Hola a todos! En verdad sé que no está bien escribir un nuevo fic teniendo otros por continuar, pero es que la idea ya no me dejaba tranquila (ni siquiera para dormir). Solo espero que sea del agrado de todos uds.

Los personajes de la serie Inuyasha no me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takahashi. Sólo la historia es de mi total propiedad.


Capítulo 1

El viaje la había dejado más que agotada, pero sabía que valdría la pena… porque, aunque le había dicho a su prometido que volvería un día antes de la boda, no pudo aguantar las ganas de verlo y decidió adelantarse un día más.

-"En dos días seré la señora de Taisho jeje" decía la joven que miraba su anillo de compromisos. Era muy joven para contraer nupcias, con solo 20 años era jefa de la empresa que era propiedad de los padres de su amado.

La azabache de ojos castaños descendía del avión. Su vestido crema con su portafolios le hacían ver como toda una empresaria. Echó una mirada a su reloj de mano, quería asegurarse de no haber llegado tan temprano. –"Espero que Sesshomaru llegue a tiempo, o si no juro que lo mataré"

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Sabía que su vuelo era el último, lo sabía porque ella lo había llamado el día anterior para informarle que llegaría dos días antes de la "añorada boda" como él mismo le decía. Era sorprendente que aquella mujer se fuese a casar con su hermano menor, él que había sido todo un casanova…

-"Lo aprendió del mejor…" sonrió para sus adentros, era el mejor ejemplo de que el amor te hace cambiar. –"Yo también pienso casarme pronto"

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de su celular, sí que era inquieta la pequeña esa.

-"Dime" fue lo único que dijo como saludo

-"Estas cerca del aeropuerto, ¿verdad?" la voz de la persona que le hablaba parecía un poco impaciente por su llegada.

-"Lo suficiente" su cortante respuesta bastó para callar cualquier reclamo que le hubiese encantado soltarle.

-"Sesshomaru, creo que ya vi tu auto"

-"Entonces espera hasta que pueda aparcar el carro, ¿vale?" la persona del otro lado del móvil no lo dejo continuar, le había colgado.

Bajó de su auto un poco molesto. Sus cabellos platinados y sus ojos ambarinos lo hacían ver seductor y con un aire místico que derretía a cualquier mujer, y eso que se consideraba "mayorcito" por tener 25 años. Solo llevaba puesto una camiseta en azul, unos jeans, y unas zapatillas en negro.

A lo lejos vio que la azabache le hacía señas con las manos para que le ubicara. Estaba en la puerta del aeropuerto con sus maletas de viaje.

-"Hasta que al fin llegas" la azabache agarró su maleta azul, la más pequeña, para guardarla en la cajuela del carro.

-"También me alegro de verte, Kagome" le respondió con sarcasmo, sin duda que su futura cuñada le caía bien.

-"También me alegro, pero es que llevo más de 15 minutos esperándote" sabía que había sido una maleducada pero es que le sacaba de sus casillas.

-"Tranquila cuñada, no hay problema" la azabache le regaló una sonrisa. –"Ahora apresurémonos a llegar rápido a la mansión, creo que a mi madre no le molestará que te quedes hoy" la azabache sintió un frío recorrerle la espina dorsal, algo no andaba bien.

-"Espero que no sea nada malo" pensó para sus adentros la azabache.

-"Qué pasa, Kagome¿?" preguntó un poco preocupado el ambarino

-"Mmm… no es nada"

-"Bueno, ¿vamos?" el joven avanzó hasta llegar a su carro, pero la azabache seguía estática en la puerta del aeropuerto. –"Kagome" le llamó, atrayéndola a la realidad.

-"¿Y mis maletas?" preguntó la chica al ver que sus maletas no estaban en donde ella creía.

-"Están en la cajuela" las mejillas de la mujer se tiñeron de un rojo carmesí, por estar pensando tonterías no se había dado cuenta que Sesshomaru había guardado sus maletas.

