Inuyasha
fanfic
"¡KNOCKOUT!"
por Ivan Emiliano
Altamirano
Advertencia: Todos los personajes en este fanfic son
propiedad de Rumiko Takahashi, así que nada de demandas.
Capítulo 1: Mi voluntad
Una
figura se encontraba recargada contra una serie de casilleros,
mientras se quitaba las cintas de los puños con rapidez. Sin
embargo, luego de batallar varios minutos con una especialmente
enredada, azoto con fuerza el banco mientras varias lágrimas
caían por sus mejillas, manchando las vendas.
-¿Hermana?
La
susodicha levanto la vista. Una jovencita de unos 14 años veía
con aprehensión a la boxeadora.
-Kaede - tartamudeo
tratando de sonreír mientras se limpiaba las lágrimas -
perdona...yo...
-Lo hiciste lo mejor que pudiste.
La susodicha
se quedo callada y luego dirigio su mirada hacia sus puños.
Estos se crisparon sobre sus piernas.
-No Kaede...si hubiera sido
así, yo hubiera ganado y ella...
-Yura es la número
dos del ranking, era imposi..
-¡NO ERA IMPOSIBLE! - grito -
yo pude ser campeona!
La adolescente guardo silencio. Simplemente
nego con la cabeza y salio del vestuario. La peleadora solo elevo la
mano hacia la puerta.
-P-Perdona - mascullo y luego comenzo a
llorar en silencio
-¿Como
esta?
Kaede se volvio hacia un joven de cabellos blancos que se
acercaba.
-Mal. Dos derrotas seguidas calan en cualquiera.
-Me
imagino - el chico levanto la mirada hacia el camerino - ¿Puedo
pasar?
-No sería lo mejor ahora Inuyasha. Mi hermana esta
destrozada y verte, la pondría peor.
-Pero...
-Anda, no
tienes que culparte de nada - levanto la vista y vio a una joven de
cabellos oscuros trás él - ah, hola Kagome.
-Hola -
la susodicha se acerco y suspiro - vimos el combate. Creímos
que iba a ganar, pero esa tramposa de Yura uso su cabello como
distracción
-Aun con esa maña, mi hermana hubiera
ganado la pelea.
-¿Eres muy dura sabes? - sonrio Inuyasha.
Kaede asintio sonriendo a medias.
-Es algo que aprendí de
ella...lastima que...
-Dos derrotas...vaya, vaya...
Los 3 se
volvieron y vieron bajar del escenario a un sujeto de cabellos
oscuros y mirada fría, luciendo un traje morado con camisa
negra. Inuyasha inmediatamente le mostro los dientes en señal
de desprecio.
-Calma Inuyasha, no pienso pelear contigo - le
sonrio y luego miro fríamente a Kaede - díle a tu
hermana que puede irse olvidando del gimnasio.
Los 3 parpadearon
sorprendidos
-Pero Señor Naraku... - Kaede trato de
hablar
-Yo no entreno debiluchas. Pense que tu hermana Kikyo tenía
el potencial de ser una boxeadora de primer nivel.
-Lo tiene! -
Kagome se interpuso - gano 10 pelea al hilo y por K.O.
-Pero sus
últimos 3 combates...un empate y dos derrotas. Ha perdido lo
que yo buscaba.
-Lo que buscabas era alguien quien explotar -
Inuyasha enseño su puño.
-¿Y que vas a hacer?
Conseguirle otro gimnasio? Apenas yo pude sostenerle este encuentro
con la primera rankeada
Kagome suspiro. Aunque Naraku fuera un
manager despiadado y estricto, había hecho demasiado por
Kikyo. Había conseguido esa pelea usando sus influencias,
cuando ya ningun entrenador o gimnasio daban nada por la "sacerdotisa
de fuego".
-Hablaremos de su líquidación -
suspiro el hombre - díle que pase a mi oficina el lunes.
Kaede
solo asintio mientras Naraku se alejaba.
-¿Parece que fue
todo no?
Los 3 se volvieron hacia la puerta. Kikyo estaba en el
borde. Aun cuando su rostro mostraba esa perfecta serenidad, la marca
de las lágrimas estaba bien marcada en su rostro
pálido.
-Kikyo...
