Prologo

Me mire al espejo y pase mis dedos por mi rubio cabello tratando de arreglarlo sin éxito alguno. Bufé desesperada. Camine hasta mi cama donde se encontraba una caja con mis cosas de aseo personal y saque un cepillo, esto era lo que pasaba por no desenredar mi cabello después de salir de la ducha.

Comencé a desenredar mi enmarañado cabello mientras miraba mi habitación. Hacía unos días que había llegado de Odaiba y sentía que aun faltaba mucho por desempacar, deje el cepillo en el tocador y mire la fotografía que estaba en mi escritorio. Una mujer de largos cabellos rubios y brillantes ojos azules grisáceos estaba posada en esa fotografía junto a dos niños y una niña.

— Si solo supieran cuanto los extraño — susurre. Los recuerdos de la discusión de unos días atrás invadieron mi mente haciéndome perderme en mis pensamientos por unos segundos. La puerta de la habitación sonó un minuto después, negué con la cabeza y camine hasta el espejo para terminar de tratar salvar mi cabello.

— Mirei ¿puedo pasar? — La voz de mi padre pregunto desde el otro lado de la puerta.

— Sí, adelante esta abierto — La puerta se abrió dejando ver a un hombre no mayor de 45 años de cabellos castaños oscuros y bellos ojos color avellana, camino hacía mi y me sonrió.

— Pensé que aún estarías durmiendo — comentó soltando una risita. Lo miré extrañada. ¿Seguir durmiendo?

— Son las 2 de la tarde Hideaki — Mi padre me miró tristemente pero con una sonrisa, sabía que le entristecía el hecho de que llevando cuatro días viviendo con él bajo su mismo techo aun no me atreviera a decirle papa.

— Anoche te dormiste muy tarde desempacando por lo que pensé que querrías despertar tarde hoy, y sabes que me puedes decir papa Mirei — Asentí y lo miré, él suspiro y camino hacía la salida de mi habitación — Ahora trabajare hasta tarde, tengo que revisar unos exámenes y evaluar a unos alumnos. Hay un poco de Teriyaki y Onigiri en el refrigerador por si te llega a dar hambre, también te deje un poco de dinero y las copias de las llaves del departamento por si quieres salir a pasear — Asentí de nuevo pero sin articular palabra, solo mirándolo.

Él camino hasta mi nuevamente y besó mi frente — Te quiero Mirei, nos vemos en la noche — Salió de mi habitación y a los segundos escuche como una puerta se cerraba a lo lejos.

— Gracias Hideaki — comente en voz baja sabiendo que él ya no me escucharía.

Camine hasta la sala y encendí la televisión, realmente no había pensado en que iba a hacer el resto del día, después de pasar las últimas 72 horas y media limpiando y acomodando mi habitación, no quería volver a encerrarme ahí adentro durante un buen rato. Tomé la cobija que estaba en el respaldo del sillón y me tape con ella, la película que encontré recién comenzaba así que decidí terminar de verla.

— ¡No, no entres allí! ¡Te van a atrapar genio! — chille al ver que el protagonista se dirigía a un callejón sin salida. La siguiente escena me hizo gritar más — Ay, te lo dije. Que desastre de película — Tome el control remoto y apague la televisión, me levante del sillón y camine directo al refrigerador. Saque el Teriyaki y lo metí al microondas para que se calentara.

— Vaya si que es algo tarde, no pensé haber pasado tanto tiempo viendo la televisión — El reloj de la cocina marcaban las 5:00 pm, el microondas pito cuando termino de calentar la comida; sin embargo el sonido de un celular interrumpió mi camino al microondas. — ¿Eh?, un celular esta sonando pero... no se parece nada al mio, tal vez Hideaki dejó olvidado el suyo. Bueno, ¿qué mas da? — emprendi mi camino hacia el microondas nuevamente pero de nuevo otro sonido de celular me interrumpió en el proceso. Escuche el sonido apenas un segundo y reconocí que era el mio.