-"Vámonos" la mujer subió al auto de su cuñado, pero un dolor en su pecho apareció de la nada, como si le estuviese advirtiendo de que ir a la mansión de los Taisho no era una buena idea. –"Creo que es solo mi imaginación" ignorando el dolor y el escalofrío que le recorrió en menos de 5 segundos, se puso el cinturón de seguridad para ir al que sería su futuro hogar.

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Ya habían llegado a la mansión hace como 5 minutos. Su corazón no dejaba de latir con desenfreno, algo no estaba bien, sino ¿por qué no quería entrar al lugar?

-"Vamos" Sesshomaru bajo del auto y abrió la puerta principal de su hogar. Ella también bajo, claro que no se quedaría con el beneficio de la duda. A decir verdad, la curiosidad le carcomía en la entrañas.

Subieron las escaleras, todo estaba silencioso ya que los dueños de la mansión estaban en un viaje de negocios, regresarían para el día de su boda con Inuyasha. Su corazón volvió a palpitar con más fuerza, se acercaba a lo que le carcomía y le confundía.

Unos ruidos extraños le sacaron de sus pensamientos, Sesshomaru dejo en el piso con sumo cuidado las maletas de la azabache, algo no andaba del todo bien en su casa.

Kagome y Sesshomaru se vieron por un momento, los ruidos provenían de la habitación de Inuyasha. Con cautela se acercaron a la puerta semi-abierta de la habitación de Inu, pero lo que vieron los dejó a ambos con un mal sabor en la garganta.

-"Ahhhh, Inu, ahhh"

-"Ohh Rin, dale así, dale nena, asiiii"

-"Inu, ahhh, que ricoooo"

Kagome vio con sus ojos a su "prometido" tener sexo con la novia de su cuñado. Esto era el colmo de los colmos. Sesshomaru no podía creer lo que veía, su novia… a la que le iba a proponer matrimonio, ¿teniendo sexo con su hermano? Eso era bastante para él, y sobretodo para la persona que se encontraba a su lado.

Inuyasha mordisqueaba uno de los pezones de la pelinegra, mientras que ella le aruñaba la espalda. El peliplateado la volvió a penetrar, ambos en un vaivén. La pelinegra enredo sus muslos en la cadera del hombre, haciendo que la penetración fuera más profunda y placentera para ellos.

-"Inuyasha" jadeaba la chica de la misma edad que Kagome. –"Si, dale más duro"

Inuyasha iba a complacerla, así que embistió con más fuerza, casi siendo un total salvaje, excitando a la mujer que se encontraba bajo él. La pelinegra se voltio quedando ella arriba de él.

-"Ohh Rin, asiii" la pelinegra parecía cabalgar con el pene erecto de su amante. Sus ritmos eran casi igualados y sus cuerpos estaban sudados.

-"Inuyashaaaa" la mujer se sacó el pene, estaba flacido. Se acurrucó en los brazos fornidos de su amante. Inuyasha le besó con pasión, parecía que volverían a tener una nueva sesión de sexo, pero algo hizo que ambos abrieran sus ojos de par en par…

-"¿Así que a esto te dedicas en mi ausencia?" Inuyasha se levantó de su cama, Rin se tapo el cuerpo con las sabanas de la cama, Kagome veía a su "prometido" con odio y decepción, y Sesshomaru veía fríamente a su querida novia.

-"Kagome, no es lo que estas pensando…" trató de excusarse.

-"¿Y todavía tienes el descaro de decirme eso?" ella no podía creer la clase de hombre que él era, simplemente no había forma de creer lo que había visto.

-"Kagome…" volvió a llamar a su prometida.

