*Mis notas de autor suelen ir a lo último de los capítulos, pero siendo que en esta ocasión serán algo largas y necesito decir algunas cosas antes de empezar con la historia, optare por dividirlas en dos partes y poner una aquí.

Esta es la segunda de una serie de historias que he creado bajo un formato inusual para la página FanFic (o al menos para la sección en el español). Todas ellas están ubicadas en el tipo de mundo, pero ninguna de ellas está directamente conectada entre sí (al menos no en su transcurso). Siguiendo el hecho de que estas historias tienes los aspectos de un videojuego, cada historia puede considerarse una partida distinta (o universo paralelo). Cada una tiene un inicio y desarrollo distinto, pero de todas formas están presentes eventos y elementos similares. Todas las historias tienen el DxD Fantasy al comienzo para señalar este hecho. No piensen en ningún que estaré copiando y pegando las tramas. Si bien habrá similitudes, cada personaje hará su propia historia.

Para evitarme repetir muchas explicaciones sobre el mundo con el que me manejare, la historia donde habrá más de estas será "A Dragon Freelancer", en donde Issei es el protagonista. Siendo que DxD es la base de todo esto, considere que es el que tiene prioridad sobre los otros protagonistas del emprendimiento. De todas formas me tomare mi tiempo cuando deba.

Ahora antes de empezar, señalo algunas cosas sobre el protagonista que como ya deben saber por el summary es Naruto. Todo el mundo sabe como se ve, pero el presente tiene algunas que características que lo hacen diferir del original. La narración no me da un punto ideal en donde pueda describirlo y por ello hago la descripción aquí.

Su cabello y peinado son el mismo de Shippuden, pero este es un poco mas dorado que el original. Sus ojos son de color azul oscuro. Tiene 17 años, pero su altura ya ronda los 1,85m. Su complexión muscular es similar a la de Kakuzu y Madara (Resucitado). Vestimenta: Gabardina de escamas azules, el cual se extiende hasta casi los tobillos, y mangas largas de piel de oso negro. Pantalones de cuero oscuro y botas de piel marrón. Abajo del abrigo, una cota de malla metálica que representa la única pieza de armadura real del conjunto. Armas y otros están contenidos en los bolsillos alterados de su abrigo.

Sin más que agregar, doy comienzo.

.


DxD Fantasy - A God Bodyguard

No me pertenece Naruto, Highschool DxD, Final Fantasy, ni ninguno de los personajes y elementos de otras fuentes presentes.

Capitulo 1 (N)

-¡Que alguien saque a ese mocoso de allí!

-¿¡Acaso esta demente!?

-¡Lo van a matar!

-¿No será que él quiere enfrentarse al Old Hog?

-¡No seas, idiota! ¡Ni siquiera tiene un arma!

¡Urghh! ¿Si saben que puedo escucharlos, verdad? Siendo que hace solo unos instantes ustedes estaban desesperadamente clamando por ayuda, están siendo demasiado criticones con el que atendió a su llamado. Pero bueno. Mejor paso de largo los comentarios de esos humanos y me centro en quien es mi enemigo.

Se trataba de un jabalí. Un enorme y realmente grande jabalí. Unos 3 metros de altura y unos 8 de largo diría yo. De pelaje negro con un ligero brillo rojo, el cual estaba cubierto por flechas y una que otra cicatriz. Sus largos colmillos estaban llenos de muescas, pero aun así se veía que podían atravesar a cualquier oponente que se pusiera en su camino. En definitiva, el jabalí era una bestia que se veía que había pasado por muchas batallas y que posiblemente seria un oponente formidable.

Creo que el opina lo mismo de mí, porque detuvo todo el alboroto que estaba causando y planto sus ojos en mi dirección. Supongo que se debe a que yo soy el único del pueblo que no está gritando o escondiéndose. Ni siquiera los guardias de lugar estaban tratando de plantarle cara a la bestia que estaba destrozando su pueblo. O bien el jabalí estaba impresionado de mi persona o quería yo hiciera lo mismo que los humanos del lugar.

De cualquier forma, yo ya estaba dispuesto a pelearme con esa bestia y no había nada que me hiciera cambiar de opinión.

El jabalí viendo que no me iba a doblegar por su presencia, empezó a rasguñar el suelo con sus patas traseras y exhalar humo de su hocico. Era claro que estaba preparándose a cargar contra mí.

