Capitulo 1: Te lo dije.
Sí. Era un hecho. Kurt Hummel estaba en McKinley…o eso al menos le dijo el director al entregarle el cronograma de sus clases. Las revisó con cuidado, no queriendo equivocarse en su primer día. Le tocaba español, bueno, Kurt adoraba toda clase de idiomas, así que se sintió feliz de que su primera clase fuera algo que le agradara.
Hace años que había vivido en Lima con su padre, había estado en otro colegios, pero…bueno, por ser como era tuvo que cambiarse variadas ocasiones. Por temor, él estaba consciente de que esta quizás no sería la excepción, pero trataría de durar aunque fuera lo que más pudiera. Su padre había tenido un ataque al corazón hace poco, y la verdad es que no quería causarle más problemas, ni menos estresarlo. Así que haría su mejor esfuerzo.
Caminó con cuidado buscando el lugar de su nuevo casillero, daba pasos sin mucha seguridad, vio unas porristas, una chica con un cuerno de unicornio amarrado a su frente, caminando con otra chica morena del brazo. Vio unos cuántos jugadores de fútbol con grandes y abultados trajes verlo con odio. O al menos eso pensó, pero no. No quería creerlo.
Llegó finalmente a su casillero, lo abrió y comenzó a colocar unos cuántos papeles para decorarlo un poco antes de entrar, dejó su bolso dentro, pegó un espejo, y unas cuántas fotos de Wicked, West Side Story, Patty Lupone…
-¡¿Te gusta Wicked?!-escuchó de pronto a su lado.
Kurt miró de dónde provenía la voz, y tuvo que bajar la mirada un poco al darse cuenta que era una chica algo baja, morena, de cabello castaño, y sobretodo una gran sonrisa…
-Sí…- dijo Kurt pestañeando extrañado.
-¡Vaya!, ¡Creo que podremos llevarnos bien!. Soy Rachel Berry.- dijo la joven extendiendo su mano hacia Kurt. El joven la estrechó sonriendo algo nervioso.- ¡La mayoría de las personas aquí no aprecian la buena música de los musicales!.- continuó por explicarle la chica.- ¡No lo comprendo, cómo es que no aprecian todos los sentimientos y la vida y…oh, creo que no sé tu nombre.- dijo al ver la cara de Kurt, algo extrañada.
-Ahh…soy Kurt. Kurt Hummel.- dijo Kurt arreglando ligeramente su cabello.
El timbre sonó de la nada. Debían ir a clases.
-Tengo clase de español.- dijo Kurt cerrando su casillero sin antes sacar su estuche y cuaderno.
-Yo igual. Si quieres puedo llevarte.- dijo Rachel al ver que Kurt miraba el pequeño mapa de la escuela con el ceño fruncido.- Sé dónde queda el salón.- Acto seguido, Rachel guió a Kurt por el pasillo lleno de estudiantes de McKinley, antes de que él pudiera oponerse.
Kurt se sorprendió de que Will Schuester fuera un hombre tan joven para ser profesor, y no pudo evitar sorprenderse aún más cuando Rachel le contó que dirigía el club Glee del colegio. Fue él mismo, quién le sugirió a Rachel presentarle por lo menos a los chicos de dicho club, para que se fuera "adaptando" a esta escuela.
-Bien.- dijo Rachel al salir del salón con Kurt.- Esa morena que vez allá con el chico rubio, es Mercedes, él es Sam.
-Él es…
-No, no es gay.- dijo Rachel interrumpiéndolo.
-Ah.-dijo Kurt sin evitar mostrar un dejo de decepción.
-La del cuerno de unicornio en Brittany, y la joven al lado es Santana.
- Oh…-dijo Kurt asintiendo, no entendía por qué Rachel fue "obligada" a decirle los nombres del resto, pero si así podía conocer algunos alumnos de McKinley, la escucharía.
