Digimon
fanfic
"STARLESS"
por Ivan Emiliano Altamirano
Advertencia: Todos los personajes en este fanfic son propiedad
de...Akiyoshi Hongo, así que nada de demandas.
Capítulo 1: Corazón roto
No
existe el tiempo cuando amas. Existe cuando todo acaba, cuando te das
cuenta de lo solo que estás. Cuando quieres a alguien, es
natural que todo vaya más rápido..o más
lento...porque compartes o diluyes el tiempo de la otra persona
contigo. No es solo un alma, sino dos que fluyen, laten al mismo
tiempo.
Eso pensaba hace unos meses. Seis para ser exactos. Cuando
creí ser feliz con una persona.
Y esa felicidad se
desvanece con el mismo tiempo. Un tiempo que creías tuyo y al
final no era de nadie.
No es mi costumbre ser un poeta. No lo eres
cuando te estan disparando en una refriega.
-¡Ken!
Apenas
despierto de mi aturdimiendo. Entonces reacciono y suelto dos ráfagas
de mi automática. Un sujeto cae. El otro se
trastabilla.
-¡Ahora! - grita un rubio a mi lado. Por un
momento parezco no reconocerlo, pero sacudo la cabeza y salgo trás
de él.
Minutos después, un montón de sirenas
inunda el lugar. 3 de los delicuentes se encuentra esposados. El tipo
que cayo es subido a una ambulancia rapidamente. Logre darle en el
costado derecho. Pulmón colapsado, solamente. Vivirá.
-¡Pero
que demonios te pasa! - me grita Takeru - ¿Pensabas
matarte?
Cierto que mi compañero digielegido tiene un
caracter muy amable. Sin embargo, en esta ocasión sus ojos
casí quieren comerme.
-Vamos, todo salio bien, no?
-Bien?
- entonces aprieta mi hombro. Siento un calambre que me recorre todo
el brazo y hace que suelte un gruñido - y esto?
Es cuando
me doy cuenta de la sangre que sale por un singular agujero en mi
gabardina.
-Diablos - mascullo - y era nueva.
-Lo ves? Estas
demente!
-Pero no es nada grave...mi gabardina...maldición!
-Ken,
no estas bien.
-Lo estoy - le miro fijamente. Takeru niega con la
cabeza.
-¿Podrías dejar el asunto de Naomi en el
pasado?
Aprieto los dientes.
-Ella no tiene que ver nada en
esto.
-Oh nada? Casí pierdo a uno de mis mejores agentes
por estar jugando al kamikaze!
-Yo no juego a nada. Simplemente me
perdí un momento.
-Dí lo que quieras - suspiro -
pero casí te líquidan! Dejaste de disparar un
instante.
-Claro que no
-Mira, no vamos a repelar - suspiro -
ve al hospital a que te atiendan.
-No ire...solo necesito un
vendaje y comer algo.
-Ah sí? - entonces se inclino y
apreto mi hombro con fuerza. Sentí un dolor formidable que
casí me hizo perder el aire. Por un momento quise golpearlo,
pero un repentino mareo me asalto.
-Lo ves? - me sonrio - no estas
bien.
-Canalla - masculle - eso me dolio muchisimo!
-Paramedicos!
- Takeru grito - aquí hay un herido!
-Hey, no te
atrevaaarghh! - me quede a media frase cuando Takeru volvio a apretar
la herida ¡Esta me las pagaría todas juntas!
-Así
que nuestro agente favorito del digimundo y de la Tierra esta herido
no?
Lo que me faltaba. De todas las doctoras que podían
tocarme, tenía que ser ella.
-Miyako - sonrio duramente -
deja tus comentarios para después.
Ella me sonríe
através de sus gafas de montura mientras se acerca con una
lampara a examinarme. No es que me queje de ella. La Dra. Inoue es
una excelente traumatologa. Algo que Daisuke hace seguido es
informarme de todos nuestros amigos, aun cuando no tengamos tiempo de
vernos.
-Hmmm, parecer ser solo un raspón - murmura
mientras examina la herida.
-Se lo había dicho a
Takeru...se lo había dicho...
-Takeru? El buen Takeru
trabaja contigo? - pregunta mientras saca algunos instrumentos de una
bandeja.