Yo simplemente levante mi mano derecha y le llame, incitándole a que viniera cuando quisiera.

No haciéndome esperar, el jabalí se lanzo hacia mí a toda velocidad. Yo queriendo hacer que el duelo fuera justo, no saque mi arma y corrí hacia mi oponente únicamente con mis puños.

Sus colmillos se me acercaron con la firme intención de atravesarme, pero yo me las arregles para ponerme entre ambos y evitar sus puntas. Ya en esa posición, solo tenía que lidiar con el peso de la criatura que todavía permanecía en carrera.

Fue entonces que extendí mis brazos y sujete los colmillos del jabalí para detener su avance en seco. Todo el pueblo quedo en silencio por el acto, incluso la bestia que no mostro resistencia por su abrupta captura. Supongo que ha quedado paralizada por la demostración de mi fuerza.

Sin embargo, detenerle no es todo lo que puedo hacer. Gire mi cuerpo y con ello arroje al jabalí al otro lado de la calle en donde nos encontrábamos como si tratase de un costal de papas.

Su caída se hizo oír, pero la bestia se levanto casi en el acto, mostrando una gran furia en su rostro.

Perfecto. No quería que la pelea terminara tan pronto.

El jabalí emprendió una embestida todavía más violenta que la anterior y yo esta vez no me dispuse a detenerle, sino que me colee hacia la derecha y lance un puñetazo bien dirigido a su mejilla izquierda.

El resultado fue inmediato. Un colmillo de la bestia salió volando y esta fue despedida una par de metros hacia atrás, cayendo nuevamente en el suelo. El problema esta vez fue que no se levanto

…..

-¡E-está muerta! ¡L-la bestia está muerta!-fueron las palabras un hombre que decidió acercarse al jabalí y comprobar su condición.

Yo estaba sin palabras. En verdad parecía que por fin había encontrado un oponente digno en este lugar, pero por desgracia me había equivocado.

Ughrr

Sin embargo, no puedo pensar que mis acciones no fueron una pérdida. Todas las personas del pueblo estallaron en euforia cuando se difundió la noticia que había derrotado al jabalí. Esta fue tanta, que antes de que me diera cuenta ya me encontraba en una especie de fiesta en mi honor, en donde el platillo principal no fue otro que jabalí asado.

Según me explicaron, el jabalí que había vencido era llamado Old Hog. Era una bestia que había aquejado a la población por un largo tiempo, ya que se había dado a la tarea de destruir los cultivos y edificios del lugar a su antojo. Algunos le habían intentado dar caza, pero ningún esfuerzo tuvo aval contra la bestia. El era demasiado para las personas de un pueblo granjero con el suyo.

Ya habían solicitado ayuda del exterior para lidiar con la bestia, pero el pueblo estaba demasiado lejos de las ciudades importantes como para que alguien se dignara a mandar ayuda. Además como era un pueblo modesto, no podían ofrecer una gran recompensa por la caza de la bestia por lo que tampoco habían recibido la ayuda de ningún cazador. Su salvación solo vino cuando yo hice aparición.

Los pueblerinos estaban debatiendo como recompensarme, pero yo les dije que no necesitaba nada. El solo hecho de poder disfrutar una deliciosa comida como lo fue el Old Hog es suficiente para mí. En todo caso, mi recompensa fue aliviar un poco el mal que me aqueja.

Yo…..estoy…..muy…. ¡Aburrido!

¡Arggh! ¡Por las barbas de Odín! ¡No pensé que mi primera visita a Midgard fuera tan frustrante!

He vagado por días por el bosque en la búsqueda de algún oponente con el que pudiera pelear, pero no tuve nada de suerte. Los lobos huían en los que mataba a uno de los suyos, los murciélagos podían ser matados como mosquitos y unos hombrecillos verdes con los que me tope, ellos simplemente daban demasiada lastima como para que siquiera pensara en golpearlos.

Siendo que en mi hogar había tenido la oportunidad de enfrentarme a Gigantes de Hielo y Trolls, era natural que viera a todo que he visto hasta el momento como inferior.

Ahhhh. Confiaba que por las historias de mi padre, Midgard sería un lugar interesante, pero por lo visto esa solo era una verdad a medias.

