Inuyasha fanfic
"¡KNOCKOUT!"
por Ivan Emiliano Altamirano
Advertencia: Todos los personajes en este fanfic son propiedad de Rumiko Takahashi, así que nada de demandas.

Capítulo 1: Mi voluntad

Una figura se encontraba recargada contra una serie de casilleros, mientras se quitaba las cintas de los puños con rapidez. Sin embargo, luego de batallar varios minutos con una especialmente enredada, azoto con fuerza el banco mientras varias lágrimas caían por sus mejillas, manchando las vendas.
-¿Hermana?
La susodicha levanto la vista. Una jovencita de unos 14 años veía con aprehensión a la boxeadora.
-Kaede - tartamudeo tratando de sonreír mientras se limpiaba las lágrimas - perdona...yo...
-Lo hiciste lo mejor que pudiste.
La susodicha se quedo callada y luego dirigio su mirada hacia sus puños. Estos se crisparon sobre sus piernas.
-No Kaede...si hubiera sido así, yo hubiera ganado y ella...
-Yura es la número dos del ranking, era imposi..
-¡NO ERA IMPOSIBLE! - grito - yo pude ser campeona!
La adolescente guardo silencio. Simplemente nego con la cabeza y salio del vestuario. La peleadora solo elevo la mano hacia la puerta.
-P-Perdona - mascullo y luego comenzo a llorar en silencio

-¿Como esta?
Kaede se volvio hacia un joven de cabellos blancos que se acercaba.
-Mal. Dos derrotas seguidas calan en cualquiera.
-Me imagino - el chico levanto la mirada hacia el camerino - ¿Puedo pasar?
-No sería lo mejor ahora Inuyasha. Mi hermana esta destrozada y verte, la pondría peor.
-Pero...
-Anda, no tienes que culparte de nada - levanto la vista y vio a una joven de cabellos oscuros trás él - ah, hola Kagome.
-Hola - la susodicha se acerco y suspiro - vimos el combate. Creímos que iba a ganar, pero esa tramposa de Yura uso su cabello como distracción
-Aun con esa maña, mi hermana hubiera ganado la pelea.
-¿Eres muy dura sabes? - sonrio Inuyasha. Kaede asintio sonriendo a medias.
-Es algo que aprendí de ella...lastima que...
-Dos derrotas...vaya, vaya...
Los 3 se volvieron y vieron bajar del escenario a un sujeto de cabellos oscuros y mirada fría, luciendo un traje morado con camisa negra. Inuyasha inmediatamente le mostro los dientes en señal de desprecio.
-Calma Inuyasha, no pienso pelear contigo - le sonrio y luego miro fríamente a Kaede - díle a tu hermana que puede irse olvidando del gimnasio.
Los 3 parpadearon sorprendidos
-Pero Señor Naraku... - Kaede trato de hablar
-Yo no entreno debiluchas. Pense que tu hermana Kikyo tenía el potencial de ser una boxeadora de primer nivel.
-Lo tiene! - Kagome se interpuso - gano 10 pelea al hilo y por K.O.
-Pero sus últimos 3 combates...un empate y dos derrotas. Ha perdido lo que yo buscaba.
-Lo que buscabas era alguien quien explotar - Inuyasha enseño su puño.
-¿Y que vas a hacer? Conseguirle otro gimnasio? Apenas yo pude sostenerle este encuentro con la primera rankeada
Kagome suspiro. Aunque Naraku fuera un manager despiadado y estricto, había hecho demasiado por Kikyo. Había conseguido esa pelea usando sus influencias, cuando ya ningun entrenador o gimnasio daban nada por la "sacerdotisa de fuego".
-Hablaremos de su líquidación - suspiro el hombre - díle que pase a mi oficina el lunes.
Kaede solo asintio mientras Naraku se alejaba.
-¿Parece que fue todo no?
Los 3 se volvieron hacia la puerta. Kikyo estaba en el borde. Aun cuando su rostro mostraba esa perfecta serenidad, la marca de las lágrimas estaba bien marcada en su rostro pálido.
-Kikyo...
-Inuyasha - trato de sonreír - veo que viniste a apoyarme.
El joven asintio. Kagome aparecio trás de él. La boxeadora ahogo un suspiro y miro para otro lado.
-¿Que tal pelee?
-S-Solo soy una reportera de deportes.
-La mejor en el ramo - murmuro - especialista en boxeo
-Kikyo...
La boxeadora suspiro y volvio a meterse en el camerino.
-Será mejor que se vayan - sentencio Kaede. Esta vez, la pareja no replico...