-Sí - murmullo - luego de escribir un par de
libros sobre el digimundo, decidio entrar al cuerpo de vigilancia
interdimensional. Por su logistica, llego a ser jefe de división
en unos meses.
-Tu jefe no?
-Sí y por si lo piensas,
jamás me avergonzo que fuera mi superior tan rapido. En él
confiara mi vida.
-Pues ahora la cuido bastante bien - Miyako
presiona dentro del hombro con una pequeña pinza.
Inmediatamente sentí como "algo" brotaba del mismo.
Triunfal, me mostro una esquirla del tamaño de una uña.
-No
que era un simple raspón?
-Lo era. Si esto hubiera entrado
un poco más, le hubiera dado a la arteria humeral y ahora
estarías en choque.
-P-Pude morir? - parpadeo sorprendido.
Ella asiente muy seria. Su sonrisa se había borrado mientras
tiraba la esquirla en un bote de color rojo.
-Eres un imbecil
sabías?
Bien. Es muy distinto que tu amigo te llame idiota,
pero con ella, se sintio...feo
-L-Lo siento - murmuro apenado -
yo...
-Tienes suerte de ser delgado - palpa mi espalda. El
contacto de su mano hizo que temblara - si fueras como el resto de
los policías, todos fornidos, si te habría lastimado de
consideración.
-Sirve de algo ser tan flaco - le sonrio.
Ella me devuelve el gesto.
-Sí, pero - baja la mirada - te
ves en buena forma.
-Gracias - asentí agradecido. Ella me
sigue sonriendo mientras saca unas gasas.
-Ahora te limpiare la
herida, te dolerá un poco.
Asentí mientras aplicaba
el antiseptico. Nos quedamos un rato en silencio al tanto ella
limpiaba con cuidado y yo hacía muecas de dolor.
-Lo de
Naomi no fue tu culpa - escuche de repente. Me volví mientras
ella terminaba de limpiarme la herida y dejaba el antiseptico a un
lado.
-Porque dices eso? Y como sabes?
-Daisuke es...buen
informante, admito que eso ayuda.
-Chismoso, no tiene otro
apelativo - musite por lo bajo. Miyako solto una risita.
-Cuanto
llevaban?
-4 años
-Vaya...mucho tiempo. Había
planes de boda?
-Sí...a futuro.
-Como toda relación
de tantos años.
Asentí a medias.
-Ella salía
con otro chico.
La botella de antiseptico dio un golpe seco al
caer al suelo.
-L-Lo siento - Miyako se hinca y comenzo a limpiar
- me distraje...
-Ahora te contaminarás - comente
divertido.
-Eh...rayos! - mi amiga se levanto furiosa y se dirigio
al baño. Yo solo solte una risita. Era increíble como
pasaba de ser una segura doctora a mi vieja amiga, toda torpe y
distraída en cuestiónd de segundos.
-Perdón,
perdón - murmuro saliendo del baño secandose las manos
con una toalla - pero...es que no puedo creerlo!
-Vamos, tu
pareces más afectada que yo por esto.
-Sí, es
que...como se atrevio a engañarte? - murmuraba mientras
preparaba el aposito
-Hmmm, supongo no era lo suficiente hombre
para ella.
Miyako se quedo a medio camino de colocar el
parche.
-¿¿Como?
-Sí - sonreí con
tristeza - sino, cual otro motivo puede ser?
Lo siguiente que
sentí fue como me estampaba el parche en la herida. No pude
evitar soltar un grito.
-Oye! Eso dolio!
-Ken Ichijoji! ¿Como
puedes decir eso?
-Es la verdad - murmuro amargado - sino, porque
estaría con otra persona?
-Por su culpa! Eres un gran
chico!
-Miyako, por favor, trabajo casí todo el día.
Mi tiempo libre es muy limitado.
-Sí, solo son
pretextos...
-Pero porque estas tan molesta?
-Porque..porque
pense que esa tipa y tu habían terminado por otras razones, no
como algo eso?
-Bueno, no todo es un final feliz... - le sonrio
levemente, pero el gesto de Miyako era de total furia - vamos, porque
la molestia?
-Porque...porque eres mi amigo! Y esa...esa! -
Miyako estaba furiosa - es una...
-Ya, ya...ya paso...