Supongo que lo sensato es que deje de la diversión a un lado y me disponga a buscar a Kushina y Shinji como se supone que debería estar haciendo. En realidad ellos son el motivo por el que ahora mismo me encuentro en Midgard. Ese par estuvo jugando con los hechizos de la hermana de papá y ahora mismo están desaparecidos.

Todo el mundo está molesto con ellos, incluido yo. No, no me molesta que hayan viajado a Midgard sin supervisión. Me molesta que no me hayan invitado. Eso ha sido cruel de su parte. Pero en fin, al menos logre convencer a mis padres de que yo fuera quien los buscara.

Se suponía que eso me daría la oportunidad de divertirme por igual, pero por desgracia ese no fue el caso.

En fin. Lo mejor es que dedique a lo mío y termine como encomienda pronto. Luego tal vez pueda colarme en alguna misión que tengas las Valkirias. Pasar el tiempo con ella es divertido en todos los sentidos.

-o-

No tengo quejas con dormir al aire libre, pero fue agradable que los pueblerinos me dejasen pasar la noche en su posada. Con ello ahora estoy completamente recargado y puedo empezar el viaje con todas mis energías. Mi primer destino será la ciudad de Neo-Roma, pues, según me dijeron esa es la ciudad que estaba más cerca del pueblo en donde estoy.

Era necesario aclarar que ese "cerca" era solo relativo, pues se necesitaban varias semanas de caminata para poder llegar a aquel destino. Oír que necesitaba recorrer tal distancia era algo desalentador, pero aparentemente esa era mi mejor opción.

Comente que estaba buscando a unas personas con características como las mías y los del pueblo me dijeron que lo más adecuado era que fuera a alguna ciudad Neo para encontrarlos. Dijeron que si ellos eran tan fuertes como yo, seguramente irían a probar suerte en aquellos lugares.

Una pista vaga, pero al menos es algo. Eso de buscar cosas a ciegas no es nada agradable. Una vez un Enano me mando a buscar un mineral en una cueva sin antes decirme cómo era este…Pasaron varios días antes que los demás me encontraran.

No quiero perderme de nuevo, por lo que esta vez decidí hacer uso de un mapa para llegar a mi destino. Simplemente tendría que seguir el camino indicado y llegaría a esa ciudad de la que me hablaron.

Los del pueblo también me ofrecieron un caballo, pero opte por rechazarlo. Aun cuando fuera más rápido que ir caminando, ni loco haría todo ese trayecto por tierra. Una vez que me despedí adecuadamente, puse mi ser en el cielo y emprendí mi camino hacia Neo-Roma.

No sé leer las distancias de los mapas muy bien, pero dado que voy por aire debería poder llegar a mi destino en cuestión de días.

-o-

¡O por los nueve reinos! ¿¡Cuál es el norte y cuál es el sur!? ¡No tengo la más mínima idea de cuál es cual!

Supongo que una brújula seria de ayuda, pero vi tal instrumento como innecesario para mi travesía y no traje una. Usualmente encuentro mis destinos con la ayuda de un algún indicio visual o alguien que me guía a ellos, por lo que ahora que estoy orientándome con un mapa, estoy completamente desubicado

Creo que no me queda de otra más que encontrar otro pueblo y pedir indicaciones. Espero que sean tan gentiles como en el primero.

-o-

-¡T-tu!… ¿¡Q-que clase de monstruo eres!?-dijo el ultimo de mis enemigos antes de que su cabeza fuera bateada hacia la lejanía.

Hmpf. Esa pregunta la debería hacer yo.

Tiene suerte que haya sido suave y solo recurriera a un leño para ocuparme de él y sus compañeros. Realmente se merecían que usara mi martillo para que los pulverizara.

Hacía nada que había visto un campamento desde el aire, por lo que decidí aterrizar para ver si alguien podía darme una seña de en que dirección estaba Neo-Roma y lo que me encontré fue una escena nada agradable.

El campamento estaba conformado por siete criaturas humanoides con hocico de puerco, tres doncellas que tenían sus manos atadas, un caballo y una carreta tapada que despedía un fétido olor.

No había que ser un genio para darse una idea de lo que pasaba, por lo que la petición de auxilio de una de las cautivas fue suficiente detonante para que yo me dispusiera a acabar con todos los monstruos que se encontraban en el lugar.

