Muchos relatos se cuentan sobre hermosas criaturas de las profundidades del océano, de larga matas de cabello de todos los colores del arcoíris, voces melodiosas y hechizantes, y de de una extremidad a semejante a la de los peces pero que abarca la mitad de sus cuerpos. Criaturas hermosas que engañan a los marinos con sus bellos canticos y los conducen a la muerte que los abraza bajo las frías aguas del los océanos… ¿Pero que tanto sabemos de estas criaturas? ¿Es verdad lo que se dice? ¿O es solamente una estúpida historia para asustar a los chiquillos traviesos?


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Capitulo 1.

Un día más que comenzaba, una nueva mañana de aburrimiento y de tareas monótonas… seguido de una tarde de inconformidad y peleas y finalizado por una noche como todas para variar… y es que la vida en ese lugar era tan aburrida. ¿Quien dijo que ser de la realeza era bueno? ¡Por los dioses que mataría al estúpido que dice tales palabras!

El príncipe Sasuke, noble de perfecta cuna, segundo heredero al trono del gloriosos reino del fuego, sentado sobre y entre las mullidas almohadas de su cama escuchaba sin prestar verdadera atención a su mayordomo principal quien con modismos, poses y tono de voz practicado recitaba las tareas del día, nuevamente idénticas a las de los días anteriores variando por uno u otro detalle que sabia seria igual de aburrido y fastidioso.

Se limito a sorber un poco de su taza de té, mientras dos sirvientas le alejaban la mesilla sobre sus piernas que contenía los platos a medio comer, en su mayoría, de sus alimentos matutinos. Y le despojaban de las sabanas y mantas para ayudarle en su alistamiento.

Y ahí otro desgraciado defecto de la realeza, es que no podían dejarlo vestir solo, comer solo, o leer solo el maldito informe de sus deberes reales… ¡¡ni que estuviese ciego e inválido por todos los cielos!!

Suspiro agobiado mientras era vestido con rapidez, no podían demorar al príncipe después de todo; un príncipe siempre debe ser puntual, un príncipe siempre debe estar impecable, un príncipe siempre debe estar y ser perfecto, un príncipe….

_Joven amo, tiene 5 minutos más para relajarse e iniciaremos con sus deberes.- asintió sin mirarlo ondeando su melena oscura cubriendo un poco su frente con esta y volviendo a menear al cabeza para alejarlo pues sus brazos ahora eran introducidos a las largas mangas de su abrigo negro de impecables arreglos y detalles en piedras rojizas.

Las dos chicas se retiraron una vez que su joven majestad se observo en el espejo, hay estaba de nuevo perdiéndose en sus propios ojos negros, un príncipe jamás ve a nadie a los ojos salvo a los de su propia alcurnia y para el nadie era de su alcurnia… a veces se preguntaba que se sentiría ver a alguien a los ojos, perderse en los de esa persona ¿sería como dicen los libros? ¿Sería mejor que como lo describen los grandes pensadores y sabios que componen tan magnificas obras literarias que llenan los estantes de su inmensa biblioteca? ¿O quizás como lo narran los historiadores y cuentistas?

Se acerco más a su rostro reflejado, bufando al no encontrar nada interesante en sus ojos, eran tan comunes ¿no se suponía que un príncipe; un noble de la realeza, debía ser magnifico e inigualable? Como poder ser inigualable con una apariencia tan… normal. Hasta una joven de larga melena hechizada o un dragón de feroces colmillos y alas desplegadas poseía mas magnificencia que él en todo su ser… Suspiro con enfado quizás debía hacer caso a su madre, después de todo… los libros solo te meten ideas estúpidas en la cabeza…

_Vamos atrápame ¡lento!

_ ¡Lo haré!… ¡¡créeme!!