Quise mostrarme ante tí, como alguien de duro corazón
El tiempo paso, me arrepentí
Ahora pedire tu perdón
Mi indecisión causo el gran error
Me domino el temor
Hoy me descubrí y decirte a tí lo que hay en mí
Ven, quiero saber que eres realidad
Dame felicidad
Que me aliente a reír
Que me aliente a llorar
Lo quiero descubrir, porque esperar
Siempre temí entregar, mi vida
Hoy ya no es así
Me decidí
Y nada habrá que me lo impida
Quiero que mi corazón, lo goce
Un sentimiento desconoce
El amor sin freno, entregandose...

-Como si no fuera suficiente con la pelea - Kikyo miro con molestía la bocina del camerino al escuchar esa canción - que más podría salir mal?
-¿Miko-chan?
Ugh. Algo si podía salir mucho peor.
-Nena, como estas? Te lastimaron?
Kikyo se volvio hacia un joven de cabellos castaños, muy parecido a Naraku.
-Musou - dijo su nombre casí con desprecio. El susodicho solo sonrio y le mostro su perfecta dentadura.
-Ahh, recuerdas mi nombre, que feliz soy.
-Deja tus comentarios de donjuan para después, que haces aquí?
-Vine a apoyarte, yo era el tipo que te gritaba "te amo" desde la cuarta fila.
Kikyo suspiro. Desde que había entrado al gimnasio Shikon, Musou se había enajenado con ella. Lo soportaba, pero en este momento le parecía un dolor de muelas.
-No estoy de humor para tus bromas.
-Anda, no te desanimes, te invito a cenar algo
-No, no quiero - guardo sus guantes en el maletín - solo quiero irme a dormir.
-Si te duermes, mañana tendrás dolor de cabe...
-Y a quien le importa si tengo dolor de cabeza! - exclamo desesperada. Musou parecio sorprendido un momento, pero luego le miro con ternura.
-A mí me preocuparía.
-Deja de mirarme así - volteo para otro lado - como si tuvieras lastima de mí.
-No te la tengo...
Kikyo no respondio. Termino de guardar el resto de sus cosas y cerro el casillero de golpe.
-Me voy a mi casa. No trates de seguirme o darme serenata, entendido?
-No había pensado lo de la serenata, pero si insistes... - Musou no termino cuando se oyo el sonido de la puerta cerrandose. El joven solo sonrio mientras sacaba un cigarro de su chaqueta.
-Sí la conozco, hará una estupidez - penso para sí mientras sacaba el encendedor - tendre que jugar algunas de mis cartas...

Afueras del estado Korakuen, Kagome e Inuyasha se alejaban del complejo tomados del brazo.
-Es triste lo de Kikyo no?
-A que te refieres?
-Bueno - Kagome miro de reojo el estadio - pero tenía tanto futuro.
-Sí, bastante...
-Vamos, no te culpes - Kagome le jalo una trenza del cabello.
-Oye! Eso duele
-Es el chiste - le sonrio - no fue tu culpa, oíste?
-Feh...claro que no. Kikyo y yo terminamos antes de que empezara su carrera.
-Sí, unos días antes. Crees que la rabia por tí se le halla apagado?
-Suena descabellado, pero lo creo posible - finalizo el chico mientras abrazaba a su novia.