Si bien fui algo violento, las doncellas que rescate no pudieron estar más felices por mi aparición. Según me explicaron, su aldea había sido atacada hacia poco por Orcos (las criaturas que había asesinado) y ellas habían sido secuestradas para ser llevadas a su asentamiento. El motivo de sus actos era sencillo e inconcebible. Los Orcos querían humanos para alimentarse y hembras para poder reproducirse.

Ambas cosas me parecieron enfermizas, por lo que no siento ninguna pena por lo que hice.

Siendo lo que soy, no debería interferir en asuntos mortales sin permiso. No obstante, mi madre fue humana y no puedo tolerar ninguna injusticia hacia su especie. Si está en mi poder, yo debo hacer todo para defenderles.

Por ello me di a la tarea de llevar a las doncellas a su respectivo hogar.

Sobre la carreta…ella transportaba los cadáveres de múltiples aldeanos que los Orcos habían asesinado. Llevarla al pueblo para que se le diera el adecuado funeral iba a ser estorboso, pues significa que no iba a poder volar con comodidad. Sin embargo, le deje la decisión a las doncellas, debido a que considere que con todo lo sucedido, ellas al menos debían control sobre algo.

Ellas me respondieron que los cadáveres habían estado demasiado tiempo a la intemperie y que ya no era seguro enterrarlos. La única opción viable era quemarlos. No entendí muy bien sus razones, pero les hice caso. Siendo que la cremación es el único tipo de funeral que conozco, no le encontré mayores problemas. Prendí fuego a la carreta y encomendé sus almas a Hela.

-o-

Mi habilidad de vuelo permitió que las doncellas pudieran volver a las puertas de su hogar en solo cuestión de horas. Dos de ellas habían perdido a sus familiares, pero de todas formas, las tres estuvieron muy agradecidas por ser liberadas de un destino peor.

Me hubiera gustado llegar antes, pero aun así los aldeanos me agradecieron por el servicio. En esta ocasión era seguro que no habría celebración, pues se veía que ellos estaban recuperándose del ataque.

Les pregunte si estos pasaban seguidos y ellos respondieron que los ataques de Orcos ocurrían de vez en cuando, pero que últimamente estaban haciéndose más osados. Esa era la primera vez que atravesaban la defensa que tenía la ciudad. Ellos manejaban la idea de que los Orcos estaban organizándose en una comunidad y que esa era la razón por la que sus ataques ahora eran más rapaces.

Pregunte si podía ofrecer alguna ayuda, pero me contestaron que ya habían hecho una solicitud al gremio para atender el problema. La comunidad de los Orcos debía alcanzar los treinta miembros y era necesario un pequeño escuadrón de cazadores para lidiar con ellos.

¿Treinta? Pfff. Eso no era nada les dije. Yo podía lidiar con todos esos tipos con los ojos cerrados. Los Orcos eran más fuertes que los humanos, pero menguaban frente a los Trolls. Por ello yo podía ocuparme del asunto por mí mismo.

Inmediatamente me preguntaron si era un cazador y les respondí que no, pero que si era alguien que estaba dispuesto a ayudar.

-o-

Devolviéndome sobre mis "pasos", ubique el punto donde había encontrado a las doncellas y quemado la nefasta carreta. Desde esa posición supuse que podría conseguir el asentamiento de esos Orcos. Como dudaba que los caminos de la zona me guiasen, opte por algo que considere que sería más práctico.

Los Orcos apestan horriblemente. Es un olor que realmente no quisiera volver a sentir, sin embargo lo usare para encontrar a la base de esas bestias. Tengo un buen olfato y rastrear el fétido olor de los Orcos será pan comido.

-o-

Bien. En verdad siento como si fuera a vomitar en cualquier momento, pero por fin he dado con el asentamiento de los Orcos.

El jefe de la aldea tenía razón con lo de que los Orcos estaban formando una comunidad. Ellos no tenían un simple campamento o aldea, el hogar de las bestias era más bien un fortaleza construida a partir de troncos y rocas. Su número de miembros ya debía sobrepasar las cincuentas cabezas. Era evidente que los Orcos tenían un nivel de organización mayor que el de los Trolls, pues estos apenas si habitaban cuevas.

Viendo que tenían cierto nivel de inteligencia, opte por no llegar al lugar aplastando cráneos. Me ubique en el centro de la fortaleza y llame a su líder a todo pulmón. Estaba dispuesto a negociar con ellos una desocupación pacifica de la región.