Juegos… a eso se reducía la vida. Solo juegos, uno tras otro en una cadena sin fin. Después de todo; siempre es bueno divertirse, y ellos eran expertos en el tema…

Hábiles movimientos, estéticos, veloces, sutiles y elegantes; magistrales en una sola palabras. Sus delgados cuerpos recubiertos de pequeñas y dispersas escamillas tan delgadas y claras que solo resplandecían contra la luz delatando sus presencias en esos cuerpos, y bajo el territorio de sus caderas como único miembro ocupante del lugar de las piernas carnales de los hijos del hombre, una enorme cola gracial y flexible protegida y adornada por escamas más largas tan claras y deslumbrantes cual diamantes contra el sol, pero con aletas con forma de cuchillas en sus costados, parte posterior y en los antebrazos.

La pelirroja criatura giro contra los arrecifes ocultándose entre las grandes rocas y algas, burlándose en su interior por la estupidez de su hermano quien ahora le buscaba rodeando los corales y deteniendo a cuantos peces le nadaba por alado. Lo vio dar vueltas de un lado a otro; derecha izquierda, arriba y abajo. Y por ultimo sentarse frustrado sobre las rocas asta recostarse sobre ellas y comenzar a gritar llamándole una y otra vez.

_¡¡Gaara!! ¡Gaara!... ¡GAARA!- vaya hermano bobo le fue a tocar…

Salió de sus escondite nadando con lentitud hacia su berrinchudo hermanito, observándolo lloriquear y llamarlo insistentemente aun sin percatarse de sus presencia… y deseando una vez mas ser hijo único, pero… después recordaba…

Sonrió mostrando sus afilados dientes todos puntiagudos y ligeramente sobresalientes en su encía, se acerco un poco mas posicionándose sobre el cuerpo del gritón hasta dejarse caer sobre él, acallándolo al instante y ganándose su completa atención.

_No tenias que escon…- callo al sentir la presión de la mano palmeada de su hermano sobre sus labios, y como sus delgados dedos y afiladas garras le acariciaban el rostro levantándole algunas escamas en el proceso haciéndole estremecer por la sensación de dolor.

_Me gustas mas cuando te callas… deberías callarte siempre.- sonrió ante la mirada enojada del menor y de inmediato siguió con las caricias, acercándose más a los oídos de su hermano y lamiendo sutilmente las pequeñas branquias que se contraían una y otra siendo cubiertas bastante bien por el lóbulo de la oreja y unos mechones de cabello, pero no suficientemente ocultos de su lengua y manos.

_...- el pequeño cerrando los ojos ante las repentinas caricias de su hermano, sintiendo mas de ese dolor placentero. Lo abrazo acercándolo más a su pecho arañándole para levantarles algunas de sus escamas en la espalda, utilizando más fuera de la necesaria y logrando brotes de sangre.

El pelirrojo presiono el agarre sobre la boca de su hermano, introduciendo con fuerza su lengua entre las branquias del menor, quien grito del dolor y susto, aun que de poco sirvió pues era acallado, mientras la sensación se repetía una y otra vez, acelerándole la respiración y los gritillos que morían en su garganta.

_ ¿Interrumpo? Si es así…que bueno.- Gaara le alejo de su hermano quien aun con la respiración irregular observada al tipo frente a ellos. Miro a al tipo después a su hermano y nuevamente al primer sujeto, ambos se miraban con molestia y sonrisas falsas en sus rostros mostrando sus afilados dientes al contrario, suspiro resignado siempre era lo mismo…

_ ¡Deberás! ¿Qué ocurre Kisame?- pregunto al fin empujando a su hermano a un lado para quedar solamente él en la visión del hombre tiburón.

Este lo observo por unos segundos antes de dirigir su atención al pelirrojo quien seguía observándolo con molestia desde una de las rocas, al percatarse de ello el pequeño comenzó mirarlo de igual forma moviendo sus manos con movimientos gráciales pero cargados de un solo significado; "lárgate de aquí". Gaara lo miro sorprendido sin comprender porque defendía al maldito tiburón que les arruino el rato… les miro a ambos enfadado y con rapidez dio la vuelta de regreso a casa, que se las ingeniara su hermano solo si le hacía algo ese tiburón, y si no podía que ni se le ocurriera llamarlo ah él porque ¡jah! Ni muerto lo ayudaría, no después de preferir a ese tipo…

_Perdona a Gaara de verdad, ha estado más rato desde…

_No importa, comprendo la molestia de su hermano… mi señora me ah ordenado darle esto.