-Inuyasha - trato de sonreír -
veo que viniste a apoyarme.
El joven asintio. Kagome aparecio trás
de él. La boxeadora ahogo un suspiro y miro para otro
lado.
-¿Que tal pelee?
-S-Solo soy una reportera de
deportes.
-La mejor en el ramo - murmuro - especialista en
boxeo
-Kikyo...
La boxeadora suspiro y volvio a meterse en el
camerino.
-Será mejor que se vayan - sentencio Kaede. Esta
vez, la pareja no replico...
Quise mostrarme ante tí, como alguien
de duro corazón
El tiempo paso, me arrepentí
Ahora
pedire tu perdón
Mi indecisión causo el gran
error
Me domino el temor
Hoy me descubrí y decirte a tí
lo que hay en mí
Ven, quiero saber que eres realidad
Dame
felicidad
Que me aliente a reír
Que me aliente a
llorar
Lo quiero descubrir, porque esperar
Siempre temí
entregar, mi vida
Hoy ya no es así
Me decidí
Y
nada habrá que me lo impida
Quiero que mi corazón,
lo goce
Un sentimiento desconoce
El amor sin freno,
entregandose...
-Como
si no fuera suficiente con la pelea - Kikyo miro con molestía
la bocina del camerino al escuchar esa canción - que más
podría salir mal?
-¿Miko-chan?
Ugh. Algo si podía
salir mucho peor.
-Nena, como estas? Te lastimaron?
Kikyo se
volvio hacia un joven de cabellos castaños, muy parecido a
Naraku.
-Musou - dijo su nombre casí con desprecio. El
susodicho solo sonrio y le mostro su perfecta dentadura.
-Ahh,
recuerdas mi nombre, que feliz soy.
-Deja tus comentarios de
donjuan para después, que haces aquí?
-Vine a
apoyarte, yo era el tipo que te gritaba "te amo" desde la
cuarta fila.
Kikyo suspiro. Desde que había entrado al
gimnasio Shikon, Musou se había enajenado con ella. Lo
soportaba, pero en este momento le parecía un dolor de
muelas.
-No estoy de humor para tus bromas.
-Anda, no te
desanimes, te invito a cenar algo
-No, no quiero - guardo sus
guantes en el maletín - solo quiero irme a dormir.
-Si te
duermes, mañana tendrás dolor de cabe...
-Y a quien
le importa si tengo dolor de cabeza! - exclamo desesperada. Musou
parecio sorprendido un momento, pero luego le miro con ternura.
-A
mí me preocuparía.
-Deja de mirarme así -
volteo para otro lado - como si tuvieras lastima de mí.
-No
te la tengo...
Kikyo no respondio. Termino de guardar el resto de
sus cosas y cerro el casillero de golpe.
-Me voy a mi casa. No
trates de seguirme o darme serenata, entendido?
-No había
pensado lo de la serenata, pero si insistes... - Musou no termino
cuando se oyo el sonido de la puerta cerrandose. El joven solo sonrio
mientras sacaba un cigarro de su chaqueta.
-Sí la conozco,
hará una estupidez - penso para sí mientras sacaba el
encendedor - tendre que jugar algunas de mis cartas...
Afueras
del estado Korakuen, Kagome e Inuyasha se alejaban del complejo
tomados del brazo.
-Es triste lo de Kikyo no?
-A que te
refieres?
-Bueno - Kagome miro de reojo el estadio - pero tenía
tanto futuro.
-Sí, bastante...
-Vamos, no te culpes -
Kagome le jalo una trenza del cabello.
-Oye! Eso duele
-Es el
chiste - le sonrio - no fue tu culpa, oíste?
-Feh...claro
que no. Kikyo y yo terminamos antes de que empezara su carrera.
-Sí,
unos días antes. Crees que la rabia por tí se le halla
apagado?
-Suena descabellado, pero lo creo posible - finalizo el
chico mientras abrazaba a su novia.
-Entonces
no hay más que decir?
Kikyo simplemente asintio en
silencio. Naraku se hallaba recargado en un confortable sillón
morado. Kikyo sonrio por dentro. Al menos no tendría que
soportar ese horrible mueble en lo que faltara.
-Es una
lástima...