En primer momento todos se burlaron por mi llegada y me llamaron un mocoso suicida. Cuando mate al primer par que vino a por mí con simples puñetazos, los Orcos entendieron que lo mejor era atender a mis palabras.

Su líder pronto apareció ante mí e intento intimidarme con su presencia. Vestía con una armadura de piel y portaba un collar con tres cráneos humanos. Portaba un martillo de guerra que casi era de su altura, la cual era de 2 metros.

-¿Y bien humano? ¿Quién te crees que eres para venir a nuestro hogar y hacer exigencias?-dijo el Orco líder.

-Mi nombre es Naruto y he venido a hacerles una oferta-dije con una voz firme. -Liberen a sus prisioneros y abandonen estas tierras para nunca volver. Hagan eso y yo no tendré que matarlos a todos.

-¿¡Disculpa!? ¿Con que derecho vienes a hacer esas demandas?

-No las hago por algún derecho. Hago estas demandas por el deber que tengo hacia los humanos y todos aquellos que sufren de injusticias. Ustedes han perturbado la paz de los habitantes de estas tierras y yo he venido a detenerlos.

-Grrr. Estás muy desubicado, alimaña. Estas tierras a partir de ahora serán de nosotros y nadie lo impedirá.

-Veo que tienen ganado y su especie tiene hembras. ¿Por qué entonces cazan a los humanos y secuestran a las doncellas?

-Los humanos son una plaga. Que mejor forma de deshacerse de ellos que comiéndolos. Son un buen tentempié. Sobre sus hembras. ¿Acaso no es obvio? Sus hembras son ideales para procrear. Se rompen rápido, pero nos permiten incrementar nuestros números rápidamente.

-Ya veo-dije suspirando con decepción. -Es lamentable. Esperaba que ustedes fueran algo más que criaturas barbáricas-dije llevando mi mano al bolsillo derecho de mi abrigo. –Pero veo que fue tonto hablar con ustedes.

-Lo tonto fue que pensaras que podías contra todos nosotros-dijo el Orco líder dándome la espalda. -¡Maten a esta alimaña!-dijo a sus subordinados. –El será el estofado de esta noche.

Esa criatura debía sentirse afortunada de que no me gustaba atacar a los demás por la espalda. De lo contrario su cabeza ya estuviera en el suelo. No obstante el iba a perecer junto con todos aquellos monstruos que estuvieran en el campamento.

Eran muchos los que me rodeaban y estaba el detalle de que había doncellas atrapadas en las jaulas de esas bestias. Por ello necesitaba un arma que me permitiera una aniquilación rápida y precisa. Mi katana Spellbreaker era la ideal para la tarea.

Antes de que alguno de los Orcos me alcanzara, yo ya había desenfundado y usado mi arma para córtalos con ataque circular. Seis cayeron por mi ataque, pero sus compañeros no pararon su acometida y fueron contra mí, empuñando hachas y mazas.

Ninguna de esas armas era rival contra el filo de Spellbreaker. Cortar a través de ellas era igual de sencillo que cortar a través de las bestias que enfrentaba.

A decir verdad, no podía decir que estaba en una pelea. Esta estaba completamente a mi favor. Sin embargo, esa no es razón para confiarme. Las cautivas tenían una luz de esperanza en sus ojos por mi aparición y no podía permitirme decepcionarlas.

Viendo que sus números caían, los Orco decidieron mostrarme cómo es que había hecho tanto daño a la aldea que visite. Ellos poseían bastones de hechizos del mismo tipo que los Elfos suelen usar. Con tales artefactos, hasta la más estúpida de las bestias puede usar magia sin mayor problema. Basta con activar los bastones para que estos dispararan un hechizo predeterminado.

Los Orcos pusieron en uso aquellos artefactos atacándome con bolas de fuego que surgieron de los cristales de los báculos. Lastima para ellos que tal ofensiva era inútil contra mí. Por algo mi arma se llama Spellbreaker.

Un roce de su hoja es suficiente para cortar la gran mayoría de los hechizos en existencia y las bolas de fuego que me lanzaron no fueron la excepción.

El único Orco que no se paralizo por la impresión de ver que podía cortar el fuegopor la mitad fue el líder. El más bien se molesto y decidió lidiar personalmente conmigo. Era notoriamente más fuerte que sus lacayos, pero….fue fácilmente vencido por un golpe que lo mando más allá del horizonte.