- La pareja asiática. Mike y Tina. El de silla de ruedas es Artie, el de mohicano Noah Puckerman, pero le decimos Puck…y él es mi novio Finn.- dijo suspirando al verlo.
Kurt lo miró, era un chico alto, más alto que él, y eso que se consideraba alguien de gran altura.
-Hola Rachel.- dijo Finn acercándose dándole un beso en la mejilla. – Oh..Hola…
-Kurt.- dijo el joven sonriendo.
-Soy Finn Hudson.- respondió el joven devolviéndole la sonrisa.- ¿Qué hacen?- agregó viendo a Rachel.
-Ah, le estoy mostrando la escuela a Kurt, y también diciéndole el nombre de los miembros del club Glee.
-Espero que te guste McKinley, Kurt.- dijo el chico rodeando a Rachel por lo hombros.
-Lo espero también…
Y entonces el pasillo quedó en silencio, Kurt no entendió por qué, Rachel de la nada se aferró al brazo de Finn, éste la colocó detrás de sí de manera protectora. El joven ojiazul dirigió la vista a dónde todos miraban. Un joven de chaqueta negra, una polera gris y pantalones ajustados. Se acercaba. Kurt no era de esas personas de juzgar por la apariencia, se había sorprendido mucho antes con tan sólo hacerlo, y no cometería errores. No en su nuevo colegio.
Cuando pasó por al lado de ellos, notó un ligero olor a cigarro, pudo ver que tenía las orejas con unos cuántos piercings, su cabello estaba teñido de verde por ciertos lados, no completamente, era una extraña mezcla. Sus ojos eran mieles, e intrigantes para Kurt. No sintió miedo a pesar de que todo el resto parecía tenerlo. ¿Qué era raro?, es decir, estaba claro que su vestimenta es fuera de lo común al igual que su pelo, pero…
Qué.
Era.
Raro.
El joven paró en seco enfrente de ellos, aún no se volteaba.
-Qué quieres, Anderson.-dijo Finn con voz dura, muy diferente a la que Kurt había escuchado al ser saludado por él.
-No te he hablado siquiera, Hudson.- contestó el joven entredientes. Posó la mirada en él.- Tampoco le haré algo a tu novia si eso quieres saber.- dijo con los ojos entrecerrados en un gesto de desinterés. Y ese joven fijó la vista en Kurt.
El joven de piel blanca, casi tan blanca como el papel, ladeó la cabeza en busca de alguna señal que demostrase algo negativo en el otro joven. No entendía por qué se peleaban o eran tan cortantes entre sí.
-¿Nuevo?.- dijo alzando una ceja.
-Ss…
-Kurt no hables con este…-dijo Finn dando un paso adelante.- No es necesario que te arriesgues.
-¿Arriegarse, Hudson? ¿En serio?.- dijo el joven de cabello ondulado enfrentado a Finn.- Por lo que sé, él es nuevo, y quiero conversar con él.
-No es necesario que lo hagas, ya sabes que nadie se atreve siquiera a mirarte aquí.
Y era cierto, Kurt vigiló el pasillo con algo de disimulo, todos los estudiantes murmuraban mirando la escena de reojo, escondiéndose detrás de sus carpetas o sus libros.
-Con que chismoso.- dijo joven colocando las manos en sus bolsillos.- No sabía que te gustaba oir los rumores, Finny.- dijo sonriendo irónicamente.
Kurt solo miraba la escena serio, la verdad es que no sabía qué decir o hacer.
-No sabía que a los nuevos le asignaban un chaperón.- dijo de pronto sacando a Kurt de sus pensamientos. El joven se había acercado al ojiazul y sonreía maliciosamente.- Ah, claro. Como no haberme dado cuenta.- dijo bajando la vista.
-¿Qué cosa?.- dijo Kurt frunciendo el ceño.
-De tu condición, supongo.
Kurt se puso rojo como un tomate, por favor, no aquí, no frente a todo el colegio, por favor, por favor , por favor…
-Cállate.- dijo Finn dándose cuenta de la incomodidad del joven.