-Entonces no hay más que decir?
Kikyo simplemente asintio en silencio. Naraku se hallaba recargado en un confortable sillón morado. Kikyo sonrio por dentro. Al menos no tendría que soportar ese horrible mueble en lo que faltara.
-Es una lástima...
-Pense tenías ganas de correrme.
-El momento querida, el momento - el manager y dueño del gimnasio Shikon reviso sus papeles - sin embargo, si te entrenamos o bajamos de categoría...
-No deseo bajar del peso pluma, estoy bien así.
-Sí, pero apenas estas en el límite del peso. Un poco más abajo y entras a mosca - le miro cruzando los brazos - ese es uno de tus problemas.
-Como mis jabs, mis cruzados, no?
-Deja de menospreciarte. Tienes talento, el problema es tu "defecto".
Kikyo suspiro.
-Musou te pidio una oportunidad verdad?
-Como dices?
-El sabado querías lincharme literalmente y ahora casí me ruegas quedarme.
-Él no tuvo nada que ver. Simplemente medite el asunto ayer.
Kikyo entrecerro los ojos.
-Cuanto te pago?
-Kikyo, deja de ser tan paranoica, el no me pago absolutamente nada - le miro con un papel en la mano de manera amenazadora - ahora si quieres que realmente te corra del gimnasio, piensalo. Te doy de plazo esta semana.
-No tienes mucho que pensar - Kikyo se volvio hacia la puerta - mi decisión esta tomada.
-Te doy el plazo... - murmuro el hombre antes de que su boxeadora diera un portazo al salir - ...de una semana...bueno, al menos lo intente.

Kikyo penso en irse directo a su casillero a sacar sus cosas, pero se detuvo al ver a sus compañeros entrenar. Kanna, de unos 10 años, estaba lideando con una pera, pero esta parecía más aporrearla a ella. Según Naraku, era la promesa femenina de su gimnasio. Lo era, si consideraba a una boxeadora con una pesima velocidad y bastante autista.
-Ya! - la pequeña golpeo la pera furiosa. Esta salio volando hacia un rincón. Aunque no podía negar la potencia de sus puños.
En otro lado, estaba Hakudoshi, el campeón de peso pluma del torneo de novatos del Oeste, entrenandose con la cuerda.
-Eh Kikyo, ya el patrón te corrio?
-Brincos dieras - le musito por lo bajo - yo misma he renunciado.
El joven de cabellos blancos detuvo sus saltos
-Ahora si? Definitivo?
-Sí, definitivo, contento?
Hakudoshi miro hacia el techo pensadole un momento.
-En realidad no - sonrio - sino, a quien fastidiaría?
Kikyo termino por sonreír. Era cierto que le molestaba el enano presumido, pero también había una amistad detrás de ello.
-Entonces pronto te vere pelear en otro gimnasio - musito volviendo a saltar.
-No, pienso retirarme.
Hakudoshi golpeo la cuerda deteniendola
-Como dices? Piensas retirarte solo con dos derrotas?
-No quiero hablar del asunto, por favor
-Pero...
-Disculpen - una joven de cabellos castaños aparecio con una nota entre las manos - aquí es el gimnasio Shikon no Tama?
Ambos pugilistas se volvieron hacia la chica.
-Sí, por?
-Vengo a...bueno - la joven parecía avergonzada - a cumplir servicio comunitario.
-Ah, eso? - Hakudoshi señalo los casilleros - ve a cambiarte, vamos a boxear un poco.
-Sí, claro - la joven asintio sumisa mientras se dirigía a una puerta del fondo.
-Naraku sigue aceptando pillos reformados como boxeadores? - pregunto Kikyo
-Le ha funcionado - le guiño el ojo - yo salí de las calles y mira donde estoy ahora.
-Tu fuiste un milagro..igual que Inuyasha.
-No me recuerdes a ese sujeto - Hakudoshi apreto los dientes - empezamos al mismo tiempo y ahora es campeón peso ligero y aspirante al título mundial. Tu eres la única que decidio boxear por gusto y no porque te obligaron.
-Lo sé - Kikyo miro su puño derecho - pense tenía el potencial
-Lo tienes, pero desde que se te bajo la calentura...
Lo siguiente que vio Hakudoshi, fueron miles de estrellas, mientras estaba en el suelo, bastante aporreado. Kikyo se frotaba los nudillos.
-Idiota - mascullo. ¿Porque todo mundo le recordaba eso? Se sentía como una estupida. ¿Acaso sus peleas habían sido solo un referente de lo mucho que odiaba a su ex-novio?
-Hakudoshi tiene una pelea dentro de poco, no es conveniente que sus propios compañeros lo noqueen.
-Se recuperara Miroku - Kikyo se volvio hacia un apuesto joven de coleta - a donde vas?
-Escuche de un nuevo aspirante, así que voy a enseñarle lo básico - sonrio mientras se colocaba las manoplas
-Aspirante? Es una ex-convicto!
-Como sea - la sonrisa del joven entrenador brillo - vamos a ver su potencial.
-Sí, lo que digas - nego con la cabeza la joven. Miroku había sido el mejor boxeador de peso superligero del gimnasio hasta que en una pelea, se rompio la mano derecha, que apodaba "Kazaana". Esta era el equivalente a un puñetazo de poder de un superpesado. Sin embargo, esa misma fuerza termino por quebrar en pedazos los huesos de la mano, haciendola inservible.
Para otros hubiera significado una desgracia, pero para Miroku fue un alivio. Realmente odiaba pelear y solo lo hacía para ganar fama, dinero y mujeres...
-Mujeres - Kikyo sonrio recordando las mañas del chico - un momento...la aspirante es una chica!
Tan pronto termino esta frase, se escucho una bofetada a lo lejos. Al instante, la joven de hace rato, salía sonrojada mientras agitaba su mano derecha con insistencia.
-Un pervertido trato de aprovecharse de mí! - grito asustada. Kikyo solo nego con la cabeza...