_... ¿El qué? No veo nada, deberás.

_No es un objeto, es una invitación; dijo: "Naruto eh regresado ayer de mi viaje deseo verte pronto, por favor ven a visitarme, pero solo cuando tengas la oportunidad, no quiero causarte problemas".-el pequeño sonrió al escuchar la voz suave de (madre de gaara en la serie) atreves de la garganta de Kisame, era graciosos ver como hablaba con la vos de una mujer pero no era por ellos que sonreía… sino que ¡(madre de gaara en la serie) había regresado y quería verle!

_Naruto idiota…- mascullo por novena vez mientras aceleraba su nado evitando a todos los peces y diversas criaturas a su alrededor, algunas deteniéndose al verle tan enfadado pero comprendiendo de inmediato la razón; Naruto… Y de verdad que no era de asombrarse ya que no había día en que ese par de hermanos no peleara o discutiera por algo.

Sasuke aguantada un resoplido de fastidio mientras miraba a sus padres y hermano mayor ocupar sus lugares específicos en la pequeña mesa, no era un desayuno y mucho menos un almuerzo, simplemente un pequeño momento familia. El único que compartían algunos días y que para su felicidad jamás duraba más de 15 minutos y no es que le desagradara su familia, todo lo contrario los quería… pero ni muerto lo aceptaría.

Su padre el Rey Fugaku siempre estaba ocupado con asuntos del reino, comercio, dinero y tierras y por supuesto la felicidad de sus súbditos eran solo algunos de sus temas diarios de conversación. Su madre Mikoto era por el contrario se deleitaba hablando de lugares, personas y joyas de la corona, además de las fiestas de gala de su juventud y algunas que pronto se suscitarían y a las que por supuesto asistirían.

Itachi su hermano mayor, el heredero, genio y orgullo de su padre. El siempre se mantenía callado y recto, siempre perfecto, la mayoría del tiempo le aborrecía por ello. Cuando lograban introducirlo a las charlas no había tema que Itachi no conociera cuando menos lo suficiente como para denotar su inteligencia.

Tomo un sorbo de su taza de té olisqueando la fragancia y vapor antes de volver su atención nuevamente hacia el inmenso océano que colindaba con sus tierras y principalmente con el castillo. Pronto terminaron sus minutos de "tiempo de calidad en familia" y cada uno regreso a sus actividades, pasatiempos y deberes.

_Joven amo…

_Ahora no. – se alejo con paso firme lejos de su mayordomo no dispuesto a seguir con su tedioso itinerario.

Una suave melodía se escuchaba por todo el lugar, un canto acompasado y tiene, junto con el sonido repetitivo y lleno de eco. Un pequeño golpe, otro, y uno más y la voz aumentaban de volumen, disminuyendo de nuevo tras cortos segundos…

Sonrió, siempre adoraba cuando cantaba. Era hermoso debía admitirlo, la voz más hermosa de todo el vasto reino… se recargo contra la pared de rocas observando al pequeño cantar y danzar al son de la música. Sonrió más mostrando sus afilados dientes al darse cuenta de que el pequeño bailarín aun no lo notaba en sus aposentos, y con la velocidad y sigilo innato que poseía se posiciono tras él, rodeándole la cintura con sus brazos, apegándolo contra su cuerpo hasta hacerlo callar.

_ Hermano ya…- callo al ver que no era Gaara.

_ ¿Me puedes decir porque Gaara esta tan enfadado?

_ El siempre está enfadado créeme.