Miyako
no contesto, simplemente se volvio y se recargo sobre su
escritorio.
-Miyako?
-Yo pense... - ella tartamudeo apretando
los bordes del mueble - pense que ella te hacía feliz.
-Lo
hizo...en su momento - me levante de la mesa de exploración -
venga, no exageres.
-No exagero. Yo misma hable con ella...dijo
que te haría feliz!
-Hablaste con ella?
Miyako se tapo
la boca con la mano izquierda.
-Vete...
-Eh?
-Vete! - dijo
de repente - tu hombro ya esta curado, vete!
-Miyako...que te
pasa?
-Ken, vete!
Su gesto hizo que diera un paso atrás,
tomara mi camisa y saliera casí corriendo del cubículo.
-Ahora
que le hiciste a ella? - era Takeru levantandose de una silla afuera
del consultorio.
-Porque?
-Sus gritos se escucharon hasta
afuera.
Yo solo suspire. ¿Que diablos le pasaba al mundo?
Esa
noche, al llegar a mi departamento, wormon me esperaba también
con un gesto de molestia. Sin embargo, luego de un momento, solo nego
con la cabeza y dijo que entendía la situación. Yo
asentí agradecido. No necesitaba más sermones de mi
actitud.
-A propósito - musito - llamo Miyako.
-¿Eh?
Y que deseaba?
-Que la disculparas por su reacción de la
mañana y que te vería en 3 semanas para checar tu
hombro.
-Ah, vaya...
-Ken, que le hiciste a ella?
-Nada! -
exclame ya molesto de que todo mundo me estuviera tirando caña.
Me dirigí hacia la nevera y saque un envase de jugo -
solamente le comente lo de Naomi.
-Ah...eso? No le habías
dicho?
-Comentar mi vida privada no tiene caso.
-Para ella
bastante.
-Como esta eso?
Wormon suspiro.
-Ken,
Ken...cuando te falta para crecer.
-Wormon, deja de tratarme como
un infante, que parece que todos hablan chino.
Mi digicompañero
solo solto una risita y se movio con lentitud hacia el rincón
de la sala donde tenía improvisada su habitación.
-Luego
lo hablaremos, necesitas descansar. Voy al digimon por un tiempo -
entonces desaparecio detrás de mi habitación donde
estaba mi computadora. Solo me rasque la cabeza. De verdad que algo
habían fumado todos y yo apenas me enteraba.
Después
de 3 semanas de larga actividad, los criminales parecían
haberse ido de vacaciones. Era natural, las fiestas dicembrinas se
acercaban.
Sin embargo, en el fondo deseaba un poco de acción.
La fecha suscrita como "el día de satanás"
aun circulaba en mi mente.
Para los entendidos, el día de
satanás es esa fecha ridículamente cursí que
recuerdas como el aniversario. Claro, ahora me parecía
estupida, pero en su momento me tenía viendo las cosas en
rosa...sin comentarios...
-Vaya, ya nos acercamos a noviembre
no?
Hice un gruñido mientras Takeru me sonreía.
Sabía se estaba desquitando de mi descuido. Me encontraba
recargado en mi escritorio leyendo tranquilamente un libro.
-Si
quieres que no vuelva a meter la pata, deja de fastidiarme.
-Amigo,
amigo...las cosas buenas de la vida no me las pierdo, como la de
fastidiarte.
Solo entorne los ojos y me recline en mi asiento a
revisar la computadora...más bien mi correo.
-Aun revisas
si tu "amorcito" te escribio?
-No - le hice una mueca -
checaba las noticias...hmmm, que día es hoy?
-26 de octubre
por?
-26...que raro...algo me...DIOS MIO!
-Que pasa?
-Cubreme!
Tengo que correr!
-Que pasa?
No conteste mientras brincaba un
par de sillas y salía disparado por las escaleras.
-Debí
usar el ascensor - murmure agitado mientras a trompicones caía
frente al hospital. Rapidamente revise el cubículo donde
Miyako atendía. Sin embargo, me deje caer al ver la hora de
atención. Su límite eran las 2 de la tarde y ya pasaban
de las 3.
-Maldición... - musite - me va a matar...
-No
a matarte, pero si a sacarte al menos los ojos.