-¿Entonces esto es un jab? - la joven miraba asombrada su mano. Kikyo asintio. Hakudoshi se había ido a correr, un tanto resentido por los golpes, así que Kikyo le estaba enseñando a la novata como golpear
-Sí, un recto pues - murmuro al abrir la mano y lanzar el golpe - mantienes el puño abierto hasta que golpeas. Eso le da ese sonido tan característico.
-Vaya - la joven estaba sorprendida - no pense el boxeo fuera tan técnico. Creí que solo era dar golpes.
-Lo es, pero tiene su ciencia...este...
-Sango, me llamo Sango.
-Disculpa, pero con lo sucedido no pregunte tu nombre.
-No hay problema - Sango se apoyo en el costal - al contrario, todos han sido tan amables...bueno, salvo ese idiota.
-Miroku es buen tipo, solo procura ser más rápido que él. A propósito, como que todos?
-Sí, ya sabes - Sango suspiro - me envio el juez Sesshomaru a purgar mi condena aquí.
-Que hiciste? Si no es molestia preguntar.
Sango agito la mano como quitandole importancia al asunto.
-Mis padres se divorciaron y pues sentí que todo se acababa. Quise...dañarlos...tu me entiendes...asalte un comercio
-Y entonces?
-Era un robo simple. Quería que me atraparan, pero no se porque reaccione golpeando a un policía que entraba en ese momento. Solo ví el momento que elevo su macana - Sango apreto los puños y lanzo un jab - y conecte un puñetazo. Era mucho más alto, pero aun así...
Kikyo sonrio. Conocía bien al hermano de Inuyasha, Sesshomaru. Él en otro tiempo, había sido un gran boxeador del gimnasio Shikon. Uno de los primeros campeones mundiales japoneses. Sin embargo, apenas gano el título, se retiro. Ahora fungía como juez en el distrito local y era quien se encargaba de envíar prospectos a Naraku.
Sango no era la excepción. Tenía una potencia formidable.
-Por suerte esta una categoría arriba de mí - penso. Sin embargo apreto los dientes. ¿Que estaba pensando? Sus días en el boxeo habían acabado.
-Ahh, Miko-chan! Hime-sama!
Kikyo apreto los puños. No podía ser él.
-Musou - se volvio - que diablos haces aquí?
-A visitar a mi hermano, no puedo? - le sonrio indulgente el castaño. Kikyo le hizo una seña obscena con el brazo y se dio la vuelta.
-Uy, que paso con esa educación que tiene señorita?
Kikyo no respondio mientras se volvía hacia los casilleros arrojando los guantes. Sango parecia sorprendida con el cambio de actitud.
-Disculpala - Musou se acerco a la joven.
-Usted es pariente del dueño?
-Ahh sí, soy el hermano de ese tarado. Musou - le estrecho la mano - bienvenida, veo que llegaste aquí por tus puños.
-Se podría decir que sí... - sonrio la joven tímidamente - la joven Kikyo parecía molesta.
-Ahh, se le pasara.
-Sí, pero no sabía que ella pudiera ser así.
-¿Sabes de ella?
-Claro, ¿Quien no conoce a la sacerdotisa de fuego? Aunque sus últimos combates...
-Es natural, sobre todo cuando tu corazón ya esta sano.
-¿¿Como?
-Nada, nada - Musou agito las manos - oye, podrías ayudarme?
Sango solo parpadeo desconcertada.