-Pense tenías ganas de correrme.
-El
momento querida, el momento - el manager y dueño del gimnasio
Shikon reviso sus papeles - sin embargo, si te entrenamos o bajamos
de categoría...
-No deseo bajar del peso pluma, estoy bien
así.
-Sí, pero apenas estas en el límite del
peso. Un poco más abajo y entras a mosca - le miro cruzando
los brazos - ese es uno de tus problemas.
-Como mis jabs, mis
cruzados, no?
-Deja de menospreciarte. Tienes talento, el problema
es tu "defecto".
Kikyo suspiro.
-Musou te pidio una
oportunidad verdad?
-Como dices?
-El sabado querías
lincharme literalmente y ahora casí me ruegas quedarme.
-Él
no tuvo nada que ver. Simplemente medite el asunto ayer.
Kikyo
entrecerro los ojos.
-Cuanto te pago?
-Kikyo, deja de ser tan
paranoica, el no me pago absolutamente nada - le miro con un papel en
la mano de manera amenazadora - ahora si quieres que realmente te
corra del gimnasio, piensalo. Te doy de plazo esta semana.
-No
tienes mucho que pensar - Kikyo se volvio hacia la puerta - mi
decisión esta tomada.
-Te doy el plazo... - murmuro el
hombre antes de que su boxeadora diera un portazo al salir - ...de
una semana...bueno, al menos lo intente.
Kikyo
penso en irse directo a su casillero a sacar sus cosas, pero se
detuvo al ver a sus compañeros entrenar. Kanna, de unos 10
años, estaba lideando con una pera, pero esta parecía
más aporrearla a ella. Según Naraku, era la promesa
femenina de su gimnasio. Lo era, si consideraba a una boxeadora con
una pesima velocidad y bastante autista.
-Ya! - la pequeña
golpeo la pera furiosa. Esta salio volando hacia un rincón.
Aunque no podía negar la potencia de sus puños.
En
otro lado, estaba Hakudoshi, el campeón de peso pluma del
torneo de novatos del Oeste, entrenandose con la cuerda.
-Eh
Kikyo, ya el patrón te corrio?
-Brincos dieras - le musito
por lo bajo - yo misma he renunciado.
El joven de cabellos blancos
detuvo sus saltos
-Ahora si? Definitivo?
-Sí,
definitivo, contento?
Hakudoshi miro hacia el techo pensadole un
momento.
-En realidad no - sonrio - sino, a quien
fastidiaría?
Kikyo termino por sonreír. Era cierto
que le molestaba el enano presumido, pero también había
una amistad detrás de ello.
-Entonces pronto te vere pelear
en otro gimnasio - musito volviendo a saltar.
-No, pienso
retirarme.
Hakudoshi golpeo la cuerda deteniendola
-Como dices?
Piensas retirarte solo con dos derrotas?
-No quiero hablar del
asunto, por favor
-Pero...
-Disculpen - una joven de cabellos
castaños aparecio con una nota entre las manos - aquí
es el gimnasio Shikon no Tama?
Ambos pugilistas se volvieron hacia
la chica.
-Sí, por?
-Vengo a...bueno - la joven parecía
avergonzada - a cumplir servicio comunitario.
-Ah, eso? -
Hakudoshi señalo los casilleros - ve a cambiarte, vamos a
boxear un poco.
-Sí, claro - la joven asintio sumisa
mientras se dirigía a una puerta del fondo.
-Naraku sigue
aceptando pillos reformados como boxeadores? - pregunto Kikyo
-Le
ha funcionado - le guiño el ojo - yo salí de las calles
y mira donde estoy ahora.
-Tu fuiste un milagro..igual que
Inuyasha.
-No me recuerdes a ese sujeto - Hakudoshi apreto los
dientes - empezamos al mismo tiempo y ahora es campeón peso
ligero y aspirante al título mundial. Tu eres la única
que decidio boxear por gusto y no porque te obligaron.
-Lo sé
- Kikyo miro su puño derecho - pense tenía el
potencial
-Lo tienes, pero desde que se te bajo la calentura...
Lo
siguiente que vio Hakudoshi, fueron miles de estrellas, mientras
estaba en el suelo, bastante aporreado. Kikyo se frotaba los
nudillos.