_ Cierto, pero… esta vez es diferente. ¿Cuál es la razón?- susurro acariciando los largos cabellos dorados que sobresalían de la nuca del pequeño y se elevaban a su alrededor contrastando con sus cortos y alborotados mechones que cubrían el resto de su cabeza.

_ Estábamos jugando, y ¡Gaara izo trampa créelo!- chillo con enfado, inflando de agua sus mejillas, y fundiendo el seño antes de proseguir- Luego se puso pesado… me izo daño ¡deberás! Y Kizame llego y Gaara se enfado porque…

_ ¿Kizame?- el pequeño callo de golpe su relato escuchando como el mayor repetía el nombre y le apretada mas contra él, estaba enfadado.- ¿Qué te dije sobre los tiburones?

_…Pero ellos no nos han hecho nada de verdad y...- cayó nuevamente moviéndose los labios por el dolor de su espalda y abdomen, el mayor le encajaba las filosas garras de sus manos palmadas- Ugh… suélt…

_¡¡Esmer!! ¡¡Suéltalo Esmer!! AHORA

El aludido sonrió antes de separarse del pequeño no sin antes clavarle con fuerza sus garras desprendiéndole varias escamas hasta penetrar la suave piel. El pequeño rubio aguanto el grito de dolor al sentir las garras moverse en su espalda entrando más en su piel aun cuando Gaara le gritaba que se detuviera, el prolongaba la orden y alargaba su dolor.

Cuando lo sintió alejarse se dejo caer contra el suelo marino manchando de carmín unas pequeñas corrientillas de agua a su alrededor. Elevo la vista y vio a su hermano gritándole al mayor mientras este solo lo miraba sin prestar atención a la herida en su rostro.

_Basta Gaara…- susurro bajando la mirada y abrazándose así mismo.

_ ¡Tú cállate Naruto! – continuo golpeando al mayor, que aprendiera que con su hermano nadie se metía, execto él, nadie le ábrala, tocaba, y sobre todo lastimaba, execto él. Porque su hermano era suyo, solo y únicamente suyo… - Escúchame bien Esmer ¡no te vuelvas a acercar a MI hermano!

_ Èl ya está lo suficientemente grandecito como para decidir ¿no te parece?

_No.

_Gaara… vasta, ya.

_ Escúchalo Gaara, quien sabe quizás y pronto lo oigas decir que se ha hartado de ti. En lo particular ancio estar presente en ese momento tan glorioso. Jajaja

_¡¡LARGATE DE AQUÍ BASTARDO!!

El grito tan fuerte y potente en esa vos cargada de odio y rencor asusto a todos a su alrededor, peces de todos tamaños y colores, pulpos, cangrejos, y algunas manta rayas, e incluso a los dos presentes de su especie…

_...- el pequeño rubio elevo su rostro sorprendido por las emociones de su hermano, ya que este jamás era así mucho menos por algo relacionado por él. Miro a ulmo inmóvil observando a Gaara un tanto sorprendido quizás, pero aun sin borrar su sonrisa odiosa y prepotente, como único medio de "defenderse".

_Hasta luego Na…- se detuvo y borro su sonrisa. Gaara ante el abrazaba a Naruto con fuerza contra su cuerpo sin recibir reclamos del pequeño, mientras le miraba repitiéndole silenciosamente sus anteriores palabras pero con mayor emoción lo cual le izo retroceder, hasta salir de ahí y alejarse como todas las otras criaturas hacia segundos.

_Gaara… deberás no tenias porque…

_Naruto dime ¿porque le dejaste hacerte esto?- con sus palmadas manos acaricio el abdomen lastimado de su hermano arrancando una que otra escama para permitir el inmediato crecimiento de otra que recubría y curaba la piel dañada.