-Idiota - Kikyo golpeo el casillero. Odiaba que Musou estuviera acosandola de esa manera. Maldito el día en que lo había conocido.
Sino hubiera sido por él, jamás hubiera conocido a Inuyasha.
Entonces se oyeron unos toques a la puerta. Kikyo suspiro y se levanto.
-Musou, si eres tu...
Sin embargo, lo que le sorprendio fue la figura de un joven moreno de coleta larga, que le sonreía. Kikyo parpadeo sorprendida.
-Y tu, quien eres?
-Tu nuevo entrenador.
-Eh?
-Sí - Naraku aparecio atrás del joven - es Bankutsu. Estaba operando en mi sucursal de Osaka, pero lo mande llamar. El te entrenara desde ahora.
-Pero Myoga se encargaba de eso! Digo...yo ya me retire!
Naraku solo sonrio.
-Aun piensas en boxear, eso me gusta, tal como dijo mi hermano.
-¡DEJA DE METER A MUSOU EN ESTO!
-Vaya - comento el recien llegado - tienes potencial.
Kikyo se volvio molesta hacia el recien llegado.
-Tú, deja de tratarme como una novata! - le pico el pecho con el dedo indice y luego señalo a Naraku - y tu metete en la cabeza que estoy al borde del retiro!
Naraku y Bankutsu solo vieron como Kikyo daba media vuelta y azotaba la puerta. Ambos se miraron.
-Esa es la famosa sacerdotisa de fuego? La que nunca perdía la calma?
-Ha estado así los últimos 6 meses - le comento Naraku - porque crees que te llame?
-Ya veo - Bankutsu se froto el mentón - parece que algo en ella estallo...o más bien, se apago.
-Veo que eres observador.
-Conoces de alguien que pueda informarme todo de Kikyo?
-Oh claro - Naraku señalo su oficina - tengo a la persona ideal y justo esta en este momento.

Kikyo tomo su morral. Era mejor irse antes de que encontrara algún otro incidente. Estaba harta de todos.
-Señorita Kikyo?
La susodicha levanto la vista. Era Sango.
-Que sucede? Voy de salida.
-Ahh, es que el manager Naraku quiere verla.
-Díle que ya me voy.
-Es algo urgente, es sobre Inuyasha, parece que se rompio el puño.
Kikyo dejo caer la bolsa.
-Como?
-Sí - Sango parecía incomoda - dese prisa.
Kikyo siguio a la novata hacia el ring. Sin embargo, cuando apenas entraba a la sala de entrenamiento, recordo que Inuyasha no entrenaba ese día.
-Me engañaron - murmuro cuando vio lo increíble. Musou estaba con un micrófono en mano y señalo hacia un extremo de la sala. Allí estaba Miroku, que bastante acomedido, encendio el estereo, escuchandose una conocida canción.