-Idiota - mascullo. ¿Porque todo mundo le
recordaba eso? Se sentía como una estupida. ¿Acaso sus
peleas habían sido solo un referente de lo mucho que odiaba a
su ex-novio?
-Hakudoshi tiene una pelea dentro de poco, no es
conveniente que sus propios compañeros lo noqueen.
-Se
recuperara Miroku - Kikyo se volvio hacia un apuesto joven de coleta
- a donde vas?
-Escuche de un nuevo aspirante, así que voy
a enseñarle lo básico - sonrio mientras se colocaba las
manoplas
-Aspirante? Es una ex-convicto!
-Como sea - la sonrisa
del joven entrenador brillo - vamos a ver su potencial.
-Sí,
lo que digas - nego con la cabeza la joven. Miroku había sido
el mejor boxeador de peso superligero del gimnasio hasta que en una
pelea, se rompio la mano derecha, que apodaba "Kazaana".
Esta era el equivalente a un puñetazo de poder de un
superpesado. Sin embargo, esa misma fuerza termino por quebrar en
pedazos los huesos de la mano, haciendola inservible.
Para otros
hubiera significado una desgracia, pero para Miroku fue un alivio.
Realmente odiaba pelear y solo lo hacía para ganar fama,
dinero y mujeres...
-Mujeres - Kikyo sonrio recordando las mañas
del chico - un momento...la aspirante es una chica!
Tan pronto
termino esta frase, se escucho una bofetada a lo lejos. Al instante,
la joven de hace rato, salía sonrojada mientras agitaba su
mano derecha con insistencia.
-Un pervertido trato de aprovecharse
de mí! - grito asustada. Kikyo solo nego con la cabeza...
-¿Entonces
esto es un jab? - la joven miraba asombrada su mano. Kikyo asintio.
Hakudoshi se había ido a correr, un tanto resentido por los
golpes, así que Kikyo le estaba enseñando a la novata
como golpear
-Sí, un recto pues - murmuro al abrir la mano
y lanzar el golpe - mantienes el puño abierto hasta que
golpeas. Eso le da ese sonido tan característico.
-Vaya -
la joven estaba sorprendida - no pense el boxeo fuera tan técnico.
Creí que solo era dar golpes.
-Lo es, pero tiene su
ciencia...este...
-Sango, me llamo Sango.
-Disculpa, pero con
lo sucedido no pregunte tu nombre.
-No hay problema - Sango se
apoyo en el costal - al contrario, todos han sido tan
amables...bueno, salvo ese idiota.
-Miroku es buen tipo, solo
procura ser más rápido que él. A propósito,
como que todos?
-Sí, ya sabes - Sango suspiro - me envio el
juez Sesshomaru a purgar mi condena aquí.
-Que hiciste? Si
no es molestia preguntar.
Sango agito la mano como quitandole
importancia al asunto.
-Mis padres se divorciaron y pues sentí
que todo se acababa. Quise...dañarlos...tu me
entiendes...asalte un comercio
-Y entonces?
-Era un robo
simple. Quería que me atraparan, pero no se porque reaccione
golpeando a un policía que entraba en ese momento. Solo ví
el momento que elevo su macana - Sango apreto los puños y
lanzo un jab - y conecte un puñetazo. Era mucho más
alto, pero aun así...
Kikyo sonrio. Conocía bien al
hermano de Inuyasha, Sesshomaru. Él en otro tiempo, había
sido un gran boxeador del gimnasio Shikon. Uno de los primeros
campeones mundiales japoneses. Sin embargo, apenas gano el título,
se retiro. Ahora fungía como juez en el distrito local y era
quien se encargaba de envíar prospectos a Naraku.
Sango no
era la excepción. Tenía una potencia formidable.
-Por
suerte esta una categoría arriba de mí - penso. Sin
embargo apreto los dientes. ¿Que estaba pensando? Sus días
en el boxeo habían acabado.
-Ahh, Miko-chan!
Hime-sama!
Kikyo apreto los puños. No podía ser
él.
-Musou - se volvio - que diablos haces aquí?
-A
visitar a mi hermano, no puedo? - le sonrio indulgente el castaño.
Kikyo le hizo una seña obscena con el brazo y se dio la
vuelta.