-"No digas mi nombre, tu boca no merece el privilegio de tan siquiera pronunciar mi nombre" Inuyasha trató de volver a llamarle. –"Sabes, no sé si dirás la verdad de las cosas, pero…" vio a su anillo de compromiso, su corazón se encogía de dolor. –"Después de todo te haré un favor" sacó el anillo de oro blanco con brusquedad. –"Creo que ahora sí te vas a poder revolcar con una cualquiera con mucha libertad" miró de soslayo a Rin. –"Porque sabes, no pienso casarme contigo"

-"Kagome…" trató de agarrarla por los hombros, pero una mano fue más rápido de lo que llegó a pensar. La azabache le había dejado marcado los 5 dedos de la mano en su rostro.

-"NO ME TOQUES" trató de retener las lágrimas que luchaban con salir de forma desesperada. –"¡JAMÁS PENSÉ QUE ERAS ASÍ! NO ME CASARÉ CONTIGO Y…" agarró las maletas tiradas en el piso. –"HEMOS TERMINADO, SE FELIZ CON CUALQUIERA RAMERA QUE SE TE CRUCE EN EL CAMINO" sus gritos despertaron a la servidumbre que dormía.

-"Kagome…" esta vez la llamó Rin, Kagome solo le vio con una frialdad que la hizo estremecer.

-"No me llames por mi nombre" se trató de calmar, debía recolectar la poca dignidad que le quedaba. –"Creí que eras mi amiga, pero creo que me equivoqué. No te conozco y ni pienso hacerlo" a Rin esas palabras le hicieron sentirse más mal de lo que ya se sentía. –"No quiero saber más nada de ti, VAYANSE AL INFIERNO" la azabache le tiró el anillo en la cara a Inuyasha, Rin rompió en llanto, Sesshomaru estaba más que sorprendido por la forma de actuar de la ex de su hermano, y la servidumbre veían atónitos lo que ocurría.

-"Sesshomaru…" trató de hablar la pelinegra.

-"No quiero escuchar tus absurdas explicaciones" Inuyasha sabía que si su ex le había dicho las cosas de forma expresiva, su hermano sería más ácido y… sabía que le dolerían.

-"Sesshomaru" se acercó la pelinegra, las sabanas solo le cubrían la parte de adelante.

-"Sabes, nunca pensé que fueras así, Rin" la mujer estuvo a punto de abofetearlo, pero la mano de Sesshomaru la detuvo. –"De haber sabido que tenía a una cualquiera como novia, habría terminado contigo desde hace 3 años"

-"Yo…" balbuceó la mujer

-"No quiero escucharte" miró a su hermano. –"Y tu, jamás creí que serías capaz de acostarte con mi ex"

-"¿Tu ex?" preguntó la pelinegra

-"Si, mi ex. Porque desde hoy tu y yo no somos absolutamente nada"

-"Sesshomaru…" trató de hablar Inuyasha

-"Tampoco quiero escuchar tu versión de los hechos" Inuyasha sentía que todo era una simple pesadilla. –"Desde hoy dejas de ser el hermano que yo en algún momento de mi vida quise y protegí" diciendo esto, salió para darle alcance a su ex cuñada.

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Estaban callados, ambos estaban destrozados por lo que habían visto y, siendo sinceros, no querían hablar del asunto.

-"Gracias por traerme" le agradeció con una mueca parecida a un intento de sonrisa.

-"No es nada" bebió el contenido de su vaso.

-"Espero que no te incomoden mis amigas…"

-"Yo me ofrecí en acompañarte, no será un problema el estar aquí" la azabache sabía que el peliplateado no quería regresar a la mansión, por esa razón aceptó que le acompañase.

-"Kagome!" tres mujeres la abrazaron con fuerza, casi quitándole un poco de oxígeno.

-"¡Hola chicas!" los ojos de la azabache estaban rojizos por tanto llorar, pero su mirada se transformó de fría a cálida.

-"Pero Kag, ¿qué fue lo que te pasó?" Una joven de cabellos y ojos castillos le preguntó. Llevaba puesto una camisa en rosa pastel, una chaqueta negra, unos pantalones negros de tela y unos zapatos de tacones en negro.