El mismo proceso le siguió a las heridas de la espalda, mientras el pelirrojo aguardaba paciente por la respuesta del menor. Acaricio con cuidado las nuevas escamas hacía abajo para no levantarlas y aprisionando mas ese cuerpo entre sus brazos al sentirlo descender sobre él, con los brazos rodeándole el cuello y la cabeza y rostro escondidos contra su pecho. Se calmo unos segundos y con lentitud prosiguió…

_Podrías matarlo… no sabemos qué tan fuerte eres, aun. Pero fácilmente podrías aniquilar a quien quieras y…

_Si mato a todos los que me molestan… solo estarías tú y mamá deberás, y mamá dijo que no le isiéramos daño a ellos, ¿recuerdas?

_Si… una estúpida regla a mi parecer.- resoplo acariciando los bailarines mechones de cabello rubio.

_Si deberás. Pero…

_Naruto lo que dijo madre o a un mas padre no tiene nada que ver… escúchame- soltó el abrazo alejándose apenas del rubio antes de levantarle el rostro para quedar frente contra frente.- Todos ellos son inferiores, son solo las herramientas de padre. No tienen derecho a tocarte… huye, grítales, mátalos si quieres pero jamás les permitas tocarte.

Los fuertes golpes de la madera se escuchaban en todo el amplio pateo de entrenamiento, las espadas chocaban cada ves con más y más intensidad, sacando agotados jadeos del defensor y frustrantes gruñidos del atacante. Los pocos presentes miraban desde lo lejos cada quien en sus respectivo lugar de vigilancia variando sus visiones de un lado a otro para mantener asegurado a su objetivo; el príncipe.

_No sabes cómo me alegro… de que sean espadas de madera- menciono moviéndose apenas para esquivar otro golpe dirigido hacía su pecho, pero que debido al suelo de lodo humedecido no pudo moverse con propiedad cayendo de culo contra este. Ensuciando sus blanca vestimenta y algunas hebras de su oscura y lustrosa cabellera.

La pelea se detuvo mientras ambos se observaban cansados o cuando menso eso por parte del pelinegro caballero de la armada ya que el joven príncipe más que cansado a pesar de su larga pelea continuaba molesto y demostrándolo arrojo con fuerza la espada impactándola contra los blancos muros.

_Wow… cálmate hombre, que las paredes no tienen la culpa de tu frustración.

_ Cállate Lee… -grito entre dientes. Sabía que debía calmarse pero es que simplemente no podía… -¡¡¡¡¡AaahhhAAA!!!!

_ ¿Mejor?- pregunto desde el suelo levantándose con cuidado de no caer de nueva cuenta y sin apartar sus saltones ojos y oscuras pupilas del príncipe por si le venía con algún arrebato o ganas de golpearlo como un intento de desahogarse.

_No. – sentencio dándose la vuelta y alejándose de lee quien poco después de levantarse había caído de nuevo al lodazal estaves ensuciando toda su espalda.

Se acerco hasta el resto de los miembros del escuadrón G sin prestar atención en ninguno, pero sabiendo que estos se acercarían asta lee para ayudarlo. Se detuvo bajo el puente que formaba le entraba al campo de entrenamiento en donde se encontraba, observando con el radillo del ojo al capitán del escuadrón G; vestido con su elegante traje lleno de algunas insignias que denotaban sus meritos y alto mando ante cualquiera.

_Vamos no están malo, eres un príncipe melodramático… - ladeo el rostro divertido esquivando el puño del príncipe. Moviendo su larga cabellera castaña y aun con los ojos cerrados prosiguió. – Será mejor intentar otra cosa, el entrenas con lee no está ayudándote… prueba con una ducha caliente… o quizás su majestad prefiera algo mas, movido…

Sonrío aun más ante el gruñido de respuesta, y siguiendo al joven príncipe dejo su espada en el lodazal, tomaron las pequeñas toallas que una de las sirvientas les ofrecía y se limpiaron los excesos de sudor y suciedad. Dio un corto agradecimiento y de inmediato continúo si marchar alcanzando al molesto príncipe.

La noche en las profundidades del océano no era muy distinta a las de los humanos, a diferencia de algunos detalles. El reino de bronce, como le llaman los sabios dioses por los hermosos y fuerte corales dorados, hogar de las criaturas marinas mas esplendidas y peligrosas, casa del dios de las aguas y la madre de las sirenas una de las musas de la danza y el baile.