-Uy, que paso con esa educación que tiene
señorita?
Kikyo no respondio mientras se volvía
hacia los casilleros arrojando los guantes. Sango parecia sorprendida
con el cambio de actitud.
-Disculpala - Musou se acerco a la
joven.
-Usted es pariente del dueño?
-Ahh sí, soy
el hermano de ese tarado. Musou - le estrecho la mano - bienvenida,
veo que llegaste aquí por tus puños.
-Se podría
decir que sí... - sonrio la joven tímidamente - la
joven Kikyo parecía molesta.
-Ahh, se le pasara.
-Sí,
pero no sabía que ella pudiera ser así.
-¿Sabes
de ella?
-Claro, ¿Quien no conoce a la sacerdotisa de
fuego? Aunque sus últimos combates...
-Es natural, sobre
todo cuando tu corazón ya esta sano.
-¿¿Como?
-Nada,
nada - Musou agito las manos - oye, podrías ayudarme?
Sango
solo parpadeo desconcertada.
-Idiota
- Kikyo golpeo el casillero. Odiaba que Musou estuviera acosandola de
esa manera. Maldito el día en que lo había
conocido.
Sino hubiera sido por él, jamás hubiera
conocido a Inuyasha.
Entonces se oyeron unos toques a la puerta.
Kikyo suspiro y se levanto.
-Musou, si eres tu...
Sin embargo,
lo que le sorprendio fue la figura de un joven moreno de coleta
larga, que le sonreía. Kikyo parpadeo sorprendida.
-Y tu,
quien eres?
-Tu nuevo entrenador.
-Eh?
-Sí - Naraku
aparecio atrás del joven - es Bankutsu. Estaba operando en mi
sucursal de Osaka, pero lo mande llamar. El te entrenara desde
ahora.
-Pero Myoga se encargaba de eso! Digo...yo ya me
retire!
Naraku solo sonrio.
-Aun piensas en boxear, eso me
gusta, tal como dijo mi hermano.
-¡DEJA DE METER A MUSOU EN
ESTO!
-Vaya - comento el recien llegado - tienes potencial.
Kikyo
se volvio molesta hacia el recien llegado.
-Tú, deja de
tratarme como una novata! - le pico el pecho con el dedo indice y
luego señalo a Naraku - y tu metete en la cabeza que estoy al
borde del retiro!
Naraku y Bankutsu solo vieron como Kikyo daba
media vuelta y azotaba la puerta. Ambos se miraron.
-Esa es la
famosa sacerdotisa de fuego? La que nunca perdía la calma?
-Ha
estado así los últimos 6 meses - le comento Naraku -
porque crees que te llame?
-Ya veo - Bankutsu se froto el mentón
- parece que algo en ella estallo...o más bien, se apago.
-Veo
que eres observador.
-Conoces de alguien que pueda informarme todo
de Kikyo?
-Oh claro - Naraku señalo su oficina - tengo a la
persona ideal y justo esta en este momento.
Kikyo
tomo su morral. Era mejor irse antes de que encontrara algún
otro incidente. Estaba harta de todos.
-Señorita Kikyo?
La
susodicha levanto la vista. Era Sango.
-Que sucede? Voy de
salida.
-Ahh, es que el manager Naraku quiere verla.
-Díle
que ya me voy.
-Es algo urgente, es sobre Inuyasha, parece que se
rompio el puño.
Kikyo dejo caer la bolsa.
-Como?
-Sí
- Sango parecía incomoda - dese prisa.
Kikyo siguio a la
novata hacia el ring. Sin embargo, cuando apenas entraba a la sala de
entrenamiento, recordo que Inuyasha no entrenaba ese día.
-Me
engañaron - murmuro cuando vio lo increíble. Musou
estaba con un micrófono en mano y señalo hacia un
extremo de la sala. Allí estaba Miroku, que bastante
acomedido, encendio el estereo, escuchandose una conocida canción.