You're just too good to be true
Can't take my eyes off of you
You'd be like heaven to touch
I wanna hold you so much
At long last love has arrived
And I thank God I'm alive
You're just too good to be true
Can't take my eyes off of you

Pardon the way that I stare
There's nothing else to compare
The sight of you leaves me weak
There are no words left to speak
So if you feel like I feel
Please let me know that it's real
You're just too good to be true
Can't take my eyes off of you

I love you baby and if it's quite all right
I need you baby to warm the lonely nights
I love you baby, trust in me when I say
Oh pretty baby, don't bring me down I pray
Oh pretty baby, now that I've found you stay
And let me love you baby, let me love you.

Kikyo solo miro a Musou saltar al ring mientras terminaba de cantar.
-Bien - sonrio aquel - ahora viene la parte donde te ríes o bajas la mirada avergonzada.
Lo siguiente que vio el hermano de Naraku, fue una pera de boxeo que le golpeaba literalmente en la cara.
-Idiota - mascullo Kikyo mientras se daba la vuelta, dejando a un pobre Musou agarrandose el tabique nasal con dolor.
-Comienzo a conocer tu espalda mejor que tu frente Miko-chan..auch! duele - finalizo el pobre tipo.

-Por culpa de todos, no pude ni arreglar mi casillero - pensaba Kikyo mientras caminaba de regreso a casa. Ella vivía con Kaede, su hermana menor, en un departamento aledaño a un gran templo.
-Mañana ire en la madrugada - penso - así podre sacar mis cosas sin ver a ese par...
-Los datos que obtuve si son 100 fieles a tu descripción.
Kikyo se detuvo. Levanto la vista y vio al mismo joven de coleta frente a ella, con una libreta en mano.
-Bankutsu?
-Sí - sonrio el joven - mucho gusto, soy Bankutsu. A partir de mañana...
-Ya dije que voy a dejarlo - suspiro - y no insistas, estoy demasiado cansada para noquear a alguien más.
Bankutsu no dijo nada. Solamente dejo pasar a la joven.
-Kikyo, 22 años. Conocida mejor como la sacerdotisa de fuego por sus puñetazos precisos y contundentes. Una técnica y velocidad superior al promedio, lo que le permitio ganar sus primeros 10 encuentros como profesional, pero tener 2 derrotas y un empate. Estos últimos hace 6 meses.
-Como sabes todo eso? - Kikyo se volvio desconcertada.
-Su tipo de sangre es B, le gusta el ramen. Te agradan las películas clasicas, aunque aborreces a Rocky.
-Rocky es un idiota. Solo golpeaba por golpear...pero como sabes esto?
-Además, tu pasatiempo favorito es leer. Tu libro favorito es Los 3 mosqueteros. En el fondo deseas tener un príncipe azul como Dartagnan y...
-Bankutsu! - Kikyo se acerco y lo agarro de la camisa - como rayos sabes todo esto?
-Pero lo más importante - le sonrio el joven leyendo la libreta sin inmutarse - sus dos derrotas coinciden justo cuando su compañero de gimnasio, Inuyasha, hizo un compromiso con la reportera de deportes, Kagome Higurashi.
Esto fue la gota que colmo el vaso. Kikyo lanzo su brazo hacia atrás y se preparo para estamparle un buen puñetazo a Bankutsu.
El joven entrenador parecio notarlo y siguio sonriendo.
-¿Eso quieres? - sonrio la joven - pues toma!
El puñetazo se produjo. Pero Kikyo vio con sorpresa como su puño ni siquiera había movido el rostro del joven.
-¿Eso es todo lo que tienes? - murmuro quitandose el puño de encima. Aun peor, Kikyo noto como ni marca o moretón había dejado.
-Como...?
-¿Eso es todo?
-Claro que no! - Kikyo dio un paso atrás y luego saco un gancho al hígado, que impacto directo. Sin embargo, noto como su puño vibro al chocar contra el tronco del chico.
-Parece que sí...
-Maldito seas! - Kikyo trato de atacar, pero se detuvo. Fue cuando noto como sus puños temblaban incontrolablemente - que...que me pasa?
-Puños frustrados - Bankutsu toma las manos de la joven - no llevan fuerza, solamente emociones y sentimientos vacíos.
-¡Tu que sabes! - le espeto separandose - tu no sabes por lo que he pasado!
Bankutsu suspiro y sonrio.
-Parece que no me reconoces verdad?
-De que hablas?
-Es el problema de Naraku, casí no promociona a sus boxeadores de Kansai...te suena el Osaka Seishi?
Kikyo se detuvo.
-Osaka Seishi? El campeón de los pesos pesados de Japón?
-Casí - le guiño el ojo - en realidad solo gane el torneo de novatos.
-Sí - parpadeo - pero porque te retiraste? Eras prometedor!
-No me retire, sigo peleando.
-Eh? Entonces?
-Mi combate próximo es en 6 meses. Es que nadie quiere combatir conmigo, no se porque.
Kikyo hizo una mueca. Era natural. Bankutsu tenía una fuerza brutal.
-¿Que haces aqui?
-Entrenarte...
-Entrenarme? Tienes casí la edad que yo y pretendes ser mi entrenador?
-Jamás se es demasiado joven...o viejo...como quieras verlo. Y bien?
Kikyo miro sus puños.
-¿Como sabes esto de mí?
-Ahh, eso? Me lo proporciono Naraku.
-Supongo por mano de Musou, no?
-Sí, se nota que te conoce bien. Inclusive tiene tus medidas.
-Que!
-Tranquila, no me las dijo.
-Ese imbecil...
-Mira, te invito un café y hablamos. No pierdes nada.
Kikyo volvio a mirar sus puños. Estos todavía temblaban.
-Es lo mismo que sucedio en tus dos últimas peleas no?
Kikyo levanto la vista. Bankutsu inclino la cabeza un poco.
-Anda - reitero. La joven suspiro y termino por asentir...