El chico solo hizo una mueca y alzó sus hombros.
-¿Acaso es mentira?- y nuevamente dio otro paso acercándose a Kurt.- Diles cariño.
-No te me acerques.- dijo Kurt sacando fuerzas de la nada, porque, o sea él estaba dentro de su burbuja personal; trató de empujar al joven, pero éste le tomó las muñecas con fuerza antes de siquiera tocarlo.
-Hago lo que quiero, dulzura.- dijo apretándolas una vez más. Y Kurt notó que sus dedos eran callosos, probablemente provocados por una guitarra. No por golpes, como quizá el resto podía creer de él…
-Eso te hará muy hombre supongo- resopló Kurt algo enfadado. El resto de los estudiantes soltaron unas vagas risitas.
El joven sonrió alzando sus cejas.
-Sabes jugar, cariño…Pero te advierto una cosa.- dijo el joven y lo aprisionó contra el frio casillero.- Yo también sé jugar.
Finn sacó al joven de encima de Kurt de un manotazo. El joven empuñó sus manos dispuesto a pegarle de vuelta, pero el timbre sonó nuevamente y los profesores saldrían a los pasillos directo a otros salones y podrían verlos. Eso al joven rebelde no le importaba, pero a Finn sí. Y algo que sí hacía, era respetar a su oponente.
-Dejemos esto aquí- dijo caminando en dirección a las escaleras. Rachel suspiró sonoramente.
-¡Ten cuidado, Kurt!.- gritó la chica alzando sus brazos desesperada para luego colocarlos sobre los hombros del chico y lo encaminó a su salón de clases que correspondía. Éste miró por última vez por la escalera, al igual que el joven "Anderson" como Finn lo llamó. No supo si fue su idea, o si simplemente había ocurrido, pero juró haber visto al joven pronunciar: "Kurt" en sus labios secos y rosados.
-¿Cómo se llama?- preguntó Kurt sentado en la galería del campo de futbol junto a Rachel. Ambos estaban almorzando y disfrutando de un rato agradable.
-¿Quién?- dijo Rachel mientras miraba a Finn entrenar con los demás jugadores. La entrenadora Bestie los había amenazado que si no daban 10 vueltas no tendrían el permiso para ir a comer algo.
-Ya sabes, el chico de hoy en la mañana.- soltó Kurt. Rachel se atoró con su sándwich y tuvo que beber un poco de su jugo para poder casi gritarle.
-¡Ya te dije que él no es buena gente, Kurt!
-Pero quiero saber…-dijo Kurt visualizándolo entre el resto del equipo, no llevaba sus piercings, supuso que era debido a que podía lastimarse en un descuido de ponerse mal el casco, o alguna clase de golpe.
-Ah…-suspiró Rachel resignada, parece que su nuevo amigo era muy obstinado.
-Blaine Anderson.- dijo entredientes.
-¿Por qué dices que no es buena gente?.- preguntó mordiendo un trozo de pollo de su ensalada.
-Porque simplemente no lo es, Kurt.- dijo mirándolo seria.- Apenas llegó causó graves problemas.
-¿Qué clase de problemas?.- dijo Kurt al instante, se soprendió a sí mismo al verse tan intrigado en querer saber sobre ese joven. Ese tal Blaine.
-Casi incendió el laboratorio de química…-dijo Rachel.- según Puck, lo único que recuerdan es que la maestra lo había regañado, porque no siguió las indicaciones. Blaine en un arranque de madurez..-agregó Rachel en tono irónico.- le tiró la mezcla de química al delantal de la profesora, falló y cayó sobre una matraz. Generando una semi explosión…fue un caos, la alarma de incendio, los gritos, la tos convulsiva, ojos llorosos, bebés naciendo…
-¿Bebés naciendo?.- dijo Kurt desconcertado.