You're just too good to be true Pardon the way that I stare I love you baby and if it's quite all right
Can't
take my eyes off of you
You'd be like heaven to touch
I wanna
hold you so much
At long last love has arrived
And I thank God
I'm alive
You're just too good to be true
Can't take my eyes
off of you
There's nothing else
to compare
The sight of you leaves me weak
There are no words
left to speak
So if you feel like I feel
Please let me know
that it's real
You're just too good to be true
Can't take my
eyes off of you
I
need you baby to warm the lonely nights
I love you baby, trust in
me when I say
Oh pretty baby, don't bring me down I pray
Oh
pretty baby, now that I've found you stay
And let me love you
baby, let me love you.
Kikyo
solo miro a Musou saltar al ring mientras terminaba de cantar.
-Bien
- sonrio aquel - ahora viene la parte donde te ríes o bajas la
mirada avergonzada.
Lo siguiente que vio el hermano de Naraku, fue
una pera de boxeo que le golpeaba literalmente en la cara.
-Idiota
- mascullo Kikyo mientras se daba la vuelta, dejando a un pobre Musou
agarrandose el tabique nasal con dolor.
-Comienzo a conocer tu
espalda mejor que tu frente Miko-chan..auch! duele - finalizo el
pobre tipo.
-Por
culpa de todos, no pude ni arreglar mi casillero - pensaba Kikyo
mientras caminaba de regreso a casa. Ella vivía con Kaede, su
hermana menor, en un departamento aledaño a un gran
templo.
-Mañana ire en la madrugada - penso - así
podre sacar mis cosas sin ver a ese par...
-Los datos que obtuve
si son 100 fieles a tu descripción.
Kikyo se detuvo.
Levanto la vista y vio al mismo joven de coleta frente a ella, con
una libreta en mano.
-Bankutsu?
-Sí - sonrio el joven -
mucho gusto, soy Bankutsu. A partir de mañana...
-Ya dije
que voy a dejarlo - suspiro - y no insistas, estoy demasiado cansada
para noquear a alguien más.
Bankutsu no dijo nada.
Solamente dejo pasar a la joven.
-Kikyo, 22 años. Conocida
mejor como la sacerdotisa de fuego por sus puñetazos precisos
y contundentes. Una técnica y velocidad superior al promedio,
lo que le permitio ganar sus primeros 10 encuentros como profesional,
pero tener 2 derrotas y un empate. Estos últimos hace 6
meses.
-Como sabes todo eso? - Kikyo se volvio desconcertada.
-Su
tipo de sangre es B, le gusta el ramen. Te agradan las películas
clasicas, aunque aborreces a Rocky.
-Rocky es un idiota. Solo
golpeaba por golpear...pero como sabes esto?
-Además, tu
pasatiempo favorito es leer. Tu libro favorito es Los 3 mosqueteros.
En el fondo deseas tener un príncipe azul como Dartagnan
y...
-Bankutsu! - Kikyo se acerco y lo agarro de la camisa - como
rayos sabes todo esto?
-Pero lo más importante - le sonrio
el joven leyendo la libreta sin inmutarse - sus dos derrotas
coinciden justo cuando su compañero de gimnasio, Inuyasha,
hizo un compromiso con la reportera de deportes, Kagome
Higurashi.
Esto fue la gota que colmo el vaso. Kikyo lanzo su
brazo hacia atrás y se preparo para estamparle un buen
puñetazo a Bankutsu.
El joven entrenador parecio notarlo y
siguio sonriendo.
-¿Eso quieres? - sonrio la joven - pues
toma!
El puñetazo se produjo. Pero Kikyo vio con sorpresa
como su puño ni siquiera había movido el rostro del
joven.
-¿Eso es todo lo que tienes? - murmuro quitandose el
puño de encima. Aun peor, Kikyo noto como ni marca o moretón
había dejado.
-Como...?
-¿Eso es todo?
-Claro
que no! - Kikyo dio un paso atrás y luego saco un gancho al
hígado, que impacto directo. Sin embargo, noto como su puño
vibro al chocar contra el tronco del chico.
-Parece que
sí...
-Maldito seas! - Kikyo trato de atacar, pero se
detuvo. Fue cuando noto como sus puños temblaban
incontrolablemente - que...que me pasa?
-Puños frustrados
- Bankutsu toma las manos de la joven - no llevan fuerza, solamente
emociones y sentimientos vacíos.
-¡Tu que sabes! - le
espeto separandose - tu no sabes por lo que he pasado!