Todas las criaturas de sus dominios permanecían ante ellos, todos atentos a las órdenes de sus reyes. Inclusive los dos jóvenes; Gaara y Naruto, que bajo titulo serian príncipes pero no era de validad. En el reino de su padre nadie era mejor en titulo solo en habilidad…

_Gaara, Naruto – ambos se acercaron hacia su madre la mujer recubierta de escamas tan claras como las suyas, pero cubierta en casi su totalidad por las algas en la composición de un largo vestido bailarín, que ocultaba su cola y brazos y solo dejaba a observar su delicado rostro y larga cabellera carmesí.

_Madre…- susurraron ambos una vez ante ella.

_Ambos han cumplido con los mandatos el reino, mis órdenes y las propias leyes de su padre sin falta alguna…- Naruto observo a su padre el único de apariencia diferente en el lugar, y quizás una de las cosas más extrañas que en su inmensa vida le habían fascinado… el cuerpo traslucido de su rey, su rostro casi nítido pero brilloso como la plata pero con sombras verdes, sin color preciso en su cuerpo, o lo que alcanzaba a percibir de este pues se única las aguas, desapareciendo y apareciendo en todos y ningún lado…

_Ya han demostrado por muchas tiempo lo responsables que pueden ser… - continuo la mujer observando a ambos chicos y a ninguno en especifico, con su mirada perdida en algún punto de ellos como si con la pared se hablase.- Dignas criaturas de los océanos. Y ahora hijos míos- continuo ahora observando a todos a su alrededor, todos mirándole con respeto algunos inclinando las miradas y cabezas al no sentirse dignos de tal honor al verse como un igual para tal dama. –Pronto podrán subir nuevamente a la superficie.

_...- Naruto sonrió levemente, disfrutaba tanto subiendo por humanos destrozando los grandes trozos madera y tela que ellos hacían nombrar; barcos, contra las rocas, hundirlos con altas olas o simplemente cantar y ver como los mortales se arrojaban al agua para "encontrar" al causante de las hermosas melodías…

Nadie disfrutaba más que él, siempre era bueno subir y cumplir con las ordenes de su madre, proteger a todos, castigar a esos bastardos que solo lastimaban al océano; contaminando, con sus muertos, desperdicios y demás objetos las puras aguas de su padre… ¡pero cuan descarados y miserables esas plagas mortales!

_Gaara…- nombro el traslucido hombre con una voz tan profunda como los mismos abismos de los océanos, levantando su mano derecha como permiso para acercarse, este se obedeció no sin antes dirigir su mirada a su hermano menor quien seguía mirando a sus padres.

_Padre. – se inclino ante el estirando sus manos ante y bajo las de este para recibir entre sus palmas la tremenda lanza de agua que se comenzaba a formas bajo las manos del mayor.

_El cetro del pensamiento… usa con sabiduría el poder del agua y mi propio espíritu que corre por las venas del mundo.

_Así lo haré padre… - se inclino nuevamente apretando entre sus manos la hermosa lanza traslucida moviendo en el interior de esta las burbujas y espuma de mar que contenía. Y sin dar la vuelta regreso a su lugar alado de su hermano quien entre fascinado y perdido observada la lanza que su hermano de ahora en adelante y hasta que su padre lo decidiera el custodiaría.

_Naruto.

Ahora fue su turno de acercarse a su padre, inclinándose igual que Gaara pero al contrario de él con una traviesa y socarrona sonrisa en el rostro, y es que no era para menos.