— Ese si es mi celular — corrí hasta mi habitación pensando que tal vez sería mamá o alguno de mis hermanos, sin embargo lo que encontré en la pantalla no era precisamente el nombre de alguno de mis conocidos — ¿pero que es esto? — La pantalla mostraba un texto con dos opciones de respuestas ''Si'' y ''No'' — ¿Deseas comenzar?... ¿Uh? — lo pensé por un segundo y suspire — Bueno no veo por que no, después de todo no tengo nada que hacer el resto del día — comenté resignada y presione la opción que marcaba la respuesta ''Si''.

''Mirei Amano. El juego para decidir tu futuro ha empezado''

— ¿Eh? ¿A qué se refiere?... ¿Uh? — un nuevo mensaje apareció en la pantalla — Por favor tome el tren a Shibuya que sale de la estación Jiyugaoka a las 5:45 — leí con detenimiento el mensaje y miré el reloj de mi mesa de noche. 5:20 pm. — Bien al parecer aún tengo tiempo — baje corriendo las escaleras y tome las llaves de la mesa.

Me acerque al microondas y saque el Teriyaki. Muy bien Mirei ahora te irás sin comer, pensé. Salí del departamento y cerré la puerta con seguro. Por suerte la estación Jiyugaoka esta cercas de casa, así no perderé tanto tiempo en caminar.

Compre mi boleto y subí al tren, al parecer el dinero que me dejo Hideaki no lo desperdiciaría en vano. Justo antes de que el tren partiera un chico con unos googles corrió y logró pasar antes de que las puertas del tren se cerraran, se sentó sobre sus rodillas y trató de recobrar el aliento. Miré a otro lado hasta que mi celular comenzó a sonar nuevamente al igual que el celular del chico de googles y el celular de un chico con una bandana. Miré la pantalla de mi celular y leí.

''Por favor cambia el tren que sale de la estación Shibuya a las 6:00 pm''

Justo antes de que pudiera reflexionar lo que decía el mensaje el chico de los googles gritó — ¡No! ¡Es imposible! — miré extrañada al chico de los googles al igual que el chico de la bandana, y solté una risita baja. Al parecer este chico esta muy desesperado por llegar a su destino al igual que los demás, quizás no será un gran día pero al menos me mantendría alejada del departamento por unas horas. Dos minutos después el tren se detuvo en la Estación de Shibuya.

Baje del tren y comencé a caminar hacía el elevador para tomarlo, casi al mismo tiempo que yo entró el chico de la bandana. Las puertas estaban apunto de cerrarse cuando el chico de googles logró entrar al ascensor, golpeando su cabeza contra la pared. Auch, si que eso debió doler, pensé. Estaba a punto de ayudarlo cuando escuche un ruido sordo del otro lado del elevador, al parecer alguien no había alcanzado a subir. Por un momento me sentí mal por la persona que había perdido el elevador, y esperaba que lograra alcanzar otro para llegar a su destino.

El chico de googles gruñó mientras frotaba su cabeza — ¿Estas bien? — pregunté ofreciéndole una mano para pararse. El chico me miró extrañado y sorprendido a la vez.

El elevador empezó a bajar, pero después unos instantes comenzó a sentirse como si se fuera a caer. Me sujete a los barandales para mantener el equilibrio, hasta que el elevador se detuvo fuertemente. Las puertas se abrieron dejando ver muchos trenes y varios niños de nuestra edad.

''Esta es la última oportunidad para subir o te iras a casa''

Escuche como la voz de una mujer salia del celular del chico de googles. El chico de la bandana corrió fuera del elevador y yo lo seguí, el chico de googles se quedó donde mismo como preguntándose que era lo que haría. Mire alrededor y me decidí a subir a un tren plateado que estaba en la zona central de la estación. Una vez adentro del tren, me senté en una banca y miré hacia afuera. Sin darme cuenta comencé a pensar en mi familia, sobre todo en mis hermanos ¿me extrañarían?, solo habían pasado unos cuantos días y ya los extrañaba demasiado, sobre todo a Akito, mi pequeño hermano menor.

— Oye Mirei, ¿me podrías llevar a jugar al parque cuando regreses de tu práctica de gimnasia? — un niño de cabellos castaños claros le pregunto a su hermana.

