Todos los personajes de Inuyasha, incluido el sexy y misterioso Sesshoumaru y la tierna Rin propiedad de la genial y talentosa Rumiko Takahashi.

Se lo dedico a la Dra., gracias por las ayuditas!

………………………

El Matrimonio

Zetus

………………………

Había sido una boda hermosa, llena de gente importante, todos seguros que Rin y Sesshoumaru durarían para siempre. Realmente había sido como un cuento de hadas o eso parecía. La realidad era que ambos trabajaban sin parar, él con su padre en las empresas Youkai y ella administrando tres tiendas de lujo para mascotas. Al cabo de un tiempo, el trabajo abrió una grieta entre ellos resquebrajando su relación, aunque eso era solo parte del problema, lo que finalmente los empujo a separarse era que Rin deseaba tener hijos, pero Sesshoumaru no.

Por eso empezaron a pelear constantemente transformando su vida en un infierno. Finalmente y después de evitar el asunto por semanas, un mes antes de cumplir su 5to. Aniversario de bodas, Rin resolvió irse, aprovechando que Sesshoumaru estaba en un viaje de negocios, comenzó a empacar sus cosas con calma porque su marido regresaba hasta el día siguiente. Sentada en su habitación, Rin lloró amargamente y por largo rato desahogando semanas de tensión y dolor, después de un rato, se limpió las lágrimas y tomó el teléfono, para llamar a una de sus mejores amigas, Shion.

"Aló?"

"Hola Shi, ya lo hice!"

"De que hablas?"

"Puse todo en maletas, ya no quiero seguir suplicándole que tengamos hijos!"

Del otro lado del teléfono se hizo un silencio de tumba; Shion sabia que la actitud intransigente de Sesshoumaru tarde o temprano la empujaría a esto, pero aun sabiéndolo, la había tomado por sorpresa. Reaccionando ante la voz de Rin, preguntándole si aun seguía ahí, Shion se aclaró la voz y le preguntó adonde pensaba ir una vez que dejara el apartamento.

"Iré a un hotel, pero lo voy a esperar, regresa mañana!"

"Pero te vas a echar para atrás cuando lo veas!"

"No, estará aliviado!"

"Entonces para que esperar?"

"Porque no soy una cobarde, si lo hago debo hacerlo bien!"

"Como tu digas, pero no vayas a un hotel, quédate con nosotros!"

"Por un par de días solamente!"

Esa noche prácticamente no durmió pensando en lo diferente que sería su vida sin Sesshoumaru, se sentía desolada de pensar que aunque lo amaba con toda su alma, separarse era la única solución para tener algo de paz y tranquilidad, de lo contrario iba volverse loca.

……………….

Al día siguiente…

Cuando Sesshoumaru atravesó la puerta le extraño ver a Rin sentada en la sala pensativa. Inmediatamente sintió el stress acumularse en su cuello y se preparó para lo que pensaba iba ser otra de sus peleas, pero cuando caminó y vio las maletas apiladas en el piso, sintió un escalofrío pero no dijo nada. Rin había puesto las maletas a medio camino, donde fuera imposible no verlas, sin moverse, esperó por alguna reacción pero su marido se quitó el saco como si nada, reforzando su decisión.

"Como te fue?"

"Bien, algo cansado!"

"Ya veo, Sesshoumaru voy a hacer esto lo mas sencillo posible, no quiero seguir peleando por lo mismo, tu no vas a cambiar de idea y yo tampoco así que me voy!"

Sesshoumaru apretó la quijada y admiró su entereza, sintiendo que una parte de si mismo iba morir cuando ella se fuera.

"Quiero que sepas que te amo pero entiendo que no es suficiente para mantenernos juntos!"

"Pero te quedaras en Tokio?"

"Por el momento sí, a lo mejor no es mala idea irme…ya veré. El lunes pasaré por la oficina de tu papá para finiquitar lo de las tiendas!"

Sesshoumaru juntó las cejas porque sabía que Rin se había esforzado mucho para levantar las tiendas, aunque no se preocupó demasiado porque seguramente su padre iba poner mil trabas con tal de no dejarla ir. Guindándose la cartera al hombro, Rin suspiró, se sentía tranquila y esperaba que su partida sirviera para que su marido reaccionara, sino tendría que resignarse a perderlo.

"Sesshoumaru?"

"Dime?"

"Tu me quieres?"