-Quizá Puck agregó una que otra cosa.- dijo Rachel haciendo un gesto con su mano para luego apoyar su rostro en ella.- Han circulado un montón de rumores, Kurt…rumores que quizás no te imaginarias.
-No creo en los rumores.- dijo Kurt guardando sus cosas en un pequeño bolso para luego sacar una manzana.- Los rumores los crea la gente, generan una mala imagen de alguien, quizá no sea tan malo.
-¿Quizá no sea tan malo? ¿Kurt, de verdad piensas eso?.- dijo Rachel incrédula.-¿Acaso te parece poco la forma en que te trató en el pasillo?
Kurt reflexionó…por poco y le grita a toda la escuela que es homosexual, la verdad es que eso no le agradó, quizás Rachel tenía razón. Un sentimiento de enfado nació en el joven, era verdad, por poco y revela algo demasiado personal para él.
-Quizá tengas razón.- dijo Kurt en un susurró.
-Claro que tengo razón- dijo Rachel asintiendo.
Un silbato sonó haciendo a Kurt salir de sus pensamientos, Rachel sacudió su falda.
-Finn ya terminó, pronto vendrá acá a acompañarnos.- le explicó la joven a Kurt con una sonrisa en el rostro. Kurt no pudo evitar sonreir de vuelta; era notorio a millas que Rachel amaba a Finn muchísimo.
-No sabía que las chicas también venían a ver los entrenamientos.- escuchó Kurt de pronto. Levantó la vista buscando de dónde provenía esa voz. "…las chicas", esa persona lo había catalogado de mujer ante el resto de los jugadores de fútbol. ¿Ups..?
-Una que se viste anticuada y otra ridícula. ¿Qué peor?.
Varios jugadores comenzaron a reírse. Kurt tuvo que ponerse de pie para ver quién lo decía….Oh.
-¡Métete en tus problemas, Blaine!- le encaró Rachel desde su lugar.
Blaine sonrió y se encaminó a la galería aún con el traje puesto.
-Uy…y sabe gritar fuerte.- dijo alzando una ceja.
-¿Me harías el favor de no gritar a los cuatro vientos mi privacidad?-dijo Kurt pasando por al frente de Rachel, quedando entre ella y Blaine.
-¿Privacidad?, pero si lo estas diciendo a gritos solo con esa ropa puesta.
-Entonces, por favor, sigue tu vida. No te metas en como me visto.
-Ah, también tu tono de voz tan soprano.- dijo con sorna, luego colocó una mano en su cintura imitando al joven ojiazul.- Oh, claro esto también.
Kurt perdió la paciencia y empujó a Blaine con sus manos, pero nuevamente el chico las tomó antes de siquiera tocarlo.
-¿¡Por qué te empeñas en molestarme!?- gritó Kurt mirándolo a los ojos.
Rachel emitió un sonido parecido a un chillido y salió corriendo en dirección a los camarines, probablemente en busca de Finn.
Blaine rió en silencio.
-¿Crees que si yo te hago esto, ellos serán más suaves contigo?.- dijo el joven soltándole las muñecas.
Kurt las tocó unos cuantos segundos para hacer que la circulación volviera. Y luego analizó lo que le había dicho. ¿Más suaves?
-¿A qué te refieres?.- dijo Kurt sin comprender.
Blaine negó con la cabeza mirando el escalón que había bajo ellos.
-No sabes a dónde viniste a caer, Kurt.
"Kurt". Ése joven lo había llamado por su nombre. Como si nada. Como si se hubiesen presentado antes. Como si fueran amigos. Como si no lo hubiese insultado.
-Creo que sé lo que hago, Blaine.
"Blaine". Un escalofrío recorrió el cuerpo de joven ojimiel. Hace mucho que no escuchaba que lo llamaran por su nombre.
-Crees.- admitió Blaine negando.- No puedo decirte más, cariño. Solo que no digas que nadie te advirtió.