-"Nada, solo que vi al que iba a ser mi esposo tener sexo con una de mis mejores amigas" no solo lo dijo rápido, lo dijo como si fuera la cosa más normal del mundo, dejando a sus amigas estupefactas.

-"¿Pero cómo?' ¿Con quién?" preguntó una pelirroja de ojos verdes. Llevaba puesto un vestido negro y unos zapatos de tacones bajos en color negro.

-"Con Rin" respondió la azabache, dejando que sus lágrimas se liberaran una vez más.

-"Pero ¿por qué?" preguntó esta vez una mujer de cabellos largos color negro y ojos castaños. Llevaba puesto una camisa roja, unos jeans negros, y unas sandalias negras.

-"Creo que no aguantó 1 año de abstinencia" los ojos ambarinos se abrieron de par en par, mientras que las amigas de la azabache se sentaban.

-"¿Dijiste abstinencia?" Sesshomaru no podía quedarse con la incógnita.

-"Si" respondió Kag de lo más normal.

-"Rin y yo jamás tuvimos sexo" esta vez la cuatro mujeres se sorprendieron. –"Dijo que perdería su virginidad después de casarse"

-"Pues créeme que no lo hizo" dijo con rencor la pelirroja.

-"Lo bueno de todo esto, Kag, es que no te casaste" consoló la pelinegra a su "hermana menor"

-"Creo que tienes razón, Kikyo" respondió con una sonrisa la azabache.

-"Sabes Kag, no te perdiste de nada bueno estas dos semanas" la castaña sintió que sus ojos no podrían aguantar el peso de las lágrimas.

-"¿Y eso, Sango?" preguntó inocentemente la azabache.

-"Porque Kikyo encontró a Naraku en SU CAMA con Kagura" respondió la pelirroja, toda esta tragedia había sido producto de los tantos viajes de la pelinegra.

-"¿Tu prima?" preguntó Kag, recibiendo un sí por parte de su amiga.

-"Eso no fue todo lo que pasó" la azabache vio que Sango comenzaba a llorar en silencio. –"Fui a buscar a Sango a la oficina, tomamos un café…"

-"Luego Kikyo y yo fuimos al apartamento que tenía con Bankotsu…"

-"¿Tenías?" preguntó incrédula la azabache.

-"Shhh" la pelirroja hizo ademán para que Sango continuara con su relato.

-"Entramos y escuchamos ruidos en mi habitación y…"

-"¿Estaba con otra?" preguntó la azabache, sabía que esa era la respuesta correcta.

-"Querrás decir que estaba con otro" finalizó Sango, trató de limpiar las lágrimas pero le era casi imposible hacerlo.

-"¿Otro?" la azabache sentía que había llegado el fin del mundo. –"¿Es… gay?"

-"No lo sé, pero el punto es que me engaño…"

-"Con otro de su mismo sexo" Ayame finalizó, todo eso parecía como una telenovela.

-"No sé que decir" Kagome palideció de solo imaginar el trauma que había sido para la pobre castaña.

-"Saben" la pelirroja llamó la atención de todos los que se encontraban en la mesa. –"No es momento de ponernos así, ellos no merecen que ni una sola lágrima de nuestra parte" Sessho la miró con el ceño fruncido. –"A diferencia de ti, Sesshomaru, ya que tu eres hombre jeje" el hombre volvió a beber el licor de su vaso. –"Mesero" el joven llegó a la mesa, listo para anotar las órdenes de comida.

-"Dígame" cuestionó el joven.

-"Tráiganos cinco vasos del mejor whisky" pidió Ayame, dejando a Sesshomaru con una ceja levantada. –"Si Sesshomaru, también vas a tomar con nosotros"

-"¿Algo más?"

-"Eso es todo por ahora, puede retirarse" el joven salió con los pedidos de ellos.

-"¿Cinco whiskys?" preguntaron las tres mujeres con una ceja levantada.

-"Si, hoy vamos a olvidar el mal rato que hemos pasado. Porque no somos las únicas a quienes les pasa esto…"


Continuará…