Estimada señorita Granger.

Por favor venga a mi oficina después de la cena.

Albus Dumbledore.

Hermione se había sorprendido mucho cuando la lechuza le había entregado el correo, ya que no era la hora en que se entregaba, algunos alumnos incluso voltearon a verla. El contenido de la carta se le hizo extraño, o vacío… Es decir no decía nada, solo que debía dirigirse a su oficina, pero no había nota de preocupación, o alegría, no había ninguna de las cosas que tanto caracterizaban las cartas del anciano director, cuando este escribía cartas, era casi como escuchar su voz hablándote.

-¿De quién es, Herms?- Pregunto Harry tratando de leer la carta, mientras tenía un pan en su boca.

-Es de Dumbledore, dice que me vaya a su oficina cuando acabe la cena.

-¿Es algo relacionado con la orden?- Dijo Harry en un tono más bajo para que nadie pudiese escucharlos

-Oh no, no es nada de eso…creo.- por fin Hermione despego su vista de la carta para ver a Harry, se notaba confundido, tal parece que fue por la repuesta que ella le dio.- Harry tranquilo, no creo que sea nada grave, ya sabes cómo es escribe Dubledore, hubiera utilizado otra clase de palabras de haber sido así, ¿no?

-Supongo- comento su amigo no muy seguro de creerle, no es que no confiara en su amiga, pero últimamente toda la situación por la que estaban atravesando lo tenía preocupado, no quería que nada le pasara, la quería demasiado, y no podría imaginarse siquiera que haría sin ella; Y sabía que la chica también se preocupaba por él, y que le ocultaría lo que fuera para protegerlo, incluso si eso significaba ponerse ella misma en peligro.

-Cambiando de tema Harry, ¿Sabes dónde está Ron? Ahora que lo pienso no lo he visto más que en clase- Dijo Hermione mientras se llevaba su vaso de jugo de calabaza a los labios

-Esto…Herms, me parece que esta con…Lavander- Harry se arrepintió de haber hablado, después de ver la cara de tristeza que puso su amiga.

-Oh, entiendo- dijo con un tono más bajo la castaña, dejando de beber de su jugo.

-Herms- Harry la estrecho entre sus brazos con mucha sutileza, como si tuviera miedo de romperla.- Ron es un tonto, no sabe de lo que se pierde. –Comenzó a acariciarle la cabeza con gentileza.

Hermione comenzó a llorar en los brazos de su amigo, y recargo su frente en su hombro.

-Hermione, no por favor, no llores, no me gusta verte llorar- Dijo y posteriormente alzo la cabeza de la chica hasta que esta lo viera a los ojos y después le limpio las lágrimas con sus pulgares- Escúchame bien Hermione Jane Granger, eres una chica excepcional, cualquier chico desearía tenerte como novia: Eres inteligente, fuerte, bella y una gran amiga, no llores por alguien tan tonto que ni siquiera es capaz de ver lo que está dejando ir.- Dicho esto último el joven deposito un suave beso es la frente de la chica

Hermione sonrió y abrazo a Harry por última vez antes de separarse.

-Gracias Harry, eres un gran amigo, no sé qué haría sin ti- Hermione se sintió mucho mejor después de lo que le dijo su mejor amigo.- Bueno será mejor que me vaya a ver a Dumbledore. No Harry, me cito solo a mí, no hace falta que me acompañes pero gracias- dijo la Gryffindor con un sonrisa burlona en el rostro, adivinando los pensamientos de su compañero.

-Eh, ¿cómo sabes que me iba a ofrecer a acompañarte? Para tu información, no tenía planeado a hacerlo.

Hermione entrecerró los ojos sin quitar la sonrisa de su rostro

-¿A no?

-Está bien, si, si lo iba a hacer-