Todo lo que reconozcan, no es mío.
Verdad Absoluta.
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Leah pensaba que su amor con Sam era para siempre.
Una verdad absoluta, como que el sol sale todos los días y como que Jacob nunca querría a nadie más que a sus viejas herramientas de mecánico.
Pero las cosas cambian y la felicidad y emoción de escuchar un: "Te amo de aquí a la luna y de regreso." Lamentablemente se vuelve un recuerdo doloroso.
Que las rosquillitas que sentías antes ahora no son más que punzadas parecidas a picaduras de hielo.
La soledad y el dolor son sentimientos que imprimen llagas en el alma y que te hacen pensar que sería mejor que no hubiera un mañana.
Las prioridades y puntos de vista dan giros que, tal vez, creíste que no pasaría o simplemente acostumbraste tu mente a eso, pensaba la chica mientras veía a Bella y Jacob pasear por la playa tomados de la mano.
Leah era de ideas fijas y aunque Seth le dijera que su dolor no se quedaría por siempre, ella pensaba que sí, que era una verdad absoluta.
Pero la filosofía de preparatoria le había enseñado que no existía tal cosa como la verdad absoluta.
Que al fin y al cabo el sol si puede dejar de salir y de aquí a la luna y de regreso no es una distancia tan larga y que tal vez tarde o temprano ella también pasearía de la mano con alguien en la playa.
Y esa persona no seria Sam.
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