-Déjame solo. Y no me digas "cariño".- dijo Kurt haciendo una mueca hasta el punto de arrugar su nariz.
-¿Dulzura?.- dijo Blaine mirándolo por sobre su hombro antes de bajar los escalones.
-¡Aaaaagh!- soltó Kurt nuevamente.
Blaine rió sonoramente. Y Kurt detuvo su berrinche, todo se detuvo, la manzana que traía en su mano cayó por los escalones perdiéndose entre el pasto mal cortado bajo las gradas. El viento no sopló. Era solo un momento de "La risa del chico rebelde y el cerebro derritiéndose de Kurt".
-Se te notan más las pecas si haces eso.- dijo girando la cabeza por completo caminando a los camarines, esquivando a Rachel y la mirada enfadada de Finn.
¿Qué ocurrió?, Kurt trató de conectar su cerebro a todo lo que circulaba por su cabeza, pero . no pasaba nada. Lo único que había en su mente era un Kurt desconcertado, un Kurt que de seguro había estado mucho rato al sol para que le salieran pecas pero, no entendía por qué razón el chico que lo estaba tratando así de mal frente a todo el colegio, le había dicho que fuerza cuidadoso y que no sabía dónde se venía a meter y bueno…era verdad. Kurt no lo sabía.
-¡Lo siento Kurt!.- dijo Rachel haciendo una exagerada reverencia.- Pero no puedo irme contigo, tengo ensayo del club Glee hoy. Creo que será extendido, estamos viendo coreografías y…
-Tranquila Rachel, comprendo.- dijo Kurt sonriendo.- Creo que es mejor que me vaya ahora antes de que se me haga tarde y mi papá me regañe.-agregó con una pequeña risa.
-Ok.- dijo Rachel.- ¡Nos vemos mañana!
-¡Claro!.- dijo Kurt despidiéndose con la mano y caminó a la salida.
Kurt sintió que hacía frío, mucho más que el que sintió en la mañana y comenzó a tiritar levemente. Miró al cielo y lo entendió, probablemente llovería. Apresuró el paso por miedo a que empezara a llover antes de llegar a su casa. Ahora se lamentaba no haber venido en su camioneta. "No papá, causaré mucho impresión y no quiero". Cuánto se odiaba por haber dicho eso esta mañana a Burt en el desayuno.
-¡Hey Lady!- escuchó que le gritaron, claro que entendió que se lo decían a él. Pero…¿Quién?
Se giró y vio un grupo de 3 futbolistas apoyados al lado del basurero.
-¡Ven aquí!-gritó el que estaba a su lado.- ¡Si no vienes por las buenas, te traigo por las malas!.- dijo al ver que Kurt no movía de su lugar.
Kurt no sabía qué hacer, ¿Correr? ¿Gritar? ¿Ir hasta ellos?. Quizá esa última, no era la mejor opción. Optó por la primera, pero fue inútil. Los futbolistas corrieron hasta alcanzarlo y levantarlo del suelo por sus extremidades.
-Suéltenme, ¡No he hecho nada malo!.- gritaba Kurt tratando de zafarse. No le importaba caer al piso y tener que correr nuevamente, porque eso era lo único que tenía en mente. Pero al parecer esos jóvenes no pensaban en soltarlo.
-Ok- dijo el tercer chico.- Seremos claros, homo.
"Homo" resonó en la mente de Kurt. ¿A esto se refería Blaine? ¿A estos tratos?
-No nos gustan ustedes en nuestra escuela.
-Exacto, dijo el chico que le sostenía el brazo izquierdo, así que por favor agarra tus cosas y lárgate de aquí.
-¿¡Eres idiota!?- gritó Kurt enojado.- ¡No me iré por unos homofóbicos como ustedes!
Y esa gota rebalsó el vaso.