Trague saliva. Me
volví lentamente. Miyako me observaba con los brazos cruzados.
Sus ojos tenían un destello asesino mientras su pie izquierdo
golpeteaba insistentemente el suelo.
-Te espere hasta las 2 y
media y no llegaste.
-Lo...olvide - murmure apenado - es que
estaba tan aburrido que...
El gesto de molestia de Miyako se
acentuo. Si algo he aprendido es que entre más te disculpas,
más metes la pata. Esta no fue la excepción.
-Entonces
nada que hacer y aun así no te acordaste? - me recrimino
agriamente. Trague saliva. Aquí se armaba la de San
Quintín.
Sin embargo, no vino nada. Ni un reproche, ni
ataque, nada. Simplemente suspiro y me sonrio después,
mientras tomaba mi mano.
-Ven, ya se como desquitarme...
Yo
solo parpadee sorprendido mientras me arrastraba fuera de allí.
-Un
helado...un simple helado
Ella asintio mientras comía un
barquillo de vainilla.
-Que? Acaso no estan deliciosos?
-Sí,
bastante - musite mientras daba una lamida al mio.
-A la
siguiente, será una ida al cine y luego ya veremos - me guiño
el ojo. Caminabamos por un parque afuera del hospital. Yo solo atine
a sonreír.
-Pense ibas a matarme.
-Iba a hacerlo, pero
prefiero primero quebrarte y luego estrangularte.
Yo solo atine a
reírme.
-Así me gusta. No te había visto reír
en mucho tiempo.
-Creo que cuando me revisaste el hombro, solte un
par de carcajadas.
-Pero no como las de ahora. Pareces
más...relajado.
-¿Como?
Ella asintio mientras
mordía una porción del helado.
-Sí, el tema
de la señorita Naomi te tenía muy tenso.
-¿Yo?
¿Tenso? Miyako, mi trabajo me pone así.
-No, tu
trabajo no. Te gusta lo que haces, así que no creo sea eso.
Simplemente observe el patrón.
-¿Cual
patrón?
-Cuando me enoje contigo. Tu cara lo decía
todo. Parecía que el mundo se había acabado para tí.
Sin embargo, cuando reaccione a una manera más calmada, casí
descansaste.
-Bueno - musite apenado - es que ella...me
hubiera...
-Apuesto se habría molestado por un buen rato,
te hubiera hecho pasar un montón de castigos no?
-Algo por
el estilo - suspire - una vez se molesto y se fue sin más. Me
preocupe tanto que no supe donde estaba. Cuando la encontre...en fin,
no fue un buen día.
-¿Y de esos cuantos
recuerdas?
-Muchos. También hubo buenos, pero siempre se
terminaba molestando. Era tan díficil complacerla.
-Es
normal Ken - miro su helado - algunas personas son tan exigentes que
ni siquiera estan contentas consigo mismas.
-Lo crees?
-Sí.
Tu arriesgas tu vida para salvar a personas y digimons, casí
al grado de lastimarte. Sin embargo, para ella eso no era importante
verdad?
-Decía que no daba para comer.
-No al estilo de
vida que ella tenía, supongo.
De repente me quede
callado.
-¿Tu como sabes tanto de ella?
Ella parecio
notar el otro sentido de mi pregunta.
-Hablamos una vez - bajo la
mirada - hace 2 años..
-Pero no supe nada de ello.
-Te
ví con ella, luego se separaron y la alcance. Ella me
reconocio.
-Vaya, la fama de ser digielegidos.
Miyako asintio
mientras mordía el barquillo.
-Platique con ella sobre
tí...parecía una buena chica, sin embargo, algo jamás
me gusto
-Algo? De que hablaban? De mí? No
exageres!
-Eres...mi amigo - musito apenada - quería verte
bien. Parecías feliz con ella.
-Lo era...lo fuí -
musite apenas.
-Pero note que ella no parecía satisfecha.
Pense que tu podrías hacerlo...
-Yo también lo pense
- me detuve de repente. Miyako me apreto la mano.
-Todos pensamos
eso cuando nos enamoramos.
No supe que decir. El viento que golpeo
mi cara, hizo que sintiera frío. Traía una sudadera,
pero aun así...
-No fue tu culpa...
-Nadie tiene la
culpa - murmure al aire. El apretón en la mano se hizo más
fuerte.
