Los personajes no me pertenecen todos son y seran siempre del señor Tadatoshi Fujimaki

Pre-prólogo

Bajo tu responsabilidad

Érase una vez…

¡No!

Esto no es un cuento de hadas.

Esto es la realidad.

Lector, si tienes ahora este libro en tus manos déjame darte el pésame

Porque vas a sufrir, vas a llorar, amarás a los personajes y finalmente…

Vas a querer matar al autor. Leer solo bajo tu responsabilidad.

Sin cariño (porque no puedo quererte sin conocerte), la escritora.

-Anonimo

Prólogo:

Ese día Kise había permanecido callado algo muy raro de él, pero aun así Kagami no le hizo mucho caso ya que estaba más interesado en averiguar porque Kuroko lo había citado en la cancha de la escuela a esa hora de la mañana, vale, eran las 12 del mediodía pero para el no dejaba de ser temprano y al parecer no era el único citado ya que vio a toda la generación de los milagros en ese lugar esperando impacientemente lo mismo que el… saber qué demonios se traía Kuroko entre manos.

– Buenos días – era Kuroko gracias al cielo estaba ahí parado, demasiado rápido para alegrarse, detrás de él pudo ver otra silueta, desgraciadamente la conocía ala perfección pero no se preocupo por ello tenía más interés por lo que Kuroko intentaba decir, todo mundo estaba haciendo preguntas y cuando creyó que se volvería loco, escucho a Aomine gritar

– ¡CALLENSE! TODAS SUS PREGUNTAS SE RESPONDERAN DESPUES DE QUE TETSU LES DE UN ANUNCIO – y todo mundo cerro la boca, Kagami nunca lo admitiría pero le alegraba que Aomine pudiera cerrarles la boca a todos de un grito.

–Bueno…– Kuroko lucia nervioso y para colmo cuando aomine le toco el hombro se sonrojo y dejo salir la bomba – Aomine-kun y yo decidimos… casarnos.

Silencio.

Sepulcral silencio, cuando Kuroko les dijo a todos que él y Aomine se casarían, realmente kagami quería sonreírle y decirle que ya era hora, pero él no era hipócrita y no iba a demostrar algo que no sentía ya que por dentro sentía que su mundo se había ido directo a la mierda con esa noticia, así que con todo su esfuerzo hizo una mueca indescifrable y asintió con la cabeza.

Quería irse llegar a su casa y sacar todo lo comestible de su nevera, luego acomodarse en su muy preciado sillón para ver películas toda la noche pues sabía que no podría dormir.

–¡Vaya! , Parece que va a ver despedidas de soltero, me dejaras encargarme de la tuya ¿verdad Kurokocchi? – era Kise que había dejado su cara seria y ahora reía como un maniático por la noticia, a veces kagami pensaba, que ese chico no era normal y en otras ocasiones kise hacia cosas que reafirmaban todas sus teorías

–Si se te ocurre una estupidez como bailarinas desnudas o algo parecido, te juro que pateare tu estúpido trasero de modelo, Kise

Hasta ese punto kagami soporto, tomo su maletín y salió de ese lugar no se despidió de nadie pero tampoco tenía la obligación de hacerlo y como se prometió así mismo en cuanto llego a su hogar casi corrió a la cocina a preparar toda a comida que encuentro en su - no muy grande- pero humilde cocina y se tiro al sofá a ver un puente de películas que parecían interminables.

Después de ver incontables películas incluyendo, por estúpido que parezca, buscando a nemo y la sirenita, decidió relajarse no se estaba tomando las cosas bien, así que opto por otra cosa "el básquet", tomo su maleta con todo listo para salir un rato a algún parque para practicar pero jamás NUNCA pensó en encontrarse con justamente él en ese lugar

–Hola Kagamicchi – parecía estar descansando de lo que parecían horas practicando, pues estaba cubierto de sudor

– ¿Qué haces aquí?

–Que yo sepa este es un lugar público para cualquiera que quiera practicar– y kagami deseo golpearse contra lo primero que viera pues muy a su pesar Kise tenía razón.

–Creo que me voy–… y lo hubiera hecho si no fuera porque kise lo había tomado del brazo para mirarle a los ojos

– ¿sabes que significa este lugar para mí? – no le respondió, simplemente porque no tenía idea de lo que estaba hablando, entonces Kise continuo– Aquí es donde jugamos tu, kurokocchi y yo después de que seirin derrotara a mi equipo.

Y kagami se sorprendió, porque nunca se imagino eso, porque a él se le había olvidado por completo y porque de nuevo Kise tenía razón

–No importa Kagamicchi, ya me iba…

–Ahh... ok – cuando pensé que ya se había marchado, él volvió a hablarme

–Se siente horrible ¿verdad?

– ¿Qué? ¿Ahora de que hablas Kise?

–Ver como la persona que amas, ya es feliz con otra – y se fue dejando a un kagami totalmente sorprendido y hecho un mar de sentimientos más.

¿Cómo rayos sabia el eso?

Y peor aún

¿Desde cuándo lo sabía?