Bankutsu
suspiro y sonrio.
-Parece que no me reconoces verdad?
-De que
hablas?
-Es el problema de Naraku, casí no promociona a
sus boxeadores de Kansai...te suena el Osaka Seishi?
Kikyo se
detuvo.
-Osaka Seishi? El campeón de los pesos pesados de
Japón?
-Casí - le guiño el ojo - en realidad
solo gane el torneo de novatos.
-Sí - parpadeo - pero
porque te retiraste? Eras prometedor!
-No me retire, sigo
peleando.
-Eh? Entonces?
-Mi combate próximo es en 6
meses. Es que nadie quiere combatir conmigo, no se porque.
Kikyo
hizo una mueca. Era natural. Bankutsu tenía una fuerza
brutal.
-¿Que haces aqui?
-Entrenarte...
-Entrenarme?
Tienes casí la edad que yo y pretendes ser mi
entrenador?
-Jamás se es demasiado joven...o viejo...como
quieras verlo. Y bien?
Kikyo miro sus puños.
-¿Como
sabes esto de mí?
-Ahh, eso? Me lo proporciono
Naraku.
-Supongo por mano de Musou, no?
-Sí, se nota que
te conoce bien. Inclusive tiene tus medidas.
-Que!
-Tranquila,
no me las dijo.
-Ese imbecil...
-Mira, te invito un café
y hablamos. No pierdes nada.
Kikyo volvio a mirar sus puños.
Estos todavía temblaban.
-Es lo mismo que sucedio en tus
dos últimas peleas no?
Kikyo levanto la vista. Bankutsu
inclino la cabeza un poco.
-Anda - reitero. La joven suspiro y
termino por asentir...
-No
crees que Kikyo es un peleador muerto?
Musou se volvio hacia su
hermano mientras se dirigían hacia el estacionamiento del
gimnasio. Naraku hizo una mueca al notar el ojo morado de su
hermano.
-Para nada, es joven todavía y tiene mucho
potencial.
-Pero pese a su carácter frío en el ring,
fuera es otro cantar. Si hubiera sabido que tenía ese problema
con Inuyasha...
-Hermano, tu lo sabías desde antes, no se
porque te quejas ahora.
-Me deje llevar como tú...es
todo.
-Extraño oírlo de tí - Musou se detuvo
frente a un Landrover. Naraku saco las llaves - entonces dejarás
que Bankutsu la entrene? Le queda poco para su encuentro.
-El solo
necesita un mes para ponerse en forma - sonrio Naraku - lo que me
preocupa no es eso realmente.
Musou enarco una ceja mientras su
hermano encendía el vehículo y se despedía con
un gesto de la mano.
-Esa es la mirada que pone cuando sabe algo
más que los demás - mascullo mientras se dirigía
a su propio coche.
-¿Ahora
te crees psicológo?
Kikyo había tenido el impulso de
irse al escuchar eso.
-Puedes calmarte?
-No puedo. Como...como
te atreves a creer que yo pelee por despecho? - Kikyo apreto los
puños. Ya había escuchado esa teoría, pero se
resistía a creerla.
-El despecho funciona. Te llevo a
conseguir 10 victorias por K.O.
-¿Y entonces porque perdí
y empate las últimas?
-Porque tus sentimientos hacia el
susodicho estan desapareciendo.
-Eso...eso no es posible...se
supone que...
-Aun sientes algo por él no?
Kikyo apreto
los dientes. Este idiota la había puesto en un dilema. Si
aceptaba la teoría de Bankutsu, admitiría que había
amado a Inuyasha de una manera...burda, pero si la rechazaba, era
aceptar que aun lo quería y eso no lo creía
posible.
-¿¿Entonces que eliges?
-Eres un
tramposo - bajo la mirada. El susodicho solto una pequeña risa
- que es tan gracioso?
-Bueno, Musou me dijo que habías
enloquecido, pero no creí que tanto...
-Estoy cansandome de
tus burlas, sabes?
-Vale - levanto la mano - me portare bien, pero
es díficil contenerse. Eres tan fácil de
provocar.
Kikyo se sento y suspiro tratando de serenarse.
-Ya
no lo quiero... - murmuro - contento?
