Me gusta Kardia y Dégel de TLC. Quise hacer algo tontolón de ellos. (Todavía me faltan por subir más)


YO-YO

"Soy demasiado yo, y sospecho que no perderé este gusto ni este vicio por ser demasiado yo" Fue lo que Kardia me echó en cara luego de haberle aconsejado que cambiara su actitud infantil por otra más seria. Al día siguiente volvió asomar sus narices a mi Templo y supe por su sonrisa que lo que le había dicho fue en vano: El niño quiso que prestara oídos a uno de sus chistes, otra vez. Cómo no le pareció el que yo no haya reído, me preguntó con pueril enfado "¿Cuándo va a ser el día en el que te quites lo insípido?" No sé porqué, pero la risa me venció al instante de responderle sin reparos "Soy demasiado yo, y sospecho que no perderé este gusto ni este vicio por ser demasiado yo".

Él se me quedó viendo seriamente.

El idiota

Uno no puede menos que pensar que Kardia es un idiota. Y sí, yo alguna vez enhorabuena pensé que era un idiota. No me reservé la ganas e hice público lo que pensaba de él "¡Kardia, eres un idiota!" Parece que le dí cuerda a su idiotez. El idiota, deshecho sin blandura, me respondió: Esto es algo que soy. Un idiota que ama la buena compañía de un idiota peor que yo.

Olvido

Una vez, cuando perdí un libro casi pierdo la razón. Y esta pérdida fue relegada al olvido por haber recibido de Kardia un abrazo de santa paz y conmiseración. No sé si fueron los efectos de su fingido llanto y su abrumadora risa (seguida de un golpecito en el hombro) las que me permitieron salir del agujero y con suficiente decoro. Pero olvidé.

Alérgico

Kardia es prófugo de la obediencia y cualquier noción de autoridad le provoca ronchas en la piel. Es alérgico a recibir órdenes, tanto así que le dije al Patriarca: Por lo que más quiera, mi señor, pero no vaya a pedirle a Kardia un favor a menos que él tenga la voluntad de querer recibirlos sin que le pese el alma. El Patriarca como que no se tragó mi historia y prueba de ello fue que le encomendó la misión de limpiar mis libreros. Ni bien acabada la tarea, tuve que adelantarme a la curación de Kardia. Ahí estaba junto a él, para remendar sus granos rotos.


Continuará con Kardia y su visión de Dégel.