-Calma... - la escuche decir. Tome aire y aspire lo más
que pude. Claro, esto me causo un acceso de tos. Miyako solto una
risita mientras se ponía delante de mí.
-Vamos al
cine.
-¿Eh? Primero un helado y luego esto? No se supone
que si metía la pata en la próxima...
-Venga, yo
invito - me guiño el ojo.
-¿¿Invitarme? Ah,
hala...es una broma verdad?
Sin
embargo, la broma era cierta. Apenas reaccione cuando me entrego mi
boleto en mano.
-Pero...tu...
-Que tiene de malo que una chica
le pague un boleto a su acompañante?
-Nada...pero...?
-Ya
se...jamás te han pagado el cine verdad?
-La verdad
no.
-Chts, es que esta acostumbrado que las chicas no paguen, pero
yo no me voy por ese sistema.
Asome una sonrisa a medias. De
repente sentí un calorcillo muy agradable. De esos que cuando
algo te sale bien.
-Ven, va a comenzar...
Asentí
torpemente mientras entramos en la sala.
Por
estar disfrutando el momento, no me dí cuenta que película
habíamos entrado. Era Superman Regresa. Esta ya la había
visto por mi cuenta, pero había tenido ganas de verla
nuevamente.
-No la he visto - musito Miyako mientras las luces se
apagaban - así que perdona sino te pregunte.
-Na, se
disfruta - le guiñe el ojo. Ella me sonrio
dulcemente.
-Entonces puedes ir por unas palomitas y refresco?
Yo
solo aprete los dientes. Era demasiado pedir.
-Pero claro - ahora
me guiña el ojo - después del intro.
Me quedo de una
pieza. ¿Como rayos sabía ella que parte quería
ver de la película?
Mientras
escucho la famosa fanfarría que compuso John Williams y que
tan magistralmente adapto John Ottman, miro de reojo a Miyako. Será
un poco incomodo preguntarle como quiere las palomitas, pero dejo que
la música me engatuse mientras veo los creditos y termino casí
por brincar en el asiento. ¡Dios! ¡Llamenme subnormal,
pero como me encanta esa melodía!
Finalmente pasamos a la
parte donde Lex aparece. Entonces al volverme a Miyako, veo un papel
que me enseña. Yo parpadeo y ella señala con la cabeza
la salida de la sala. Tomo el papel extrañado y veo con
asombro lo que iba a preguntar.
-Anda - murmura en voz baja - te
espero.
Esta mujer no deja de sorprenderme...
La
película transcurre entre comentarios y risas suyos. Le ha
fascinado el nuevo actor, Brandon no se que rayos, como el nuevo
superman, pero recuerda con nostalgia al fallecido Reeves. Le encanta
la malicia de Luthor y casí llora cuando Superman es atacado
por el villano. Ya había pasado por estos momentos con algunas
chicas, pero no de la manera en que Miyako esta ahora. Sus emociones
no dejan de cambiar con cada momento y sus frases son de lo más
atinadas o disparatadas. No puedo evitar sonreír.
Entonces,
en el momento en que Louise se despide de Superman, noto como ella
toma mi mano. El apretón parece insignificante, pero a mi me
deja ligeramente aturdido. Tal vez es la abstinencia del contacto
femenino, o que estoy tan impresionado con su actitud, que le
correspondo. Ella voltea a verme, con un gesto de sorpresa. Yo solo
me encojo de hombros.
-Por el momento eh? - dice de repente algo
pícara. Yo asiento. Ella sigue sonriendo y entonces suelta mi
mano.
-Aprovechado - murmura por lo bajo. Yo suelto una pequeña
carcajada.
Finalmente,
los títulos finales. Las luces comienzan a encenderse, pero me
resisto a moverme. Quisiera escuchar la música final, pero no
se como pedirle ello.
-Te espero - me dice de repente - al fin, no
tenemos prisa.
Nuevamente me quedo con la palabra en la
boca...¿Acaso puede leer la mente?
-Y sí - se vuelve
sonriendo - puedo leer tu mente!
Lejos de reírme, me quedo
pasmado. Esta mujer comienza a asustarme...
