Buenas a todos/as! ya se que este fic tiene años, las cosas se complicaron por ende no lo pude terminar, pero ahora que tengo tiempo lo estoy releyendo y pegándome un tiro de paso (? Era bastante chica cuando lo escribí -no digo que ahora sea una experta, pero al menos algo mejoré, quiero creer- así que ahora, con mas experiencia, pienso rehacerlo, reemplazando los capítulos por el mismo, pero con una mejor narración, para el alivio de todos jaja!

Así que voy a ir reemplazándolos, hasta darle FINALMENTE un final a esta historia. Mil perdones por los años de espeera! juro terminarla esta vez! espero que todavía sigan con ganas de leer!

Solo me queda decir que los personajes de Mai-hime no me pertenecen.

Ahora si, les deseo muy buena lectura!


Atardecer

Ojos Destellantes

La academia Fuukan Gakuen, conocida como la más prestigiosa, destacaba por ser un hogar de tenebrosos secretos. Aunque para Kuga Natsuki no era así. Su estadía era tranquila y rutinaria, sin embargo no estaba al tanto de que muy pronto, su vida estaría en peligro.

-¡oye, Arika! deja de escribir ese tipo de historias tétricas…además ¿por qué siempre mi vida tiene que estar en peligro?- decía una peliazul, acomodándose un salvaje cabello detrás de su oreja.

–Así es más divertido- contesto, sonriente.

Ambas se encontraban sentadas en los hermosos jardines de la academia, era un día soleado, y que mejor forma de disfrutarlo, que al aire libre.

–mira, ahí vienen las demás- señalo Arika a sus amigas, que se acercaban para almorzar con ellas.

–qué lindo día- menciono Mai, dando un largo suspiro y sentándose.

-si... ¿pero donde esta lo importante, mai?- comento angustiada, Mikoto.

–ya ya…aquí tienes el almuerzo- se lo entregó, para luego observar con gracia como devoraba toda la comida.

-Natsuki ¿ya volvió Shizuru de su viaje?

La joven nombrada bajo la cabeza con resignación -no…

-esa chica...siempre se pierde los mejores días del verano... ¿Arika-chan tu sabes a dónde se fue esta vez?

La ojiazul se entristeció al escucharla, acto que sorprendió a todas, ya que usualmente era una joven muy alegre y divertida. –¿Y por qué tendría que saberlo?- atino a contestar, de mala gana.

La miro intrigada. -porque… ¿tú eres su amiga de la infancia, verdad? pensé que sabrías algo, nada mas

Largó un bufido, desganada -está en Kyoto, por asuntos familiares- habló, desviando la mirada.

-¿otra vez? Últimamente vuelve a su hogar muy seguido… ¿o acaso, nos estas ocultando algo?- le cuestiono, sonriendo maliciosamente.

Cerro su cuaderno de historias bruscamente al escucharla, poniéndose de pie –no sabes en lo que te estas metiendo, así que deja de molestarme- dicho esto, se dio media vuelta y se fue a paso rápido.

Las jóvenes observaron su ida, absolutamente desentendidas.

–Acá hay gato encerrado… ¿qué dices natsuki, averiguamos lo que sucede?- susurró aquello, de forma cómplice.

La peliazul se levanto, posando su ahora, desolada mirada por ella –no me interesa, debo irme a mis clases, nos vemos después

Mai y Mikoto la siguieron con la vista, suspirando -ay ay ay ¿cuándo aprenderá esta chica a demostrar sus sentimientos?

-¡Mai! ¡mas ramen!

–ya va, ya va

Sin planearlo, sus pasos se detuvieron frente al consejo estudiantil. Tenía ganas de ver a su amiga, a aquella que siempre la apoyaba en todo, pero a pesar de eso…desde que la conoció, siempre sintió que shizuru le ocultaba algo, y eso le molestaba…más de lo que le tendría que molestar.

Abrió la puerta, sin esperanzas, y se dirigió a la ventana, deslizando sus dedos a través del cristal

A ella le encanta mirar desde aquí, es como si...observara algo que no puede alcanzar…eso…no lo entiendo ¿qué es lo que me esconde?¿y por qué?

El sonido de la puerta logro quitarla de sus pensamientos, sorprendiéndola. Se giró con cautela para encontrarse con la persona que rondaba en su mente.

-Natsuki…- la nombró, clavando su mirada en ella.

-¡Shizuru, has vuelto!- exclamó sonriente y entusiasmada, corriendo hacia ella.

La castaña se sorprendió ante esa reacción. No era muy común que la recibiese con los brazos abiertos. A pesar de su duda, le sonrió con amabilidad.

-¿cómo has estado, natsuki?- dijo, caminando hacia ella.