"Claro!"

La rapidez con que contestó fue una agradable sorpresa y dentro de aquel mar de tristeza, saber que la amaba era una laguna de felicidad. Acercándose para darle un besito en los labios, le dijo que lo amaba. Sesshoumaru tragó grueso al escucharla, quería moverse y evitar que se fuera, pero las palabras de Rin resonaban en su mente como una sentencia. Se amaban pero no era suficiente porque querían cosas diferentes. Pensaba que decirle cuando sonó el timbre, eran Jaken y Shion. Ambos lo saludaron sin poder esconder su tristeza y en cuanto Rin le pidió a Shion que la acompañara al cuarto para asegurarse de no dejar nada importante, Jaken se acercó preguntándole que estaba sucediendo.

"Porque dejas que se vaya, que fue lo que pasó?"

"Tu sabes!"

"Quiero escucharlo de ti!"

Sesshoumaru lo vio con expresión sombría antes de contestarle con voz hueca.

"Le confesé que no me interesaba tener bebés!"

La expresión usualmente serena de su amigo se transformó en una mueca de desconcierto y cuando lo habló sonaba como distraído.

"Porque dirías algo así?"

"Así lo siento, quiero estar con ella pero no estoy seguro de querer criar niños!"

"Ya veo, cuando la conquistabas estabas seguro que deseabas una familia y ahora que tienes a la mujer perfecta para ti, dejas que la duda te consuma. Que tiene de malo un bebé?"

"Nosé, no creo estar preparado!"

"Nadie lo está, solo espero que esto sea locura temporal!"

"Y eso que demonios significa?"

"Supongo que nada, me parece bien que se separen para que alguien más la haga feliz!"

Sesshoumaru resopló como embotado y se quedó inmóvil cuando ella salió sin mirarlo. En cuestión de cinco minutos su vida estuvo vacía. Cuando se separación llegó a oídos de sus familiares y amigos, tomó a todos por sorpresa, especialmente a Inutashio que esperaba que su hijo mayor hubiera encontrado la mujer de su vida en Rin.

…………………………

Dos meses después, oficina de Inutaisho…

Si alguien le hubiera preguntado a Inutaisho quien estaba más devastado por aquella separación, era sin duda su nuera; que había llorado como una niña desconsolada en su oficina. A pesar de la iniciativa de Rin, su suegro se había negado a prescindir de ella con respecto a las tiendas. La verdad era que deseaba una reconciliación, y por eso le había aconsejado divorciarse, únicamente mantenerse separados. La excusa perfecta eran las jugosas ganancias que las tiendas generaban. Algo renuente a los consejos de su suegro, Rin le expresó su inconformidad con aquella idea.

"Pero Inutashio-sama eso no es correcto. El no va ceder…aunque me gustaría seguir administrando las tiendas!"

"Y así será, las tiendas fueron tu idea y no creo que estés lista para dejar la empresa que con tanto entusiasmo levantaste, tus clientes se sentirán defraudados! No todos somos tan tontos como para dejarte ir!"

Rin soltó una risita y supo que de las cosas buenas que tenía en la vida, era la amistad y cariño de su suegro. En medio de un emotivo abrazo, entró Sesshoumaru, que no le extrañaba verla en brazos de su padre, porque sabía que la adoraba. Tosiendo para hacerse notar y esgrimiendo el rostro más impávido que pudo, saludó a ambos, evitando en especial, ver a su esposa a los ojos. Incómoda, Rin le devolvió el saludo cortésmente y estiró la mano para tomar su bolso. Notando el ambiente tenso entre ellos, Inutashio casualmente le informó a su hijo de la decisión que había tomado con respecto a conservar a Rin como parte de la empresa.

Escuchando con una expresión muy seria y sin interrumpir, dejó que su padre terminara de hablar. Sabía que eso era lo mejor, así que accedió de buena gana. Sesshoumaru miró un segundo a Rin y trató de buscar las palabras correctas para pedirle su juego de llaves del apartamento, que hasta hacia un par de meses habían compartido. Rin lo vio de soslayo y se sintió tonta de encontrarlo tan atractivo, cuando él parecía ignorarla, desechando esos pensamientos, recordó el porque de su visita y buscando en su bolso, sacó el juego de llaves.

"Vine para entregarte mis llaves del apartamento!"

