Segunda oportunidad
¿Quién diría que este día iba a llegar de este modo? Y no porque no soñara con esto, pero cuando me uní al emperador Pilaf, ayudarlo a gobernar el mundo era el único objetivo. Me olvidé de todo y me dediqué a buscar las esferas del dragón y cuando finalmente las obtuvimos... ¡Nos convirtió en niños!
A ninguno de los tres nos cayó en gracia aquel malentendido con Sheng Long... Malentendido, ¡Ja! Nos quedamos sin nada, ni un solo Zeni para sobrevivir, pasamos por tantas carencias, días, noches sin probar bocado... Hasta aquel día en que nos escabullimos en la corporación cápsula para, ¡Otra vez! Conseguir las esferas del dragón. ¡Ja! ¿Es que acaso no aprendíamos la lección? Pilaf aún pretendía gobernar el mundo... Y fue cuando lo conocí...
¡Fue tan extraño! Me meto a robar a su casa, nos deja ir, nos invita a la fiesta de cumpleaños de su madre, ¡Me pidió fingir ser su novia para poder presumir ante Goten!... ¡Por Kami! Aún recuerdo lo avergonzada que estaba cuando me dijo que debía tomarlo de la mano, ¡Ja! Han pasado ya más de 10 años de eso y aún me sonrojo cuando toma mi mano, cuando me besa.
Trunks, mi niño. Eres mucho más joven que yo, ¡Demasiado! Fácilmente podrías ser mi hijo y sin embargo, por ese malentendido con Sheng Long pareciera que somos de la misma edad. A estas alturas de mi vida, las arrugas y las canas deberían ser mi día a día desde hace años y sin embargo, recibí esta nueva oportunidad de la que tanto me quejé... ¡Y vaya que me quejé! ¡No me agradó para nada volver a ser, literal, una niña! Hasta que te conocí...
Irónicamente, y a pesar de que eres 30 años menor que yo, eres mi complemento perfecto, Trunks, si no creyera y sintiera eso, no estaría aquí, frente a este espejo y con este lindo vestido, y jamás habría aceptado éste bello anillo que me diste meses atrás... Recuerdo ese día, y parece que fue ayer cuando estábamos donde todo comenzó: En el jardín de tu casa. Me abrazaste, te abracé, y subimos a la rama de aquel árbol donde, después de hablar de tantas cosas, de todo y de nada, me pediste ser tu esposa. ¡No iba a negarme! No voy a negar que el diamante del anillo me impresionó, pero es que en verdad, ya no puedo imaginar mi vida sin ti.
A veces pienso en ¿Cómo sería mi vida si Sheng Long no me hubiera convertido en una niña otra vez? Jamás te hubiera conocido, y de habernos conocido jamás nos hubiéramos dado oportunidad de absolutamente nada. ¡Eras sólo un niño! ¡Eres sólo un niño! Tiemblo sólo de imaginar esa vida que hubiera tenido sin ti, me alegro de que no haya sucedido.
Mi niño, mi guerrero, mi príncipe, mi todo. ¿Cuántas veces no he escuchado esa frase trillada "Todo sucede por una razón"? ¡Ja! Si me dieran un zeni por cada vez que la he escuchado mencionar, quizás tendría una fortuna propia equiparable a la de tu familia ¡Y si me dieran otro zeni por las veces que me burlé o quejé de esa frase, más rica sería aún! Pero desde que te conozco, y hoy más que nunca, es que les doy la razón a todas las personas, y a quien haya sido el que creó esa frase. Sí, todo pasa por una razón, y yo soy la prueba viviente de ello pues, a pesar de que ahora debería estarme acercando a la tercera edad, ¡Mírame, Trunks! Gracias, ¡Gracias Sheng Long por ese malentendido por el que tanto me quejé! Por darme esta segunda oportunidad en la vida... Por dármelo a él.
La puerta de aquella habitación de la corporación cápsula donde Mai se preparaba para su boda se abrió, dejando entrar a una niña de cabellos azules seguida por otra niña de cabello negro, ambas con vestidos color rosa pálido y sus cabellos recogidos en media cola con ondas –¡Mai! ¡Mai!- gritaba con emoción la pequeña de cabello azul.