Lo único que agradeció Kurt, es que había unas 5 bolsas de basuras que hicieron la caída más suave. No, no se esperaba este recibimiento en su primer día. Los chicos se fueron riendo y dándose palmadas entre ellos. Kurt abrazó sus rodillas y tiriró, pero más fuerte que antes. Sí. Tenía miedo de qué pasaría luego, o mañana o pasado…o quizá el resto del año.
-No quiero decir "te lo dije", pero…Oh santo Dios, claro que te lo dije.- escuchó Kurt una voz que provenía desde fuera, el ojiazul trató de asomarse por el basurero y lo logró.
-Ah, eres tú.- dijo al ver a Blaine apoyado en la muralla con un cigarro entre sus labios. Kurt se dejó caer nuevamente sobre las bolsas de basura.
-Esperaba un poco más de entusiasmo. De hecho algún regaño hacia mi persona.- dijo Blaine y Kurt pudo escuchar como exhalaba el humo del cigarro.
- ¿Para qué? Si ya mi chaqueta se arruinó.-admitió Kurt observando sus mangas ahora manchadas con quizás qué cosas.
-Te acaban de tirar por un basurero, y estas preocupado de una chaqueta…¿Te haz puesto a pensar si eres normal?.- dijo Blaine lanzado su cigarro sin terminar al piso y lo apagó con su zapatilla.
-Soy normal, tengo sentido de vestir.- dijo Kurt asomándose nuevamente por el basurero y se encontró de frente al chico. Su respiración se cortó por un segundo.
-No creas que esto será rutina.- dijo Blaine tomándolo por debajo de sus hombros y lo sacó del basurero hasta colocarlo fuera.
Kurt se tambaleó extrañado, se apoyó unos cuantos segundos en la fría lata del contenedor.
-¿Y tú me ayudas por…?-dijo Kurt alzando sus cejas.
-¿Qué? ¿Quieres que te tire de vuelta?-dijo Blaine y como si Kurt fuese una pluma, algo que no pesara ni 100 gramos, lo tomó en brazos en dirección a la basura.
-¡No!¡NO!- gritó Kurt pataleando- ¡Esta bien, esta bien, bájame!
Y Blaine lo hizo con una sonrisa en su rostro.
-Pareces una niña pequeña.- dijo Blaine mirándolo.- ¿No traes las típicas muñecas que suele llevar?
Kurt hizo el ademán de querer golpearlo, pero paró en el aire y bajó el brazo mirando el piso.
-¿Qué?¿Ya no me golpeas? ¿Te diste cuenta de lo bueno que soy?.- dijo mostrando sus fornidos brazos a Kurt. El joven de piel amarmolada, ni siquiera los miró.
-No.- dijo susurrando.- No lo haré, porque me ayudaste ahora. Y sería injusto golpearte o discutirte de vuelta. No estaría agradeciendo correctamente.
A Blaine se le vació el pecho. ¿Cómo? ¿Alguien le estaba agradeciendo? ¿A él? Blaine Anderson.
-Debo irme a cambiarme de ropa antes de que mi papá llegue y me vea en este estado.- agregó Kurt mirándose los pantalones.- Tendré en cuenta lo que me dijiste hoy, Blaine.
"Blaine"
-Ve a ponerte tus vestidos y deja de fastidiarme con discursos cursis.- dijo el joven dándose la vuelta y caminando en dirección contraria a la de Kurt, sin rumbo en particular.
Kurt no entendió. ¿Cómo es que fue tan amable y ahora tan distante?
¿Quién es Blaine Anderson?
Hola a todos :) Me presento, soy Carolice. (No, no es mi nombre real)
Bueno, esta es una de las primeras historias Klaine que me tomé muy en serio. He hecho unos cuántos (miles) de dibujos sobre este fic. Que wow, realmente le tengo un cariño inmenso.
Estoy poniendome de acuerdo con una amiga para poder traducirlo al inglés. Así que... eso es todo por ahora.
Dejen reviews y sus opiniones respecto al fic.
Saludos :)