Sesshoumaru recibió las llaves escondiendo su sorpresa, porque no había duda que ella lo conocía mejor que nadie. Después de darle un beso en la mejilla a Inutashio y sonreírle apenas a su esposo, Rin salió del estudio sintiéndose como si al entregar aquellas llaves hubiera renunciado a un pedazo de si misma.

Durante los meses siguientes, Rin logró una rutina placentera, tenia sus amigos que aunque también eran amigos de Sesshoumaru, se mantenían fieles a ella; tanto Kagome como Shion le aseguraron estar con ella siempre. Para Rin la mejor medicina para su matrimonio fracturado era sumergirse en el trabajo pero para Sesshoumaru fue salir con alguien más, una publicista que le presentaron en una fiesta. Cuando Rin se enteró de la nueva relación de su marido, se sintió humillada y lo único que le dio paz fue armarle un alboroto a Sesshoumaru que le contesto con evasivas y minimizando la situación. Herida en su orgullo, Rin decidió que el trato con él debía ser mínimo para no darle un pretexto para humillarla de nuevo.

…………………………………

Seis meses después…

Sesshoumaru entró a la oficina de su padre por casualidad, sin sospechar que vería a Rin. Estaba reunida con Inutashio para entregarle el estado de las tiendas y almorzar con él. Escondiendo su sorpresa con una expresión neutral, los saludó cordialmente.

"Hola Papá, Rin!"

"Hola!"

Se sintió aliviado por la actitud serena de su esposa, porque parecía haber superado el enojo de saber que estaba saliendo con alguien más. Viéndola de soslayo, se fijó en sus manos y algo parecido a un escalofrío le corrió al notar que aún llevaba el anillo de matrimonio y compromiso, cuando él ni siquiera había esperado 1 mes para deshacerse del suyo y en lo profundo de su alma le dio un poco de remordimiento. Notando que su hijo se veía raro, Inutashio aprovechó para hostigarlo.

"Ya terminamos, vamos muñeca seré la envidia del restaurante, hoy como siempre luces despampanante!"

"Jajaja gracias!"

Ante aquel comentario, Sesshoumaru no pudo evitar verla, su papá no decía mentiras, estaba absolutamente radiante y lucia ligeramente más delgada, ambos salieron de la oficina casi sin despedirse de él, dejándolo con una sensación de vacío en el estómago.

Después de ese día no se hablaron por semanas aunque Rin seguía reuniéndose con Inutashio que siempre le preguntaba si estaba saliendo con alguien y suspiraba aliviado cuando recibía la misma respuesta una y otra vez.

…………………………

Un Martes cualquiera, oficina de Inutashio…

Inutashio estaba detrás de su escritorio revisando los estados de cuenta de las tiendas que Rin le había llevado. Como se había convertido en su costumbre, le preguntó si estaba saliendo con alguien.

"Entonces no has conocido nadie interesante Rin?"

"No Sensei, yo sigo enamorada de mi esposo! Para mi no es tan sencillo quitarme los anillos y empezar a salir"

"Parece que le hubiera picado quien sabe que bicho!"

"Quiere probarse a si mismo que todavía puede. Estar separados es un fracaso, también lo es mi insistencia por tener hijos…Sensei yo se que en términos de negocios es mejor seguir casados pero quisiera tener su permiso para iniciar con los tramites del divorcio, él no va cambiar de idea y yo tampoco!"

Inutashio sintió que la garganta se le cerraba porque sabía que tenía razón, pero sentía que posponer ese trámite mantendría viva su ilusión de reconciliarlos. Rin lo miraba esperando su respuesta y cuando le dijo que le proponía un trato, sonrió intrigada.

"Que clase de trato Sensei?"

"Yo mismo tramitaré ese divorcio cuando tu encuentres alguien con quien rehacer tu vida de la forma que quieres, un hombre dispuesto y feliz de darte esos bebés que tanto deseas, mientras tanto puedo soñar que mi hijo abre los ojos, se da cuenta de su error y tus bebés son mis nietos!"

Rin lo miró por un instante con los labios apretados, Luego extendió la mano aceptando el trato diciéndole que ella también soñaría despierta. Inutashio sonrió con el corazón estrujado y siguió revisando los documentos de las tiendas. No había nada que objetar, Rin las llevaba de manera impecable y la idea era una mina de oro. Cuando se despidieron, la abrazó con fuerza dándole gracias por siempre complacer los caprichos de un anciano; Rin se carcajeó y le dijo que era muchas cosas menos un viejito.