Mai se dio la vuelta, sonriendo a las pequeñas -¡Bra! ¡Pan! ¿Qué hacen aquí? ¿No deberían cuidar que Trunks no intente verme?- dijo entre risas.
Su futura cuñada se cruzó de brazos –¡Descuida! ¡Tenemos todo bajo control!- dijo con la arrogancia propia heredada de su padre –además, ¡Pan y yo queríamos verte con tu vestido!-
-¡Sí!- dijo la otra niña, quien no podía dejar de admirar a la novia y ante eso, no pudo evitar fantasear en que un día, en un futuro muy, muy lejano, ella se vería igual de hermosa y feliz en un día tan especial.
Mai sonrió ante la inocencia de las dos niñas, volteando hacia el tocador para tomar aquel enorme ramo de orquídeas, jazmínes y azucenas, con acentos de tulipanes y rosas en tonos rosa y amarillo para darle un toque de color. Cubrió su rostro con el velo –Bueno, creo que ya debemos salir-
Ambas niñas asintieron con la cabeza y salieron hacia el jardín, donde la familia Briefs, los Son, además de todos los guerreros Z se encontraban reunidos y aguardando por el inicio de la ceremonia.
En el altar que se había erigido junto a la alberca, Trunks intentaba disimular los nervios y la emoción que internamente sentía, aunque sus ojos sólo veían la puerta de la casa que daba hacia el jardín, buscando visualmente a su prometida.
-Trunks, ¡Tranquilo!- dijo el padrino, quien aguardaba en el altar junto con su amigo por el arribo de la novia –o ¡Bueno! Si te quieres arrepentir de renunciar a tu soltería y a las bellas mujeres, ¡Podemos salir volando de aquí!-
Trunks no pudo evitar reír ante los siempre ocurrentes comentarios de su amigo de la infancia, prácticamente su hermano –Goten, no seas tonto, no le propuse matrimonio para huir el día de la boda-
-¡Bueno! ¡Bueno! Yo sólo decía- palmeó el hombro de su amigo un par de veces, cuando todo se quedó en silencio, y la pequeña orquesta comenzó a ejecutar la música para la entrada de la novia.
Al inicio de una larga alfombra roja, la diminuta figura de Pan sosteniendo una canasta de mimbre comenzaba a avanzar, arrojando pétalos de color blanco. Detrás de ella, apareció Mai con un vestido de novia de encaje, corte imperio, entallado en el torzo hasta sus caderas donde se volvía un poco más amplio. Así también, y para agregarle un poco de más recato al vestido, lo había complementado con una torera* de encaje transparente para agregarle mangas a su vestido.
Listos para entregar a la novia, Pilaf y Shuu iban uno a cada lado de ella, y por último, la pequeña de cabellos y ojos azules sostenía la cola del vestido de quien estaba por convertirse en su cuñada.
Trunks, mi niño, mi guerrero, mi príncipe. Por ti es que me convertí en una mejor persona, por ti es que valió la pena vivir una segunda infancia y sobrevivir a una segunda adolescencia. Puedo seguir diciendo "gracias" hasta el final de los tiempos, y no bastaría para agradecer por esta segunda oportunidad que aunque no la busqué, fue lo mejor que me puso suceder.
"Acepto", se escucha tan bien escuchar esa palabra de tu boca -Acepto- Y ahora que lo dije, es que caigo en cuenta que en verdad sucedió: Me he convertido en tu esposa.
Un tierno beso entre los, ahora esposos, seguido por los aplausos de los asistentes a la ceremonia marcó el final de una etapa del amor entre Trunks y Mai, para dar inicio a otra nueva etapa en sus vidas, ahora como marido y mujer.
F I N
*No sé si ustedes los conozcan por otro nombre, pero para mí una torera es como un pequeño saco de mangas largas, corto hasta los omóplatos, como los que usan los toreros.
Gracias por haber llegado hasta aquí. Quienes me siguen, saben que desde Battle of Gods me encanta la parejita con Mai, y aunque en "El Principio del Fin" hay un romance entre ellos, era necesario dedicarles aunque fuera un one shot.
Dedicatoria especial a mi Trunksóloga de cabezera, es decir Schala, y también a Kuraudea, Dika, Cereza de Pastel, Turquoise Moon, Sophy, Diosa de la muerte. Y obviamente, a ti que en este momento lees ésta historia. Muchas gracias!
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