_La mejor muestra de las instrucciones de música de los dioses.- susurro acariciando el pequeño cuello de su hijo subiendo por este hasta llegar a sus labios y presionarlos con sus dedos que al instante se unieron al agua a su alrededor y reaparecieron en su lugar de origen, alejados del pequeño cuerpo. -La música vive en el agua, más que en ninguna otra sustancia…

Gaara observada con atención, comprendiendo a la perfección las palabras de su padre, pero no el claro disgusto de su madre... Fundió un poco el seño no comprendía como esta era capaz de sentir celos por uno de sus propios hijos… como podía sentir odio hacia Naruto…

Naruto extendió su muñeca tal como su padre en silencio le indicaba, una pequeña acumulación de agua burbujeante se situó alrededor de esta, junto con algunas perlas, arena y piedrecillas del lecho marino… abrió los ojos sorprendido pues ante él y rodeando su muñeca se encontraba una delgada pulsera; solida por la arena, recubierta de las sales del agua y adornada con las brillantes piedrecillas y perlas encajadas… blanca y brillosa llena de hermosura como el mismo mar…

_ La música te protegerá como tú protegerás el secreto de las voces… el legado eterno de los hijos e hijas del océano… seres del agua, protejan su hogar de quien intente dañarlo… como su hogar les protegerá de toda amenaza.

_Así será pa-paDRE… - sonrió reprimiendo las ganas de lanzarse y abrazar a su padre, quería escucharlo más tiempo seguir con esa "charla" pero tan rápido como las corrientes marinas, el cuerpo de su padre comenzó a desaparecer ante sus ojos y el de todos, siendo seguido por el de su madre , peor esta a diferencia de él, simplemente dio vuelta hacia sus aposentos de coral encerrándose en estos al derribar las rocas sin dirigirle miradas o palabras a su hijos, sintiendo su enfado aumentar…

_Sasuke, deja de dar vueltas… ya me estas marean.- dijo terminando de secar su cabello con una de las toallas para comenzar a cepillarlo, aun observando al joven príncipe ante él, quien aun y pese a sus palabras continuaba con su recorrido de un lado a otro en la gran habitación.

_No molestes- gruño fastidiándose al ver como su interlocutor parecía más entretenido en cepillas su larga melena.- ¿Qué arias de estar en mi lugar?

_Matarme… -contesto de inmediato, riendo poco después al conseguir otra muestra de frustración del pelinegro- Sasuke, ambos sabemos que no tienes muchas opciones… eres un príncipe y como tal algún día debes casarte asique…

_Hanabi, me es irrelevante el que tenga o no que casarme algún día, lo que no acepto es que mis padres quieran decidir cuándo y más aun con quien. Además ¡Al que deberían fastidiar con eso es a Itachi no a mí, que por algo es el heredero!

_Bueno… tú hermano esta mas que demente, no culparía a la podre mujer de suicidarse tras su noche de bodas…- pronuncio ahora con una voz más suave y femenina pero completamente altanera al pronunciar tales palabras contra uno de sus príncipes, levantándose de la silla para caminar por la habitación asta el amplio espejo donde observo su reflejo de frente y perfil antes de asentir en una aprobación por su apariencia.- Además el que seas menor no quita que te debas casar… pero no te enfades, solo intento aplacar tu frustración.

_ No lo estas logrando. Cambiemos de tema, ya estoy arto… dime Hanabi ¿jamás te cansas de Neji?

La aludida volteo despacio sonriéndole asta mostrar su dentadura, y entrecerrar sus parpados ocultando entre ellos sus grises pupilas.

_ Jamás, porque Neji es mi vida-ensancho su sonrisa al escuchar su propia broma, mientras el Sasuke simplemente suspiraba recordando cómo es que la había conocido, un verdadero desastre debía agregar… -Ahora si su ilustrísima majestad me lo permite me gustaría terminar de cambiarme en solitario.

_Ni que fuera la primera ves que te viera desnuda…

_Quizás pero te recuerdo que también debes arreglarte, o ¿es que acaso su alteza se paseara por el castillo y dormirá con las ropas sucias? ¡Pero qué descaro Sasuke!- termino imitando perfectamente la voz suave y estridente de la reina al enfadarse, agregándole además algunos gestos de esta como el ocultar su rostro tras un abanico claro que Hanabi no poseía uno pero eso no evito que lo reprodujera con una pequeña hoja de papel sobre la mesilla.