Fue un acto innecesario, pero debía dejarle en claro a los demás que no tenían ninguna oportunidad contra mí. Seguir con la pelea, era solo prolongar una matanza innecesaria.

El mensaje fue inmediatamente recibido y las bestias que quedaban en pie huyeron en el acto.

Lo siguiente fue tratar con aquellas que estaban cautivas en aquel horrendo lugar. Había un total de quince doncellas, por lo que fue necesario habilitar una carreta (limpia) para poder llevarlas al pueblo más cercano. Volar cargándolas con mis brazos no era hubiera sido seguro.

-o-

El viaje me pareció eterno por lo lento que fue, pero bueno. La alegría de las doncellas era algo que valía mi esfuerzo y mi tiempo. Por más que quisiera encontrar a Kushina y Shinji, no puedo ignorar aquellas situaciones que puedan ser solucionadas por mi mano. Supongo que ahora que he brindado un alivio a esta golpeada región, alguien podrá brindarme algunas señas de cómo seguir con mi camino.

-Disculpe-escuche a mis espaldas, mientras estaban pensando a quien consultar. Al voltearme encontré que era una de las doncellas rescatas la que había solicitado mi atención. –Ilustre guerrero, ¿podría permite unos minutos de su tiempo? Hay algo que quisiera consultarle en privado.

-Por supuesto, mi lady-dije a la doncella. Posiblemente la aldea en donde estamos no es su hogar, por lo que quiere pedirme que le escote a otro sitio.

De hecho, ahora que le estoy tratando, podría descubrir que es lo que me intriga de esta doncella. Para empezar, ella era muy distinta a las otras que estaban con ella. Mientras que las demás tenían las ropas propias de una campesina, la doncella en cuestión poseía un vestido de color azul que se veía pertenecía a alguien de clase.

Bien podía compararle con una Alto Elfo, pues poseía el mismo porte real que tenia la mayoría de esa raza. Sin embargo, sus rasgos eran humanos. Su cabello era corto y de color negro, raro en una dama debo decir. Sus ojos eran violetas como los de mi madre, por lo que sentí mayor tentación de ayudarle. Siendo que además portaba esos objetos que llaman lentes, pude intuir que debía pertenecer a algún círculo social elevado.

La doncella me llevo lejos del tumulto que actualmente tenia la aldea. Allí es inhalo y exhalo aire múltiples veces antes de verme directamente a los ojos.

-Seré directa y honesta contigo, ilustre guerrero. Mi nombre es Sona Sitri y soy una Demonio. Una Demonio de clase alta que necesita de la asistencia de un guerrero que pueda protegerme de quienes me persiguen.

-….

-Son seres extremadamente poderosos y peligrosos. Como tal, nadie en su sano quisiera lidiar con ellos. No obstante, en verdad necesito de alguien que esté dispuesto a hacerlo, ya que mi vida depende de ello.

-…...

-No dispongo de dinero ni joyas. Mi triste realidad es que no tengo nada material que ofrecerte. Por esa razón, si llegas a aceptar mi petición, yo jurare lealtad ante ti y te seguiré hasta el fin de los días. Mi vida te pertenecerá en lo absoluto.

-…

-Entonces, noble guerrero. ¿Cuál es tu respuesta?

-….. ¿Eh?

.


Corte.

Espero que este primer capítulo les haya gustado. Difiere bastante de lo que originalmente planeaba, pero igualmente funcionara.

Los comentarios sobre este Naruto se los dejo a ustedes. Aquellos lectores atentos a mis historias sabrán más o menos cual es trasfondo de este personaje. (En serio que debo actualizar mis fics mas longevos).

Ya podrán imaginarse en qué tipo de predicamento estará Sona para que llegue al nivel de dramatismo de Rias. Hagan sus apuestas sobre quiénes son sus persecutores. Es alguien que no imaginaran.

En todo caso, eso se sabrá en el siguiente capítulo. Para hacer dinámica la historia alternare de vez en cuando los puntos de vista de los personajes principales. Una N y una S serán el indicativo de cual personaje lleva la batuta. Si es Naruto o es Sona.

Sin más que decir me despido.

Pd. Cualquier similitud de Naruto con cierto Demonio peliblanco de Capcom no es una coincidencia. No hay ninguna descendencia secreta, pero eso no es impedimento para que le dé a Naruto algunas cosas.