-Eso me parece bien
-Pero
entonces...como fue posible... - la chica miro su taza de té -
que solo por despecho halla llegado a ese nivel?
-Es natural. En
tus anteriores combates mantenías una frialdad para aminorizar
el daño que tenías. Sin embargo, toda esa ira,
frustración, miedo, o como quieras llamarle, tenía que
salir de algún modo. Tus puños eran esa
salida.
-Entonces como explicas que luego del compromiso de
Inuyasha y Kagome halla perdido?
-Fácil. Allí te
diste cuenta que ya no sentías algo más por él y
por fin pudiste liberarte. Sin embargo, eso provoco que tus puños
perdieran ese "extra" que tenían.
Kikyo miro sus
manos. La explicación de Bankutsu parecía demasiado
chiflada, pero tenía que admitir que era bastante
adecuada.
-¿Y como recupero toda esa potencia?
-Con
simple y burdo entrenamiento.
-¿¿Solo con
eso?
-Claro, que más esperabas?
-Pense que tendrías
una charla psicológica conmigo
-La estamos teniendo ahora
no?
Kikyo asintio. Parecía razonable
-Sí es así,
entonces no creo te necesite, puedo entrenarme yo sola.
-No, por
algo estoy aquí - sonrio el moreno - hay que cambiar tu estilo
totalmente.
Kikyo se lo penso unos momentos.
-Sí eso me
ayuda a volver a la victoria, no dudare en hacerlo.
-Esta bien,
pero con una condición?
-Cual? Espero no sea dinero
-No
me refería a eso - Bankutsu siguio sonriendo. Kikyo se
sonrojo.
-Tampoco eso idiota!
-Ahh, ni modo, hace rato que no
tengo sexo - coloco los brazos en la nuca divertido. Noto la mirada
de la joven - Naa, solo te pido que por favor, no me repliques en lo
que te diga.
-¿Como?
-Sí, no se vale quejarse.
Seguirás al pie de la letra lo que te mande.
Kikyo fruncio
el entrecejo
-No iremos a la cama, te lo advierto.
-Lo sé
- Bankutsu se rasco la cabeza - y bien?
-Esta bien, pero si te
sobrepasas, te mato!
-Así me gusta - el joven le estrecho
la mano. Kikyo apreto los labios. Sentía que se había
metido en un lío enorme...
Fin del capítulo
Notas
del autor.
Algunas se preguntaran que se fumo el autor al escribir
una historia así. En realidad me ví de golpe una serie
que ha sido mi inspiración en los últimos meses: Hajime
no Ippo. Para las amantes del shoujo no les parecera nada atractiva:
es box y el dibujo no es nada estilizado. Sin embargo, la historia es
enganchante, la música excelente (tanto la del fondo como los
openings y endings) y la acción durante las peleas, no solo
realista, sino emocionante. Una recomendación cinco
estrellas.
Ahora también el motivo de hacer una historia
así fue para usar los personajes menos "conocidos"
de Inuyasha. En la mayoría de los fics solo leo de
Inuyasha-Kagome, Sango-Miroku, Kagome-Sesshomaru, etc., etc, pero
rara vez se centran en otros personajes como Kikyo, Bankutsu, Naraku,
Kanna, etc., que aunque no son tan populares, también
enriquecen bastante la trama. Soy un fanático de la pareja
Kagome-Inuyasha, pero no por ello soy un Antikykyo. Este personaje me
parece interesante, no solo por su personalidad, sino sus
sentimientos hacia nuestro Hanyou preferido. También se
preguntaran porque la variación de carácter, cuando en
realidad Kikyo es fría y calculadora (porque no usar a Kagome
entonces?). Simplemente trate de empezar desde el otro lado de la
cuerda y retomar esa personalidad conforme avance la historia, para
no ser tan predecible. La psicología formara como siempre
parte de esta historia, pero esta la iremos explicando en los
próximos capítulos.
La frase de Musou de "miko-chan"
es como un juego de palabras que significa "linda sacerdotisa".
Las canciones en este capítulo fueron dos: la versión
en español del primer Ending de Inuyasha (My Will) y la
segunda, "i love you baby", que se hizo famosa en esa
película "10 cosas que odio de tí".
Nos
vemos en el siguiente capítulo
