¿Kyouya-sempai?"
"Ah", él dijo imperturbablemente sentándose en la cama "¿Cuándo tienes tiempo?"
"¿El viernes por la noches está bien?" Ella le pregunto después de un momento de silencio.
Kyouya le dio una mirada a su agenda. Por su parte, no tenía nada que hacer esa noche.
"Está bien," habló cerrando su agenda con una sola mano. "Te recogeré a las siete."
"Está bien," ella le dijo, al parecer un poco más alegre. "Te veré entonces."
Kyouya miro a su teléfono con una incredulidad casi visible antes de cerrar con un clic, una mueca se satisfacción apareció en sus labios. Esto era ciertamente más de lo que esperaba.
--
Nota del Autor:
"Hai, Ootori-sama" se traduce a "Sí, señor Ootori." El prefijo-sama se dirige a alguien por encima de los demás. (Al igual que un vasallo a un rey)
"Fujioka-san!" El prefijo de-san se utiliza para aquellos que no son cercanos a ti, es unisex.
"Kentaro-kun," El prefijo-kun se usa para (en la mayoría de los casos) los hombres.
"Kyouya-sempai!" El prefijo-sempai se utiliza para aquellos que son mayores que tú. Por ejemplo, un alumno de 8 º grado llamaría a uno 11° "-sempai"
"Ano..." se traduce aproximadamente en "umm..."
Notas de la Traductora:
Tenía tantas ganas de traducir este fic desde 'uuuuu' hace mucho tiempo, ya que soy súper-mega-recontra fanática de KyouyaxHaruhi, antes era HikaruxHaruhi, pero me di cuenta de la gran debilidad que tengo por los personajes estilo Kyouya [Lentes-Serio-Manipulador] y le pedí permiso a Yue Guang Kuroneko hace un buen de tiempo y me respondió con un SI, yo bien feliz, pero no podía hacerlo hasta ahora que una chica me recordó los fic's en ingles que deje pendientes, gracias Sayume-chan.
Una nota mía es:
MBA significa 'Maestría en Administración de Negocios" [Master in Business Administration], solo lo pongo por si acaso.
