Buenas a todos de nuevo, ahora vengo con un nuevo one-shot, o más bien un conjunto de ellos. Espero que lo disfruten.
Aclaraciones: Soul Eater no me pertenece y no me pertenecerá nunca, si así fuera, tendría que cambiarle la clasificación y Soul no usaría ropa. Disfruten su lectura.
La rubia técnico caminaba con el seño fruncido junto al arma demoníaca, Tsubaki intentaba tranquilizar a su amiga diciendo que pronto encontrarían a sus compañeros. Porque era por eso que Maka no estaba de buen humor, su novio y el novio de su amiga habían desaparecido y si no los encontraban ella se tendría que ir sola a su departamento. Claro, querer pasar una agradable tarde con tu novia no era lo que pasaba por la mente de la guadaña, o eso era lo que pensaba su usuaria.
Habían estado buscando desde que se saltaron la segunda clase, revisaron cada rincón de Shibusen y no había rastro de los destrozos que ese par producía habitualmente. Estaban a punto de perder las esperanzas, pero al parecer Shinigami-sama se había apiadado de ellas e hizo aparecer a sus compañeros en la entrada de la escuela para técnicos y armas de Shinigami, era el único lugar que no habían revisado hasta ese momento.
La técnico fue la primera en acercarse, ya con el ceño fruncido y sus manos en la cadera. Por otro lado, la pelinegra sólo podía suspirar de alivio al encontrar a su enérgico compañero a salvo y sin nada roto a su alrededor.
Lo extraño de la escena era que el albino y el peliceleste no despegaron la mirada del otro, en medio de los dos, se encontraba Death the Kid, quién al parecer era el encargado de vigilar que ninguno de sus amigos pestañara. La de ojos verdes le dirigió una mirada a la pistola mayor, ya que ella se encontraba a un lado del joven Shinigami.
—¿Qué está sucediendo?—Fue la pregunta que hizo que tanto técnico como arma se tensaran un poco.
—Yo te explicaré, Maka.— La pistola se acercó a sus amigas, dejando que Patty ocupara su puesto junto al pelinegro. —Los idiotas que tienen como compañeros pelearon de nuevo, pero antes de llegar a los golpes decidieron que lo mejor sería arreglar esto como "hombres."— Hizo las comillas con sus dedos para enfatizar su molestia por hacerla partícipe del juego.—Quién dure más con los ojos abiertos y mirando a su oponente, será el que tenga a la mejor novia, o eso fue lo que hablaron antes de comenzar a mirarse.—
Albarn solo pudo sonrojarse, mientras que la camelia cómo única reacción llevó sus manos a su pecho y sonrió con ternura. Ambas se podían quejar de sus compañeros y novios, en especial la más pequeña, pero con eso se podían olvidar de todo el tiempo perdido en la búsqueda, por ahora.
—Solo tengo una pregunta, Liz-chan ¿Por qué Kid-kun no está jugando?
—Eso es fácil, mi querida Tsubaki, mi novio no necesita de juegos para saber que tiene a la mejor novia.— La sonrisa de la mayor de las Thompson hacía que sus amigas creyeran en sus palabras, ella siempre se mostraba confiada con respecto a su relación.
—En realidad, Liz, no jugué porque seríamos un número asimétrico de participantes.— La voz del técnico de pistolas se hizo escuchar y mientras Patty se encargaba de vigilar a los jugadores, las chicas tuvieron que ver cómo Elizabeth tiraba de las mejillas de su novio.
Maka se acercó a Soul, la ternura del acto del chico hacía que quisiera abrazarlo y hacer que perdiera el juego para tener una sesión de mimos con él. Pero en cuanto se quiso acercar, la mirada de la menor de las armas la hizo retroceder, al parecer no podría interferir en el juego.
—Soul ¿Podemos ir a casa? Ya ganaste.
—No, aún no gano.
Por otro lado, La múltiple arma no tenía mejores resultados, su técnico no mostraba interés en dejar el juego.
—Lo siento, Tsubaki, pero un Dios nunca pierde. Menos contra uno de sus súbditos.
Así pasaron la tarde, ninguno de los amigos se había alejado y ya se comenzaban a aburrir, el sol se estaba ocultando, la ojiazul estaba esperanzada en que su novio quisiera ir a comer, sólo era cuestión de tiempo. Patty se encontraba jugando con una revista que su hermana le entregó, Kid seguía vigilando, Liz golpeaba el suelo con sus dedos suplicando por que ese calvario terminara pronto.
—¡Ya es suficiente! No podemos estar así hasta que a ustedes se les ocurra pestañear.— La impaciencia de la peliceniza llegó a su límite, con la menor de las delicadezas, golpeó la cabeza de Soul. Del impacto, el albino cerró los ojos. Todos quedaron en silencio, esperando que alguien reaccionara, gritara o hiciera algo para que todos salieran de su shock.
—¡Sí! He ganado, Tu Dios te ha superado de nuevo.— Sin dejar de gritar, Black Star tomó a su novia en brazos y la hizo girar por los aires. Tsubaki se sentía mal por su amigo albino, aunque la felicidad de su novio se le contagiaba para poder reír con él.
Soul se sobaba la cabeza, mirando con el ceño fruncido a su pareja. —Me hiciste perder, Maka.— La chica le sonrió a forma de disculpa, pudo haber golpeado al chico del clan estrella, pero eso se hubiera visto como sabotaje y no estaba dispuesta a soportar horas de gritos enojados del peliceleste.
—No necesito que ganes ningún juego para saber que tienes a la mejor novia.— Un sonrojo adornó sus mejillas mientras se acercaba al ojirojo y le besaba levemente la mejilla izquierda.— Y también saber que yo tengo al mejor novio.—
La sonrisa característica del Eater apareció mientras tiraba de la mano de la hija de la actual Death Scythe y besarla en los labios. Se separaron para acercarse a sus amigos, quienes suspiraban por haber terminado con esa tortura.
—Espero que esto no se vuelva a repetir ¿Entendido?— Aunque la mayor de las Thompson se mostraba un poco molesta, hizo que el de ojos ámbar se acercara más a ella para luego decirle en un tono bajo: —Y si vuelve a suceder, espero que juegues, Kid.— El joven Shinigami solo tragó grueso, haciendo que todos volvieran a reír. Sí, ese era un día normal en sus vidas.
~Fin~
Este es el primer One-shot de la colección, no prometo actualizar a una velocidad constante, pero intentaré que cada uno abarque un tema diferente. Si les gustó o no ya saben donde decírmelo.
PD: Agradézcanle a mi beta, mi hermana.