"En tres meses serán 56 Rin, ya estoy viejo!"

"56 primaveras, nadie diría que tiene un hijo de 32. Debería hacer una gran fiesta, a Izayoi-sama le encantaría la idea!"

"Gracias muñeca tu si que sabes alegrarme el día!"

"Bueno me voy, Shion y Kagome me esperan para almorzar!"

"Que te vaya bien!"

Inutashio se quedó pensando y decidió que su nuera tenía razón, 56 primaveras y motivo para una gran fiesta y la excusa perfecta para jugar al cupido con su tonto hijo mayor. Dejando todo de lado, llamó a su esposa para invitarla almorzar y contarle la idea de la fiesta; como Rin había predicho, Izayoi se emocionó con la idea y decidieron botar la casa por la ventana para que fuera el cumpleaños del año.

…………………..

Y a la hora del almuerzo con las amigas…

Rin llegó al restaurante distraída, pensando en el trato que había hecho con Inutashio, pero en cuanto llegó a la mesa dejo esos pensamientos de lado para disfrutar con sus dos mejores amigas, Kagome y Shion que estaba casada con el mejor amigo de Sesshoumaru, Jaken.

"Hola chicas, tienen mucho rato esperando?"

"Acabamos de llegar, te pedimos un cóctel y te lo tomas aunque después vayas a la oficina! De donde vienes?"

"Estaba reunida con Inutashio-sama!"

"Y le dijiste lo de tramitar el divorcio?"

"Si pero…hicimos un trato!"

"Que clase de trato?"

Ella les contó y ambas se miraron con una sonrisa, dando un sorbo a su cóctel Rin les dijo que Inutashio no se resignaba.

"Y tu Rin?"

Rin trató de imaginarse con alguien mas antes de contestar y haciendo una mueca divertida les dijo que definitivamente ella tampoco. Kagome y Shion soltaron una risa y le preguntaron que pensaba hacer al respecto.

"Que quieren decir?"

"Que va ser, él sale con otra y tu tan fresca! Tienes que reaccionar, o sigues casada o te divorcias para encontrar alguien mas!"

"Es que no quiero alguien más!"

Shion apretó los dientes y le dijo que si estaba tan decidida se dejara de estupideces y peleara por su marido con uñas y dientes. Rin la miraba con una sonrisa, tanto Kagome como Shion eran pura dinamita y sus consejos aunque por momentos parecían excesivos, siempre eran con la mejor intención.

"Lo conquistas, le dices que todo bien y luego pum!"

"Pum?"

"Lo que Shion quiere decir mi querida Rin es que una noche cualquiera lo emborrachas y cuando esté bien inconsciente te aprovechas de él para quedar embarazada!"

Rin dejó caer la mandíbula asombrada mientras Kagome y Shion se carcajeaban como dos diablillas. Luego le dijeron que en serio pensara que hacer al respecto porque no podía pasarse la vida suspirando por su marido dejándole el camino libre a otra mujer.

"Sabes que tenemos razón así que decídete!"

"Y que pasa con la mujercita esa?"

"Fácil, cuando la veas barres el piso con ella, apuesto que Sesshoumaru caería derretido al verte pelear por él. Tu antes eras tan celosa y posesiva, ahora pareces una corderito, saca las uñas, ese hombre es tuyo"

Rin se llevó el tenedor lleno de ensalada a la boca con aquellas palabras taladrando su cabeza. Era cierto que antes de empezar a pelear ella era la mas posesiva y celosa de las esposas, de una manera que a Sesshoumaru lo estimulaba porque lo hacia sentir amado. Iba decir algo cuando por el rabillo del ojo vio la silueta que le robaba la paz, Sesshoumaru acababa de llegar al restaurante con Jaken y el pulso se le aceleró, mas cuando se dio cuenta que su marido la miraba entre la gente. Viendo que se quedaba ida, Shion le pellizcó el antebrazo.

"Auch! Eso duele Shi!"

"Es para que te avispes, no le hagas los ojos de 'esposa separada que suspira todo el día por él', te acuerdas como lo conquistaste?"