— Claro que si Akito, solo si me prometes que me esperaras el tiempo que sea necesario... o puedes pedirle a Mitsui o Enma que te lleven — comento la chica con una sonrisa mientras tomaba su maleta de práctica. El pequeño niño de apenas 6 años bufó molesto.

— No, Enma es malo conmigo y no me quiere y Mitsui siempre me dice que esta ocupada o tiene que hacer tarea. Además yo quiero que tu me lleves por que tu si me quieres — la chica rió y abrazo a su hermanito.

—Mitsui y Enma también te quieren Akito, solo que conforme vamos creciendo vamos teniendo más responsabilidades y se nos va agotando el tiempo para hacer otras cosas — Akito hizo un puchero y se cruzó de brazos.

— Si pero tu siempre tienes tiempo para mi y además tu eres mi hermana favorita, siempre me cuidas y consientes —

BANG. Salté y miré hacia la puerta. El chico de la bandana.

— Lo siento — murmuro.

— Esta bien, no hay problema — dije tratando de olvidar en lo que estaba pensando. El chico de la bandana permaneció de pie frente a la banca que estaba frente a la mía. Lo miré de reojo y pude apreciar un poco mejor sus facciones.

Tenía largo cabello negro sujetado en una cola baja y una bandana azul oscuro cubriendo su cabeza. Llevaba una chamarra azul rey sobre una camiseta amarilla y unos pantalones grises. Y por último sus ojos eran de un azules, azules cobalto y muy profundos. Parpadeé varias veces y deje de verlo, sin embargo el silencio seguía siendo muy incomodo por lo que me decidí a hablar.

— Uh... soy Mirei Amano — dije parandome de mi asiento y caminando hacía el para ofrecerle la mano. El chico de la bandana me miró extrañado, al parecer no esperaba que fuera a hacer eso.

— Koji Minamoto — su semblante seguía igual de serio sin embargo acepto estrechar mi mano. Nuestras manos apenas se tocaron cuando de repente el tren se sacudió fuertemente haciéndome caer al suelo. Logré sostenerme de un poste mientras aun seguía en el suelo. Busque a Koji con la mirada; sin embargo en su lugar miré a una persona parecida a un lobo.

¿Que demonios esta pasando?

Nuestros celulares comenzaron a brillar y se convirtieron en un extraño dispositivo.

— ¿Qué es esto? — pregunto Koji mirando los extraños objetos en los que se habían convertido nuestros celulares.

''Estos son sus digivice. Bienvenidos al Digimundo''


Nota de Autora: ¡Hola a todos! soy Mariana y esta sera mi primera historia de Digimon. Hace poco comence a ver la serie nuevamente y me entraron motivaciones para comenzar a escribir sobre ellos, junto a mi nueva OC Mirei. Espero que sea de su agrado el prologo, la vida de Mirei a lo largo de esta historia sera genial, se los aseguro, además de que habra cierto romance tanto para ella como para sus formas digimons *wii* sin nada más que decir espero disfruten el inicio de la historia. Si tienen alguna duda o quieren preguntar acerca de que tratara la historia pueden dejarme un MP y se los respondere en cuanto puedo. ¿Chicos algo que quieran agregar?

Takuya: Claro que si Mars, queridos amigos les pedimos de favor que cuando terminen de leer dejen un Review, eso ayudara a Mars a que mañana mismo suba el siguiente capítulo, se los prometo *autora golpea a Takuya en la cabeza* ¡Oye! ¿Por qué hiciste eso?

Mars: ¡No prometas cosas que no puedo cumplir! Mañana es el cumpleaños de mi abuela... *mira a la gente* Sin embargo sus reviews harían que lo reflexione.

Takuya: ¿Lo ven? se los dije

Mars: Si no dejas de hablar hare que en el siguiente capitulo no salgas...

Koji: Eres muy molesto Takuya, deja a Mars terminar

Takuya: ¿A quién le dices molesto? *Autora se pone entre Takuya y Koji*

Mars: Bien eso ha sido todo por ahora, nos vemos después antes de que Takuya comience a pelear con Koji... ¿Tommy quieres terminar esto por favor?

Tommy: Gracias Mars, Digimon y sus personajes le pertenencen a Akiyoshi Hongo a excepción de Mirei y sus digievoluciones, je. Nos vemos.