_Jah me pregunto que pensara mi madre de ti, si te observara burlándote. Capitán. murmullo sonriendo mientras baria al puerta y desaparecía por esta dejando a Hanabi sola con una sonrisa aun en sus labios al conseguir su objetivo y mucho más fácil de lo que esperaba, después de todo Sasuke siempre fue un libro abierto para ella.

Termino de trenzarse el cabello, y colocarse el camisón blanco antes de dirigirse a la puerta y serrarla con llave, no podía permitir que alguien descubriese su secreto, se acerco a la ventana y observo la luna llena y pequeña que se observaba en la lejanía del cielo nocturno y que se reflejaba con un mayor tamaño sobre las costas.

_Pronto llegara la época de tormentas…

Cerro la ventana pues las cortinas no dejaban de bailar con el viento enfriando más de lo necesario la habitación, y con una cuidado apago todas las velas de su alrededor dejando solo una encendía alado de su cama, se acomodo bajo las mantas de esta y soplo con fuerza la flama apagándola, acomodándose por ultima ves antes de cerrar los ojos y caer en el sueño que los dioses le regalarían esa noche.


Rincón de la autora… y un colado.

Quizás un poco tarde pero debo aclarar algunas cosas…

La historia es mía, no me robe la idea de Disney y si aun lo dudas vuelve a leer y dime de donde te suena a Disney ¬-¬.

En que es la misma estupidez de "la sirenita" una chica loca con las hormonas asta el cielo que se fuga de su casa y tiene sus amoríos con un humano que resulta ser el puto príncipe de cuento de hadas.

¡NO! La idea a de este Fic nació después de leer TODO el Fic "El Sirenito" de la autora Youko Saiyo , esto no significa que sea un plagio o algo parecido, pero si alguno está interesado en leer "El Sirenito" adelante sirve y con esto le hago publicidad. Pero repito esto NO es un plagio. Ni tampoco ella ha plagiado su historia.

Solo es la misma idea… pero le cambiamos la A por una O al final del título y ¡woala!

Si… ¿qué? ¡No! Ya cállate Diosfort. Solo aclaro la historia de esa autora fue fiel a la idea de un ser del océano que se enamora de un humano pero tiene muchas cosas que cambian, como la aparición de varios dioses.

Como el dios del inframundo, el del caos y la cachondisima afrodita… además de esa loca que tiene por novia él giripollas del príncipe. Jah como culpar al idiota de que se volviera gay.

Los personajes de la serie Naruto no me perteneces… por ahora ¬v¬ jejeje

Si tienen alguna duda sugerencia o lo que sea no duden en dejar comentarios todo es balido, si creen que estoy demente por haber creado seres "tritones, sirenitas" con esas apariencias aviéntenme las criticas, aun que no les are tanto caso a esos comentarios pues así es como yo me las imagino y punto. A sobretodo si no les parece las actitudes de Sasuke, Naruto y Gaara háganmelo saber porque lo que intento es no desvíame… demasiado… de sus personalidades originales.

Hasta ahora vas por muy mal camino.

¡Bueno que quieres! Con Sasuke es obvio que no va a estar feliz de la vida siendo un príncipe…

Claro… ¿cómo lo estarías si le has puesto esos puntos a su "favor"?, ni quien se negase a una vida así…

No me gusta tu sarcasmo ¬¬. Si no les gusta el YAOINO leas los siguientes capítulos, imagina que solo fue uno o mejor aun que jamás leíste la historia… posiblemente habrá Lemon en los siguientes capítulos pero nada está asegurado, aun, que si me lo piden yo lo pongo, eso sí aclaren entre que personajes. Por último esta historia es solo para relajarme aun que aun así intentara hacerla lo mejor posible.

Por ahora eso es todo ojala les haya gustado y recuerden:

Esta NO es una simple historia de sirenas, ni mucho menos algo típico.