Los ojos verdes chispearon y recordó como había sido la etapa de conquista entre ellos; Sesshoumaru había tenido que pelear para conquistarla porque cuando se lo presentaron Rin pensó que era demasiado serio y se negó a darle su número de teléfono. Eso había sido suficiente para que la encontrara irresistible y no se detuvo hasta que aceptó salir con él, darse cuenta que estaban completamente enamorados había sido cuestión de semanas. Ahora estaban en un presente que ella jamás pensó experimentar y el prospecto de empezar de cero era un precio justo por tenerlo de nuevo en su vida.

"Entonces saco el látigo del desprecio?"

"Si, tu eres buena en eso y además ese perro parece que necesita un escarmiento!"

Frente a ellas Kagome soltó una risita y entre dientes les dijo que ya habían llegado. Rin parpadeo un instante y cuando levantó la vista saludó a Sesshoumaru como si fuera cualquier persona. En el acto, como si su ego tuviera alarma, Sesshoumaru reaccionó y se sentó junto a ella taladrándola con la mirada. Con el estomago hecho jirones, Rin se hizo la tonta y pretendió estar realmente interesada en el relato de Jaken, que le contaba a su mujer de lo bien que le había ido en la oficina. Hostigado por la actitud indiferente, tuvo que tocarle el brazo para obtener su atención.

"Ajá?"

"Como has estado?"

"Mucho trabajo y tu?"

"También!"

"Que bueno!"

Casi de inmediato Rin dejó de prestarle atención y se puso hablar con Kagome, que le siguió el juego a la perfección, para ella fue muy fácil ver la expresión confundida de su cuñado y sonrió complacida. Todo el almuerzo Rin se la pasó ignorándolo y cuando se despidió de todos menos de él, Sesshoumaru se quedó helado. Sin pensarlo, se levantó de la mesa y decidido a saber qué le sucedía, la siguió hasta el estacionamiento. Completamente absorta no se dio cuenta que la seguía hasta que la sujetó por un brazo. Cuando ella se volteó estuvo a punto de pegarle un carterazo vociferando que si se había vuelto loco.

"Que demonios sucede contigo, porque me sujetas así?!"

"No me oíste cuando te llamé?!"

"Cuando?"

"Justo ahora!"

"No escuché nada!"

Rin hizo una cara de hastío y torció los ojos con una actitud impertinente y arrogante. Verla comportarse así lo volvía loco, porque lo transportó a los primeros años de matrimonio, cuando disfrutaba de hacerla rabiar por cualquier bobería, como cambiar de canal en la mejor parte de una película o saltarle por detrás cuando estaba concentrada haciendo algo, disfrutaba enfurecerla porque la reconciliación era simplemente celestial y siempre terminaban entre las sábanas. Sujetándola por ambos brazos casi pegándosela al pecho, Rin sintió que iba a desmayarse pero no aflojó ni un ápice.

"Me seguiste por alguna razón en especial o te vas a quedar ahí parado sin decir nada? Suéltame!"

"Porque estas tan rara?"

"No se de que me hablas, me siento de lo mejor. No será que la sangre no esta circulando bien por tu cuerpecito?"

Sesshoumaru se quedó perdido en los ojos verdes sin saber que decir, porque sentía el palpitar de su corazón en la sien, era tan estimulante que lo tratara de esa forma, que sintió unas ganas locas de besarla. Temiendo que si seguían así iba a comérselo a besos, Rin agitó la cartera contra él exigiéndole que la soltara.

"Porque me golpeas?"

"Para que me sueltes, dime ya que rayos quieres. Tengo que ir a trabajar"

Sesshoumaru apretó los labios y prácticamente gruñendo le dijo que no volviera a irse de un lugar sin despedirse. Soltando una carcajada, ella le dijo que no tenía nada que reclamarle, porque ellos ya no eran nada.

"Tu sigues siendo mi esposa!"

"No me hagas reír, con que derecho? Sabes que? No te permito que me reclames nada, adiós!"

Empujándolo con ambas manos abrió la puerta del automóvil y salió a toda velocidad del estacionamiento, dejándolo con un ardor bajo la cintura y sin poder sacarla de sus pensamientos el resto del día. Detrás del volante Rin iba feliz y cuando Shion la llamó le dijo entre gritos que su idea había funcionado.

"Viste? Es solo cuestión de tiempo para que lo tengas de vuelta. Estas feliz?"

"Siii, me sostuvo con sus brazotes que tanta falta me hacen, apuesto que quería besarme jajaja…Shion eres lo máximo!"

"Ya lo sé, siempre es bueno que me lo recuerdes!"

……………………………