-No crees que Kikyo es un peleador muerto?
Musou se volvio hacia su hermano mientras se dirigían hacia el estacionamiento del gimnasio. Naraku hizo una mueca al notar el ojo morado de su hermano.
-Para nada, es joven todavía y tiene mucho potencial.
-Pero pese a su carácter frío en el ring, fuera es otro cantar. Si hubiera sabido que tenía ese problema con Inuyasha...
-Hermano, tu lo sabías desde antes, no se porque te quejas ahora.
-Me deje llevar como tú...es todo.
-Extraño oírlo de tí - Musou se detuvo frente a un Landrover. Naraku saco las llaves - entonces dejarás que Bankutsu la entrene? Le queda poco para su encuentro.
-El solo necesita un mes para ponerse en forma - sonrio Naraku - lo que me preocupa no es eso realmente.
Musou enarco una ceja mientras su hermano encendía el vehículo y se despedía con un gesto de la mano.
-Esa es la mirada que pone cuando sabe algo más que los demás - mascullo mientras se dirigía a su propio coche.

-¿Ahora te crees psicológo?
Kikyo había tenido el impulso de irse al escuchar eso.
-Puedes calmarte?
-No puedo. Como...como te atreves a creer que yo pelee por despecho? - Kikyo apreto los puños. Ya había escuchado esa teoría, pero se resistía a creerla.
-El despecho funciona. Te llevo a conseguir 10 victorias por K.O.
-¿Y entonces porque perdí y empate las últimas?
-Porque tus sentimientos hacia el susodicho estan desapareciendo.
-Eso...eso no es posible...se supone que...
-Aun sientes algo por él no?
Kikyo apreto los dientes. Este idiota la había puesto en un dilema. Si aceptaba la teoría de Bankutsu, admitiría que había amado a Inuyasha de una manera...burda, pero si la rechazaba, era aceptar que aun lo quería y eso no lo creía posible.
-¿¿Entonces que eliges?
-Eres un tramposo - bajo la mirada. El susodicho solto una pequeña risa - que es tan gracioso?
-Bueno, Musou me dijo que habías enloquecido, pero no creí que tanto...
-Estoy cansandome de tus burlas, sabes?
-Vale - levanto la mano - me portare bien, pero es díficil contenerse. Eres tan fácil de provocar.
Kikyo se sento y suspiro tratando de serenarse.
-Ya no lo quiero... - murmuro - contento?
-Eso me parece bien
-Pero entonces...como fue posible... - la chica miro su taza de té - que solo por despecho halla llegado a ese nivel?
-Es natural. En tus anteriores combates mantenías una frialdad para aminorizar el daño que tenías. Sin embargo, toda esa ira, frustración, miedo, o como quieras llamarle, tenía que salir de algún modo. Tus puños eran esa salida.
-Entonces como explicas que luego del compromiso de Inuyasha y Kagome halla perdido?
-Fácil. Allí te diste cuenta que ya no sentías algo más por él y por fin pudiste liberarte. Sin embargo, eso provoco que tus puños perdieran ese "extra" que tenían.
Kikyo miro sus manos. La explicación de Bankutsu parecía demasiado chiflada, pero tenía que admitir que era bastante adecuada.
-¿Y como recupero toda esa potencia?
-Con simple y burdo entrenamiento.