-bien… ¿dónde has estado?- inquirió rápidamente.

Shizuru se puso a su lado, mirándola pensativa -en mi casa, asuntos familiares, ya sabes…

-mmmm…- murmuro, desconfiada.

La ojirubi rió ante su gesto -¿qué sucede? ¿Mi natsuki me ha extrañado mucho?- atino a decir, levantando su mano y depositándola en su mejilla, acariciándola.

Tal acto provoco un leve sonrojo en ella -¡cla-claro que no! Es solo que...siempre pareces tan misteriosa que...yo solo…

-Natsuki…- la corto.

Se paralizo ante el tono de esta –¿q-qué sucede?

Sin esperarlo, se acerco mas a la consternada joven, para luego rodear su cintura con sus brazos y atraerla hacia sí, abrazándola con fuerza. Necesitaba sentirla.

Se quedo inmóvil unos segundos ante su reacción, hasta que decidió corresponderla.

Shizuru abrió enormemente sus ojos ante su respuesta. La peliazul siempre se quejaba porque esta la tocaba, pero esta vez no ocurrió eso, para su suerte.

–natsuki...te extrañe mucho- .Se aferró aun mas a la unión, hundiendo el rostro en su cristalino cuello - hueles delicioso…- ronroneó, perdida en el aroma que emanaba.

Se sobresalto al percibirla tan cerca. Esta parecía tan ensimismada en su acto, no sabía cómo reaccionar. Se tensaba con solo sentirla.

De pronto, se preocupó al notar que su amiga había comenzado a temblar.

-¿shi…shizuru que te sucede, estas bien?- cuestiono, tratando de zafarse del abrazo, para poder observarla, pero la castaña lo reforzaba mas, impidiendo la separación.

-no…no lo estoy...no creo…que pueda aguantarme esta vez…- habló entrecortadamente.

-¿eh?- fue todo lo que pudo decir, pasmada.

Dicho aquello, observó con perdición su cuello, para luego comenzar a acercarse con lentitud a este.

-s-shizuru...que estas...ah!- jadeó, al darse cuenta que sus carnosos labios se encontraban en aquella zona, besándola con hambruna.

-shizuru…detente…- trataba de modular, empezando a acalorarse.

No hubo respuesta alguna, la castaña comenzó a abrir su boca paulatinamente. Quizás fue su imaginación, pero juro ver unos pequeños colmillos que crecían a medida que se acercaba cada vez más. Aquella escena, la paralizo por completo.

Antes de que pudiera realizar su desconocido acto, la puerta se abrió, de forma brusca.

-¡shizuru, detente!

La castaña abrió los ojos de par en par, reaccionando y apartándose con rapidez.

Natsuki la observo con temor, a pesar de que su amiga aun temblaba por momentos. Parecía agobiada...asustada de ella misma...

La mayor desvió la mirada al suelo, avergonzada por sus acciones -natsuki…lo siento

-que es lo que te suc...- No pudo terminar su frase, ya que su vista se perdió en la suya. Esta abrió los ojos con lentitud, fijando su visión en ella.

Lo que vio en aquella mirada...la dejo sin habla.

En sus ojos rubí, se podía vislumbrar un destello rojizo. La calidez que siempre irradiaba había desaparecido, dando paso a una tenebrosa y aterradora energía.

Natsuki solo se quedo observándola, perpleja. Shizuru, al igual que ella, la miraba con aquellos ojos que parecían invadir hasta el fondo de su alma.

-shizuru...no debes

La castaña volteo al oír a su fiel compañera. Entrecerró los ojos al observar a la pequeña Arika, con el ceño fruncido.

-Arika...- la llamó, arrepentida. Se tapó el rostro, tratando de contener a aquel monstruo que quería emanar de su ser.

Posó su vista de nuevo, en la ahora, atemorizada peliazul. Se entristeció al instante al percatarse de su miedo.

Tarde o temprano...todos terminan mirándome de la misma manera...

-natsuki yo…- trato de hablar, dando un paso al frente, pero al hacerlo, esta retrocedió.

La miro con angustia, tragando saliva con fuerza.

Era el fin, la había descubierto, estaba casi segura, ya no había nada más que decir para poder remediar la situación. Con aquel penoso pensamiento, se dio media vuelta, emprendiendo su caminar hacia la salida y saliendo del despacho con la pelirroja.

Natsuki solo se quedo allí, parada, con los ojos bien abiertos, no podía pensar en nada más que en lo ocurrido. Miles de cuestiones surcaban su mente, confundiéndola aun mas.

¿Qué es lo que había sucedido? ¿Por qué se comporto así? Y la pregunta más importante… ¿Qué era...Shizuru?


Primer capitulo reemplazado! en un rato voy a subir dos mas!

Besos!