Chat noir estaba parado, con sus brazos cruzados mientras miraba la nocturna ciudad de París.

Ya hece un mes que se rindió con su amada Ladybug y no sabía que hacer.

Es muy posible que no vuelva a amar a nadie nunca jamás, que a partir de ahora sea un gato solitario.

-¡No puede ser! ¡Eres Chat noir!

Oyó una voz dramática y volteó a ver a una chica algo bajita, con una silueta delgada pero perfecta, cabello azul atado en dos bollos gemelos, ojos azules y una radiante sonrisa un tanto infantil, portando un ajustado traje gris, usando un antifaz de héroe.

-Mucho gusto, soy Multimouse. Ladybug me mando a hacer equipo contigo, por favor, cuida de mí.

Le hizo una reverencia y el chico dio un suspiro profundo.

No debía desquitar su mal humor con una compañera nueva, debía actuar felíz.

Se acercó a la chica y le tomó de la mano para darle un beso de forma caballerosa.

-Encantado de conocerla, bocadillo nocturno.

La azabache lo miró con asombro pero sonrió antes de hacer que el héroe le devuelva su mano.

-Ya veo, así que lo que dicen que usted es un bromista es verdad.

Pero ten cuidado por que esta ratoncita devoró a gatos más grandes que tú.

Empujó la nariz del rubio y éste sonrió.

Ésa arrogancia, ésa sonrisa, ésa actitud... definitivamente sería una gran amiga de Marinette ó de Ladybug.

Una explosión se oyó, haciendo temblar el mismo edificio en donde ellos estaban y ambos miraron como a gran distancia se levantaba una gran nube de humo.

-Muy bien pequeña, puedes venir a jugar conmigo pero no estorbes o yo me haré cargo de quitarte el miraculous y decirle a Ladybug que no te lo vuelva a dar. - habló el felino mientras ella lo miró confundida por un rato pero le restó importancia y fueron a salvar la noche.

.

.

Chat noir que había recibido un fuerte golpe en la cabeza por ayudar a un civil y quedó inconciente entre los escombros, abrió sus ojos con pesadez y se movió ligeramente en ésa camilla de ambulancia en la que se encontraba mientras veía que Multimouse... todas las que había en ése momento, se encargaban a gran velocidad de apagar el fuego.

Se sentó con dificultad y vio con asombro a ésa chica que vio como a una pequeña principiante sin futuro y ahora dirigía a sus clones con gran liderazgo.

El fuego fue extinto luego de unos minutos y Chat noir veía con la boca abierta a ésa novata, llena de polvo y uno que otros raspones que se acercaba a él mientras tenía en sus brazos a una niña que alzó ya que fue corriendo felíz a ella.

La roedora sonrió con burla mientras se detenía delante de su asombrado compañero.

-Lo siento, gatito, tengo que quitarte tu miraculous y asegurarme de que Ladybug no te lo devuelva ya que no hiciste nada.

Chat noir sonrio y se puso de pie con algo de dificultad.

-Yo sólo quería probar sí eras capaz de ser héroe y aprobaste. Felicidades, my mouse.

Extendió su mano y la chica correspondió al apretón.

El chico abrió ligeramente la boca, soltó la mano de la muchacha y le dio la espalda.

-Ya me debo ir, limpia éste desastre.

El rubio se fue tras dar ésa orden y la chica quedó confundida por ésa actitud que nunca antes vio en él.

Mientras que Chat noir iba saltando lo más rápido posible con su ceño fruncido por ésa extraña sensación que sentía.

¿Qué sintió?

Se sintió nervioso hasta el punto de sudar, su corazón parecía palpitar mucho más rápido, sus mejillas ardían y todo en su cabeza era un desorden.

Algo nuevo que jamás creyó experimentar y que desconocía totalmente.

Multimouse... parece ser alguien interesante pero peligrosa.