-¿¿Solo con eso?
-Claro, que más esperabas?
-Pense que tendrías una charla psicológica conmigo
-La estamos teniendo ahora no?
Kikyo asintio. Parecía razonable
-Sí es así, entonces no creo te necesite, puedo entrenarme yo sola.
-No, por algo estoy aquí - sonrio el moreno - hay que cambiar tu estilo totalmente.
Kikyo se lo penso unos momentos.
-Sí eso me ayuda a volver a la victoria, no dudare en hacerlo.
-Esta bien, pero con una condición?
-Cual? Espero no sea dinero
-No me refería a eso - Bankutsu siguio sonriendo. Kikyo se sonrojo.
-Tampoco eso idiota!
-Ahh, ni modo, hace rato que no tengo sexo - coloco los brazos en la nuca divertido. Noto la mirada de la joven - Naa, solo te pido que por favor, no me repliques en lo que te diga.
-¿Como?
-Sí, no se vale quejarse. Seguirás al pie de la letra lo que te mande.
Kikyo fruncio el entrecejo
-No iremos a la cama, te lo advierto.
-Lo sé - Bankutsu se rasco la cabeza - y bien?
-Esta bien, pero si te sobrepasas, te mato!
-Así me gusta - el joven le estrecho la mano. Kikyo apreto los labios. Sentía que se había metido en un lío enorme...

Fin del capítulo

Notas del autor.
Algunas se preguntaran que se fumo el autor al escribir una historia así. En realidad me ví de golpe una serie que ha sido mi inspiración en los últimos meses: Hajime no Ippo. Para las amantes del shoujo no les parecera nada atractiva: es box y el dibujo no es nada estilizado. Sin embargo, la historia es enganchante, la música excelente (tanto la del fondo como los openings y endings) y la acción durante las peleas, no solo realista, sino emocionante. Una recomendación cinco estrellas.
Ahora también el motivo de hacer una historia así fue para usar los personajes menos "conocidos" de Inuyasha. En la mayoría de los fics solo leo de Inuyasha-Kagome, Sango-Miroku, Kagome-Sesshomaru, etc., etc, pero rara vez se centran en otros personajes como Kikyo, Bankutsu, Naraku, Kanna, etc., que aunque no son tan populares, también enriquecen bastante la trama. Soy un fanático de la pareja Kagome-Inuyasha, pero no por ello soy un Antikykyo. Este personaje me parece interesante, no solo por su personalidad, sino sus sentimientos hacia nuestro Hanyou preferido. También se preguntaran porque la variación de carácter, cuando en realidad Kikyo es fría y calculadora (porque no usar a Kagome entonces?). Simplemente trate de empezar desde el otro lado de la cuerda y retomar esa personalidad conforme avance la historia, para no ser tan predecible. La psicología formara como siempre parte de esta historia, pero esta la iremos explicando en los próximos capítulos.
La frase de Musou de "miko-chan" es como un juego de palabras que significa "linda sacerdotisa". Las canciones en este capítulo fueron dos: la versión en español del primer Ending de Inuyasha (My Will) y la segunda, "i love you baby", que se hizo famosa en esa película "10 cosas que odio de tí".
Nos vemos en el siguiente capítulo