Dicen
que una experiencia puede ser traumante para toda la vida. Que tu
infancia puede determinar toda tu vida posterior. Siempre creí
que luego de tu adolescencia, ya nada podía sorprenderte.
Se
los dice alguien que entro al mundo digimon, volvio como Kaiser y
regreso como un digielegido.
Sin embargo, de camino a casa, con
una amiga del brazo, aun me pregunto si esto es verdad.
Miyako
Inoue siempre me había parecido una amiga impulsiva, algo
loca, diría hasta excentrica. Mis recuerdos de ella se
remontan a una adolescente desgarbada, muy delgada, lentes enormes y
una pañoleta en el cabello. Nada atractiva se podría
decir. Nada comparada a una hermosa joven de cabellos largos y lentes
estilizados, y que tiene una sonrisa...
Eso no es lo peor, sino
su personalidad. Parece conocer al dedillo cada uno de mis hábitos
y costumbres. Como si fuera un libro abierto para ella. Algo que
había descartado en una mujer desde hacía tiempo. Luego
de mi último noviazgo, llegue a una conclusión: las
chicas piensan demasiado en sí mismas y muy poco en los demás.
Son generalmente seres egoístas y tratan de compensar su
vanidad. Sí, un pensamiento bastante negativo, pero igual
había conocido a las personas equivocadas.
Ahora me
encuentro con esta mujer que parece lo opuesto de lo que he conocido.
Esta al tanto de mis reacciones y de mi forma de ser como nadie más
lo había estado. Sí, también es igual que me
este portando egoísta, pero no puedo evitarlo. Por una vez
necesito ser consentido, mimado...
Es natural. Ella es mayor que
yo, por un año.
¡Dios. Me siento como un
pervertido!
Pero...ella en una noche lo consiguio. Ahora siento
que he podido descansar como el Creador manda.
-¿Pasa algo?
- Miyako aprieta su brazo trás él mio - te noto
pensativo.
-Ah no, nada - sonrio nerviosamente - solo repasaba el
día. Me divertí mucho.
-Yo también.
-Espero
no haberte quitado algo de tiempo
-Na...hice un espacio...tu
despreocupate.
Yo solo asentí. Tengo 25 años. Si
hubiera conocido a Miyako antes de tiempo, tal vez ahora no tendría
tantos pensamientos negativos. Dios, yo soy más chico que
ella.
Sí, un pensamiento un tanto traumante.
-Sabes el
motivo por el cual te "obligue" a salir? - pregunta de
repente. Yo me vuelvo a ella con curiosidad. Lejos de sonreír,
solo mira seriamente al frente.
-Takeru me conto algunas
cosas...
-Ese chismoso... - murmuro, pero Miyako me detiene.
-Él
se preocupa por tí. Casí te matan la última vez
y yo fui testigo de ello.
-Esta bien, disculpa mi reacción...
-A
eso me refería - me sonríe - de repente parecíamos
ver al viejo Digimon Kaiser
-Eh?
-Alguna vez no te dijeron que
tu amabilidad podría lastimarte?
Me detuve. Esa misma frase
me la había comentado Wormon hacía tanto
tiempo.
-Parece que dí en el clavo verdad?
-Bueno - me
frote el cabello - solo que no me gusta que las personas salgan
lastimadas.
-A nadie, pero no es normal que te sobre esfuerces.
Creo que las personas que elegiste anteriormente solamente querías
ayudarlas no?
-Ciertamente. Son chicas que parecían tener
problemas y...después se dio la situación.
Miyako
siguio sonriendo.
-Tu misma amabilidad te llevo a las
cosas.
-Hablas como si tuviera la culpa - digo algo resentido.
-La
tienes en parte...pero no tienes la culpa de haber confiado en
alguien.
Me detengo. Desde lo de mi hermano no me había
puesto a pensar en eso.
La culpa.
En ese momento, ví a
Miyako bajo una luz distinta. Su sonrisa bajo las luces de la ciudad
me parecío...hipnotizante.
Mi mirada rapidamente recorrio
su figura. ¿Desde cuando me parecía tan atractiva?
Y
eso siguio a que mis tripas se sintieron de plomo de repente.
Un
consejo para las chicas. Cuando una chica pasa de ser una amiga a
un...prospecto, pues la situación cambia. Una amiga puedes ser
tu mismo, pero a alguien que te gusta, todo es distinto. Te vuelves
como un idiota por tratar de impresionarla.
Un momento ¿Ella
me gusta?
MAAAALDITA SEA
¿Pero soy menor que ella? Algun
problema con eso? Sí, para mí sí!
-Ken?
-Eh?
- me detuve, pero con tan mala suerte que mi pie siguio la inercia y
golpeo la pata de una banca del parque. Argh, ¿De donde había
salido esa cosa?
-Ken, estas bien? De repente te fuiste de
lado...
Ratas, pensé. Ya me había puesto idiota.
¡Ella es mayor!
-No es nada - masculle agitando el pie
adolorido. Sí, ella era mayor, pero era perfecta para mí.
¿Acaso yo...?
Entonces de repente tuve un mal
presentimiento. Cuando todo salía bien, algo salía mal.
Era regla natural.
Y fue justo en ese momento que todo salío
mal: el celular de Miyako sono.
-Ahh - saco el aparato y miro la
pantalla del identificador. Una sonrisa que no le conocía (sí,
de las millones que le he visto) aparecio.
-Es Ayumi!
-Ayumi? -
masculle. Ella asintio mientras contestaba.
-Hola amor! - dijo
alegremente. Momento, ¿Como que amor? - como estas? Sí,
estoy cerca de mi casa...estoy acompañando a un amigo.
¿Amigo?
ugh, eso fue peor.
-...Claro, no estoy haciendo nada malo. Sí,
te veo en mi departamento, en unos minutos, vale?
Esa conversación
tenía de todo, menos de algo de amistad. De repente las tripas
que se habían vuelto de plomo, comenzaron a cobrar vida y se
movían como gusanos por todos lados. Esa misma sensación
de desazón tan bien conocida comenzo a recorrer mi
cuerpo.
-Sí...te veo entonces. Te quiero!
Como en una
pelea de box, ese fue el gancho del K.O. ¿¿¿¿¿Te
quiero?
Entonces colgo mientras sonreía mirando el
aparato.
-Ahh, perdona - dijo despertando de ese embelesamiento -
pero era mi prometido.
-Prometido? - tartamudee como si la palabra
se hubiera quedado atragantada.
-Sí, mi novio. Nos vamos a
casar en 3 meses.
Un silencio se hizo presente en el ambiente. Sin
embargo, en mi cabeza no dejaba de repiquetear una palabra.
Imbecil...
Y
yo era menor que ella...
Fin del capítulo
Notas
del autor.
Hace años que pasaron digimon 2.0 en televisión.
Entonces hubo un personaje que al verlo, pense "este tipo merece
un fic". Ese precisamente era Ken Ichijoji. Aun más, me
parecio sorprendente como Miyako se quedaba al final de la serie con
él. Como muchos, me deje llevar por la primera imagen que
tenía de ella: torpe, voluble, etc. Sin embargo, mostraba algo
que no tenía el resto de los digielegidos: bastante alegría.
Y
habiendo tantas tristezas, eso parece extraño, porque
reconoceran que la mayoría de los personajes de anime parecen
salidos de una terapia de depresivos.
Luego de varios intentos,
aquí esta un intento de tal, plasmandome através de la
mentalidad de este digielegido. Admito que me divertí
poniendome como un traumado, pero no tienen ni idea por lo que pasa
por la mente de un hombre cuando le gusta una chica. Este será
un fic relativamente corto (2 a 3 capítulos) y si se
preguntan, no se si será feliz, depende del momento en que lo
escriba, jeje.
El título del fic viene de un tema
instrumental del Soundtrack de Rurouni Kenshin: Starless. Para los
amantes de este tipo de música, notaran como el principio de
la tonada es triste, pero conforme avanza, aparece un "allegro"
muy interesante.
Para ejemplo, una escena de la serie donde se
escucha, es cuando Kaoru esta deprimida porque Kenshin se fue. Sin
embargo llega Megumi y la regaña, dandole ánimos. Al
final, Kaoru recupera su ánimo y decide ir en busca del
espadachín a Kyoto.
Ahora que lo pienso, el comentario del
"intro" de Superman me parecio un comentario frikie, pero
vamos, que la música instrumental es mi pasión U.
Nos vemos en el siguiente episodio.
